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Será amor... o pura obsesión (parte 3)

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Hace tiempo les conté acerca de la primera vez que me metí con mi suegro, en la ducha de aquel baño de hospital, después de cómo nos comimos en la cena de acción de gracias, ahora bien eso paso en noviembre del año pasado, durante los tres meses consecutivos no hemos dejado de darle rienda suelta a nuestras ganas, buscamos mil y un maneras de mirarnos, aprovechamos casi cualquier momento para pasar el rato, en febrero de este año me avisaron que tenía que realizar un viaje a la capital de mi país, por lo que yo me puse muy inquieta, ya que para mí representaba la oportunidad perfecta para estar a solas con mi suegro, sin miedo, sin escondernos en otra ciudad sin que nadie nos conozca, así que mientras me jefe me comentaba el itinerario que tenía que seguir, yo solo pensaba en la cogiditas que me metería con mi suegro, me empecé a excitar en la oficina así que salí volada de ahí y le llame a mi suegro para avisar, rápido comenzamos a idear la manera de que él se escapara con migo, aunque solo fuesen tres días, llego el día tome mi coche, mi maleta y bese a mi marido, al cabo de unos minutos le llame a mi suegro para ver donde estaba, pase a recogerlo a la central de autobuses donde mi suegrita lo había dejado minutos antes, le invento que tenía que ir a la capital del estado a arreglar asuntos del sindicato, yo… feliz y caliente.

Apenas salimos de la ciudad y tomamos carretera y me empezó a tocar cambiamos de lugar para que el tomara el volante y me dice:

- Lolis... No sería buena idea que te quitaras la ropa? así los camioneros que pasen al lado de la carretera se llevarían un buen recuerdo, hay que ayudarlos a que no se duerman.  

Este hombre tiene un poder sobre natural sobre mí, no me hace dudar cuando de cumplirle sus antojos se trata, así que obediente me desnude, me encantaba tener la piernas abiertas sobre el tablero y masturbarme con su ayuda mientras manejaba y los traileros y demás conductores me veían, solo me tapaba la cara porque no falta el que se crea reportero y me quiera grabar, al paso de las cuatro horas ya me había venido de lo más lindo una y otra vez, bajamos en una tienda para comprar algo, empezamos a besarnos frente al mostrador, y la cajera nos miraba extrañada, que hacia una veinteañera con un hombre tan mayor… Para ser sincera eso me encantaba comenzaba a sentir ese gusto por que los demás nos miraran, me hablo y me dijo al oído...

– Lolita no quieres agarrarme la reata aquí?

Empecé a masajearle su paquete frente a los compradores y la encargada de la tienda, el gemía y hacia ruiditos como: ummmm uiii asi cosita que ricooooo! Jajaja la gente empezó a vernos y vi justamente como un señor que estaba ahí se empezó a tocar acomodándose su cosa porque ya se la habíamos parado! Pedimos las llaves del baño y empezamos ese juego de lamernos, mordernos para acabar ensartada por mi hermoso viejo me tenía parada contra la sucia pared sentía como mi conchita era embestida con fuerza y yo disfrutaba cada metida, no nos importó que la gente nos escuchara, cuando acabo dentro de mí, se bajó a limpiarme las piernas, de pronto se detuvo… y dijo

- ese wey está viendo por la ventanita de arriba, deja voy a checar que no traiga teléfono.

Me sentí asustada pero también excitada, no tardo más de dos minutos y regresa con el tipo, el mismo que estaba dentro de la tienda, tenía como unos 45 años, el hombre tenía la verga mega parada se le veía por encima del pantalón, mi suegro me mira cierra un ojo y dice

- mira no me cree que no eres una “prosti” le digo que solo eres mi putita y nada más, dice que te da dinero si lo dejamos ver la acción completa.

Me sentí curiosa así que empecé a comenzó a dedearme delicioso, y yo quería más me le colgué como chango con mis piernas alrededor de su cuerpo y me lo empecé a coger hice para atrás mi cabeza para ver la cara de mi suegro y él estaba sonriente, le gustaba lo que veía, levanto mi vestidito y mientras yo tenía ensartado a aquel desconocido me metió el dedo en mi culito, el hombre aquel no podía ni sostenerse gemía y pujaba como loco, dijo -nunca había tenido el placer de meterle la verga a una mujercita como tú, eso me hacía sentir deseada y hermosa por lo empecé a darle mis mejores movidas, con mi mano saque el dedo de mi suegrito de mi culito y en esa misma posición le dije a nuestro invitado:

- mira papito ya está mojadito y abiertito para ti.  

Me levante con mis fuerzas y él se volteo, apoyo mi espalda contra la pared de aquel baño y empezó a meterme su vergota por mi culito, me daba tan fuerte y duro como si se le fuera a ir la vida por el pito, yo gritaba y lo rasguñaba, lo mordía en los brazos y empecé a decir no, no ya no, lo que al parecer le dio pila por que el hombre me taladraba el ano, en un suspiro combinado con un grito sentí que me llenaba con su deliciosa leche estaba caliente y espesa, me quiso besar pero yo me moví, el entendió, de repente recordé con quien estaba y busque con la mirada a mi suegro que tenía la reata de fuera, mojada, brillosa, y gruesa, le dijo al tipo: - salte ya y cuida afuera.

Me dijo que Lolita? Creíste que habías acabado?? No putita falto yo, yo no puedo estar sin tu culito… y me tomo del brazo, yo sentí miedo del dolor que sé que sentiría, me habían partido el culo, había cogido antes por enfrente, y este ya me quería ensartar otra vez! estaba desganada y adolorida pero no me importo me empine agarrándome de una mesita y abrí mis nalgas, - sírvase mi macho… no lo pensó dos veces me metió su animalote y yo salte, empecé a gritar ya no quería más, mis piernas se me aflojaron y ya no me sostenían como siempre su palo era mi sostén, después de cuatro o cinco minutos de nalgadas, jalones de cabello, pellizcos en mi vagina, y muchos insultos como: te gusta pinche puta? Es lo que quería vergas? Para eso estás aquí para que te la metan como a la puta que eres! Aquí no valen tus estudios, ni tu dinero aquí eres una pinche puta que se cogen en el baño dos batos y que aparte cobra!!

Eso me excitaba y ofendía al mismo tiempo acabo dentro de mi culo que ya estaba rosado y abierto, me limpio las nalgas y me saco casi como borrachita del aquel baño, me tambaleaba, ya no tenía maquillaje, mi cabello estaba despeinado y mojado, el vestidito floreado chueco y mi suéter casi salido de mi cuerpo, la gente de adentro de la tiendita estaban con cara de no poderlo creer, le dije adiós a mi cliente con la mano y mi suegro le asintió con la cabeza, haciendo una sonrisa cabrona y él le cerro el ojo…

Jamás lo he vuelto a ver pero lo tendré siempre en mi mente me ha hecho sentir que no importa si estoy flaquita y mis pechos son pequeños, lo importante es coger como puta… Nuestro viaje siguió con un montón de más depraves... pero eso lo contare más adelante.

(9,28)