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Comenzó siendo una fantasía

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15 días en otra ciudad, varios amigos, mi novio y Ale. Desde que le conozco no hace otra cosa que mirarme, no me dice nada fuera de tono, no se insinúa, no se dedica a tirarme los trastos, incluso se podría decir que es tímido conmigo. Pero siempre que me giro o desvío la mirada ahí le tengo observándome. Puede que sea solo una obsesión mía, es difícil saber si le gustas a alguien solo con la mirada, pero no sé, será que yo también siento algo extraño. Tampoco diría que me gusta, más bien me encantaría follármelo como una loca. Es extraño sí, sería incapaz de engañar a mi novio, nunca lo he hecho pero cada vez que veo a este chico pienso en cómo sería que me empujara contra una pared y me lo hiciera. Esto es extrañísimo.

Durante el viaje me descubrí cada día tumbada en mi cama del hotel imaginándome subiendo a su habitación a escondidas y tirarme encima de Ale en cuanto abriera la puerta. Puede ser que en la realidad me rechazara cohibido por mi novio en una planta de hotel más abajo… pero en mi imaginación no dice nada; solo me atrae hacia Ale, cierra la puerta, me empieza a meter la lengua en la boca mientras siento su pasión creciendo hacia mí, me echa en la cama de manera brusca y me come entera. Me siento tan caliente donde estoy realmente, sola y echada… que comienzo a tocarme con mis dedos, que pronto se convierten en los suyos y acaba embistiéndome como un loco mientras tengo un orgasmo increíble.

Esto me está volviendo loca, todas las noches pienso en cómo me folla a lo bestia y por la mañana le veo mirándome. Siempre me ha gustado fantasear, pero nunca con alguien que conozco realmente. Me pongo caliente solo con que estemos los dos cerca y le huela o me roce el brazo. Es como si estuviera electrizada.

Fuimos a unos baños termales y nos vimos en bañador, Ale tiene un cuerpo estupendo, fuerte… se me iban los ojos… y en mi cabeza comenzó a rondar la idea loca de seguirle mientras iba a ducharse a las cabinas individuales y encerrarme con Ale. Dejarle que me sometiera, que me empotrara en la pared, debajo del chorro de la ducha, que me mordiera el cuello, la espalda, que me apretara los pechos y el culo. Me lo imaginaba deslizando sus dedos por mi coño de manera brutal. Que me levantara en vilo y me comenzara a penetrar muy lentamente mientras me clavaba su mirada. No me decía nada, sólo me follaba, a cada embestida me destrozaba, me partía en dos por dentro, quería morirme de placer y estallar. Comenzaba a sentir un calor que me inundaba y como una sensación de tensión contenida que subía por mi columna hasta alcanzar el orgasmo. Aun temblando, me bajaba y me ponía de espaldas a Ale. Me inclinaba hacia delante y me comenzaba a follar por detrás. Primero lentamente, lo sentía todo, toda su polla metida en mí ,me la sacaba y me la metía de nuevo, me tocaba con la mano libre por delante, comenzó a aumentar la velocidad y yo ya gemía como una loca, me daba igual si me oían, algo me estaba explotando por dentro, al final el me empezaba a decir a la oreja… “Me estás volviendo loco, joder”…, no podía más, mientras su respiración se volvía rápida y descontrolada acabábamos los dos a la vez, sudorosos y cachondos. Cuando me daba cuenta estaba otra vez en la piscina rodeada de mis amigos, tan caliente que barajé la posibilidad de irme al baño a tocarme, alcé la mirada y ahí seguía Ale con los ojos fijos en los míos, como si supiera la de guarradas que le estaba haciendo en mi mente…

