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En el Mar

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Esto pasó con mi novio hace tiempo y no lo he contado a nadie. El tenía la fijación de mostrarme, de acariciarme delante de la gente, porque eso lo ponía a mil y conectamos de tal forma que ya nada me parecía raro y además terminaba gustándome, la pasión era inmensa y nos olvidábamos de todo, solo queríamos sentir placer. Al final, fue una relación tan larga, que terminó por dejar que otros me tocaran frente a él y jugábamos mucho con eso.

Fuimos de viaje a Puerto Vallarta y él tenía una lancha que guardábamos allá, con la cual nos íbamos a pasear siempre al mar… nos fascinaba la sensación del viento salado y la relajación que causaba viajar en ella. Normalmente nos gustaba hacer amigos y amigas y los invitábamos a ir de paseo con nosotros, pues éramos muy sociables.

Esa vez, habíamos conocido un chico que nos había caído muy bien y lo invitamos a pasar el día con nosotros. Llevábamos nuestros drinks, botanas, y algo de comer, todo para estar a gusto.

Estuvimos un buen rato en lo que salíamos de la marina y nos adentrábamos al mar, yo ya me sentía excitada desde el momento en el que supimos que íbamos a pasar un día maravilloso, porque además el chico me había visto con buenos ojos desde que lo conocimos y se había sorprendido mucho de la reacción tan positiva de mi novio.

La plática había estado muy buena y nos estábamos divirtiendo mucho por lo que me sentí en confianza y me quité los shorts y el top para quedarme en bikini, que era chiquito y apenas tapaba mis formas. Mi novio se puso feliz y me tomó de la cintura, acercándome hacia él y por lo que pude ver, él estaba tan cachondo como yo. El chico, que se llamaba Juan, como que se ponía nervioso, pero al mismo tiempo, no dejaba de mirarme.

Como mi novio iba manejando la lancha, me dijo que porqué no me iba a tomar el sol a la punta, mientras él platicaba con nuestro nuevo amigo. Mientras me acomodaba para que me pudieran ver bien, de frente, lo escuché claramente como le decía: "Fíjate bien Juan, lo buena que está mi mujer, le fascina que la observen", a lo que el chico le preguntó: "Pero no te molesta que la vea?" Y él dijo: "Al contrario, me gusta mucho que aprecien lo que tengo".

Uff! Yo ya estaba mal, después de escucharlos, me encantaba oir como decían cosas sobre mí. Me apoyé sobre la espalda y le pregunté a mi novio: "mi amor, puedo quitarme el bra delante de Juan?" Y mi novio: "Juan, quieres que se quite el bra y deje al aire sus hermosos pechos?", a lo que Juan no podía creer lo que oía y veía y apenas audible dijo un: "sí, claro", con voz ronca. Así que me lo quité y comencé a ponerme un poco de crema para que no se resecara mi piel, acariciándome los pechos con descaro, disfrutando de mis propias caricias en ellos, dándome pequeños pellizquitos en mis pezones, y mirando hacia los dos hombres que no dejaban de observarme.

Mi novio le dijo a Juan: "No quieres ayudarla a ponerse la cremita?" Y Juan dijo: "No me lo va a permitir", pero mi novio le dijo: "ella se va a dejar, créeme, atrévete, le gusta que la toquen frente a mí". Así que Juan, tímidamente se acercó hacia mí y primero solo intentó darme un pellizquito en un pezón, para ver mi reacción, y al ver que yo gemía y miraba a mi novio con pasión y sin quejarme, comenzó a hacerlo con el otro…. Jugando a hacerme cuerdita con ellos. Yo me arqueaba y comencé a unir mis pechos para ofrecérselos, pues adoro que comiencen con ellos a disfrutarme… Juan no tardó en comenzar a manoseármelos con gusto y mi novio le decía: "Te gustan su pechos, verdad que están buenos? Disfrútalos, gózalos, que a ella le fascina" y Juan no dejaba de estrujármelos hasta que se acercó y comenzó a lamer mis pezones y a chuparlos con fuerza, queriendo succionarlos todos y poniéndomelos rojos e irritados.

