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La historia de Olga

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Olga (morocha tez blanca, pelo más bien corto, ojos marrones, 1.7 de estatura, algo gordita, madura, tetas bastante grandes pero que ya empieza a “caerse”) es una mujer casada desde hace tiempo, se casó con su novio de la infancia y fue el único hombre con el que mantuvo relaciones sexuales, tuvo dos hijos con él que ya mayores también se casaron y viven con sus respectivas esposas

Desde hace un tiempo se venía espaciando cada vez más las veces que tenían sexo y las pocas veces en que esto ocurría eran cada vez más insatisfactorias para ella

El sexo que tenían siempre había sido tradicional, nunca se les ocurrió probar nada nuevo…

Ella nunca se había masturbado, no porque lo considerara algo feo sino porque no había sido necesario y de nuevo tampoco había pensado en ello

Su vida trascurría bastante aburrida, era una ama de casa sin nada especial que hacer con un marido ausente y que cuando estaba no quería y/o no podía satisfacerla sexualmente

Ella lo consideraba como algo normal en personas de su edad…

No sé cómo se encontró CuentoRelatos, ella no era persona demasiado curiosa sobre el sexo, pero poco a poco fue leyendo historias de distintos autores/as (y entre ellos obvio yo misma).

Un día charla con su vecino, mucho más joven que ella… son temas sin importancia, pero él le hace un cumplido, hacía mucho que nadie valoraba su apariencia… ella misma se veía como vieja y gorda, no le dio demasiada importancia en el momento, pensó que sería una forma de hablar de él, queriendo ser amigable.

Los encuentros se fueron dando más seguidos entre ellos y siempre el parecía demostrar interés por ella, cosa que cada vez era más evidente.

Ella seguía intentando restarle importancia a pesar de que cada vez era más obvio para ella que su vecino tenía algún tipo de interés por ella que iba más allá de la amistad.

Mientras tanto con su marido hacía rato que no pasa nada, propone ella y tienen sexo fue el peor sexo que ella hubiera tenido.

Al otro día nuevamente se encuentra con su vecino, pero esta vez no se queda en la insinuación, sino que le dice que la desea.

Él es demasiado joven pero ya había leído historias en CuentoRelatos sobre gente con diferencia de edad tanto siendo el hombre (mi caso), como la mujer la mucho mayor que su pareja.

De todos modos, ella respetaba a su marido y nunca se le había ni siquiera ocurrido engañarlo.

Y aunque agradece la propuesta la rechaza.

Él le pregunta si no puede al menos besarla, no parecía algo tan grave y era algo que ella estaría dispuesta a hacer.

Mientras ella piensa él se acerca a su boca y la besa una vez en sus labios la mira, lo hace nuevamente cuando se acerca por tercera vez esta vez ella participa más del beso y sus labios se mantienen unidos por más tiempo.

El chico era joven y muy atractivo nuevamente se acerca a su boca y se besan esta vez ya con lengua dura unos momentos, lo repiten otras dos veces más cada vez durando más tiempo.

En la tercera él la toca en sus pechos, ella en un principio quiso detenerlo, pero lo permitió dado que hacía mucho que nadie la tocaba y demostraba tanto interés sexual en ella.

Este beso se hacía largo y el manoseo se hacía cada vez más intenso.

El entonces la invita a entrar a su casa y estar más cómodos, ella duda, pero es mucho riesgo de que la vean así en la calle así que acepta la invitación.

Una vez dentro vuelven a besarse y cada vez más apasionadamente, en un momento el intenta quitarle la remera que traía y ella lo detiene.

Vamos quiero verte, y poder tocar la piel de tus pechos, aunque sea una vez- dijo él.

-estoy gorda, vieja y mis pechos se están cayendo- contesto ella.

-no, sos una mujer hermosa por favor no me niegues el placer de verte- dijo el nuevamente intentando quitarle la remera

Ella esta vez lo permite, se besan nuevamente…

-vamos… por favor -dice el poniendo ambas manos sobre sus pechos aun cubiertos por su corpiño.

