Nuevos relatos publicados: 6

Semen blanco piel negra (2) (todo el color del sexo)

  • 8
  • 33.063
  • 9,87 (31 Val.)
  • 0

Según relaté en la historia “semen blanco, piel negra” donde conté la primera vez que tuve sexo con una mujer de raza negra, Xoana era mi empleada, venida del Cabo Verde con una corriente inmigratoria reciente, Fátima era su prima, necesitada de trabajo.

Esa tarde habíamos tenido sexo del mejor, mientras me servía una cerveza, desnudita, sentada en mis rodillas me pidió si podría conseguirle trabajo para Fátima. Había desplegado toda su artillería de seducción para conseguir de mí la aprobación. Cómo siguiéndole el juego de la doble intención dije:

- Dime, cuáles son las habilidades de tu primita…

- Bueno… ejem!! Tiene unas tetotas como estas! Una colita como esta! –refuerza las palabras con el gesto de tocarse cada parte mencionada

- Y… cuáles cualidades más? Acariciando el vello púbico.

- Síiiiii, también y ni te imaginas cuando se calienta…

- Cómo lo sabes? Estuviste cuando ellas se calienta?

- Bueno… bueno… allá en mi tierra natal una vez tuvimos un encuentro con un turista…

- Y…

- Y… bueno, todo eso que te imaginas. Y ahora que! - Te sorprendí?

- La verdad? sí mucho. Ahora me has dejado que la curiosidad me esté rondando.

- Puedo traértela para una… “entrevista laboral”, puedes? Te parece la noche del viernes aquí mismo? -mide la sorpresa en mí. – La entrevistas en esta misma cama. Te la traigo???

- Sí, claro.

- Vamos papi… un poco más de entusiasmo. Te conozco te calienta la idea, tener a dos negritas solo para vos…

Acordamos que ese viernes vendría Fátima, que en verdad había conseguido despertar mi curiosidad por ser parte de ese trío: un blanquito entre dos negritas ardientes. La ansiedad fue la tónica del tiempo de espera.

Las esperé bebiendo un Ballantine´s “on the rocks”, las recibí con la copa en la mano, los besos, uno por mejilla, las invité con un trago, prefieren vodka con jugo de naranja, siempre el bueno comenzar a conocerse con una generosa cuota de licor corriendo por dentro.

El tiempo de preparación permite el estudio de la postulante, sobre todo desde mi sofá, verlas preparar los tragos evolucionando con estudiada cadencia para seducir al hombre. Poco más joven que Xoana, pero igual de firmeza en esas nalgotas que sabía mover como para despertar el deseo en un muerto.

Para cuando volvieron con mi trago y los de ella, no les pasó desapercibido el bulto que habían provocado en mi entrepierna.

- Wow, papiii como te puso ver a mi primita.

- Bueno, es natural, tienen buen “bum bum”

- Te parece? Vamos Fátima párate y muéstrale de cerca. (Se pone frente de mi) muestra el trasero, eso le gusta más. (Voltea hasta ponerme sus nalgas delante de mi cara) Mueve, muévete…

Tenerla delante de la cara era una tentación que no pude resistir sin tocar. Manotazos sobre las nalgas, era como intentar atrapar la luna con las manos, sentía la dureza de las carnes turgentes, agitadas para provocarme a tocar más y mejor. Reculó para estar pegada a mi cara, las manos tomaron el camino de buscar bajo la mini, ascender por dentro hasta el mismo elástico del tanga.

- Woww, qué rápido papito. Te gustó la “negrita” que trajo tu nena?

- Hmm…

Resulta difícil hablar cuando se tiene la cara llena de carnes en movimiento, pues en ese momento estaba mordiendo los cachetes de la prima.

Me dejaron bien al palo, frotándome para calmar el rigor de la calentura. Se van desnudando en el centro de la sala, moviendo al compás de un ritmo tribal inexistente, lamiéndose y tocándose todas. Intercambian lamidas en sus pechos para encaminarse al dormitorio, previo gesto de invitación.

Quedé apoyado en el marco de la puerta viendo el espectáculo de las dos hembras iniciando el juego lésbico, pasando de las mamadas de pechos al 69 vibrante y ruidoso, siempre buscando mi aprobación para intensificar las caricias y lamidas.

Están dispuestas a seguir provocando, cruzándose en la cama, ejecutan una “tijera” con la agilidad y elasticidad de sus cuerpos tan estilizados, puedo sentir el chapoteo de sus sexos al frotarse, bien cruzadas y tomadas de las manos sin dejar de mirarme, esa mirada es la invitación a participar.

Desnudo me aproximo desde fuera del lecho, quedando con la verga súper parada sobre la cara de Fátima. Ni lerda ni perezosa para “agarrarla” en sus manos y llevársela a la boca para una lamida, me giro para que ella pueda quedar con la cabeza bien al borde, casi colgando, para poder moverme y gestionar el movimiento de un coito bucal.

