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Fotos y vídeo en el cine Teresa

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Ahora que ya me deshice de la universidad, el día de hoy pude salir para des-estresarme. Fui al Cine Teresa. Llevé una medias negras de red con liguero, una tanga amarilla, un bracier con muchos detalles en blanco y negro y unos minutos antes de entrar al cine entré a una tienda de lencería. Me quedé observando varias tangas y bragas, pero terminé por centrarme en las minifaldas. Habían varias, principalmente de colegiala, hablé con el vendedor por unos minutos sobre cuál era más bonita, hablamos sobre una negro/transparente, una rosa y una de colegiala azul y, por más cliché que sea, terminé comprándome la de colegiala (probablemente influenciado por el porno lésbico de colegialas que había visto en la mañana).

Como en el cine no está permitido entrar con bolsas, tenía las medias y la tanga puestas debajo del pantalón, el bracier y la minifalda cabía, aunque un poco apretadas, en mis bolsillos. Del mismo modo, llevé condones en la cartera (sé que es un pésimo lugar, pero no tenía de otra), papel higiénico, una botellita de lubricante y mi celular.

Una vez que llegué, pagué la entrada y fui directamente al baño. Sólo uno de los dos cubículos estaba disponible, entré, me quité la playera y me puse el bracier. Al salir del cubículo empecé a escuchar gemidos, por lo que supongo estaban haciéndolo. Sólo giré a ver unos instantes y fui a la sala. Como de costumbre, fui hasta el frente, ahí me bajé los pantalones y me puse la falda. Saqué mi pene de la tanga y empecé a masturbarme con la película. Ya estaba en la escena de penetración.

Estuve masturbándome por unos diez minutos esperando a atraer a alguien. La película era bastante genérica y tenía doblaje español, por lo que no me servía para estimularme ni un poco. Volteé a ver y descubrí que había muy poca gente, eso es algo raro, por lo general es de los días en los que hay más y ya eran las tres de la tarde, prácticamente siempre ya había bastante gente a las dos. Supuse que no tendía suerte, así que pesé en sólo quedarme ahí unos minutos más e ir al centro a acostarme con alguna prostituta.

Mientras me masturbaba, la película puso una escena nueva. Era una chica rubia en bikini de dos piezas de color azul con lunares morados, era bastante linda y aún con el acento español, fue suficiente para conseguir una buena erección, sin embargo, no me duró mucho ya que sin darme cuenta, un sujeto se había acercado a mi espalda y empezó a respirarme en el oído.

En ningún momento en que estuvo sobre mí, mie giré para verle, sólo me limité a guiar sus manos para manosearme en todo el cuerpo. Metió sus manos debajo del bracier y apretó duro mis pezones, después bajó por mi torso hasta acariciar mis piernas. Cada que podía volvía a respirar y a gemir en mi oído. En cierto punto me levanté para que pudiera ver mejor mi cuerpo por la espalda, pero creo que malentendió, pensando que ya no quería que me tocara y se fue.

Me volví a sentar para tratar de masturbarme, pero la escena ya estaba muy avanzada y el anal que le estaban haciendo no me convenció. Me senté por unos minutos más, pero seguía sin venir nadie hasta que apareció un sujeto de edad mayor. Tenía el pelo largo, llevaba una playera roja y unos jeans azules, me observó durante un rato, hasta que simplemente se fue. Decepcionado, pensé en irme, pero apareció otro sujeto, quien se sentó a mi lado, mostrándome su pene.

Él me dirigió la palabra y trató de masturbarme, pero alejé su mano de mi pene y le pedí que acercara el suyo, pero primero se puso un condón. Lo masturbé y unos minutos después, me lo metí en la boca. Hace tiempo que no probaba un pene con condón sin algún saborizante. Traté de hincarme en frente de él para poder chupárselo mejor, pero me pidió que me volviera a sentar, pues quería tener su mano en mi trasero en todo momento hasta que me preguntó si quería ser penetrado. Le dije que sí, se puso un condón encima del otro, yo me quité los pantalones y la playera, me puse el lubricante en la entrada del ano y me senté contra el asiento. Empezó a penetrarme.

Para mi desgracia, no duró ni dos minutos la penetración. Yo ya estaba empezando a disfrutarlo, pero el sacó su pene, se quitó los condones, los tiró al suelo y empezó a limpiarse el pene. Yo hice lo mismo con mi trasero. Él se despidió y se fue. Yo ya no tenía ganas de nada, pero entonces me di cuenta de que habíamos atraído la atención de algunas personas. Entre ellas, el sujeto de la playera roja estaba a unos asientos de mí, pero estaba con otra persona, un viejito que vestía de forma similar. Ambos sólo estaban viéndome sin hacer nada.

La película terminó y pusieron otra. Ésta era un poco mejor, era Big Cock in Asian… pero no puedo recordar la última palabra. Creo que era del estudió Third World Media. Hablando de ellos, sus películas de transexuales y asiáticas me gustaban bastante durante la preparatoria. Volví a intentar masturbarme, pero mi atención fue robada de nuevo. El viejito se había bajado los pantalones y se había hincado encima del asiento. Acto seguido, el sujeto de la playera negra empezó a penetrarlo.