El último día ya no podía más, estaba que me subía por las paredes. Fuimos a un macro concierto, el ambiente era muy caluroso y la gente se apretaba para ver al grupo que tocaba, yo me situé primero al lado de Ale mientras mi novio dijo que se iba hacia delante porque la multitud le empujaba, en pocos minutos nos quedamos los dos solos, Ale y yo, mientras que mi novio se perdió definitivamente entre las primeras filas del concierto. Nos estábamos rozando los brazos, no intencionadamente por la cantidad de gente que nos empujaba, o puede que no… Ale no apartaba su brazo del mío, puede ser que simplemente no le diera ninguna importancia, en verdad es una gilipollez pero yo cada vez me ponía más nerviosa y caliente. Al final con tanto empujón acabo detrás de mí, es más alto que yo por lo que sentía su aliento en mi oreja, su olor se pegaba a mí, me excitaba sentirlo tan cerca por fin. Una mano rozó mi culo, o tal vez eran imaginaciones mías. En un concierto lo extraño sería que nadie te tocara, pero yo sabía que era Ale. Me situé estratégicamente para que mi culo le rozara mientras bailábamos, y sentí otro roce tenue en mi cadera. Nunca me había atrevido más allá de una mera fantasía. Y ahí me encontraba yo, restregándome sutilmente con Ale, deseando que algo ocurriera. Me giré y sus ojos se clavaron en mí, sus manos me cogieron la cintura y me apretó con fuerza contra Ale, noté su erección al instante. No voy a mentir, me asusté a la par que me pusiera cardiaca, mi corazón se me iba a salir del pecho. Una cosa era imaginármelo y otra que sucediera, pero aunque acojonada como estaba me decidí a seguir, necesitaba hacer algo. No me podía creer que esto estuviera sucediendo. Yo le mostré mi aprobación inclinando la mano hacia atrás y tocándole el enorme bulto que tenía por encima de los pantalones. Noté de inmediato como su respiración se agitaba. Una mano comenzó a subir por dentro de mi camiseta, me acaricio un pecho y luego lo apretó suavemente mientras me empujaba de nuevo hacia Ale. Estábamos tan cerca que le notaba los latidos de su corazón descontrolados en mi espalda y su miembro durísimo en mi trasero. No sé si alguien nos estaba viendo, aunque la gente no parecía haberse dado cuenta, después de todo en un concierto todos están atentos hacia delante, no de lo que pasa a tu lado. Empecé a restregar mi culo con más fuerza mientras él me acariciaba un muslo por debajo de la minifalda. Noté que su mano se abría paso entre mis piernas y comenzaba a acariciarme por encima del tanga. Me quedé sin aliento, no pude contenerlo y me comencé a sentir muy mojada. Un dedo suyo se introdujo dentro de mí mientras con otro me seguía acariciando. El orgasmo me pilló desprevenida y me puse a temblar, Ale no paró ahí. Se abrió la bragueta cuando yo aún seguía ida de placer, me subió la falda disimuladamente, a la vez que me mordía el cuello, mientras se apretaba a mí para que no se viera nada, como mi falda tenía un poco de vuelo no se intuía nada, aunque entre tanta gente saltando, bebida, de noche y a su bola quien nos iba a ver, la verdad. Me apoye de espaldas a su pecho y le susurré al oído que por favor me follara a lo bestia, noté como su cuerpo se ponía tenso y me di cuenta que sacaba algo del bolsillo, y bajo el volumen de mi falda se puso un preservativo rápidamente. De nuevo me apretó las caderas hacia Ale y yo me deje caer. Noté como finalmente su polla se introducía en mí, me la clavó hasta el fondo y yo me estremecí. No es que estuviéramos cómodos, ni mucho menos, pero sentía su polla dentro y esa idea me excitaba hasta la locura. Me sujetaba muy fuerte, yo apenas podía hacer otra cosa que temblar, Ale me pasó un brazo por delante del pecho para poder manejarme y me la metió de nuevo bruscamente. Así seguimos un rato, era como si el mundo se hubiera parado y solo sintiera su polla dentro, me llenaba entera… me concentré en esa sensación y en su otra mano que me acariciaba el clítoris. Me inclino la cabeza a su boca y me besó apasionadamente. Su lengua y la mía se buscaban desesperadamente y algo estalló en mi interior, el beso amortiguó mis gemidos, y me corrí de nuevo. Era como un escalofrío de calor que subía por mi espalda y conectaba con todo mi cuerpo. Increíble. Ale se venció al final y acabó mientras me mordía el cuello para ahogar su respiración. Nos quedamos en la misma posición durante lo que me pareció mil años, tensos, sudorosos, cachondos… al final salió de mí y me vistió como pudo. Se inclinó sobre mi oreja y me susurró… ”Me estás volviendo loco”.

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