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Delia una seductora mamá

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Mi nombre es Gabriel y en ese momento tenía 26 años, laboralmente mi año era muy activo en especial ese verano. Esa actividad me impedía la posibilidad de salir de vacaciones estábamos llegando a fines de enero cuando se produjo una quietud en medio de la vorágine laboral, yo necesitaba aunque más no sea un par de días, hable con mi jefe y como ese estancamiento era de 1 semana me tome esos días y salí rumbo a Mar del Plata .

Llegue a eso de las 22 hs., fui a un hotel al que ya había ido varias veces y por suerte conseguí estadía. Una vez instalado, fui a cenar, caminé por la ciudad y disfrute de ella. Me acosté tarde ya que encontré a un matrimonio amigo y nos pusimos a charlar.

Me levanté temprano a la mañana, decidí ir a la playa por la tarde, estaba en el recibidor del hotel dejando mi llave, cuando vi a Delia en el mismo hotel, nos saludamos con un beso en la mejilla. Delia vivía desde hacía unos 12 años, estaba muy bonita… en realidad estaba muy apetecible, cabello corto con melenita hasta rozar sus hombros, un corset color crema, ajustado, abotonado por delante, con hombros y brazos descubiertos y Jean ajustados al cuerpo.

Delia tenía 45 años con buen cuerpo y una carita jovial que no demostraba para nada su edad máxime tratándose de alguien que es madre de 4 hijos, 2 varones y 2 mujeres, y ellas heredaron mucho de ella, nos fuimos a desayunar juntos. Ella estaba sola y eso era música para mis oídos, desde mi adolescencia sentía atracción por ella, y ahora a pesar del tiempo que no nos veíamos nada había cambiado… bueno en realidad si… ahora me atraía más que antes, ahora la deseaba y tenerla ahí sola aceleró mis sentimientos más aún con esa ropita que llevaba puesta que resaltaba sus dotes femeninas.

En la charla que mantuvimos durante el desayuno me enteré que Carlos su esposo, estaba bastante mal que su enfermedad terminal estaba haciendo estragos en su organismo, y a ella se la veía agotada y dijo

D- Para mí este fue un año terrible, corridas, internaciones, no doy más, si bien mis hijos me ayudan mucho, me siento físicamente agotada y destruida anímicamente, así que lo hable con ellos y me tome un par de días, pero estoy acá llamando a cada rato a casa, y viviendo pendiente del celular, pero a la vez temblando cada vez que suena, si bien nuestro matrimonio hace un tiempo que terminó, él es el padre de mis hijos y me duele verlo así, ¿y vos como andas?, se por tu mamá que estas bien, y que estas de novio…

G- No ya no, hace un par de meses que estoy solo

D- Que les pasa a las chicas… como te dejan solo?

Volvimos al hotel, mis planes cambiaron radicalmente, ella iba a ir a la playa y yo ni por casualidad pensaba en dejarla solita, así que dije:

G- Podríamos ir juntos?

D- Si, si a vos no te molesta a mí me encantaría

Ella bajo segundos después que yo, estaba elegantemente hermosa, llevaba un sombrero con alas color celeste pastel, era rubia llevaba su cabello con una melenita que llegaba casi a los hombros, una malla enteriza color violeta con un escote generoso por el que asomaba sus senos excitantes y redondos, anudado a su cintura un pareo transparente del mismo color de su sombrero, que dejaba expuesta una de sus piernas y unas ajotas con taco también celeste, colgado en uno de sus hombros un bolso playera color arena, yo llevaba un short blanco y una camisa verde agua de mangas cortas. Apenas salimos del hotel la tome por la mano, entrecruzando nuestros dedos.

Los planes fueron almorzar en la playa y quedarnos hasta último momento, fuimos hacia la carpa, ella se sacó el sombrero y el pareo y yo deguste su hermosa figura, que en malla era más apetecible, si bien tenía algo de pancita su cuerpo estaba bien dotado 95-70-92 y 1,65 mt de altura y a pesar de su esfuerzo, su malla hacia todo lo posible por dejar asomar levemente los cachetes de su cola.