Ella desabrocha su corpiño, él lo desliza y lo tira a un costado dejando sus pechos al descubierto.

-sabía que iban a ser lindos- dice él mientras acaricia sus pechos, luego lame los pezones alternando un rato cada uno para finalizar con un nuevo beso largo de lengua mientras volvía a acariciar sus pechos y jugar con sus pezones.

Luego de un rato así, ella siente que él empieza a subirle a pollera sin dejar de besarla ni tocarla en uno de sus pechos con la otra mano.

Ella lo permite hasta que puede sentir su mano en su entrepierna, entonces intenta detenerlo.

-Vamos mira como me tenés -dice él tomando su mano y poniéndola sobre el bulto de su pantalón

Ella podía notar que su pene era de un gran tamaño (al menos comparado con el de su marido) y que además estaba totalmente erecto.

Cuando suelta su mano ella la quita, él le pide que lo toque y ella vuelve a poner su mano.

El la besa en la boca en sus pechos y vuelve a intentar tocarla en su zona intima, esta vez ella se lo permite, puede sentir su mano rozándola a través de su bombacha, su pollera estaba completamente subida.

Mientras continúan él se desprende su pantalón y luego la pollera de ella quitándosela.

Continúan, ella empieza a excitarse ahora ella también lo acariciaba a través de su ropa interior.

-vamos a la habitación, para estar más cómodos -le dice él tomándola de la mano.

Ella se deja llevar y una vez ahí retoman, él ahora se quita sus ropas y la recuesta en la cama.

Le quita a ella su bombacha y la penetra con sus dedos, nota que esta mojada.

- ¿Estas lista? – pregunta él.

-si. Responde ella más que excitada.

El la penetra esta vez con su pene y comienzan a hacerlo, ella disfruta como nunca antes o al menos en mucho tiempo no había disfrutado.

Luego de un tiempo de ambos gozándolo el acaba dentro de ella, ella puede sentir los chorros de semen dentro de su vagina.

Se besaron nuevamente, se vistieron y ella volvió a su casa.

En dos ocasiones posteriores se vieron, esta vez sin vueltas a la habitación y tener sexo, buen sexo.

En la tercera vez mientras están teniendo sexo como lo venían haciendo habitualmente él le propone si se lo puede hacer analmente, ella nunca lo había hecho, pero acepta…

Esa fue su primera vez anal y la vez que más disfruto tener sexo con un hombre.

Luego la relación con su marido empezó a mejorar le habían dado a él el ascenso que desde hacía mucho tiempo estaba esperando y que lo tenía tan estresado (cosa que ella ignoraba).

A partir de ese momento volvieron a tener sexo normalmente y ella lo disfrutaba, aunque no tanto como con su vecino.

Cuando se encuentra con su vecino termina con esa mini aventura que habían tenido…

El sexo con su esposo era ahora bastante seguido, aunque con el tiempo volvió a aburrirse de hacer siempre lo mismo.

Entonces un día ella le propone que se lo haga por la cola y así lo hacen desde entonces tienen relaciones sexuales que ambos disfrutan y bastante seguido.

Su vecino no insistió y al poco tiempo se mudó…

Por suerte nadie se enteró de su infidelidad, y su marido piensa que fue él el primero en tener su ano.

Ella lo amaba y aun lo hace y ahora disfruta de un buen sexo con él y cada tanto lo hacen también analmente para mayor placer de ambos.

Nota final: en esta historia, que me fue contada por su protagonista, me dio su nombre y apellidos reales además de más datos, pero obvio no los voy a publicar para proteger su intimidad.

Gracias a todos los que me envían por mail sus historias, tengo muchísimas ya.

De hecho, voy a hacer la saga de “la historia de” + nombre.

Publicando aquellas historias que considere interesantes sin importar el género o la inclinación sexual de los protagonistas.

Solo historias reales por favor, denme todos los datos que quieran y puedan a más mejor no se preocupen no voy a publicar nada que no deseen (aclaren si es necesario).

Saludos Lorena

(9,21)