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Sexo, dinero y amor

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Esto sucedió a mis 18 años, corría el mes de junio, yo estudiaba en un colegio secundario religioso. A mediados de septiembre iríamos de viaje de egresados a Bariloche, mis padres no podían hacer tanto esfuerzo para el viaje, por lo tanto debía encontrar algún trabajo para conseguir unos pesos adicionales para mi estadía. Pasé por la puerta de un negocio de lencería en el cual había un cartel solicitando empleada. Conseguí el empleo e iba durante la semana por la tarde y los sábados todo el día, ese horario me permitía realizar mis tareas escolares. En ese negocio trabajaba Cristina una chica muy bonita de 21 años, que dejaría de trabajar porque se casaría a fin de mes, ella me enseñó todo lo relacionado con el trabajo. Oscar era el dueño del negocio, y un tanto picaflor, eso lo sabía porque cuando salía del colegio temprano y me cruzaba vivía piropeándome, eso me hacía ruborizar pero me encantaba cuando lo hacía, a pesar de que algunos eran un tanto subiditos de tono. Cristina me recomendó mantenerlo a la distancia y no darle mucha bolilla para no tener problemas. No hacía falta esa recomendación el trato de él era muy distinto en la semana que el sábado en el que venía su esposa a ayudarnos, ella no podía en la semana porque trabajaba en un banco.

Cuando comenzó el mes estuve trabando sola con él, lejos de lo que podía suponer se comportaba en forma excelente conmigo, jamás se propasó y si me decía algo no era para molestarme, me decía más lo bonita que estaba, lo bien que me quedaba tal o cual ropa, en definitiva no era el hombre que decía Cristina, ni siquiera el que me piropeaba a la salida del colegio.

En nuestros ratos sin clientela hablamos mucho, sobre todo; nuestras vidas, mis padres, lo que iba a hacer cuando finalizase mis estudios, y mis expectativas en el viaje de egresados, el hablaba de la suya de su esposa, sus hijos, etc. Su trato para conmigo, era muy cordial y jamás insinuó algo impropio. Al llegar a fin de mes me abonó el sueldo y me dio algo más de lo acordado, dijo que eso era un premio por lo atenta y el buen trato que brindaba a las clientas, eso según él, había ayudado al aumento de las ventas.

Celia, la mujer de Oscar estaba también muy contenta conmigo, Oscar tenía 44 años y Celia unos meses más que él, parecían llevarse muy bien. Hacia dos meses y medio que estaba trabajando cuando poco a poco Oscar fue cambiando, creo que cuando sintió que la mujer confiaba en ambos el comenzó a acosarme, primero fue muy leve como para no desconfiar.

Empezó a piropearme, de otra manera lo bien que me quedaba tal o cual ropa, los hermosos pechos que tenía y que mis caderas y mi cola paradita lo enloquecían, y que le gustaría que algún día fuésemos a tomar algo juntos, yo intentaba mantenerlo a distancia, tenía muy en claro que intentaría convencerme para que saliese con él.

Cuando corría el mes de agosto mis padres tuvieron un gasto inesperado por problemas de salud, yo ayudé con parte de lo que tenía ahorrado para mi viaje de egresada con lo cual mis ahorros se redujeron bastante pero a pesar de ello estaba sumamente satisfecha porque había ayudado con ello a mi madre.

Oscar y Celia se enteraron y a fin de mes me dieron algo más de mi sueldo, no me iba a quedar mucha plata porque parte de mis ahorros debería destinarlo a comprar ropa para esos días de frío y nieve que eran muy comunes en Bariloche.

Faltaban 20 días para irme cuando charlando con Oscar, le comenté que había ido a recorrer negocios, y que sin comprar demasiado gastaría según la calidad de ropa que iba a comprar entre el 40% y el 60% de lo que tenía, Oscar dijo que de alguna forma íbamos a solucionar el problema.

