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Tía Olga y Jason (Capítulo 3)

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La primera de muchas sesiones de sexo, de Olga y su sobrino Jason acabó un poco más antes de las 4am, ambos tenían deseo de dormir juntos, sin embargo, para evitarse un interrogatorio por parte de Ana, decidieron separarse.

La mañana llegó y pasó, sin que Jason lo notará pues dormía sin preocupaciones, hasta que Ana lo despertó, alrededor de las 11:30am.

- Vamos Jason, levántate, no seas tan perezoso.

Jason se enredó entre las sábanas otro rato, hasta que finalmente se levantó para evitarse otro regaño.

Luego de orinar, lavarse la cara y cepillarse los dientes, se dirigió a la cocina.

Extrañamente no recordaba nada de lo sucedido, lucía tan relajado como siempre, hasta que se encontró con la Tía Olga frente a frente, quien le servía unas tostadas de desayuno.

Ella le sonrió de una forma un poco más que simplemente "cariñosa", el intentó lo mismo, sin embargo, pensó que se vería torpe, en vez de sexy.

Olga vestía una vieja blusa sin mangas de color celeste, y unos shorts grises, que llegaban a las rodillas y que parecían a punto de explotar, gracias a su enorme trasero.

Una vez que se quedó solo para desayunar, un mar de pensamientos le inundó, estaba seguro de que Olga no diría nada, pero de alguna forma se sentía abrumado y culpable.

Tratando de ocupar su mente, decidió acompañar a su abuela a comprar unas cosas en el mercado.

Una hora más tarde se encontraban de vuelta en casa, Olga había preparado el almuerzo, y ya estaba listo para servirse, al igual que ayer todos (incluyendo a Carlos) se sentaron a la mesa y disfrutaron de un agradable almuerzo familiar, luego de haber terminado, Olga y Jason llevaron los platos a lavar.

- No te preocupes Ana- dijo Olga- nosotros nos encargamos.

Olga se acercó a Jason por detrás y le agarró ferozmente las nalgas, éste al estar desprevenido se asustó y luego rio.

- Así que, ¿Cómo has amanecido? - le preguntó a Jason-.

- Estoy bien, creo... ¿Que hay de ti... tía?

- Yo igual, ¿sabes? Temía que estuvieras arrepentido.

- No no, para nada, más bien estoy algo...nervioso, ¿Tal vez?

- Lo estarás aún más cuando lo hagamos con las luces encendidas, mis ojos te comerán vivo -bromeó-.

- Creo que en la cama, perderé todo nerviosismo.

A mitad de la tarde, Olga veía una vieja película de los años 70 en compañía de Jason, definitivamente no había nada bueno en la televisión los fines de semana.

- Tomaré una ducha, querido

- Me permites acompañarte

- Esperaba que lo pidieras - dijo con una sonrisa sensual-.

Sin perder un segundo más, Jason y Olga entraron al baño, mientras se besaban y acariciaban, Jason puso a Olga contra el lavabo, mientras zambullía su lengua dentro de ella, mientras que ella le quitó su suerte y le bajó los shorts.

Sin quedarse a atrás, Jason levantó la blusa de Olga, quien no llevaba brasier y bajó el short de su tía, dejándola sólo con unas enormes pantaletas blancas, las de las cuales sobresalían unos cuantos pelitos de su peludo coño.

El joven comenzó a apretarle los marrones pezones de sus enormes tetas y ella a su vez, comenzó a jalarle las tetillas de sus bien formados pectorales.

- ¿Te gusta eso Jason?

- Me fascina... mmm - dijo él-.

Ella comenzó a besarle el cuello, y después bajó a chuparle sus tetillas.

- mmm si me encanta, me pondrás la verga bien dura.

Olga le mordía suavemente las tetillas y con su mano derecha le tocaba la verga, la cual se salía de su bóxer.

- Que enorme verga, la quiero toda Jason

- Tendrás que esperar un poco - dijo alejándose de la boca que atacaba sus tetillas y poniéndose de rodillas.

A la altura de sus pantaletas, Jason amasaba las tetas de Olga, mientras con sus dientes le bajaba la pantaleta, sus enormes ojos oscuros penetraban en los de ella, quien mientras observaba esa excitante escena, se mordía el labio inferior y soltaba un suave "mmm"

Ya con las pantaletas abajo de las rodillas, Olga se salió de ellas, y Jason la siguió quedándose él también al desnudo.

De rodillas nuevamente, Jason hundió su nariz en la masa de pelo y respiró profundamente.

Lentamente, fue bajando hasta la raja de ese gordo chocho y lamió la raja despacito, bajó y subió varias veces, sacándole unos cuantos suspiros a su tía.

Ésta por su parte abrió más sus piernas, concediéndole mejor acceso a su sobrino, y comenzó a amasar sus tetas y a jugar con sus duros pezones.

Jason abrió con sus manos, un poco más el chocho de Olga, para llegar a sus labios mayores, mientras lamía con calma, su mano derecha fue a parar al clítoris de Olga, y lo comenzó a sentir entre sus dedos, índice y pulgar, para terminar masajeándolo con el pulgar.

Olga colocó su mano sobre la cabeza de Jason para unirlo más a su húmedo sexo.

El joven se adentró aún más y profundizó entonces sus lamidas, sin embargo estas seguían siendo lentas y ahora de manera circular.

- uuuh si, ooh - gemía Olga-.

