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Mi prima Irina, forzada por su belleza 

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Irina era un mujer muy hermosa, heredera de una belleza singular, su genética la hacía muy afortunada, a sus 21 años es una mujercita muy atractiva su rostro es muy risueño, con unos ojos negros muy grandes, pero heredó esas miradas como ensoñadas a veces adormilada, parece que no puede terminar de abrir sus parpados, unas pestañas largas y profundas remarcan sus bellos ojos, su bella piel blanca remarca su belleza, un cabello lacio a media espalda, unas cejas delineadas terminaba de darle un bello marco a su rostro, pero a esa belleza sumamos unos labios pequeños, pero carnosos, el labio inferior ligeramente más grueso le dan un toque endiabladamente sensual.

Tiene buena estatura aproximadamente un metro cincuenta o un poco más, de complexión media, no me refiero a que sea una chica rolliza, más bien es una chica con curvas, que heredó de su madre, con una cintura de 66 centímetros, caderas amplias y firmes, unos pechos grandes y macizos que hacen voltear a jóvenes y viejos, para nada caídos, más bien erguidos, unas piernas gruesas torneadas que sostienen un par de nalgas redondas y firmes, y eso que no ha practicado deportes en su vida, les recuerdo tiene muy buena genética, en pocas palabras una joven hermosa.

Por cierto Irina es mi prima, y la conozco de toda la vida, no quiero mentirles y decirles que somos los mejores primos, ni siquiera que somos buenos amigos, primos y ya, con el tiempo ella creció y se convirtió en la hermosura que les describí, quizá es la más bella de todas mis primas, siempre tuvimos un trato cordial, me llevo bien con su papá y con su mamá solo de saludo, aparte de eso crecimos saludándonos en las fiestas familiares, de vez en cuando una plática, cómo va la escuela, qué tal los estudios y cosas así…

Siempre reconocí su belleza, pero nunca tuve algún acercamiento con ella, ni intente nada sexual con ella, pues la crianza familiar nos alejó de esas tentaciones, una abuela muy católica nos asustaba constantemente de no jugar en habitaciones cerradas con las primas y cosas de esas.

Irina creció en belleza, pero no creció en igualdad su inteligencia, desde muy joven antes de entrar a secundaria dio muestras de no querer continuar los estudios, era algo tedioso para ella y sus papás no se interesaron en que desarrolle sus habilidades cognitivas, simplemente la dejaron hacer lo que quisiera, solo terminó sus estudios de secundaria en la escuela abierta.

Sin embargo Irina era gustosa de tener sus propias cosas, le gustaba vestir bien y de alguna manera le gustaban las comodidades, su mamá la apuro para que se buscara un novio y se casara y no tener que trabajar, esa idea no le pareció mala a ella, sin embargo decidió trabajar un tiempo para no depender de alguien más.

Estuvo en varios trabajos, como cobrando en cajas de supermercado, cajera de algunos negocios y hasta llegó a ser empleada en sucursales bancarias, a sus 20 años era una chica independiente y trabajadora, a veces estos trabajos le traían algunas complicaciones como salir muy tarde de trabajar y a veces su papá que trabajaba turnos nocturnos en un hotel no podía irla a recoger al trabajo y usaba el último camión de las 10 de la noche que la dejaba a varias cuadras de su casa y eso le deba mucha pereza a ella por la caminata y un poco por el miedo de andar por calles poco iluminadas.

Una noche el camión se retrasó mucho y para colmo de males no traía suficiente dinero para tomar un taxi, pensó Irina – Si tomo el taxi y le pago en la casa, voy a tener que despertar a todos en casa y se van a molestar y además que tal que mamá no tiene dinero, que haría si no tengo para pagar será un problema con el taxista, mejor espero un poco más- El camión llego media hora después y junto con el recorrido que hacía ya prácticamente eran las 11:30 p.m. cuando bajo en una esquina para tener que caminar más de 8 cuadras para llegar a su casa, sin tener otra opción empezó a caminar por esas calles prácticamente solitarias, era un barrio tradicional y la gente se duerme temprano, al no estar tan cerca de una avenida pocos vehículos transitan por esas calles.

Irina venía vestida con una blusa delgada con estampados florales, de tirantes que dejaban ver sus blanco hombros, era un día caluroso por eso iba tan fresca, la delgada blusa remarcaba sus grandes senos, como dos gotas gigantes, traía un pantalón de mezclilla, que resaltaba un trasero que se movía acompasadamente con cada paso que daba, una pequeña cartera colgada a un lado era un pequeño complemento, calzaba zapatillas los que le daba un aire de ser más alta y de alguna manera ralentizaba su marchas pues las calles estaban llenas de baches e imperfecciones.

