Nuevos relatos publicados: 6

La amiga de mi hija

  • 18
  • 26.584
  • 9,17 (12 Val.)
  • 0

Hola a todos mis lectores para el día de hoy vamos a recordar una de mis tantas experiencias que a ustedes tanto les gustan y a mí me encanta recordar obviamente habrán varios partes que puedan que no fuesen así, pero trato de acordarme punto por punto. Bueno la historia ocurrió ya hace varios años y aprovechando que ese día mi esposo no estaba en la ciudad por estar trabajando en un municipio lejano. Yo estando tomando unos tragos en un bar que frecuento esperando que la hora pico pasara para irme para la casa y al que acudo cuando deseo placer varonil. Eran ya las 7 de la noche. La música de Elenita Vargas sonaba en la vitrola yo siempre me hago cerca al televisor a ver el noticiero mientras me chupo un trago. Cuando escucho una voz que pronuncia mi nombre

– Dianita la niña de mis ojos.

Al ver quien era mi sonrisa salió a relucir me puse muy contenta de ver quien era Don Elías. Levantándome del butaco lo abrace

- Pero mire no más que milagro el verte que te habías hecho ya hace un año que te me perdiste y nada más.

Nos besamos y volvimos a abrazarnos

– ¿Como estas, preciosa? Volvimos a abrazarnos

- yo bien mi amor pero déjame olerte que me encanta tu loción. No acá esperando que baje un poco el trafico para irme a casa.

– pues figúrate que yo estoy en Bogotá haciendo unas vueltas y como se que tu frecuentas este bar pase a ver si te encontraba

- ¿Y por que no me llamaste?

– Me robaron el celular y hay tenia tu número.

– ¿Donde te estas quedando?

- Donde mi hermana. - ¿Ha esta viviendo acá en Bogotá? Tienes que darme su teléfono me encantaría verla.

– ¿Ella y tu han tenido algo?

- Imagínate tú.

– hay Dianita tu si no pierdes una. Con mi hermana no te creo.

- Jajajajaj por que más bien nos tomamos este trago y vamos a mi casa a relajarnos aprovechamos que mi esposo no está, tengo ahora una cama grande que nos está esperando.

Y agarrándole la verga sobre su pantalón mi boca busco la suya cerrando mi ojos, al abrirlos vi a una chica que al lado estaba mirándonos.

– ¿qué quieres preciosa se te perdió algo o te gustaría acompañarnos?

Me coloque mi saco y agarre mi cartera y al salir y pasar por su lado me le acerque al oído para decirle

-vamos camina acompáñanos que te puedes divertir con mi esposo.

Ella la note insegura y con miedo, su cabeza nos decía que no. Sin hablar.

– te esperamos afuera ok. Salimos y compre al señor de los dulces un cigarrillo

- ¿Por qué le dijiste que yo era tu esposo? ¿La vas a esperar?

- ¡No! No le viste la cara de asustada que tenia, esa no sale de hay esta noche jejejejeje

Nos dirigimos a mi casa. El carro de Ana María estaba el la cochera lo que me decía que mi hija estaba, lo que si no sabía era que estaba con una compañera de la universidad en el cuarto de estudio sacando un trabajo. Al entrar las caricias no se hicieron esperar besos con furia exótica y quitándonos la ropa hasta quedar desnudos nos detuvimos en la escalera para mamarle su bien dotada verga, luego él me chupo mi cuquita cosa de unos minutos sobre la escalera, continuamos para el cuarto pasando por el frente del estudio, sin fijarnos quien había, yo solo quería llegar a la cama para meterme su verga en mi trasero, nos acostamos de medio lado dándole la espalda y levantando mi pie, me coloca su verga en la entrada de mi trasero y me penetra hasta el fondo. Seguido me comienza a culiar llevándome a la estratosfera volar con mis sensaciones placenteras, mis gemidos de placerse deberían de escuchar por toda la casa, estaba gozando como puta su verga dentro de mí, me rompía mis paredes anales la sentía enterita, el verme en el espejo de mi cuarto. Fueron caso 20 minutos, exquisitos minutos guauuu me acuerdo y me humedezco toda porque en verdad fue increíble y excitante mis orgasmo florecían inundándonos mojándonos nuestros cuerpos, nos detuvimos y nos fuimos para el baño, nos metimos a la ducha refrescándonos, volvimos a la cama por un rato

- Me has hecho mucha falta me alegra verte mi amor ojala volvieras a vivir acá. ¿Y cómo te va con tu esposa?

