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Rashid el francés (2) Ethan, el salvaje

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Mi relación con Pierre cada vez era más fuerte y estrecha. De vernos una vez por semana, pasamos en tan solo dos meses a vernos casi a diario, y no solo para follar, si no para comer, ir al teatro, visitar a sus amigos, o simplemente dormir juntos. Teníamos lo que se dice una relación abierta y muy especial, porque él sabía perfectamente como yo me ganaba la vida, y que no era el único a quién le mamaba la polla o me follaba por el culo. Pierre lo respetaba, y en ese aspecto no teníamos problemas. Además, tengo que deciros, que a él le daba un morbo increíble saber que follaba con otros tíos, incluso gozaba viéndome hacerlo organizando alguna follada con alguno de sus amigos, y participar con su polla y su culo también. Cuando venía de hacer una chapa y quedábamos para follar, le gustaba mucho que le contara como me había envergado el culo del tío, en que postura le había destrozado el ano, y si el tío estaba casado e iba de macho, como me había chupado la polla.

Como os dije anteriormente, Pierre era un auténtico vicioso y disfrutaba siéndolo. Un día en la cama después de follar, me dijo muy seriamente...

PIERRE: Rashid, mi niño... ¿Quieres ganar mucho dinero?

RASHID: Jajaja... pues claro Pierre... ¿Me vas a contratar en tu empresa?

PIERRE: Jajaja, me refería a tu trabajo de chapero. Mira eres muy guapo, tienes un cuerpazo buenísimo, una polla enorme y deliciosa, un culo espectacular, y encima eres simpático y tienes don de gente. Con esto te quiero decir, que con mis contactos y mis amistades te puedes hacer de oro. Además, tu sabes que a mi el dinero me sobra, y conmigo no te falta de nada.

RASHID: Osea, que serías como mi chulo... ¿Eso quieres decir?

PIERRE: No... tu chulo no... solo tu amante, tu amigo y tu protector. Mira, estas llaves son de tu nueva casa, para que no tengas que follar en la calle, y puedas recibir a tus clientes en un sitio en condiciones. Porque desde ahora en adelante, con mi niño no follará cualquiera, y tendrá que pagar mucho si quiere hacerlo... ¿Qué me dices?

RASHID: ¡Ufff!... Una casa para mi... La verdad es que suena muy bien, y me gusta mucho la idea... ¿Y a cambio de que... donde está la trampa?

PIERRE: No hay ninguna trampa Rashid, lo hago porque te quiero, y quiero lo mejor para ti. No te voy a negar que sería un negocio muy rentable para los dos, y podríamos ayudarnos mutuamente. Yo tengo muchos amigos casados con mujeres, o que no han salido del armario, y que buscan a niñatos como tú para follar con ellos a escondidas. Gente con mucho dinero, que no les importa pagar lo que sea para satisfacer sus deseos, y pegarse una buena follada con un chico tan sabroso como tú.

RASHID: De acuerdo, acepto... pero búscame tíos que estén buenos, y sean guapos... jajaja.

PIERRE: Jajaja... de acuerdo, ya verás como no te arrepentirás.

Alquiló el piso en el barrio latino para vernos y tener las citas con la nueva clientela... o sea sus amigos, conocidos y socios de negocios. Los martes y jueves por la mañana me puso un profesor particular de español, (el cual también me follé, ya os contaré más adelante) para que aprendiera el idioma. Lo de aprender español era porque Pierre tenía muchos negocios en España, y constantemente viajaba a Madrid, y le gustaba llevarme de vez en cuando con él. Hoy día esos negocios en España y ser el chapero de la clase alta francesa, me llevaron a ser lo soy, y conseguir todo lo que tengo.

Pierre me avisó que ese fin de semana vendría un amigo suyo, Ethan, para pasarlo en casa conmigo, y que ya había apalabrado con él unos cuantos servicios míos para el viernes y el sábado. También me encargó que tratara muy bien a su amigo, y que lo dejara bien satisfecho, ya que él no podría estar con nosotros esos días por cuestiones de trabajo en Madrid. Ethan tenía la misma edad que Pierre, y se conocían desde pequeños, incluso habían estudiado juntos durante años. Era un alto directivo de la banca en Lyon, estaba casado y con dos hijos, pero al mamón le encantaba chuparle la polla a los niñatos.

Ethan era más alto que yo, con un cuerpo musculoso bastante trabajado en el gim, y deliciosamente bueno de verdad. Morboso de cara y muy guapo, la cabeza rapada y una barba dejada de tres días. El pollón lo tenía enorme, largo, con un rico tronco venoso, un capullo rosado y regordete, y con una rajita muy pronunciada en el centro que le cabía la mitad de la lengua dentro. El culazo respingón, con unas nalgas prietas y abultadas como montañas, y bien marcadas en el pantalón pidiendo a gritos "Cómeme". Ethan decía que su ano siempre tenía hambre, que siempre estaba hambriento de pollas, y que le encantaba comérselas bien grandes de dos en dos. Otra cosa que me gustaba mucho del tío era su forma de hablar, me daba un morbo increíble, con esa voz fuerte de macho, de hombretón, y un poco chulesca. El cabrón no se cortaba en decir guarradas, ya fuera en plena follada o simplemente hablando del tiempo.