Jason trasladó su lengua hasta el clítoris que hasta este entonces solo había masajeado, lo chupó con calma y lo saboreó con lujuria, muy pronto lo llenó de su saliva y siguió chupándolo entre sus labios, mientras con uno de sus dedos entraba en el chochito de Olga.

- mmmm, que rico, así, así...

Abriendo un poco más las piernas de su tía, Jason chupó 2 dedos de su otra mano, y comenzó a acariciar las nalgas de su tía, en búsqueda de su ano, en el que ayer había gozado.

Cuando lo encontró, acarició la entrada unos segundos, y luego lo insertó con dureza.

-Aaaaaay.

Jason comenzó a lamer el clítoris de Olga y a introducir y sacar sus dedos de ella, a una ritmo más rápido, ella podía sentir como las paredes de su interior eran recorridas.

- Ooooh si, si si si,mmmm, si aaaaah, aaaah.

El orgasmo de Olga estaba por llegar y Jason lo esperaba así que metió 2 dedos en cada agujero con mucha firmeza y comenzó a follarla rápidamente, todo esto sin despegarse de su clítoris.

- Aaaah ah, me corro, aaash, aaaaah, mmmmm siiiii, oh sí, Ooooh, aaaaaah.

La respiración de Olga estaba totalmente agitada, su chocho había llenado de jugos la mano de su sobrino, quién se dedicó a probarlos con su boca.

Ella cayó junto a él, y se unieron en un nuevo beso, hasta que alguien llamó a la puerta de la habitación.

- Olga, ¿estás allí? - preguntaba Ana-.

Los amantes se sintieron atrapados, aún así, Olga salió a recibir a Ana, con una toalla que apenas la cubría.

- Ana, ¿Pasa algo?

- Oye Olga, te la has estado pasando bien, ¿No?, Creo que hasta Carlos te ha oído.

- Ay Ana, no me digas eso, que vergüenza.

- tranquila no pasa nada, me alegra que estuvieses gozando, jajaja, te la estabas pasando de maravilla, cuéntame de esa técnica de masturbación.

Ana entró y se sentó en la enorme cama matrimonial, junto a su hermana.

- No es nada, en serio, solo unos deditos, adelante, otros atrás y Voila.

- Tengo tiempo sin tener un orgasmo así - se lamentó Ana-.

- Pero pensé que Carlos...

- Ya no es igual, no sirve de nada tener una verga enorme, sino se puede usar más que una o dos veces al mes.

- Tendrás razón, pero bueno jajaja te toca usar tus manos hermanita.

- Lo sé, es que no se me da muy bien eso, ¿te importaría darme unas lecciones?

- Para nada, cuando quieras.

- ¿Qué tal ya?

- Hombre andas caliente jajaja, desnúdate.

Ana obedeció y se quitó su corto vestido gris, se quitó el brasier y las pantaletas.

El cuerpo de Ana era voluptuoso, sus tetas eran tan grandes como las de Olga, pero un poco menos caídas, sus nalgas si eran un poco más pequeñas, su cintura menos ancha y su panza menos pronunciada.

Olga se acostó desnuda en la cama, con sus brazos y piernas abiertas, para recibir a su hermana.

Ana se acomodó, poniendo su cabeza sobre el hombro de Olga, sintiendo en la espalda sus suaves tetas y pezones.

Olga comenzó a acariciarle las tetas con ambas manos, y a darle besos en el cuello.

-¿Desde hace cuánto no follas hermana?

- Desde hace un mes...

Olga dejó una mano en la teta de Ana y la otra la bajó hasta su coño, pasando por su pancita, y haciéndole cosquillas.

- Qué coño tan mojado Ana, te mereces una enorme polla.

- Sí, quiero una enorme.

Olga siguió acariciándole el chocho a Ana, mientras esta describía entre gemidos, como quería ser follada.

- Quisiera una dulce boca, que lamiera el coño con ganas, que me pusiera el clítoris bien duro y que lo chupara con ganas, mientras mete sus dedos en mi coño.

Olga escuchó esto e inmediatamente le introdujo 2 dedos.

- Uussh si así, mete más dedos Olga, hazme creer que me está follando una enorme verga.

Olga introdujo 2 dedos más y los gemidos de Ana no se hicieron esperar.

- Si, mmm dame asii, sigue.

Olga besaba y lamía el cuello de su hermana, mientras quitaba su mano de su teta y la bajaba hasta su clítoris, el cual comenzó a acariciar, para acompañar con las potentes metidas de dedos.

- Oh si, así Olga, mmm quiero una verga Olga, bien enorme, quiero que me folle bien duro, así así, una polla enorme que haga gritar, mmmm siiii, uuuush, quiero una polla bien deliciosaa, así como la de Jason, fuerte y joven, es gigante, se le sale de los boxers, la he visto y la deseo, quiero una polla así yaa.

Olga aumento el pasó, cuando sintió que el orgasmo de su hermana era inminente.

- aaaah me corro, sigue sigue Olga, me corrooo, que ricos dedos, aaah.

Olga sacó sus 4 dedos empapados y se los dió a su hermana a lamer, luego ella hizo lo mismo.

- Ufff Olga, siempre me haces correr con ganas

- has estado más caliente que nunca.

- Lo sé.

- Oye, que es eso que dijiste de Jason...

- Bueno... si... yo... mmm

- ¿Desde hace cuánto que deseas esa polla?

- Eeeh yo, bueno desde hace un par de años- confesó asustada-.

-mmmm ya veo...

- No me estoy justificando, pero es que es enorme y se ve jugosa Olga...

- Y déjame decirte que sabe aún mejor...

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