- Bien los negocios van viento en popa la finca está dando buenas ganancias.

– ¿tienes hambre?

- si un poco.

–Ven bajemos a la cocina y preparamos algo. Me puse una bata y le preste una de mi esposo, bajamos a la cocina tina nos dejo espaguetis preparados en la nevera los calenté, hablando de cosas comiendo y besándonos hasta terminar nos servimos vino y

- Camina mi amor y seguimos en lo nuestro. Y metiendo mi mano entre su bata le agarre su verga y besándolo nos encaminamos al cuarto. Al pasar por el cuarto de estudio mi hija y su compañera seguían trabajando entramos a saludarlas bueno yo, Elías se quedo en la puerta con su copa en la mano, su bata abierta dejando ver su cuerpo desnudo, la amiga de Ana se quedo mirándonos y sorprendida al vernos y ver que Ana me saludaba y se paraba dirigiéndose a Elías los saludaba de beso en la mejilla. Salimos del cuarto para el mío nos quitamos las batas, nos acostamos y me dedique a mamarle la verga acostándolo boca arriba y dejándome lamer mi cuquita, sintiendo su grosor en mi boca, recorriendo con mi lengua, su tronco se la escupía me la metía otra vez, me encanta mamar una verga grande y gruesa como esta. Al rato me le monte encima y de espaldas me la coloque acariciándosela en frente mío me levante y colocándola en la entrada de mi cuquita me deje rodar por su tronco, sintiendo su grosor llenándome con su carne, me quede con ella un rato hay moviéndome muy ligeramente me encanto esa situación cerrando mis ojos, mi mano derecha acariciaba mis senos, luego comencé a sacármela y entrármela, brincando sobre ella. Al abrir mis ojos y ver por el espejo una sombrea que se movía me llamo la atención asía la puerta. Dos siluetas, mi hija y su amiga nos espiaban, lo que aumento mi excitación y mis ¿movimientos, seguían observándonos y yo disfrutando, lo que hiso que mis gemidos aumentaran. ¿Quién sabe desde cuando estaban hay espiándonos?

-- haaaaaa si así rico paapito haaaaa guau que rica verga vamos gozame mi amor haaaa que rico haaa

Trataba de hacerles ver lo rico que la estaba pasando. Me preguntaba que estaría pensando su amiga viéndome acá con otro hombre acostada en la cama de mi esposo y con la complacencia de Ana a quien tenía atrás de ella. Me vine en exquisitos orgasmos junto con él levantándome y colocándole mi cuca en su cara y chupándole la verga para que terminara viniéndose en mi boca. Dejando que ellas pudieran ver su verga, no pudimos controlarnos y el polvito duro poco tiempo, pero fue sumamente placentero.

Nos abrazamos, prendí el televisor para entretenernos mientras descansábamos.

– ¿Sabes?… teníamos dos espías observándonos.

– ¿Tu hija y su amiga?

- si. Hay nos vieron casi todo el polvo.

Se medio levanto mirando a la puerta, pero ya no estaban.

– Ven bajemos.

Me levante de la cama agarrándolo de la mano

- Espera la bata

- No camina así que importa, ven anda.

– ¿Pero así desnudos?

Me voltee a mirarlo y le dije

– si… ¿Te preocupa que te vean desnudo cuando ya te han visto haciéndome el amor?

Salimos del cuarto bajamos al segundo piso las luces del cuarto de estudio y la recamara de mi hija estaban prendidas, escogí el de mi hija al escuchar jadeos, al asomarnos las dos estaban en la cama desnudas haciendo un 77 que es el mismo 69 pero con cuatro dedos entre la cuca de cada una. Mi hija estaba encima de su amiga lo que permitió que nos acercáramos Ana María nos vio entrar colocando mi dedo en mi boca, para que no fuera a decir nada le señale a Elías que se les acercara y le lamiera la cuquita a su amiga quien seguía chupando la de mi hija sin percatarse que estábamos hay, además que Ana maría le decía que siguiera chupándosela, luego yo también quise participara y me agache para lambérsela y meter mi lengua en su cuquita, saborear sus jugos, su humedad. Le estaba haciendo tan rico que no se percato que le estaba pasando solo cuando Ana María levantada le dice.