Cuando llegó a mi piso nos presentamos y estuvimos un buen rato hablando, sobre todo de su amistad con Pierre. Mientras nos tomábamos un cubata, Ethan me contó las innumerables fiestas en las que habían estado juntos, y en las que habían participado rompiendo más de un culo, a algún que otro niñato. Me explicó, que lo que más le gustaba era follar con chavales jóvenes como yo, que normalmente eran todos chaperos y que los buscaba en los parques. Estuvo largo rato hablándome de cómo le gustaba los culitos, respingones y bien abiertos de boquete. Las pollas las prefería, bien grandes con el capullo gordo, y goteando de pre-cum. Y su postura preferida, y con la que disfrutaba más cuando follaba, era poner al niñato a cuatro patas y envergarle todo el pollón por el ano hasta reventárselo.

Mientras me decía esto, me fue apoyando lentamente contra la pared pegando su cuerpo al mío, restregando su polla con mi paquete, y su boca echándome el aliento hablando pegada a mi oreja. Notaba la dureza de su polla presionando contra la mía, su respiración muy excitada bajando por mi cuello, y el tacto de sus manos acariciándome suavemente desde las piernas hasta el pecho. Allí se detuvo masajeando con las yemas de sus dedos mis pezones, al mismo tiempo que se había apoderado de mi boca y me besaba ardientemente con la suya, metiéndome la lengua dentro hasta la campanilla.

El tío me había puesto súper caliente con sus tocamientos, sus restregones de cuerpo, y con sus palabras susurradas en mi oído. No podía disimular la empalmada de polla que se marcaba en mi pequeño pantalón de deportes, ni los gemidos de gusto que me provocaba cada palabra guarra e indecente que me decía. Lo aparté de mi y me quedé mirándolo de arriba abajo, estaba buenísimo con los tejanos gastados y ceñidos, y el gran pollón que le abultaba bajándole por la pierna. Con la camiseta de tirantas sexy, pegada a ese musculoso pecho que empujaba con sus pectorales la fina tela, y dejaba marcados sus duros pezones. Estaba el cabrón para chuparle el cuerpo entero, de arriba abajo sin dejar un tramo de piel, y hacerle un traje con mi saliva.

Ethan se arrodilló delante de mi paquete como si estuviera rezándole, agarró con sus manazas mi pantalón y me lo bajó de un tirón hasta los tobillos. En ese instante mi polla salió disparada tensa y erguida, pegada a su cara, y apuntando al techo. El tío se quedó mirándola fijamente, con la boca hecha agua, y relamiéndose los labios con la lengua, mientras me abría los muslos con sus grandes manos viriles. Estuvo oliéndome la polla, los huevos, y las ingles un buen rato, hundiendo la nariz y absorbiendo el aroma delicioso a niñato, que tanto le gustaba. Me notaba la cabeza de la polla chorreando de pre-cum por la excitación, y por el calentón que me producía ver a aquél tío tan rico y tan macho, agachado entre mis piernas como una vulgar puta come pollas.

Me pasó la lengua a todo lo largo de la polla, desde los huevos hasta el capullo, mojándomela por completo de saliva y endureciéndomela al máximo por el cosquilleo de su lengua. Poco tardó el mamón en metérsela entera dentro de la boca, y empezar a chupar como un sádico, mientras me miraba fijamente a los ojos. Yo levantaba la pelvis hacía arriba, meneando las caderas por el gusto, y dándole sacudidas en la boca con mi duro cipote. Ethan me lo chupaba entero de arriba abajo, metiéndolo hasta lo más profundo de su garganta, y tragándose hasta la más mínima gotita salada de pre-cum que segregaba mi capullo.

Mi cara, mis gemidos y mi respiración jadeosa era de goce total. Me retorcía de placer con cada chupada que me daba el tío en la polla, aferrándome con las manos a sus pelos, y agarrándolos con fuerza para que no escapara de mi, mientras el mamón continuaba follándome la polla con su boca. La mamada era bestial, el colega sabía perfectamente cómo hacerte disfrutar, y volverte loco de placer llevándote hasta el límite. Desde luego, si había estudiado con Pierre, seguro que habían ido a la misma escuela de mamones y come pollas. Los dos eran súper expertos chupando vergas, y muy buenos profesionales dándote placer con sus bocas.

Cuando percibió que me venía el gustazo para correrme, y que ya no aguantaba más, se la sacó de la boca y se dio la vuelta bajándose los tejanos. Empujó su culo contra mi pollón, y se lo metió hasta el fondo del ano de una sola estocada. Noté el calor de su apretado recto resbalando por mi pollón, y mi leche saliendo a borbotones de mi capullo e inundándolo por dentro. Del placer tan grande que me hacía sentir su ano, mi polla no paraba de soltar y escupir churros de semen, que yo le hacía tragar por el boquete del culo.