Mi novio le decía: "Juan, te doy permiso de hacer con ella lo que quieras, menos penetrarla, eso me lo dejas a mí y si quieres te pajeas mientras nos ves". Y Juan no hablaba ya, solo asentía con la cabeza y seguía disfrutando de mi cuerpo. Me sentó en la punta de la lancha, de tal forma que yo quedara con las piernitas abiertas, viendo hacia mi novio y se arrodilló en el piso frente a mí, pero dejando bien a la vista lo que hacía, pues ya se había dado perfecta cuenta de que esto nos gustaba a todos.

Juan me dijo: "Hazte a un lado la tanguita y muéstranos tu coño"… así que obedeciendo, dejé mi rajita al aire, disfrutando la frescura que me daba en ella. "Ahora comienza a tocarte para nosotros" a lo que mi novio dijo: "sí chiquita, obedece a Juan… haz lo que te dice". Así que comencé a pasar mis dedos de arriba abajo, sintiendo mi humedad y moviendo mi cadera de arriba abajo". Juan le dijo a mi novio: "Tu chica está que arde, creo que voy a darme un banquete con ella" y comenzó a pasar su lengua por mi conchita, con un arte que yo nunca había sentido!! Me comía y me chupaba sin piedad, pero suavemente, sin hacerme daño, disfrutando como iba saliendo mi lechita y lo hacía de tal forma que mi novio podía ver absolutamente todo. Me pidió que me abriera más los labios para que su lengua pudiera entrar toda en mi rajita y me la metía y sacaba delicioso, para después seguir lamiendo mis labios y chupando mi clítoris con majestuosidad.

Mi novio ya había comenzado a tocar su enorme paquete y decidió sacarse la verga que ya tenía bien parada. Le dijo a Juan que me hiciera venir, que me hiciera retorcerme de placer en su boca, que me dejara lista y recién venidita para que él pudiera meterme su verga en mi coño mojado.

Juan siguió chupándome y dándome lengua mientras yo me contorsionaba del placer, hasta que logró sacar un grito desesperado del orgasmo que yo estaba teniendo sin la menor vergüenza. No podía controlar la excitación de tener un hombre extraño chupándome y sabiendo que después sentiría la enorme verga de mi novio entrando en mí sin la menor piedad.

Cuando terminé, inmediatamente, mi novio le dijo a Juan que se levantara y tomara el timón. Juan obedeció, no sin dejar de tocarse su verga, que también tenía ya enorme. Mi novio me dijo: "Ahora nena, voltéate y apóyate con las rodillas para que pueda ver bien tu coño y tu culo de putita que le gusta ser gozada".

Me puse en 4 patas sobre el sillón de la punta de la lancha y terminé quitándome la tanguita para que nada estorbara. Mi novio se puso detrás y comenzó a jalarme los cachetes hacia un lado para poder ver mi coño. Comenzó a meterme un dedo mientras con el pulgar me daba empujoncitos en mi culito.

Volteaba como podía para ver a Juan y aunque no lo podía ver muy bien, sabía que se estaba pajeando viendo mi gran culo y a mi novio jugando con él, lo que me ponía todavía más caliente. Mi novio lo sabía, así que comenzó a meter la cabeza de su verga dentro de mí y después me la dejó ir toda a fondo, entrando y saliendo, resbalando dentro de mí junto con mi lechita que lo dejaba bien lubricado. Me bombeó con fuerza y ya no podíamos más, hasta que me llenó toda la puchita de leche, mientras yo tenía otro orgasmo brutal…

Se salió y me pidió que me quedara así, mostrando mi culo chorreadito para que Juan pudiera terminar. Le pidió a Juan que se acercara y que terminara sobre mis cachetes, para que yo terminara de sentir lo putita que era. Es una mas de mis historias… escríbanme, cuéntenme lo que se les antoja…

(9,20)