Cada vez que entro a la sala, siempre apago mi celular para que nada me moleste. No sé exactamente durante cuánto tiempo lo estuvo penetrando, pero fueron al menos veinte minutos, ya que duraron más que la primera escena de la película. Mientras más minutos pasaban, los gemidos del viejito eran cada vez más altos. Durante todo ese tiempo más personas se fueron acercando a ver. Una de esas personas se sentó a mi lado. Era un viejito que vestía de negro, él quería masturbarme con la mano o con la boca, pero le dije que no, que mientras usara ropa de mujer, sólo sería pasivo. Hablamos un poco sobre mi gusto por la lencería, y entonces se marchó. Mientras seguía viendo a esos dos, giré para ver más gente y vi al viejito chupándosela a uno de los espectadores.

Mientras el sujeto de playera negra seguía penetrando al viejito, en varía ocasiones volteó a verme. Después de estar por más de veinte minutos, se sentaron un par para descansar, después el viejito volvió a ponerse en posición de perrito contra el asiento, pero el sujeto de rojo ya no le hizo caso, pues sólo me veía a mí. Para estar seguro, me apunté a mí mismo con un dedo y él asistió. El viejito se fue y los dos nos acercamos. Me puse en la misma posición que el viejito, movió mi tanga y empezó a penetrarme. Supongo que aún tenía algo de lubricante en mi ano, pues entró sin dificultad, como no había visto su pene por la oscuridad, pensé que quizás, tampoco era muy grande.

Estuvo penetrándome por unos cinco minutos, hasta que llegó un sujeto gordo en la fila de atrás quien trató de meter su pene en mi boca, pero no medía más de 10cm, por lo que me fue difícil metérmelo, y sólo jugueteé con el glande con mi lengua, supongo que le gustó pues no paraba de gemir y sacaba mucho líquido pre-seminal, sin embargo, creo que no le agradó mucho al sujeto de la playera roja, ya que me jaló con algo de brusquedad, me volteó y me recostó contra el asiento y, me volvió a jalar, para que mis piernas quedaran por encima de sus hombros. Él se inclinó hacia a mí y me penetró más fuerte que antes. Empecé a gemir.

A él le gustaba divertirse cambiando de posición mis piernas, tanto por encima de sus hombros, como contra su pecho. En cierto punto trató de sacarme los zapatos pero lo detuve y lo hice yo. Es la primera vez que estoy con un fetichista de pies, una vez que ya sólo tenía la medías, trató d meterse todos los dedos de unos de mis pies a la boca, para tratar de hacerlo el otro unos minutos después.

Luego de cambiar la posición de mis piernas unas cuantas veces más, me jaló aún más y trató de levantarme para que su cara estuviera a la altura de mi trasero, entonces empezó a lamer y a morder mi ano. El llamado Beso Negro es algo que hago con algunas prostitutas, pero realmente no siento nada en especial en ello. El ano de ellas no tiene un sabor realmente y no siento nada cuando me lo hacen.

Después de jugar un rato, volvimos a la posición original, el gordo seguía ahí, pero ya se había guardado el pene. Pude ver que otras personas seguían observando, pero en ese punto ya no estaba excitado. Hacerlo en el cine tiene la problemática de que no es para nada cómodo, mis brazos, pecho y espalda ya estaban cansados de estar contra los asientos, por lo que siempre prefería sexo de menos duración. Fueron unos tres minutos en los que me puse a tararear una canción infantil llamada “twinkle twinkle little star” para distraerme un poco en lo que él acababa (esa canción siempre me ayuda despejar la mente). Ya me estaba aburriendo así que pensé en algo para tratar de excitarme un poco.

Fuera de aquella prostituta a la que le pagué para sacarle una foto. No tengo fotos ni videos de mí teniendo sexo, así que le pregunté si podía tomar fotos, él aceptó encantado. Me senté para poder buscar mi teléfono, lo encendí y mientras se encendía le chupe el pene unos momentos. Resulta que era bastante grande, pero con el lubricante no se sentía así. Le di mi celular, pero tuve que encender el flash ya que no se veía nada.

En el cine Teresa no está permitido tomar fotos o video, es un regla implícita, dada por los usuarios, ya que todos se reocupan por su privacidad. Pero una cosa es que algún observador se ponga a fotografiar o a grabar a los usuarios teniendo sexo y otra es que sean ellos quienes las tomen, por lo que no hubo ningún problema, además, soy una persona muy apática y me es indiferente el ser visto por un montón de extraños. Saqué algunas con su pene dentro de mí y un par de videos de un minuto más o menos. Uno lo tomé yo acostado contra el asiento y el otro lo tomó él mientras me lo hacía de perrito (por desgracias sólo enfocó mi ano, así que apenas si ve la ropa).

Después de que terminara, ambos nos separamos y limpiamos. Le pregunté si tenía tiempo libre entre semana, pues quería ir esta vez a un hotel para tomar mejores imágenes y hacerlo sin que me duela todo el cuerpo, pero me dijo que no tenía. Ambos nos despedimos. Pude ver que algunos otros tenían sus penes preparados para mí, pero ya estaba muy cansado y también era algo tarde.

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