Pasamos un día espléndido, con el tiempo ella empezó a mostrarse tímidamente seductora y casi provocativa, con sus comentarios y sus miradas. Poco a poco la caída del sol empezó a hacerse notar por lo que decidimos irnos, volví a tomarla de la mano y caminamos así hasta el hotel sus ojos marrones seducían con su mirada. Llegamos al hotel, nos dieron las llaves de las habitaciones, nuestras habitaciones estaban en el 2° piso, separadas por 3 habitaciones.

Después de la ducha iríamos a cenar previo paso por el casino, ella era adicta a Mar del Plata por el casino. Subimos juntos, mi habitación estaba antes que la suya, quedamos en vernos a las 20:30 yo me quedé mirándola, en el camino se sacó el pareo y admiré las redondeces de su cola intentando escapar de su malla, el ondular de sus caderas era casi provocativo, llego a su habitación me miró, no podía abrir la puerta, teníamos las llaves cambiadas y dijo:

D- Creo que tenés mi llave.

Yo fui a su encuentro, cambiamos las llaves, y dije:

G- Supongo que salvo que hayas pasado un mal día iremos a cenar juntos

D- Si, pero antes de eso quiero ir al casino… pasa… estamos hablando en el pasillo, parecería que me estuvieses levantando

Pasamos en la habitación había solo un cama matrimonial, ella se sentó y yo lo hice a su lado, se cruzó de piernas, en esa posición sus senos se mostraban erguidos y asomaban tentadores y muy parados a través del escote.

Charlamos un poco ella sonreía de manera cautivante, estábamos planeando la noche, ella hablaba, yo me sentía seducido y ella dijo:

D- Bueno vamos al casino y después a cenar?

G- Como quieras, es imposible resistirme a los deseos de semejante belleza

La mire a los ojos, lleve mi mano hasta su cuello y acerque mi boca a la suya y con dulzura besé su boca con cortos besos, su mano llegó a mi cuello lo acariciaba mientras nuestras bocas se besaban con besos cada vez más apasionados y prolongados, hasta que ella se dejó caer en la cama llevándome consigo, la pasión nos fue envolviendo.

Mientras continuábamos besándonos mi mano comenzó a acariciar sus senos a través del escote de su malla, su boca gemía, su respiración empezaba a ser agitada, no parábamos de besarnos, mi mano bajó a sus muslos, su piel era suave y tersa y mi mano por sobre la malla acarició y frotó su concha, eso la excitó aún más, sus besos eran más apasionados.

Cuando nuestras bocas tomaron un segundo de respiro ella dijo:

D- Me enloqueces amor… me transportas a un mundo perfecto, nunca pensé que a mi edad estuviese con un bebe como vos

G- Llevo años deseándote, ahora quiero demostrártelo

Nos volvimos a besar con pasión, nos revolcábamos en la cama y nuestros gemidos pululaban el aire, baje los breteles de su malla y la baje hasta liberar sus senos, estos eran redondos, de piel blanca y pequeños pezones erguidos y rosados, me arrodille sobre la cama ella se incorporó, yo me quité la remera que llevaba puesta, ella se irguió para volver a besarme, delicadamente tomo mi cintura y nos unimos en un beso infernal.

Seguimos besándonos pero ahora ella se sentó sobre mí, yo besaba y acariciaba sus senos ella gemía con voz entrecortada y violentamente apasionada, ella me tomaba del cuello y me besaba, yo la tomaba con una mano por la cintura mientras la otra por sobre la malla acariciaba su cola, ella se incorporó frente a mí y sin sacarse del todo la malla la bajó hasta un poco más arriba de sus rodillas sin dejar de besarme, yo retire totalmente la malla ella me miraba seductoramente con sus ojazos y yo volví en busca de sus ardientes besos.