Por un momento me perdí en el masaje bucal, realizado con habilidad pocas veces disfrutado. Ciertamente no es la primera vez que ejecutan este acto de seductor erotismo, la facilidad y ductilidad de movimientos es lujuriosa y excitante.

Había entrado al juego, me tendieron en la cama, me cubrieron de lamidas, alternándose en la mamada de pija, pajeando con tanta intensidad que debí quitarlas para que no me hicieran venir, quería disfrutarlas.

Xoana le mostró como me gusta ser montado, porque de ese modo puedo demorarme por más tiempo en erección dejándola a ellas el trabajo de cojerme. Cedió el turno de la monta a Fátima.

Tenía la cuquita tan caliente y jugosa como su prima, pero la presión de sus labios vaginales se sentía con más poder, sabe manejar esa cualidad física de oprimir la verga del hombre, también moverse con más variaciones de postura. Inclinarse para poner en mi boca los gruesos y firmes pezones de sus tetotas, apretando como queriendo exprimir la leche que no tiene.

Conoce todos los tips para calentar a un tipo maduro, maneja con habilidad los tiempos de acción y las pausas, acelerar hasta llevarte al borde mismo de la eyaculación, frenarse justo antes del tiempo límite.

Nuevamente Xoana se pone en perrito, ofreciendo sus nalgas, Fátima toma la verga en su mano y me guía hasta ponérsela en la vagina. Debajo de ella comienza a lamer el choto en cada vaivén y lengüeteando la vulva de su amiga.

Fátima se pone a la par, para tentarme a cambiar de monta, quiere la parte que le toca. Voy encima de ella, comienzo a montarla con toda la furia de la calentura que me despertó con sus mamadas, necesito probar esta cueva tan jugosa. Xoana se ubica por debajo, haciendo un 69. El momento adquiere la épica de un combate a leche y fuego, ellas ponen el fuego, yo la leche que descargo dentro de la conchita de Fátima, una acabada intensa y prolongada, sentía latir la poronga, expulsando el semen, sentía los latidos de la vagina como respuesta a los golpes de leche entrando en ella.

Seguí bombeando, entrando y saliendo, mire la verga y notaba que parte del semen vertido se viene en cada retroceso, la boca de Xoana estaba dispuesta para recibir la pija cuando desocupo el sexo de su amiga. La boca de Xoana está dispuesta a recibirme, limpiar y lamer los restos de semen que arrastré en la salida.

Me retiro, quedo arrodillado, viendo como Fátima comprime y expande los músculos vaginales para pulsar el semen eyaculado, comienza a fluir, recogido con exagerado deleite por la lengua de Xoana.

- El semen es la energía sagrada, es pecado dejarla que se pierda, siempre debe quedar dentro de una mujer, nos enseñaron que debemos ser mujer de servicio, para servir al hombre.

Ni me dieron tiempo a un momento de reposo, prontamente estuvieron “con todas las pilas a full” comenzaron a lamerme y a jugar entre ellas para levantarme la chota. Del modo como se manejan no necesitaron tanto trabajo para poner en condiciones de echarnos otro polvo.

En el segundo hubo sexo anal, sobre todo tenía ganas de hacer el culito de la “nueva”, y me vacié dentro del culito bien apretadito de Fátima. Nos tomamos un descansito y unos tragos.

Luego antes de una nueva sesión de sexo, le dije a Fátima que había superado la “prueba laboral” que estaba aceptada.

Al respecto les comenté que este apartamento lo tengo con un amigo para nuestras travesuras. Y sobre el trabajo les comenté si es que les interesaba ser parte de alguna travesura colectiva, que le había comentado a mi amigo de este encuentro y le pareció interesante, y si ellas accedían a que fuera parte de un juego grupal.

- Han tenido algún juego grupal como el que me propone mi socio?

- No, pero sí de dónde venimos, allá era algo común que nuestro novio nos compartiera con sus amigos. Sabemos cómo es.

- Y con cuántos?

- Y… alguna vez estuvimos las dos con más de siete hombres.

- Woww, cuántos! Puedo hacer una pregunta tonta? -asienten - todos hacían una sola… descarga...

- No tanto, algunos hasta pasaron dos y tres veces

- Uf, cuantos polvos?

- Ni sabemos. Te lo hemos dicho nos preparan como mujeres de servicio, estamos para servir al hombre.

- Entonces puedo… decirme a mi socio que es un sí? Pero serán generosos. Perdón, no lo tomen a mal, no es comprar sexo, solo es… como una gratificación. Entiende que no quise ofenderlas.

- No, para nada, te comprendemos. Pero no tienes obligación de…

- Sí, eso no es un precio, es una gratificación…

Terminada la conversación el sexo volvió a tomar la intensidad de un momento antes.

Como habrán entendido esta historia tiene la continuidad en una loquísima orgía grupal, que tengo necesidad de contarles.

Ahora te pido que me des tu opinión, tu parecer, tus reflexiones, estoy en [email protected] no defraudes mis expectativas de conocer tus comentarios.

Nazareno Cruz

(9,87)