Nuevos relatos publicados: 16

Viendo películas donde mis suegros

  • 4
  • 40.837
  • 9,15 (26 Val.)
  • 2

Hola queridos, desde hace varios días que no escribo, estuve unos días fuera de la ciudad y no había tenido tiempo de conectarme, bueno paso a contar otra historia con Oscar, espero les guste.

**********************************

 

Era más o menos a comienzos del 2013, un verano caluroso y yo aun en Santiago, según mis padres saldríamos los últimos días de enero de vacaciones, veía todos los días a Oscar, él era oficialmente mi novio y ya lo había presentado en mi casa, tenía la autorización de mis padres para la relación y ya había visitado a su familia, todo iba muy bien, el problema era que nunca estábamos solos, si era en mi casa, estaba mi hermana o mi mamá, o mi papá. En casa de él, sus hermanos o sus padres, nunca solos. En la calle nos ocultábamos bajo un árbol o en algún lugar oscuro, pero solo quedábamos en el manoseo y tenía que quitarme la calentura masturbándome en mi cama, me moría de deseo de ser suya, quería volver a darle sexo oral.

Era viernes por la tarde y Oscar me invitó a tomar onces a su casa para luego ver una película, pedí permiso y cerca de las 6 de la tarde me pasó a buscar, debía volver a casa como máximo a las 11 de la noche. Tomamos el té junto a su familia y a eso de las 8 de la noche nos levantamos de la mesa, le ayudé a su madre a recoger la mesa y luego me senté en el sofá junto a mi novio y comenzamos a ver una película de terror, sus hermanos se fueron a jugar y sus padres al patio a tomar el fresco, no querían ver la tele, dijeron, estábamos solos en la sala frente a la TV, la puerta que daba la salida al patio estaba abierta, pero desde donde estaban mis suegros no era posible vernos y sus hermanos jugaban en el segundo piso de su casa.

Él vestía una polera musculosa y un short suelto y sandalias, yo usaba un vestido de verano un poco ajustado y sandalias, bajo este un biquini negro, el me abrazo por el cuello y empezamos a besarnos, pose mi mano derecha sobre su abdomen y fui bajándola poco a poco hasta su entrepiernas, metí mi mano bajo su short y acaricie su erecta verga, baje un poco su short y libere de su encierro a su miembro, sentía como ardía entre mis dedos a punto de explotar, estábamos muy nerviosos y excitados, en cualquier momento podía entrar su mamá o su papá y vernos, o sus hermanos podían bajar y descubrirme masturbando su verga, pero era tanto mi deseo que no me importaba, seguimos besándonos y acariciándonos, sus manos recorrían mi cuerpo por encima de mi vestido y yo no soltaba su verga. Me levanté un momento y miré hacia la puerta, me acerqué un poco más y pude ver a los padres de Oscar sentados fumando un cigarrillo, volví al lado de mi novio y lo besé apasionadamente, luego le hice un gesto para que guardara silencio y me arrodillé frente a él en la alfombra y me metí su duro falo a la boca, mis labios en forma de círculos se abrazaron al contorno de su venoso mástil mientras mi lengua acariciaba su ardiente glande mientras este entraba y salía de mi boca a gran velocidad, que delicia su miembro, sentía deseos de comerme ese duro pedazo de carne que llenaba mi boca mientras acariciaba sus peludos testículos, seguía chupándolo y saboreándolo mientras miraba de reojo hacia la puerta que daba al patio, Oscar no daba más de la calentura, lo miré fijo a los ojos sin sacarme su verga de la boca, su mirada extasiada me pedía que no me detuviera, que continuara hasta el final, eso hice y en un momento explotó, de su verga empezaron a salir chorros de semen que iban inundando mi boca de un líquido caliente y espeso, de un sabor extraño, entre salado y amargo, sin prestarle mucha atención me lo fui tragando hasta que dejó de brotar semen de su miembro, me lo saqué de la boca y me acomodé a su lado y nos besamos.

—Te amo —me dijo Oscar mirándome a los ojos.

—Y yo a ti —le contesté y lo volví a besar, me sentía enamorada de él y de su miembro y él de mi boca. Era la primera vez que me tragaba su semen, en ese momento entró su madre, solo nos miró y sin decir nada volvió al patio junto a su marido, Oscar y yo nos miramos y sonreímos, luego me acompañó hasta mi casa y quedó de visitarme al día siguiente.

Pronto escribiré más sobre mi relación con Oscar y de cómo fuimos descubriéndonos cada vez más.

Espero que les guste este relato y que comenten, ya saben cómo me ponen cuando los leo.

Un beso húmedo y caliente donde ya saben.

Carolina

(9,15)