RASHID: ¡Siiiiii!... ¡Que gustazo de culo cabrón!… Toma leche machote, de niñato bueno, como a ti te gusta... ¡Ahhhh!... Me corroooo... ¡Tomaaaa lecheeee!

ETHAN: ¡Siiiii!… Dámela toda dentro de mi culo… ¡Uffff, como me quemaaaa!... ¡Siiiii!... ¡Asiii!... ¡Qué bueno estás niñato de mierda, y que polla tienes cabrón!

El tío no tardó mucho en sacarse la polla del culo, y volver a arrodillarse para metérsela de nuevo en la boca y lavármela a conciencia. Sin sacarse mi pollón del hocico me fue empujando poco a poco, andando de rodillas por el suelo como una puta perra, hasta sentarme en el sofá. El puto mamón no se cansaba nunca de chupar... ¡Y como chupaba el colega!... me mantenía la polla totalmente dura, sin perder un gramo de grosor y muy hambrienta de placer. Ethan estaba entregado al placer, gemía disfrutando mientras se iba adueñando de mi cuerpo, y haciéndome gozar con cosas diferentes. De chuparme la polla pasó a meterse los dos huevos a la vez, presionándolos con el paladar, absorbiendo con fuerza hacía adentro y estirándome el escroto todo lo que podía. Después me levantó las piernas dejándome al descubierto mi preciado ano, y comenzó a lamerlo suavemente de arriba abajo, hasta que metió toda la lengua dentro del boquete.

Si la chupada de polla era bestial de gusto, la comida de culo fue una gozada sin límites. Él cabronazo me volvía loco con cada embestida que me pegaba con su lengua en el agujero, no quería que parase nunca y se lo pedía a gritos... "Sigueee, no pares tíooo" Era increíble como me dilató el ano el mamón, ahora solo quería que me follara... que me violara como un salvaje el trasero... quería sentir su pollón abriéndome en canal, y destrozándome el boquete del culo.

RASHID: Fóllameeee... fóllame tío de una puta vez.

ETHAN: ¿Quieres que te folle el culo, puto chapero?... ¿Quieres que te parta el ano con mi pollón?

RASHID: Si, fóllameeee... Méteme toda la polla por el culo cabrón.

La envergada fue de muerte, apenas me clavó la mitad de la polla, empecé a gemir y gritar de dolor y gozo. Ethan me tapó la boca, al mismo tiempo que me la metía entera y empezaba a follarme el ano con energía. El tío gozaba sometiéndome, jodiéndome como un animal, y obligándome a tragarme a la fuerza su pollón por el culo, como normalmente hacía con los niñatos y los chaperos que se follaba. Aguanté un rato con bastante dolor las embestidas de su pollón, el roce de su enorme y potente tronco venoso con mis paredes anales, me hacía ver algunas veces las estrellas. Ethan se calentaba más y más viendo mi cara de sufrimiento, me abofeteaba la cara con las manos, me forzaba besándome la boca, llenándomela de abundante saliva, y obligándome a tragarla garganta abajo.

Etahan: Ahora eres mío, niñato de mierda... ¿Te gusta putito, eh?... ¿A que te gusta que sea tu macho?... Dimeee, hablaaa... chapero cabrón.

Rashid: Siiiii... sigue follándome tío macho... ¡Ahhhh!... ¡Qué bueno estás cabrón!... Méteme la polla hasta el fondo, y no pares de follarmeeee.

Me notaba el ano súper dilatado, debido a la envergada de su pollón, a la follada que me estaba pegando y a la excitación que llevaba encima. Cambió de postura y me puso a cuatro patas en el suelo, me soltó un escupitajo en todo el ojete y volvió a penetrarme todo su manubrio. Yo estaba como loco gozando, mi ano se había adaptado perfectamente a su polla, y lo que antes era dolor, ahora se había convertido en un placer inmenso.

Gemíamos, jadeábamos, y gritábamos juntos del placer tan grande que sentíamos. Me agarró del pelo y comenzó a follarme con más fuerza, y cada vez más rápido. Violaba mi culo con una violencia desmesurada, con una crueldad excesiva y dominante que me volvía loco. Jamás en mi vida me habían follado el culo de aquella manera, y jamás había sentido tanto placer. Me corrí sin tan siquiera tocarme la polla, sin poder remediarlo empecé a soltar chorros de esperma por todo el suelo, y a mancharlo todo de crema blanca. Ethan sacó su polla de mi culo y me la puso en mi boca, obligándome a succionarla con ganas. Cerraba sus muslos apresándome la cabeza con fuerza, con mi boca hundida en su entre pierna, tragando sin que pudiera escapar y obligándome a su deseo… que en ese momento era, que le comiera a fondo la polla para correrse.

De repente mi boca se llenó de leche caliente y deliciosa, era muy abundante y tuve que tragar rápido, porque seguía saliendo sin parar del capullo. Él cabronazo no paraba de gemir, y yo de tragar... tragar, y tragar. Lamí la cabeza del pollón metiendo media lengua en la rajita, rebañando, recogiendo y sacándole las últimas gotas, para saborearlas bien. Luego se desplomó en el suelo junto a mí, y me besó en la boca con frenesí.

Continuará...

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