Todo comenzó desde el día de mi boda, pero las cosas día a día se están colocando mucho más ardientes, el domingo pasado 23 de julio del año 2017, le dije a mi esposa que me quedaría todo el día acostado, mientras ella elaboraba el almuerzo para todos, a las 11 am le dije a mi esposa que llamara a su hermana para que almorzara junto a nosotros, ella acepto y a la 1 pm mi cuñada ya estaba en casa nuestra.
Mi cuñada ese día tenía una licra blanca y una blusa de malla que permitía ver sus grandes tetas tapadas con el sujetador, cuando terminamos de almorzar mi cuñada se levantó y dijo que ella lavaría los platos, no pude evitar mirar en medio de sus piernas un gran triangulo, delicioso que se marcaba en medio de su humanidad, una grande y deliciosa vagina pidiéndome lengua por todo lados, fue más de un minuto que no pude quitar la mirada de su entrepierna, cuando caí en cuenta y subí la mirada me encontré con sus lindos y fogosos ojos mirándome, ella ya se había enterado que yo le estaba mirando su gran vagina.
Horas después estábamos mirando una película en la sala de la casa y mi cuñada se quedó con nosotros, mientras mirábamos la película mi cuñada abrió las piernas de una forma descomunal donde permitía ver por medio de su licra blanca algo oscuro que se asomaba al parecer era su hermosa vagina, mi cuñada nuevamente me vio mirándola y solo me sonrió. Aunque yo con mucho miedo lo único que hice fue levantarme irme al baño y masturbarme, cuando llegue a la sala de nuevo mi esposa y mi cuñada seguían mirando la película, pero me sorprendió que mi cuñada me hizo un comentario y fue el siguiente: “¿cuñadito descansaste???”. En ese momento solo me pico el ojo y se marchó.
Desde ese día no he parado de halarme la polla pensando en ella y en su hija están deliciosas.