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Nuestra primera vez en un club liberal

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De como pude realizar mi mayor fantasía... (Ficticio)

Hola, este es el primer relato que escribo… y lo hago para todos aquellos que disfrutan leyéndolos está basado en hechos reales que pasaron en el mes de junio de 2009 espero que les guste… aunque los nombres no son reales si se parecen a los de verdad... así que comienzo a relatarles.

Somos un matrimonio español que vive en Barcelona y que llevamos casados cerca de 18 años... aunque nos queremos muchísimo nuestra monotonía ha hecho mella en nuestra actividad sexual haciéndola cada día más y más… pues eso... monótona.

Mónica... que así se llama mi esposa es una mujer muy bonita... rubia, ojos verdes, mide 1.65, pesa unos 58 kilos y tiene un cuerpo bastante bonito teniendo en cuenta los dos niños que ha tenido... sus tetas aunque no han podido aguantarse del todo erectas si mantienen aún cierto encanto... no son muy grandes... 90-95 pero sus pequeños pezones se ponen superduros una vez excitada...

Tiene un culo bien definido... casi exento de grasa y un coño rosado muy pero que muy sensual y apetitoso...

Es una mujer comparable con los motores diésel... le cuesta un pelín calentarse pero una vez se calienta y humedece es muy pero que muy sumisa y entregada.

Cada seis meses ella y yo solemos darnos como decimos...un homenaje... que consiste en irnos a cenar... a tomar una copa y después... a la casita blanca... (Es un hotel pensado para parejas… con total intimidad).

Este fin de semana teníamos preparado uno de esos homenajes... para el sábado por la noche más concretamente.

Así que llego el sábado... yo me acerque a casa de mi suegra para dejar a los pequeños con ella mientras ella se metía en el cuarto de baño para ducharse...

Cuando regrese un dulce aroma a canela y rosas invadía mi casa... la puerta del baño estaba abierta... y allí estaba ella... con su pelo húmedo de la ducha... solo llevaba un tanga de encaje de color negro... y se estaba depilando...

—te vas a poner falda?... (Le pregunte)

—ya lo veras... (Me contesto)

Yo fui a buscar mi ropa para la ocasión... un pantalón de lino blanco con una camiseta negra de dolce&gabanna y todo ello con unos zapatos de color marrón claro sin calcetines...

—Voy a afeitarme...

—Si... yo ya he acabado... voy a vestirme... y salió del cuarto de baño.

Me afeité... y cuando salí del baño tuve ante mí la imagen más sensual, erótica y sexy que había visto en mucho tiempo... estaba preciosa... llevaba una especie de corpiño azul turquesa era de esa fibra que no se arruga nunca y que se sujetaba a su cuerpo simplemente por un fino lazo atado a su cuello... dicha prenda simplemente dibujaba el relieve de sus senos haciendo evidente que no llevaba sujetador y lo combinaba con una minifalda de color negro con una serie de dibujos de líneas en colores azules pastel y rosas que le quedaba muy bonito y sexy... la falda le llegaba un palmo por encima de las rodillas y llevaba unas sandalias de tiras negras con unos tacones de unos ocho centímetros... se había colocado delante de la luz de la ventana colocándose bien el recogido del cabello... con la pinza del pelo en la boca...

La luz que entraba por la ventana dibujaba el contorno de su cuerpo de sus pechos… me fije que se había puesto el colgante que le regale en Menorca.

—Vamos... (Me dijo)

—Si… si... (Le dije medio asombrado por la escena que acababa de contemplar).

Una vez en el coche... no podía quitar los ojos de esa mujer que llevaba casi 18 años conmigo... y que hoy estaba impresionante… y eso que normalmente está muy guapa.

Yo... hace tiempo que tengo una idea que me excita muchísimo... y es ver a mi esposa con otro hombre... eso de ver como ella disfruta con otra polla que no sea la mía... como se corre... como se entrega a otro con total sumisión y todo ello delante de mí... es algo que me pone muy cachondo...

Aunque alguna vez se lo he comentado y hemos fantaseado mientras follabamos la cosa siempre ha quedado ahí... pero esta vez tenía un plan... estaba decidido a convertir mi fantasía en realidad y quería hacerlo con su consentimiento pero sin que ella fuese consciente de lo que hacía...