– ¿Te gusta cómo te la chupa mi mama? Ella se detuvo y al verme a mí entre sus piernas intento pararse pero Ana María no se lo permitió y como yo seguí chupándosela no siguió oponiendo resistencia, Elías volvió a chupársela y ella lo recibió con agrado sonriéndole, cosa de diez segundos se subió a la cama y ella abriendo sus piernas sin dejar de mirarle su verga se la acaricio masturbándolo, su respiración aumentaba se la coloco en la entrada de su cuquita dejándose penetrar por él, al sentir su verga sus gritos no se dejaron esperar, mientras que Ana María y yo nos hicimos a ambos lados, para acariciarlos. La mire y le dije:

– Creo que va tocar llamar a alguien más para que nos acompañen.

– hay no mami tenemos que terminar el trabajo y vamos en la mitad.

Me quede mirándola con la cara de comprensión a la vez con lastima, Elías seguía fallándose a Samanta. Por 20 minutos y luego siguió Ana María quien se le monto encima y agarrándosela se la metió hasta el fondo de sus entrañas. Mientras yo acosté a Samanta y acariciándole su cuquita me dispuse a chupársela por un buen rato. Otros 20 minutos más o menos hasta que Ana María se vino en espasmos seguidos. Ellas tenían que seguir en su trabajo y entonces nos devolvimos con Elías para mi cuarto a terminar la noche en grande. Se la chupe por otro buen rato para luego colocarme de espaldas a él, quien me penetro mi cuquita llenándomela con su gruesa verga, llenándome de emociones exquisitas, placenteras , me encanta su grosor me enloquece, me acuerdo cuando lo conocí, ese mismo día lo tuve dentro de mi aprovechando que estábamos tomándonos unos tragos en la casa de una prima de mi esposo, cuando su novia entro al baño y con la complacencia de mi esposo quien nos hiso ir a comprar más trago ya que el que había se estaba acabando y viéndome como lo miraba que hasta aprovechando una pieza de baile le coloque mi mano en su pantalón sintiéndole su verga y sin que los demás me vieran. Al sentirla supe su tamaño y en mi el deseo de tenerla dentro de mi fue tan grande que no aguante la emoción y al terminar de bailara me senté al lado de mi esposo y le conté la travesura que había hecho. Nos fuimos en mi carro lo deje manejar y así poder acariciársela otra vez ya que bien parada la tenia bajándole la cremallera se la saque y se la mame con muchas ganas mientras manejaba buscando una cigarrería abierta y después de haber comprado nos paramos en una calle y hay me le monte encima agarrándosela me la metí hasta el fondo, guau ese será unos de los polvos más espectaculares y deliciosos uno rápido y placentero. Que también son buenos.

Y siguiendo con el relato. Con Elías terminamos el polvito y derramándose en mis tetas una gran parte y un poco en mi boca. Luego nos acomodamos abrazados y profundos quedamos. Al otro día me desperté, Elías seguía profundo, baje a ver las niñas que también dormían fui a la cocina y doña Ernestina la señora que nos hace el aseo preparaba café para Ana María y Samanta. Me sirvió también y luego bajo Elías dándome un beso y acompañándome con otro café; doña Ernestina subió a levantar a las niñas para que se fueran a la universidad. Se demoraron casi una hora arreglándose entraron a la cocina para desayunarse yo seguía con Elías hay y desayunamos con ellas. Luego subimos a bañarnos y arreglarnos ya que tenía que salir a hacer unas vueltas y Elías regresar a su casa. Me sorprendió en la tarde recibir la llamada de Samanta, contándome que les fue de maravilla en la presentación del trabajo y otras cosas hasta que me pregunto por Elías que lastimosamente ya se había ido para donde su mujercita, y me supuse que hubiera querido verlo nuevamente para terminar lo de anoche, entonces la invite a venir con ganas de volver a chuparme su cosita quedo de venir.