Luego mientras la besaba, una de mis manos acarició sus labios vaginales mientras con mi dedo la masturbaba un poco sus gemidos arreciaron, su vagina estaba húmeda, su boca emitía pequeños gritos de placer y dije

G- Así amor, así me encanta ver esa carita de gozo

D- Sos lo mejor que me pasó en la vida, nunca me hicieron sentir tanto placer te amoooo

Ella casi desesperadamente me bajo el short, yo baje de la cama, me arrodille, la hice abrir de piernas las acomode y mi boca fue en busca de su ardiente vagina, la besé antes de introducir mi lengua en ella, su boca no para de gemir y de gritar, durante un minuto lamí su vagina haciendo agitar su cuerpo y gemir su boca, mientras sus manos jugaban con mi cabello y por momentos sujetaban mi cabeza para que mi lengua lamiese más profundamente su vagina, luego su voz casi a modo de ruego dijo:

D- Ay Gabi, por favor… cogeme… muero por sentirte dentro mío… me siento plena en tus brazos

Me incorporé e introduje tal como lo pidió mi pene dentro suyo su boca emitió un sonido mezcla de gemido y grito de placer, ella estaba sobre la cama, con un pie en el piso y su otra pierna en la cama abierta totalmente de piernas, mi pene entraba y salía de su vagina súper lubricada, nuestras cabezas están casi pegadas, me encantaba ver su carita de gozo mientras la cogía y le acariciaba los senos, ella no paraba de gemir y cada tanto su boca con desesperación buscaba la mía.

Luego me subí a la cama, me puse detrás de ella y volví a penetrarla, mientras lo hacía no parábamos de besarnos, luego de un rato así volvimos a cambiar de posición, ahora estaba arriba de ella, Delia estaba pletórica, ya a esa altura había tenido dos orgasmos. Mientras la penetraba no parábamos de decirnos lo mucho que nos deseábamos, me volvía loco su mirada de gozo y esa carita angelical.

Quería acabar, mi pene comenzó a acelerar sus movimientos dentro de su vagina, nos besábamos, sus uñas se clavaban en mi espalda y dije

G- Llegó el momento cielo, te voy a acabar, por primera vez vas a sentir mi semen dentro de tus entrañas.

D- Si lo quiero todo dentro mío

Comencé a acelerar mis movimientos, ya no podía ni quería demorar más ese final, y casi al mismo tiempo que su cuerpo comenzó a agitarse mi pene empezó a lanzar dentro de su cuerpo torrentes interminables de cálido semen mientras nuestras bocas, se unieron en un beso apasionado, y mi pene no salió de su vagina hasta que entró en flacidez.

Luego siguieron escenas del más puro amor, no besábamos nos acariciábamos cual adolescentes.

Pasó una media hora cuando ella comenzó a masturbar mi pene y dijo:

D- Es hora ya de que mi boca saboree esta hermosura

Bajo de la cama, se arrodilló en el piso tomo mi pene con una de sus manos y pasó su lengua por la punta de mi glande, luego lo besó e introdujo la punta en su boca, en medio de mis gemidos de placer, luego lo introdujo en su boca, lo retiro de ella, me miro con su carita dulce y dijo:

D- Es hermoso papito… espero te guste

G- Todo lo que hagas será maravilloso

Lo lamia, lo besaba, lo masturbaba y cada me miraba seductora, jugaba su lengüita con la punta de mi pene, luego de unos minutos dijo;

D- dale papi dame hasta la última gota de semen, quiero disfrutarlo en mi boca

Su lengua me hacía gozar sobremanera hasta que no soporte más y mi pene lanzo dentro de su boca mi semen contenido, cuando esto sucedió su boca lo introdujo dentro suyo y saboreo hasta la última gota que él le estaba dando

Llegada la calma y la quietud ya era cerca de las 22 horas, nos fuimos a duchar y salimos a cenar, caminamos las calles de Mar del Plata cual dos adolescentes, abrazados, besándoos, acareándonos, y al volver a la habitación volvimos a tener sexo, así completamos la semana y volvimos a nuestra vida habitual, que en realidad no fue tan así Delia y yo salimos juntos por 6 meses, ella enviudó al mes y medio de nuestro primer encuentro, a partir de ese momento pasé a sr su marido/ novio.

Fue hermoso lo vivido con ella, pero tuvo un final, que ambos sabíamos que sucedería, pero después pasamos a ser amigos con derecho a sexo. Celia era una braza imposible de resistir.

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