La cena fue en un restaurante que conozco en la zona de Horta un barrio de Barcelona... el restaurante se llama la Masía d'en Joan... allí trabaja un buen amigo mío... José... así que le pedí un favor... y le dije que por favor cargase más de la cuenta las sangrías que le pidiésemos durante la cena...

Así lo hizo... con la primera y con la segunda... Mónica... no notaba nada... hablábamos y reíamos... ella quizás un pelín más de lo normal pero tampoco se le notaba demasiado embriagada... si llevaba lo que llamamos el puntillo...

Cenamos y una vez después... tomamos un par de copas de cava catalán... así que entre la cena... y las copas salíamos del restaurante a eso de las 0:30

Entramos en un local brasileño llamado SALSA BRASIL es un sitio en el que puedes tomarte un par de copas... hablar... bailar... así que nos tomamos dos caipiriñas y hablamos durante un rato de todo... pero con ese puntillo de alegría...

Yo observaba que ella cruzaba las piernas, ponía una mano sobre sus rodillas, y me hablaba de una forma diferente (como si el alcohol que estábamos tomando comenzase ya notarse en su cuerpo) pero no iba borracha...no era lo que yo buscaba.

—Vamos a otro lado... (Era el momento)

—¿A dónde?... (Pregunto)

—Acompáñame... te gustará...

Así que... nos levantamos y nos fuimos...

Cogimos el coche... y durante el trayecto yo acariciaba la rodilla izquierda de mi mujer llegando incluso a meter mi mano por debajo de su falda y acariciando su sexo por el exterior del tanga... ella... cerraba los ojos... y sonreía... con consentimiento.

Llegamos a eso de la 1:45... El local se llamaba Libert69 y tenía parking propio... costaba reconocerlo pues no parecía para nada un local liberal... sino más bien su entrada era como muy discreta… con plantas fuera... habían dos carteles uno de reservado el derecho de admisión y el otro con la letra h de todo local de restauración...

Pulsamos el timbre... y nos abre la puerta una mujer morena... muy guapa aunque algo mayor… muy morena y pintada en exceso para mí... viste muy extremada...

—Hooola... (Nos recibe con una sonrisa mientras no abre la puerta del todo y pasamos dentro... así que la cierra detrás de nosotros).

El ambiente que había en la recepción del local era muy acogedor su luz tenue... sus plantas de interior... un guardarropa vacío puesto que el tiempo no invitaba a llevar muchos abrigos... el suelo enmoquetado y limpio... y una olor como a incienso o alguna cosa comparable con hierbas aromáticas extravagantes... con luces de neón... de color verde, azul y rosa, que se perdían por un pasillo que supuestamente iba hacia la zona de copas... supongo.

—Es la primera vez que venís... espero que disfrutéis... (Nos dice)

—Si... (Le contesto).

—Deseas dejarme el bolso?... (Le pregunta a mi mujer)

—No, gracias... llevo el tabaco… (Contesta ella)

Mónica, permanece callada... como si sospechase donde está pero tampoco quisiese preguntar... simplemente miraba a su alrededor...

Elisabeth que así se llamaba la relaciones públicas del local nos acompaña al interior... la sala era una pasada... la pista era muy grande... y tenía tres barras de bar que la rodeaban seguía habiendo una iluminación más bien escasa pero suficiente... y sonaba una música muy agradable y relajante... se notaba mucho el aire acondicionado o al menos mi esposa si lo notaba en vista de que tenía los pezones súper duros (podía apreciarse con tan solo mirarla)... al fondo habían parejas sentadas en los oscuros reservados, parejas hablando en las barras de bar... alguna que otra pareja ya se había comenzado a calentar más de lo normal y dejaban llevar sus sensaciones más allá de los puros comentarios... también había algún que otro tipo solo que miraba como otras parejas bailaban más agarrados en el centro de la pista... observé que una pareja de dos mujeres y un hombre se iban por otro pasillo... imagino que a alguna habitación o reservado... un pelín... mas reservado.

Mónica... miraba todo esto también... pero no me dijo nada... nos sentamos en una mesa que había en una de las esquinas... saco un cigarrillo y me ofreció otro a mí... cruzó de nuevo sus piernas... (Rollo instinto básico... pero no tan exagerado)... me miró y me dijo...