- Si mi vida él no se ha ido todavía si quieres venir acá te espero.

Mi hija no iba a estar pues tenía ya otro programa con sus amigas, entonces invite a tres amigos para que se la gozaran, a los que les deje la llaves de la puertas para que pudieran entrar mientras nosotras arepiabamos arriba y antes de entrar en la alcoba se desnudaran y darle la sorpresa que le tenía preparada. Llego la noche y muy puntual Samanta me timbra en la puerta yo me había puesto una trusa, negra trasparente sin ropa interior le abrí y al verme quedo como en shock, entro y al cerrar la puerta le agarre la quijada y besándola en la boca la abrase contra mi cuerpo

– hola muñeca hermosa.

– Doña Diana como estas.

- Haber preciosa dime si quieras mami o mi amor como quieras decirme, pero que es eso de doña, no, no.

Volví a besarla metiendo mi lengua en su boca agarre sus manos y me las puse en mis tetas. Luego me la lleve para el tercer piso a mi habitación, en donde intente volverla a besar pero ella se me escabullía mirando mi cuarto

– Me encanta este cuarto y así lo quiero para mi, y ¿Elias Va a venir?

- Hummm no mi vida él se tuvo que ir para su pueblo a donde su mujercita

– ha pero tú me dijiste que iba a venir

– no mi vida yo no te dije eso. Y acercándome y acariciándole el cabello la abrace colocándome de lado derecho para acercarnos a la cama

– ¿Te gusto Elías no es cierto?

- la verdad si es muy apuesto.

– aja si señora es divino ¿y dime qué tal te pareció su verga?

Me miro abriendo sus ojos no se esperaba que le preguntara eso.

– hay doña diana ¿qué es esa pregunta?

- ¡Haa y dale con el doña no! No una pregunta normal entre mujeres, no te parece.

Se puso colorada

– ¿te gusto cierto? ¿Te gusto verme a mí cuando nos espiaban en mi cuarto?

Se me quedo callada y luego respondió

– Diana yo creo que mejor me voy vine porque usted me dijo que Elías iba a estar.

– Ha mi niña y ¿querías estar con él no? Bueno eso me responde la pregunta si te gusto Elías, que bien pequeña. Pero espera para que te vas, relájate cero nervios.

– es que me acorde que tengo que hacer una vuelta de mi mama.

– A no te preocupes si quieres después yo te llevo hacemos la vuelta y te dejo en tu casa, te parece.

Tenía una hora para convencerla antes que mis amigos llegaran y meterla en mi cama.

– te confieso que yo he pensado mucho en ti desde anoche no te he podido pensar en otra cosa.

Y sentándola en el borde de la cama me le pare enfrente acariciándole el cabello y la cara le tome sus manos y me las coloque en mi cintura. Las poso un rato breve y volvió a soltarme. Me agache para besarla, pero retiraba su cara y intento levantarse sin lograrlo ya que la tenia atrapada.

– vamos preciosa déjame desabotonarte la camisa quiero ver tus pechos. Y incorporándome un poco yo me quite la parte de arriba de mi trusa, dejando mis tetas al aire, ella me miraba más no lograba interpretarla si quería o no. Tenía la duda, pero eso no fue impedimento para seguir en mi accionar, la deje que se levantara para poder agarrarla por la espalda y acostándola sobre la cama me le monte encima seguía quitándole la blusa y su sostén dejándole sus tetas a mi disposición ella intentaba levantarse pero sus esfuerzos eran en vano.

– Hay señora no déjeme ir si, por favor suélteme.

