Mi nombre es Luisa, pero en mi casa me llaman Luisita... Soy pelirroja y pecosa. Mido 1.54 y peso 45 kilos. Mis tetas son pequeñas y mis ojos son azules... Dicen que soy muy guapa, pero que también soy muy envidiosa, pero en realidad sólo envidio a mi hermana mayor... Siempre quise tener todo lo que ella tenía.
Berta, hace unos meses, con 19 años, se casó, y como podréis imaginar, su marido tenía que ser mío.
El domingo pasado estaba descalza, con una minifalda azul, un top blanco y mi larga melena recogida en dos trenzas en el sillón de mi casa, con mi cuñado al lado... Mi madre y mi hermana Berta estaban en la cocina haciendo la comida... En la tele estaban dando los Simpson.
Con un dedo me toqué el pezón izquierdo de mi teta y giré el dedo alrededor. (Pablo me miraba por el rabillo del ojo) Hice lo mismo con el otro pezón... Metí el mismo dedo en la boca, lo chupé mirando para Pablo.... Acaricié mi ombligo con el dedo mojado... Vi en el pantalón de pablo un bulto que antes no estaba... Metí una mano dentro de las bragas y acaricié mi chochito, que ya estaba mojado... Me masturbé unos cinco minutos mientras me acariciaba las tetas por debajo del top... Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, le dije a Pablo.
-¿Quieres ver cómo se corre tu cuñadita?
Pablo se levantó... seguro que iba a pajearse… Unos segundos más tarde me levanté y fui al servicio... Pablo dejara la puerta abierta... La cerró con llave después de entrar yo... Saqué las bragas, él sacó la polla, empalmada... Arrimado a la pileta me cogió el culo y me levantó en alto en peso... Yo rodeé su cuello con mis brazos y su culo con mis piernas... Nos besamos con lujuria... Metió su gorda polla en mi chochito... Me entró muy apretada, a pesar de tener el chochito empapado, y es que la tenía más gorda que Rubén. El único chico con el que había follado, y con el que ni siquiera me corriera... Me folló con mucha rapidez, a lo bestia... Me corrí con una fuerza brutal... Con mi chochito latiendo y apretando su polla, Pablo, se corrió dentro de mí... Al terminar de correrse me volvió a follar 7 veces, con mucha rapidez, y siete veces me volví a correr... En menos de 3 minutos me corrí 8 veces...
La cabrona de mi hermana tenía que joderla... Nos llamó para comer... Tuvimos que dejarlo, pero yo, yo ya tenía lo mismo que ella.