—Al final me has traído aquí...

—Moni... aquí no pasa nada que tu no desees... y no estas obligada a hacer nada que tu no quieras... me daba morbo venir aquí contigo... nada más.

—Ya, ya... (Contesto mientras ponía su brazo izquierdo por detrás de mi espalda e inclinaba la cabeza hacia atrás apoyándola sobre el sofá)

Este es el momento de atacar... (Pensé)... y ataqué... acerqué mi boca a su cuello... y muy suavemente comencé a besarlo... ella... cerró los ojos... y todavía echó la cabeza más para atrás... seguía besándola... mientras a la vez intentaba dejar el vaso con el habana siete con cola que había pedido en la mesa.

Ella continuaba inmóvil... dejándose hacer... dejando que yo la besase... era un buen comienzo... de repente... volvió a echar la cabeza hacia adelante... como si se hubiese dado cuenta de donde estaba... y volvió a dar una calada a su cigarrillo consumido por el tiempo... así que yo... me aparte... y cogí de nuevo el vaso...

Mónica... apuró su cigarrillo... y lo apagó en el cenicero... cogió su vaso... y dio un trago... un trago largo... lo dejó de nuevo en la mesa... y... volvió a echar la cabeza hacia atrás... y esta vez... también cerró los ojos...

Una segunda oportunidad... así que intenté de nuevo lo mismo... y comencé con su cuello... a besarlo... sin embargo... algo había cambiado... ella... en vez de quedarse inmóvil... empezó a acariciar mi cara... mi cuello... y suspiraba... suavemente pero suspiraba... sus ojos permanecían cerrados... en vista de que comenzaba a entregarse... decidí dar un paso más... así que con suavidad fui metiendo mi mano derecha por debajo del corpiño azul... hasta tocar una de sus tetas... ella... al principio se puso un pelín rígida... como incomoda... pero le susurre al oído:

—Tranquila... tranquila... déjate llevar...

Y eso hizo... volvió a relajar su cuerpo... y yo comencé a manosear su teta... y ya las dos a la vez... primero con delicadeza hacia ella... y hacia los demás (reconozco que me daba un pelín de corte que me viesen así... pero al fin de cuentas... creo que todos estaban allí por algo)... como decía... acariciaba sus senos... primero suavemente... pero poco a poco... con más rudeza... cosa que sé que le gusta... incluso... levantando de vez en cuando su corpiño... cosa que hacía que le quedasen las tetas y su magreo a la vista de todos.

Me di cuenta que en el sofá, a mi lado se había sentado una pareja que también estaban liados y era la mujer la que estaba más cerca de mi... estábamos bastante cerca unos de otros pero no pegados... así que decidí acercarme aún más a ellos... con sutileza fui acercándome yo y mi mujer a esta pareja que pareció no estar nada incomoda con la idea pues ella decidió incluso apoyarse en mi espalda...

Yo... continuaba besando en la boca a Mónica y de vez en cuando también besaba sus pezones... ella... paso en un momento de los suspiros a los pequeños y cortos jadeos... clara demostración de que aquello le gustaba... y la excitaba... mientras acariciaba sus tetas ella contorsionaba su espalda como intentando que yo presionara aún más sus pechos duros...

De pronto y ante toda la sorpresa por mi parte... noté una mano en mi entrepierna... me estaba acariciando la polla por fuera del pantalón... miré hacia abajo y mi sorpresa fue aun mayor ... no era Mónica... era la mujer que tenía a mi espalda... me acariciaba a mí... acariciaba mi poya de tal manera que me la puso dura en cuestión de segundos... desconozco si mi mujer en ese momento se dio cuenta de eso... pero si no lo hizo... no tardó en hacerlo puesto que abrió los ojos... y lo vio... no hizo nada para impedir que aquella desconocida le metiese mano a su marido en su presencia... volvió a cerrar los ojos y me beso.

De repente una voz interrumpió nuestras caricias a tres bandas... era la relaciones públicas... que muy sutilmente nos dijo:

—Parejas... tenemos unos reservados donde podéis continuar con vuestro juego... aunque no pasa nada si continuáis aquí.