Conmigo encima no lo iba a lograr le comencé a besar sus pezones y lamérselos disfrutando su carne tierna juvenil mi mano bajo a acariciarle su entrepierna y luego a soltarle el jeans, de tal manera que no pudiera ella evitar que yo siguiera desvistiéndola con mi mano izquierda le tenía agarradas las dos muñecas y me ayudaba con el peso de mi cuerpo para que no me impidiera hacerlo, mis pies me ayudaron a bajarle el pantalón, trate de besarla pero logro agarrar la almohada y se la ponía en la cara. Logre quitársela y lanzarla al suelo, y hay ya la tenía toda desnuda, viéndose ya vencida suspiro y se relajo facilitándome ya mis intenciones aproveche y me le coloque volteándome y arrodillándome sobre su cara me agache haciendo un 69 esperando que ella me chupara mis cuquita primero con mis dedos le abrí mi cuquita y mi otra mano le agarre la quijada y me la puse en ella haciéndole abrir la boca para que sacara su lengua y me la lambiera una vez ya me agache a chuparle la suya, Guau si nos íbamos a divertir con esta chica ahora que llegaran mis amigos. Cada vez tenía más ganas que ellos llegaran. Hay duramos un buen rato llenándome de orgasmos y sus gemidos me decían que también los sentía. Nos acomodamos ya juntas sobre el espaldar de la cama y ya ella me comenzó a besar mis tetas. En esas entro al cuarto mi primer invitado Javier ya desnudo acariciándose su verga. Samanta lo vio, quedándose quieta me volteo a mirar con cara de interrogación

- Mi amor una sorpresa que te tenia no está Elías pero Javier vino en su remplazo, afortunadamente Javier es un muñeco hermoso de 1.80 tenía en esa entonces una 48 años. Se cuidaba manteniéndose en forma. Aunque ahora estaba un poco barrigón y lo importante, su verga delgada pero bien cabezón su glande sobresalía bastante de su tronco eso era una de las cosas que me encantaba de él sobre todo a la hora de mamársela era un Bom, bom, bum delicioso. Le estire la mano a Javier para hacerlo subir al hacerlo Samanta se levanto de la cama y agarrando sus ropas se me iba a escapar enseguida me levante y la agarre del brazo.

– Espera mi niña no me digas que te vas a ir.

–Doña Diana yo vine aquí fue porque creí que Elías iba a estar.

– haber preciosa Elías no pudo estar pero tu tenias ganas de hacerlo ¿te ha gustado lo que hemos hecho? Aunque disculpa me si te trate mal al principio pero te tenia ganas de diversión, ahora mira a Javier.

Volteo a mirarlo, él se acerco su mano izquierda agarro su mano izquierda también y su derecha su hombro y colocándose detrás de ella le dice:

– Vamos preciosa no te preocupes que si no quieres nada no importa.

Me la lleve para el borde de la cama, nos sentamos y seguí convenciéndola.

– No ella quiere divertirse ¿cierto? Ve mira Javier es un muñeco apuesto ¿o no? ¿Te gusta? míralo está que arde en deseos de que te le montes.

Le agarre su verga. Ella no hacía más que mirársela y con una simple sonrisa nos dio la aprobación, entonces yo me incline para mamársela sin dejar de mirarla, ella no dejaba de ver como se la chupaba. Me la saque y le dije: Preciosa te gustaría mamársela quieres esta rica verga en tu boca, con mi mano se la ofrecía. Javier le iba a agarrar la cabeza y yo lo detuve.

– Déjala que ella solita te la va a mamar. Vamos preciosa anímate que Javier tiene ganas de que se la mames. porque de acá no sales hasta que no disfrutes esta rica verga.

Ella no se decidía y nos miraba con esa sonrisa de inseguridad. Al fin se la agarro con su mano derecha y acercando su boca se introdujo su glande que al sacárselo su lengua se lo rozo por sus costados llego a su raíz y regreso, para luego metérsela otra vez en su boca hasta donde le cupo, su mano derecha asía firmemente su tronco mientras ella mamaba ya con ganas,

- Vamos preciosa. ¿Te gusta o no?

Sin sacársela de la boca y con una hermosa sonrisa me lo afirmo

- Ahora déjame también un poquito que yo también quiero mamársela. Colocándose su glande en la punta de sus labios y volviéndosela a meter me la devolvió. Seguí mamándosela y ella bajo a chuparle los huevos, luego nuestras bocas subían y bajaban por su tronco y nos encontrábamos en su punta para besarnos y meternos nuestras lenguas y continuar manándosela. Nos detuvimos cuando les dije:

- Ya es hora de que te le montes clávate su verga. Dale gusto a tu cuquita también. Ven preciosa Javier acuéstate en la cama boca arriba y tu mi vida encima de él quiero verte, así como tú me viste ayer con Elías.

