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La historia de Miriam

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Miriam era una chica como cualquier otra, morocha de pelo largo, tez blanca, altura media, tirando a delgada sin serlo en demasía, ojos verdes, buen físico y muy bonita de cara. Tenía un trabajo mal pago pero que le daba lo suficiente para pagar el alquiler de su modesto departamento y subsistir con algún que otra salida de tanto en tanto.

Tenía 25 años cuando esto pasó, ya había tenido varios novios ninguno de mucha duración y solo había tenido relaciones sexuales un par de veces con el único que le duro un poco más.

Tenía varios amigos, gustaba salir a bailar de tanto en tanto y más de una vez se le insinuaron cosa que ella siempre rechazo, incluso uno de ellos una vez le ofreció dinero para tener sexo con ella cosa que a ella la enojo mucho, no era de esas…

Su vida transcurrió con relativa normalidad hasta el fatídico día en que pierde su trabajo, los pocos ahorros que tenía desaparecían rápidamente en la comida diaria, se le dificultaba conseguir otro trabajo su alquiler se venció.

Pasaron dos meses así hasta que ya no tenía ningún tipo de ahorro debía los pasados dos meses del alquiler y ya la amenazaban que si no pagaba a la brevedad la iban a tener que echar.

Un día se reunió con varios de sus amigos (todos varones) querían que fuera a bailar con ellos, cosa que debido a su falta de dinero no hacía.

Sin decirles que su situación era tan apremiante les dijo que estaba corta de dinero y que no podía acompañarlos.

Ellos se ofrecieron a pagarle la entrada y además algún trago….ella acepto pensó que salir le distraería, aunque sea por poco tiempo de sus problemas.

Así fueron a bailar y pasaron un buen rato, uno de sus amigos quiso besarla y ella se negó…

-Vamos, hace cuanto que nos conocemos… no vas a decir que no te parezco atractivo -dijo él.

-no realmente -contestó Miriam.

-vamos… vos sos una chica re linda hace un rato que estamos bailando apretados, las chicas no hacen eso si no tienen interés -insistía él.

-la estaba pasando bien, me gusta bailar y me puedo distraer de mis problemas -contesta ella.

-te ofrezco plata, hace rato que te tengo ganas… -Dijo él.

-no te pongas pesado, no me voy a acostar con vos -dijo ella.

-bueno, aunque sea un pete (sexo oral)... Te ofrezco guita, no estabas necesitando? -pregunta él.

Ella no era de esas pero su situación era más desesperada de lo que ella quería admitir, lo que le ofrecían no era poco.

-vamos te doy más… para que hagamos algo. -insiste el.

En ese momento sus otros amigos llegan y escuchan la conversación.

-a no eh… yo te doy más.

-y yo más –dijeron dos de sus otros amigos.

De pronto la idea de hacerlo ya no le resultaba tan repugnante, sus amigos eran todos atractivos con cualquiera de ellos podría haber tenido sexo, pero no le interesaba, el dinero aumentaba y ya casi alcanzaba para pagar al menos uno de los meses que debía del alquiler.

Entonces pensó está bien lo voy a hacer, pero tengo que sacar lo suficiente como para pagar lo que debo y aguantar un poco hasta que consiga trabajo.

-bueno ya que estoy tan solicitada creo que les voy a tomar la palabra y voy a aceptar hacer algo con uno de ustedes…

-conmigo verdad? Yo ofrecí primero -dijo el primero.

-no conmigo yo ofrecí más –dijo el tercero.

-lo voy a hacer con el que ofrezca más, por ahora vos… (Señalando al tercero) y lo vamos a hacer tipo subasta.

En principio va a ser solo un pete, para eso cada uno tiene que hacer una oferta un mínimo de 20% mejor que el anterior… pero si la oferta es mucho mejor puede optar por más aun -dijo ella.

-entonces yo ofrezco un 20% más –dijo el cuarto que hasta ahora no había intervenido.

-yo te doy más aun, mucho más, yo la empecé y te quiero para mí -dijo el primero.

-que tanto más vas a hacer por eso? –continuó.

-mmm (piensa un poco)… mmm, que tal si te dejo que me acabes en la boca- contesto ella.

Ella ya había probado el semen antes y aunque no le fascinaba tampoco le importaba y le parecía un buen modo de hacer que las ofertas suban más.

Ya a esta altura podía pagar al menos un mes y si las cosas seguían así sus problemas desaparecerían.

-si la cosa es así, entonces yo subo -dijo el tercero.

-basta, yo quiero más te quiero coger… cuanto más tengo que ofrecer -dijo el primero

-al menos el doble (con eso ya tendría para el alquiler y algo mas) –dijo ella.

-pues entonces doblo –contesto.

Los otros dudaban ya la cosa había ido demasiado lejos para sus bolsillos el segundo y el cuarto eran de clase media como ella no tenían tanto dinero, todo quedaba entre el primero y tercero que disfrutaban de un estilo de vida más acomodados.

-nadie puede mejorar eso verdad -dijo él.

-yo sí -dijo el tercero.

-Quiero terminar con esto de una vez, vuelvo a doblar -dijo el primero (que era el más rico).

-y más aún, si hace falta… continuó.

Pero como habíamos quedado vos tenés que hacer mas también… que vas a hacer.

-no sé qué más, ya acepté tener sexo con vos qué más puedo hacer… (pensaba) no sé…

Está bien te dejo que me lo hagas por la cola también… -dijo ella.

Ella nunca lo había hecho así, pero solo por esas cosas del destino, sexo era sexo y si ya había aceptado hacerlo tener que entregar su cola así sea por primera vez no le preocupaba.

-me va a valer la pena entonces -dijo él.

Salieron de lugar, ella fue a casa de él… le dio el dinero.

Ella se quita su ropa, el también…

Ella le practica sexo oral hasta que su pene está suficientemente erecto, le hace ponerse el preservativo y tienen sexo por la vagina.

Ella lo disfruta y están así por un rato…

-ya me falta poco quiero tu cola como prometiste –dijo él.

-si está bien, podes hacerlo -contesto ella.

Cambian de posición y ella se pone en 4…

-por acá te lo puedo hacer sin? -(refiriéndose al preservativo) dijo él.

Ella duda, pero acepta, él se lo quita y la penetra analmente.

Tienen sexo de esa manera, a ella le causa bastante dolor, pero lo soporta hasta que el acaba dentro de ella.

Ella la paso bien pero no es algo que quisiera repetir, él de todos modos no estaría interesado en algo de largo tiempo solo quería darse el gusto de cogerla y por las circunstancias pudo hacerlo.

Con el dinero obtenido ella pagó sus deudas y pudo estar bien hasta que finalmente pudo conseguir trabajo.

Nunca más se reunió con ninguno de sus amigos se sentía avergonzada de haberlo hecho.

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Nota final: la historia me fue contada por su protagonista a quien dado la naturaleza del relato cambié de nombre. La historia en si es real hasta donde yo sé y traté de respetarla lo mejor que pude.

No recuerdo los nombres de los caballeros y de todos modos también se los hubiera cambiado de recordarlos por lo que preferí referirme a ellos simplemente por el orden en que hablaron.

(9,21)