Yo... me la quedé mirando... y miré a mi alrededor... pensaba que todo el mundo habría estado mirando nuestro jueguecito a tres bandas... pero no fue así... la gente estaba a lo suyo... que más o menos era lo mismo... los hay que te miraban... pero estaban en la misma situación que tu... o más comprometida aún.

Miré a mi esposa... y le pregunte:

—Quieres...?

—Ella me miró... y en su cara había una mezcla de deseo, vergüenza, y duda... como si lo desease... pero algo le impidiese moverse... quizás el exceso de pudor.

Así que no me lo pensé... cogiendo a mi esposa de la mano la hice levantar del sofá... y le dije a Elisabeth.

—Por favor... indícanos tú el camino...

Salimos detrás de ella y nos encaminamos por el mismo pasillo por el que antes había visto ir a aquel trio de m—h—m... no tardamos en llegar a una puerta iluminada por una luz amarillenta... la abrió... y aluciné.

Cortinas granates... moqueta granate... sofás granates... paredes rosas... y unas gran cama redonda en medio... granate... ella... Elisabeth... bajo la intensidad de la luz... y dándole a un botón... sonaba una cálida melodía en la habitación...

—Disfrutad... y si necesitáis algo... ya sabéis...

Y desapareció cerrando la puerta y dejándonos a mi mujer y a mi allí solos... Mónica... de pie en frente de mi... me cogió por la cabeza y comenzó a besarme... ahora parecía que era ella quien llevaba la iniciativa... comenzó a meter sus manos debajo de mi camiseta... y acariciando mi pecho... yo... a la vez... acariciaba su espalda... y metía una mano por detrás de su cintura hacia su culo... tocando su tanga... y el encaje de este...

Comencé a hacerla retroceder poco a poco... en dirección a la cama... cuando llegó al borde... con un leve empujón... la arrojé sobre ella... ella... se quedó estirada y yo me agaché y me puse de rodillas delante de sus piernas... para esta vez sí... levantar su falda... y comenzar a lamer el interior de sus muslos... cosa que la vuelve loca... cada vez subía mas... y más... hasta llegar a la entrada de sus coño... entre mi boca y su coño solo el encaje del tanga era la frontera... pero aun así yo se lo chupaba... notaba como había humedecido... estaba mojada... y jadeaba... jadeaba ahora más alto que antes...

—aaaAAh... uuuUPSss

Decidí quitarle el tanga y la falda... dejándola solo con los zapatos puestos... mientras seguía acariciándola me incorporé para observarla... la incorporé un poco a ella y le quite el corpiño... volví a besar su boca y ella cerro de nuevo los ojos... me agache de nuevo ... y acerqué mi cabeza a su entrepierna... su respiración se aceleraba cada vez que yo rotaba mi lengua en su clítoris... que se humedecía muchísimo... de repente se abrió de nuevo la puerta de la habitación... era la pareja de antes... venían con Elisabeth de nuevo... ellos entraron casi con la luz como estaba... y sin hacer prácticamente ruido... y en la cama se pusieron en el lado opuesto al nuestro... ahora sí que podía verlos más claramente... el que era un morenazo bastante guapo... se quitó la camisa... y se acostó sobre la cama boca arriba... ella... se subió encima de el... pelirroja... pelo rizado... sus tetas estaban operadas con una especie de duende tatuado en una de ellas... después de este breve estudio continúe con mi esposa... pero ahora también los observaba a ellos... Mónica pienso que aunque seguía con los ojos cerrados... intuía que ya no estábamos solos...

Me acerque a mi mujer... y comencé de nuevo a besarla... sus labios recibían los míos cada vez con más deseo... yo recorría todo su cuello... y pechos con mi boca... decidí quitarme la camiseta... mi cuerpo no era tan escultural como el del moreno de al lado... pero...

Mónica empezó a acariciar mi espalda... y comenzó a desabrochar mi pantalón...

Yo estaba supere citado... estaba en una cama con mi esposa prácticamente desnuda, a punto de follarmela y con una pareja al lado que de seguro estaban pensando lo mismo que yo... acaso se va a hacer realidad mi fantasía mas prohibida...