Ella enseguida asedio dejando que Javier se acomodara y montándosele de una, agarro su verga y se la puso en la entrada de su cuquita dejándose deslizar sintiendo su verga toda dentro de ella. Brincaba fallándosela con movimientos rápidos para luego descansar moviéndose en círculos alrededor de ella. Estando en plena faena cuando mis otros dos invitados entraron también desnudos acariciándose sus vergas. Que erectas estaban a las que al acercarse los salude besándolos en su boca.

- Hola muñecos por fin llegaron los estaba esperando con ansias.

– Mamita ya estamos acá y veo que tu amiguita la está pasando de maravilla.

– Si la chiquilla la está pasando muy bien que hermosa se ve ¿NO? Y agarrándoles las vergas me los lleve para el borde de la cama, me arrodille para sus vergas mamar introduciéndomelas una a una sintiendo su carnosidad lambiendo sus troncos y metiéndomelas una y otra vez Samanta se nos quedo mirando y seguía follando Con Javier su cara de lujuria y de éxtasis nos decía que la estaba pasando de maravilla. Sus gemidos así también nos lo confirmaban. Alberto se les acerco por un costado y acariciándole el trasero a samanta le dijo que rico trasero tienes mamita me encantara follártelo. Al escuchar esto Samanta acelero sus movimientos y sus gemidos fueron más intensos.

– Guauu parece que le gusto tu comentario.

Nos reímos los tres. Alberto tiene 60 años y Danilo 54 pero son formidables. Aunque Alberto bajito morenito y no muy atractivo más bien feíto pero una muy buena verga. Gruesota y venosa. Era uno de mis clientes cuando era prostituta. Danilo es flaco de 1.70 de alto y su aguante bárbaro, e durado más de una hora follando con él y no se viene. Hoy tenemos toda la noche para divertirnos con Samanta. Luego hice acostar a Alberto en la cama boca arriba y montándomele encima agarre su verga y me la metí de un solo tirón en mi cuquita quedándome hay sintiéndola contra mis paredes vaginales. Danilo se acerco por el costado y aproximando su verga se la mamaba. Samanta seguía encima de Javier brincando como puta en celo, Javier le agarraba sus tetas mordisqueando sus pezones. En momentos Samanta se acostaba para besarlo frenéticamente y apretarlo contra su pecho desnudo. Cambiaron de pose ella se acostó boca arriba y el encima levantándole las piernas para introducirle su verga. Alberto con su mano derecha le agarraba sus tetas y le comenzó a decir: - mamacita te voy a meter mi verga hasta por tu trasero espera y veras te va a encantar que te culiemos todos. Ella lo miraba y agarro su mano y se la apretaba y levantándose un poco se le acerco y lo beso en la boca. Luego miro a Javier y le dijo que se levantara y acercándose a nosotros me quito y agarrándole la verga a Alberto se la metió a la boca, la dejamos disfrutar, luego miro a Javier y le dice:

- Que te piensas quedar mirando o me la quieres meter otra vez.

Javier enseguida le agarro la cintura y se la puso en sus labios vaginales y suavemente se la metió. Entonces quedamos Danilo y yo parados besándonos y acariciando su verga, me lo lleve para el jacuzzi nos metimos sentándolo en el borde para poderle mamar su verga la que hice por varios minutos, dejando a Javier y a Alberto disfrutar de Samanta la que se defendió como una milf. Luego Samanta se le monto a Alberto y se metió la verga de el por su cuquita, Javier a su lado se dejaba mamar su verga. Nosotros nos metimos al agua y sentándome encima de Danilo me metí su verga. Como a los 20 minutos y después de haberla visto tener un orgasmo Samanta se levanto y dirigiéndose a la verga de Alberto se la mamo por un rato dejándosela húmeda.

–Mamita ahora si quiero metértela por el trasero.