Pasaron dos días, cuando me enteré que Celia viajaría a La Pampa por una semana para ver a su madre que había sido internada por problemas de salud. Al día siguiente y cuando estábamos cerrando el negocio Oscar dijo en un monólogo algo así:

"Claudia, anoche gané a la quiniela una buena cantidad de dinero, pero solo lo sabes vos, no le dije nada a Celia, porque ese dinero puede ser tuyo… solamente a cambio de sexo, me muero por vos, te deseo como nunca desee a nadie, así que si vos querés, esa plata que es casi dos meses de tu sueldo puede ser tuya si estas dispuesta a pasar conmigo desde la noche del viernes hasta el domingo a las 22 horas; pensalo… me contestas mañana".

Me costó mucho dormir esa noche, no podía dormir, la propuesta de Oscar me había trastornado por momentos quería insultarlo de todas las maneras posibles, pero también sabía que no podía conseguir el dinero que me faltaba de ninguna manera, y Oscar no era un hombre desagradable, era limpio, dulce, el sueño me abatió y al levantarme a la mañana no sabía que iba a hacer.

Fui a la tarde a trabajar y debía decidirme. En el camino lo hice y aprovechando que Oscar estaba solo en el negocio le dije:

"Bueno, me costó mucho tomar una decisión, pero salvo aceptando tu propuesta no tengo otra manera de conseguir dinero, pero para ello necesitas aceptar algunas condiciones, no podes hacerme sexo anal y tampoco si te hago sexo oral podes acabar en mi boca"

Su respuesta fue:

"No era lo que esperaba pero acepto tus condiciones, pero hay una condición de mi parte quiero que me hagas un strip tease con tu uniforme escolar, me enloqueces cuando estas así"

El cerró el negocia a las 17 hs porque llevaría a su mujer a la Terminal de micros, yo debería llegar a su casa a las 20 horas.

Cuando llegó la hora me fui a lo de Oscar, estaba vestida con un jean, una camisa y una campera, en casa dije que iba a pasar el fin de semana con unas amigas, llevaba un bolso con algo de ropa y mi uniforme escolar. Al entrar a su casa nos dimos un pequeño pico, para vestirme con mi ropa de colegiala pasé a su cuarto donde me vestí y salí, la diferencia con lo habitual era que me había puesto unas panty medias oscuras traslucidas debajo de los zoquetes y me había trenzado el cabello. El rostro de Oscar mostraba la satisfacción por lo que estaba viviendo, mi uniforme era una camisa de color blanco, una pollera escocesa en blanco, negro y gris, tableada, zoquetes 3/4 blancos y mocasines color marrón, lo miré y le dije:

C- Ahora qué hago?

O- Juga con tu cuerpo acariciándolo, movete provocándome y desnúdate lentamente.

Había visto películas porno, así que simplemente puse en práctica lo visto. Empecé a moverme por la sala contorneando mi cuerpo, luego tomé una silla y jugué con ella, me senté, crucé mis piernas mostrando más de lo que mi falda permitía, me arrodille sobre ella acomodando mi cola para mostrarla sensual, luego tomé mi cabello y desarmé mis trenzas y jugué con mi cabello muy provocativamente, Oscar me decía todo tipo de piropos, el estaba parado y yo podía ver como comenzaba en su pantalón a notarse un bulto tentador y de buenas dimensiones, yo seguí jugando con mi cuerpo me estaba excitando como nunca; con mis manos acariciaba por sobre la falda, mis caderas y mis piernas haciendo que mi falda las dejase algo descubiertas, luego subía mis manos y acariciaba por sobre mi camisa mis tetas, subí mis pies de a uno sobre la silla y me quité los zapatos y mis zoquetes, luego sin que pudiese ver nada llevé mis manos por debajo de la pollera y bajé mi panty hasta casi las rodillas, me las saqué camine hasta donde estaba él, juguetee con mis pantys en su rostro luego las pasé por su cuello me acerque a él provocándolo y alejé mi rostro cuando intentó besarme; me reí y seguí con mi juego que cada vez me excitaba más, luego parada delante de él empecé a desprender los botones de mi blusa, lentamente, mientras a pedido mío se quitó la suya, su pecho era musculoso, con poco vello y una leve pancita propia de su edad, yo demoraba en quitarme la blusa acariciaba mis pechos en forma sensual y provocativa haciéndolo sentir más deseos por verme sin ella; yo estaba muy excitada nunca me había sentido así me encantaba ver lo caliente que estaba por mí y realmente yo también lo estaba por él. Cuando me quité la camisa quede con un pequeño corpiño blanco con puntillas, acariciaba mis pechos por sobre el corpiño, luego lleve mis manos a la espalda y lo desabotoné, fue entonces que le pedí que se quitase el pantalón, llevaba un slip gris y un bulto tentador que hizo que de mi boca saliese un "ay papito" sensualmente bajé los breteles del corpiño luego deje caer el corpiño al piso pero oculte mis tetas con mis brazos, entonces le pedí que se sacase el slip, su pene erguido su glande rojo deseoso de sexo yo sentía mi bombacha humedecida, y dije

