Nuevos relatos publicados: 17

El encontrar a mi prima y el camarero en mi cama

  • 3
  • 25.861
  • 9,37 (27 Val.)
  • 5

En el casamiento disfrutamos todos, los novios, los invitados, el camarero de la fiesta y en especial mi prima Martina.

La celebración de casamiento entre mi hermana y mi cuñado fue pequeña por lo inmediata que resultó, pero hubo buena música, mucho alcohol y comida.

La mejor parte o lo que me interesa contarles fue lo que me tocó escuchar y ver, mi prima siendo brutalmente cogida por uno de los camareros de la fiesta, en mi propio apartamento.

Les cuento ella es del interior y se vino para la fiesta a quedar en mi apartamento. Físicamente es lo que se puede decir pulposa, con unas lolas que siempre parecen estar a punto de hacer estallar su sujetador, es de estatura media, cuerpo y cola donde agarrar suficiente, pero lo que mata es su aire angelical que trasmite su sonrisa y con su frescura.

Estuvo toda la noche tirando lances y miradas con el camarero, un tipo alto un tanto mayor para nosotras, estimó que arriba de los 45 años, morocho con un cuerpo ancho que parecía fibroso y no gordo.

La fiesta estaba casi terminada y los vi hablando a mi prima y el camarero, a un lado de la pista.

Con Solé decidimos seguir la noche en el boliche, entonces me acerque para avisarle a mi prima si se venía, con nosotros y me contestó que no, y al despedirme con un beso me pidió al oído las llaves del apto, si dudar y con disimulo se las di y me fui con Solé.

El boliche era el del ex de Sole, ella quería verlo y fuimos para ahí, pero no estaba bueno y mi estado no era el mejor, yo me sentía muy mareada, entonces emprendí la vuelta a casa, Solé se quedó revoloteando-le a su ex.

Llegó al apartamento y los gemidos se escuchaban desde el pasillo, parecían estar justo atrás de la puerta, se escuchaba en cacheteo de sus nalga en cada embestida, se sentía brutal, mi prima y el camarero dentro.

Esperé unos minutos y la cosa no parecía terminar, yo estaba agotada y necesitaba pasar al baño entonces no pude esperar y entre despacio, por suerte no estaban en la sala sino en mi cuarto, en mi cama y con la puerta abierta de par en par.

Martina levantó la vista me vio y sonrió, él camarero ni se dio cuenta y tomado los glúteos regordetes de mi prima seguía duro duro. Pase por el baño y al intentar salir me detuve, mi prima piernas abiertas en el sillón de la sala tenía al camarero comiéndole la almeja, con su mano lo manipulada a su antojo tomándolo de la corbata que tenía en su cuello.

Mi prima decidía y ordenaba todo lo que quería y el con un pene erecto en todo momento no dejaba posición sin probar, todo era excitante y yo sentada en el baño mirando con la puerta entre abierta, no pude resistirme y lleve mis dedos a mi conchita para sentir un poco el placer que mi prima, seguro estaba teniendo con aquella carne llamándole la su argolla.

No sé cuántos orgasmos habrá tenido, pero que gritó y exclamó placer, fue intenso, es entonces que Martina exhausta y completamente satisfecha dice:

- Te has ganado mi cola, eres un malvado siempre supiste que tu pene iba aguantar, lo disfrute y lo disfrute y me va a doler, pero lo prometido es tuyo.

- Ahora si vas a sentir placer, te dije que aguantaría y aquí estoy lo ves esta duro para romperte la cola, dame esas nalgas, esto será cortito porque me encanta.

Puso no sé qué en su cola y ahí lentamente la fue penetrado, ante las exclamaciones de dolor-placer de mi prima, podía identificar como cada centímetro de pene rompía su cola.

Mis dedos intensos se agitaron en mi clítoris y vagina, mientras en mi boca podía una toalla para contener mis quejidos y ahí terminar con ese escalofrío delicioso que tiene lograr el éxtasis,

Tome un baño y al salir el sexo en la sala ya no estaba consumado, se habían retirado al dormitorio ahí los pude ver con la puerta entre abierta estaban en mis sábanas, ella en sus brazos sobre su velludo pecho, ella fumando uno cigarrillos.

A la mañana, ya el camarero no estaba y Martina me despierta del sofá con el desayuno listo, eso fue todo.

(9,37)