La respuesta llego rápidamente cuando observe que una de las manos de chico moreno... rozaba con suavidad... casi acariciando la mano de Mónica... ella tenía los dos brazos estirados cosa que hacia posible que se tocaran... se tocaron incluso hasta el punto que él llegó a rozar una de sus tetas... ella en un principio abrió sus ojos y rápidamente movió el brazo... casi por instinto... y el hizo lo mismo y volvió a centrarse en su pareja con las dos manos...

Yo poco a poco fui haciendo que Mónica volviese a estirar los brazos en la posición anterior... y mirando al chico moreno... que también me miraba a mí... le hice un gesto de asentimiento... que el entendió rápidamente... y comenzó de nuevo... comenzó a acariciar el contorno de su brazo con un dedo... ella ya no lo quitó... su cara expresaba excitación... comenzó a disfrutarlo... cuando me di cuenta... la pareja se había acercado más aún... estaban muy cerca de nosotros... fue como si el gesto que le hice a el hubiese sido el principio de la complicidad...

El chico moreno se había incorporado... y ahora era la pelirroja la que estaba estirada boca arriba... igual que Mónica... él se subió encima de su pareja... y comenzó a besarla... a acariciar los pechos de ella... yo me agache y comencé a chupar el coño de mi mujer... que levantó las piernas y las flexionó sobre la cama... apoyada sobre los zapatos... hacia fuerza con su cadera hacia arriba para apretar más y más su coño contra mi boca... hice que mi esposa se pusiese más aun en el centro de la cama... cosa que acerco si más cabe a las dos parejas... y ahora si estábamos realmente cerca... ellas dos estiradas y nosotros dos sobre ellas.

Entonces comencé a ver cosas que jamás pensé que vería... el chico moreno acariciaba algo más que el brazo a mi esposa... y ella ya no lo apartaba... sino que parecía como si buscase que le acariciase más partes del cuerpo... acercando incluso sus pechos a sus manos... el... lo aprovechó... y comenzó a masajearle las tetas ante mi atónita y excitada mirada... mirada que tuve que bajar para ver como la pelirroja se había acercado a mi paquete totalmente lubricado... y sacándomelo con la mano del calzoncillo... comenzó esta vez a masajeármela de arriba a abajo... para al final... metérsela en la boca... no hacia ni quince minutos que habían entrado en la habitación y ya estábamos así...

Mónica me miró... y al ver como aquella mujer tenía mi miembro en su boca me volvió a mirar... buscó incluso la manera de que el chico manoseara más sus tetas incluso... que se las besase... sino que se colocó de forma que su cabeza se quedó a la altura del miembro del moreno... él se la saco... y mi esposa me miro y... simplemente tuvo que abrir su boca para que le entrase parte de ella dentro... y comenzó a chupársela... ahora estábamos totalmente cambiados... yo... ya no tocaba para nada a mi esposa... y ella... se estaba comiendo la polla de otro en mi presencia... mientras... le comían los pechos con tal rudeza que le quedaban con un cierto color rojizo... yo por el contrario... miraba... mientras me comía la polla la pelirroja... acariciaba sus tetas operadas... y mordía sus duros pezones...

Estaba alucinando... mi esposa a cuatro patas le chupaba la polla a otro en mi presencia... se la chupaba prácticamente hasta el fondo... yo dejé a la pelirroja... y me dirigí por detrás a Mónica... y sin más preámbulos... se la clavé...

—aaaaAAAAAHG... aaaAAAGH... (Gemía).

Yo agarré sus caderas... y comencé a bombear su coño... mis huevos... chocaban contra su clítoris... mientras ella... a cuatro patas chupaba el cipote del otro... escuchaba sus jadeos ahogados por la carne que llevaba dentro de la boca

La pelirroja se acercó a mi esposa... e inclinando su cabeza comenzó a lamer sus pechos con los pezones totalmente tiesos... a Mónica esto pareció excitarla todavía más... y chupó todavía con más ansia la polla del tío moreno... yo... seguía mete saca a mi esposa que continuaba apoyada de pies y manos... pude apreciar algunos hilillos de leche que salían por la boca de mi mujer... cosa que hizo que sospechase que él se había corrido y lo más sorprendente... que ella se lo había tragado... todo... yo se la metía y sacaba con tanta ímpetu y fuerza que incluso me dolía la espalda... así que decidí sacársela... para que mi mujer me la chupase también a mí y sabiendo que él se la follaria a ella y el coño de mi mujer recibiría su polla con total deseo y excitación... cuando me acerqué a su boca... el chico le saco la polla de la boca a Mónica y se fue hacia sus caderas... y Mónica abrió de nuevo la boca para acoger en ella mi carne... no me equivoque... ella contoneaba y movía su cadera como buscándole la polla... estaba totalmente entregada.