"me deseas"

"si, nunca desee tanto a una mujer"

"yo deseo que mientras me desnude vos te masturbes por mi"

El comenzó a cumplir mi deseo, yo bajé mis brazos y deje mis senos al descubierto erguidos por mi edad, con mis pezones a punto de estallar por el deseo y con una inmensa aureola rosada rodeándolos , me encantaba verlo masturbarse por mi entonces llevé mis manos a la bombacha y juguetee con ella provocativamente y lentamente la bajé, hasta que dejé al descubierto mi sexo depilado y deseosa por ser suya luego de ver su pene, caminé hasta el sofá que había en el living me senté en él le pedí que viniese a mi lado, al hacerlo me abrazó y me besó con deseo y pasión con nuestras lenguas unidas y recorriendo nuestras bocas, yo con el dedo índice de mi mano izquierda jugaba acariciando su glande rojo y , mientras seguíamos besándonos mi mano tomó su pene y continué masturbándolo, duró algunos segundos su excitación explotó y su pene comenzó frenéticamente a lanzar en mi cuerpo su semen cálido, mientras su semen estallaba en mi tórax y en mis pechos mi boca se hundió más en su boca. Durante largos minutos permanecimos así unidos en deseosos besos y ardientes caricias. Luego dije:

C- Me voy a duchar, ya vengo cielito.

Me duché, me envolví en el toallón y salí del baño justo cuando él estaba por entrar, me tomó en sus brazos, yo rodeé su cuello con mis manos y nos besamos apasionadamente lo miré a los ojos y dije te espero en la cama no tardes mucho

Yo estaba desnuda sobre la cama con la sábana entre mi piernas ocultando mi concha y continuando hacia arriba tapando mis pechos, Oscar se acostó a mi lado dijo lo hermosa que era, acarició suavemente mis piernas descubiertas y su boca se unió a la mía en un beso alocadamente apasionado, luego lentamente bajó por mi cuerpo con besos dulces y delicados fue retirando la sábana de mi cuerpo y entonces se adueñó de uno de mis pechos, su mano lo acariciaba, su boca lo besaba, su lengua lo lamía, mi boca gemía y gritaba deseosa por la situación luego mi pezón fue succionado, lamido, mordisqueado por sus labios, luego de varios minutos así donde me hizo sentir un enorme placer, hizo lo mismo con mi otra teta, luego bajó por mi tórax mi vientre besándome hasta llegar a descubrir mi conchita, él la besó y yo giré de tal manera que terminamos haciendo un 69, su boca y su lengua apoderándose de mi vagina y la mía succionando su pene ardiente, ninguno acabó luego de unos segundos giró dando a conocer que me penetraría, y lo haría él sobre mí. Yo abrí mis piernas y un profundo grito de placer nació de mi boca cuando su pene erguido y deseoso jugó sin penetrarme en las puertas de mi por demás ardiente vagina, varios segundos estuvo así luego acomodó su pene para penetrarme y al hacerlo un gemido enloquecedor nació de mí; me fue penetrando lentamente como nunca antes lo habían hecho y me lo entregó todo y me cogió como nunca lentamente, profundamente, durante varios minutos, su pene entraba y recorría mi vagina dándome el mayor placer que conocí, yo gemía, jadeaba y mi cuerpo vibraba de placer mientras su pene me penetraba haciéndome sentir en otro mundo casi sintiendo que podía tocar el cielo con las manos, luego de algunos minutos sentí mi cuerpo vibrar, una serie de placenteras convulsiones se apoderaron de mí y un interminable orgasmo me hizo enloquecer de placer, mi vagina no paraba de convulsionarse mientras su boca se unió a la mía ahogando un poco mis gritos de placer, cuando me calmé el siguió penetrándome haciendo que su maravillosos pene me recorriese por completa, pasó un tiempo más y volví a tener otro orgasmo tan violento y genial como el anterior, en ese momento me sentí mal ya que había tenido esos orgasmos y Oscar continuaba sin acabar entonces dije:

C- Que estoy haciendo mal? No te provoca placer estar conmigo? Porque no podes acabar?

O- Claudia, jamás sentí tanto placer, si no acabo es porque estoy demorando ese momento porque deseo prolongar esto lo más que pueda…

Dicho esto nos dimos un beso apasionado y dulce, para luego seguir disfrutando del sexo mi cuerpo seguía gozando como nunca sus avances en mi vagina lentos, dulces pero dominantes me causaban el mayor de los placeres pasaron un par de minutos cuando sentí que no faltaba mucho para un nuevo orgasmo, Oscar también lo supo y con voz jadeante dijo "quiero que acabemos juntos", pasaron segundos cuando tuve la primer convulsión, cuando sentí en mi vagina su pene contraerse y lanzar en mi interior andanadas de un cálido semen, mi boca gimió y gritó a la vez, mis piernas rodearon su cintura, nuestras bocas se unieron en un beso placentero apasionado, mientras nuestros cuerpos vibraban. Seguimos con besos palabras dulces caricias, luego de una media hora así él me tomó de la mano y nos fuimos a duchar juntos, cenamos algo liviano y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente me despertó con un beso, llevándome el desayuno a la cama, nos vestimos, yo iba a ir con él a abrir el negocio, cuando él me dio la mitad del dinero que habíamos pactado para comprar lo que necesitaba para el viaje, yo lo miré y dije:

C- No lo quiero, jamás sentí tanto placer, jamás nadie me hizo vibrar como vos, no papi ya recibí mucho de vos para aceptar esto.

O- Me encanta oír eso, porque te deseo como a no desee a nadie, no solo por tu hermoso físico sino por lo mujer que sos, no te estoy pagando como a una prostituta, esto es un regalo para vos, yo sé que no puedo pensar en vos como una mujer con la que podría compartir el resto de mi vida por la diferencia de edades, simplemente acepta esto porque es mi regalo para la mujer más adorable y hermosa que pasó por mi vida.

Sellamos todo con un beso dulce y prolongado. Yo salí de compras, volví a la casa con lo que había comprado, y preparé el almuerzo y esperé su regreso con una ropa comprada para lucirla para él, una remerita muy ajustada y una minifalda que apenas si ocultaba mis dotes femeninas unos 10 cm. debajo de ellas, él enloqueció al verme así, me besó me acarició. Entonces dije:

C- Comer ahora, o coger ahora?