Samanta voltio a mirar a su alrededor me vio a mi gozando con la verga de Danilo y al verla le hice señas que se dejara perforar su trasero. Luego volvió a montárselo y esta vez se la coloco en su trasero suavemente y sin afanes le penetro su trasero ella quedo quieta por un momento sintiendo su trasero lleno de tan exquisita rollo de carne dura, lentamente su cuerpo se levanto y volvió a bajar, su boca abría mordiendo su labio inferior sentía el dolor de su penetrada el que a medida que aumentaba su movimiento, aumentaba su placer sus ojos se abrían y su mirada de estasis nos contaba su satisfacción al rato ella brincaba aumentando cada vez su movimientos disfrutando con cada envestida hubo un momento en que ella quiso descansar y levantándose un poco Alberto siguió follándola uno, dos, tres orgasmo le alcance a contar en esa pose y El momento de estasis más culminante fue el en que cambiaron de pose y en un momento en que estaba parado y ella se le acerco a Javier besándolo Alberto salía del baño, ella lo llamo la abrazo por detrás y la levanto haciéndola abrazar con sus piernas la cintura de Javier quien agarrándose su verga se la metió en su cuquita y como estaban en la parte húmeda de la alcoba y había un escalón Alberto pudo colocarse detrás de ellos y clavarle su trasero teniendo una doble penetración. Mientras yo los observaba. Todo mi cuerpo se estremecía el ver como mis amigos se divertían y todo por verme culiar con él Elías. La pobre nunca se imagino que iba a ser parte de mis depravaciones. Pero como siempre me salgo con la mía, así ellos terminaron viniéndose dentro de su cuerpo inundándoselo con su semen que escurrió por sus piernas. Descanso tomándose una cerveza que tenia y fumando un cigarrillo. Se volvió acostar en la cama. Apenas se limpio su cuerpo le dije a Danilo,

- Anda te toca a ti comerte a esa tonta anda ve hazle de todo, que quiero verla gozar.

Y así fue el se levanto y se la cúleo por casi una hora dándole verga todo el tiempo. Terminando como a las 2 de la mañana. Nos levantamos al medio día las dos los muchachos se fueron antes de acostarnos. Cansados de complacerme. Era sábado y Samanta se levanto, se baño, se vistió y sin decir nada se fue. Esa semana no supe nada de ella hasta el viernes que me llamo saludarme y le pregunte Me gustaría verte preciosa tengo ganas de volverte a ver qué dices.

– Yo también dianita, yo también te quiero ver.

- ¿Ha te gusto lo de la noche anterior?

- Hay dianita toda la semana no he hecho sino pensar en eso la cabeza me da vueltas y vueltas he tratado de hacer otras cosas y vuelvo a hacerlo.

- ¿Y eso fue que te gusto?

– No se diana no lo sé.

- Yo quería que nos viéramos y como te fuiste sin decir mayor cosa no pensé que te volvería a ver. Yo esta noche tengo ya un compromiso con unos amigos de reunirnos en una casa a las afueras de Bogotá. ¿Quieres venir?

- si me gustaría que nos viéramos. Ok entonces te toca que vengas a casa primero porque nos toca arreglarnos pero. ¿tú tienes ligeros en tu ropa?

– ¡No! No tengo.

- Ha ha te puedes venir a mi oficina ya.

– Si ahora estoy en casa

– Ok vente por que nos toca ir a comprarte unos ligeros. Porque a la fiesta hay que ir en ligueros.

- Como así y eso de que es la reunión.

– Mi vida la fiesta es una orgia y lo bueno es que te van a pagar por ir.

– ¿Hay dianita, madre como así usted a donde me va a llevar?

– Hay no te preocupes que allá no te van a obligar a nada pero sería el colmo que estando ahí no lo disfrutes. Yo pienso divertirme en grande, además también va a ir Ana María y mis dos sobrinas.

– Bueno ok dianita yo voy y ya salgo para la oficina.

Samanta se demoro casi una hora en llegar tiempo suficiente para terminar lo que tenía que dejar hecho. Y así nos fuimos de compras.

– Me alegra que alas aceptado preciosa porque nos vamos a divertir en grande.

Nos reímos con picardía. Lo siguiente que paso será contado en otra historia porque hay bastante.

DIANA LUCIA SAAVEDRA

(9,17)