La pelirroja se había colocado con la cabeza bajo la cadera de mi mujer... y había comenzado a comerle el coño... a lo que mi esposa bajo la cadera más... para que ella tuviese mejor accesibilidad a su clítoris... mientras le comía el coño a mi mujer la pelirroja me acariciaba suavemente los guevos... cosa que hizo que me corriese en la boca de mi esposa...

Moni a pesar de mi leche (y era ya la segunda que tragaba) continuaba chupándome la polla y se contorneaba a consecuencia de la comida de coño que le estaban haciendo... estaba totalmente poseída... abría los ojos de vez en cuando... y los volvía a cerrar... su cara era de puro placer... y cambio a dolor cuando el moreno comenzó a metérsela por el culo... aunque continuaba chupándomela... si pude notar cierto agarrotamiento... cierta rigidez momentánea en el cuerpo entero cuando la polla le entró entera en el culo... (habíamos practicado sexo anal alguna vez... y le había gustado... pero no con la rudeza de esa vez)... aunque el agarrotamiento solo fue momentáneo... pues ese tío sabia moverse... y moverla a ella... comenzó a bombearla por el culo... a cada embestida que le daba ella solo gemía y jadeaba... las tetas se le movían al ritmo de las embestidas... le estaba infringiendo tanta rudeza en la follada del culo que me golpeaba con la boca en los huevos así que se la quite de la boca... y me fui a buscar a la pelirroja que continuaba comiéndole el coño y los huevos a él... el cogió por la cintura a Mónica y mientras la tenía penetrada la hizo incorporar de rodillas... una vez así... continuo culeandola... la culeaba... y le estrujaba las tetas... cada penetración sacaba un... aaaauug... aauuug... auuug... aaaaaAAAhg... de mi esposa que me hacía deducir que lo estaba disfrutando...

Yo... hice lo propio con la pelirroja... pero a mí me costó menos pues creo que el culo de esta ya no estaba tan cerrado...

La escena era muy excitante... mi esposa movía la cadera hacia delante y atrás de manera que la polla de aquel tío entrara y saliera... y cuando no lo hacia el la empujaba a hacerlo... y yo... me corrí rápido dentro del culo de la pelirroja... y se la saqué...

Ella me la cogió de nuevo... y comenzó a hacerme una paja... me dolía la polla... y los guevos... pero le dejé hacer... ya sin fuerzas... aun me corrí en sus tetas...

La pelirroja comenzó a besar a mi esposa por el cuello mientras jadeaba y sudaba al ser follada por el culo... incluso se besaron alguna que otra vez...

De repente él se corrió dentro de ella... y su gesto era de auténtico placer... mientras se corría a cada lecherada hacia que el espasmo de la polla se metiese más en el culo de mi esposa... y ella esto lo respondía con expresiones de dolor en su cara sudorosa... Cuando se la saco... hilillos de leche se quedaron colgando del agujero abierto del culo de Mónica... el tenía la polla sucia con algo que parecía... mierda... pero no le importaba... ella se quedó apoyada con la cabeza en el colchón... boca abajo... y flexionada de rodillas... el cuerpo totalmente sudoroso... y su pelo como si hubiese salido de la ducha... jadeaba y jadeaba...

Continuamos follando después yo con mi esposa y el chico moreno con su pareja... mientras ellas se besaban con la lengua... follamos y follamos hasta acabar extenuados...

A la mañana siguiente nos despertemos solos... había una nota que habían dejado dándonos las gracias por la noche que habíamos pasado... y un numero de móvil... y dos números más... Arturo y Andrea... llamadnos cuando deseas repetir en ninguna película que hemos hecho habíamos vivido tanta pasión...

© eroslifewomen

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