O- Comer ahora, quiero comerme cada centímetro de tu delicioso cuerpo

Fuimos a la habitación, nos desnudamos, nos besamos apasionadamente y entonces lo detuve y dije:

C- Mientras estuve sola pensé en lo nuestro y quisiera hacerte un regalo, alguna vez ocurriría y creo que lo mejor es con vos, me da un poco de vergüenza, pero quiero que seas vos el dueño de la virginidad de mi cola

O- Ay Claudia nunca podrás imaginar lo maravilloso que esto es para mí

Nos besamos, acariciamos, durante largos minutos sus manos jugaban con mis nalgas y cada tanto sus dedos con mi ano, a pesar de mis miedos enloquecía de placer, luego me giró y quedé extendida en la cama cola para arriba, él beso mis nalgas, las acarició, las mordió suavemente sin marcarlas, yo gemía de placer, él me hacía vibrar en cada caricia, en cada beso luego de varios minutos levantó un poco mis caderas , mientras sus manos acariciaban mis nalgas su lengua lamió mi ano durante largos minutos, mi cuerpo vibraba con una sensación muy distinta, colocó bajo mi vientre un par de almohadas, levantando mi cola y colocó vaselina en mi ano, luego me tomó por las caderas, abrió un poco mis nalgas, y arrimó su pene a mi cola, yo gemí placenteramente al sentirlo y él dijo

"voy a hacerlo despacito, si te duele decime"

Su miembro se ubicó a las puertas de mi ano y con una leve presión me penetró un poco, yo gemí y grite sintiendo una mezcla de placer y dolor, él me preguntó cómo estaba y le dije que continuase a pesar del dolor que me provocaba, fue penetrándome lentamente yo sentía como su pene invadía mi ano, y el placer y dolor que esto me producía, pero el placer superaba al dolor, cuando sentí su vientre pegado a los cachetes de mi cola supe que todo su pene estaba dentro mío, y entonces comenzó a recorrer mi ano con su pene, al tiempo el dolor había desaparecido y solo el placer se había instalado en mí, poco a poco su recorrida anal se hizo más acelerada, una de sus manos acariciaba mi labios vaginales, y cada tanto su dedo medio se introducía en mi vagina, su respiración se aceleraba, sabía que el momento de sentir su semen en mi ano estaba llegando, y empecé a vibrar de emoción sentía un placer inigualable , luego tomó mis caderas sujetándolas con fuerza y sentí en mi interior como su pene eyaculaba un cálido semen mientras yo tenía un orgasmo maravilloso. Cuando todo fue quietud nos besamos, nos acariciamos y le hice saber que nunca había gozado como lo estaba haciendo con él, luego por separado nos fuimos a lavar, cuando él volvía yo me estaba colocando un jean que fue mi única vestimenta y bajé a la cocina a preparar el almuerzo, por la tarde fuimos a abrir el negocio a la hora de cerrar, bajamos la persiana yo cerré la puerta con llave, me las puse en el bolsillo del pantalón, me acerque a Oscar rodee su cuello con mis manos y nos besamos apasionadamente, mientras lo hacia una de mis manos comenzó a frotar su pene que estaba algo endurecido, luego bajé, me arrodille delante de él abrí su cinto, baje la cremallera de su pantalón y tome su pene entre mis manos y lo besé, lo succioné y lo lamí durante un par de minutos, entonces me hizo saber que pronto acabaría yo lo miré y dije "para sentirme totalmente tuya, quiero sentir el sabor de tu semen en mi boca", apenas dicho esto andanadas de semen invadieron mi boca, y lo tragué por primera vez en mi vida, así otra virginidad fue entregada a Oscar.

Lo que restaba del fin de semana fue a puro sexo, cuando debí volver a casa Oscar me dio lo que restaba de dinero. Antes de irme de viaje volvió a darme más y a desearme un feliz viaje. Disfruté mi viaje de egresada pero extrañaba a Oscar, lo llamaba casi todos los días, estaba enamorada de él tanto como para mantenerme fiel a pesar de todas las propuestas recibidas.

Cuando volví lo llamé por TE y quedamos en vernos al mediodía, él puso una excusa y fuimos a un hotel durante 4 horas como para recuperar algo de nuestra abstinencia, salimos dos meses más me costó muchísimo abandonar a Oscar, pero de mutuo acuerdo decidimos hacerlo a pesar del dolor que eso nos provocaría. No sé qué será de la vida de él pero aún hoy sigo extrañándolo.

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