Llevaba avanzada dos cuadras y estaba pasando por una cuadra donde era muy poca la iluminación, ya que la lámpara de la calle estaba fundida, solo la poca luz de alguna casa que tenían encendida alguna luz dentro de algún cuarto, no se dio cuenta como, pero en ese momento sintió como un objeto a gran velocidad le trataba de arrebatar su bolso, era un tipo en bicicleta, esos tipos que en nuestra ciudad llamamos chacales, un tipo pandillero en bicicleta que venía siguiéndola desde que bajó del camión sin que ella se diera cuenta.

El forcejeó duró poco, el tipo era más fuerte que ella, sin embargo el tipo en el forcejeo toco de forma accidental sus pechos, al sentirlos tan grandes y firmes, se olvidó de la cartera, ella intentaba gritar, pero él no le dio tiempo, saco una gran navaja y le dijo mirándola torvamente –Mamacita o te callas o aquí te mueres, mira este fierro imagínatelos cortando tu linda carita, o que yo te lo clave en este lindo cuerpecito, si te callas y me dejas hacer lo que quiera saldrás viva de esto- ella muy asustada solo pudo afirmar con su cabeza y con ojos temblorosos le imploró que no la lastimara, entonces el tipo le dijo –Estás bien buena cosita, ven para este lado y cuidadito y hables pendeja que te mato- la tomó fuerte de la muñeca y le cruzó la navaja por el cuello, quedando a espaldas de ella, el tipo sintió enseguida las rotundas nalgas de mi prima, en automático su miembro tuvo una erección, y así rozando y punteando su trasero la llevo hacía un terreno que estaba al lado de una casa, no era muy grande el terreno, pero al fondo había dos gruesos árboles y arbustos que no permitían ver si alguien se escondía tras de ellos.

Ya en el fondo del patio el tipo no perdió tiempo, la empujo contra un árbol, tomo sus brazos y los levantó en alto, mientras con la navaja recorría su vientre, ella respiraba con dificultad, estaba aterrorizada, prácticamente respiraba con la boca, el tipejo le dijo –Mamacita estas rebuena, seguramente le paras la verga a todos los que te ven pasar, la verdad es que solo me quería quedar con tu dinero, pero que suerte esta noche toparme con una escuincla fresa tan sabrosa, no te vi bien de lejos, pero que chingada buena suerte tengo jajajajaja- entonces el tipo de apenas unos 25 años se relamió los labios, tenía ante él a una ardiente princesa, de esas que solo ves de lejos entrar a los centros comerciales, muy lejos de su liga, sin pensarlo con la mano libre empezó a tocar los turgentes y grandes senos de Irina sobre su blusa, estaba asombrado el tipejo del tamaño de esas tetas, nunca había visto y menos tocado algo así nunca.

Ya fuera de si el tipo sacó la blusa de Irina, se la levanto desde su vientre lentamente, y para evitar que ella grite o trate de escapar subió la blusa hasta dejar el rostro de ella oculto y la parte inferior quedó a la altura de sus brazos, el tipo puso ojos de plato al ver un hermoso brasier de color beige que apenas podía retener unos gigantescos pechos del color de la leche, como loco empezó a besar la piel tersa de esas tetas, sobre la copa del brasier empezó a morder a la altura de los pezones, estos respondieron erectandose, la imagen era erótica una jovencita con grandes tetas estaba siendo forzada por un tipejo de piel morena, con tatuajes en sus brazos y espalda, llevaba una camisa tipo basquetbolista, era fornido y con esos peinados extravagantes y oxigenado, el pecho de la mujer se veía enorme atrapado entre ese brasier y con los fuertes jadeos de terror su pecho subía y bajaba haciendo que se vean aún más grandes y excitantes.

Ella le decía en voz baja y con mucho miedo –Déjeme por favor, no por favor no me toque, ¡suélteme por favor!- ella sollozaba y se oía como moqueaba de la desesperación mientras el tipo cada vez más excitado trataba de sacar los pezones que cubría el brasier, pero por más esfuerzo que hacía los pezones no se liberaban de la trampa y eso le causaba mucho dolor a Irina, mientras por su cabeza solo pasaba evitar gritar para que ese tipo no la asesinara, pensaba que si cooperaba podría salir con vida.

El tipo clavó la navaja en el árbol más cercano y cruzó ambas manos por la espalda de Irina, ella sintió con claridad con el trataba de forcejear con el brassier, tratando de desabrochar los seguros que retenían esas enormes tetas que él deseaba chupar, masajear y lamer a gusto, ella intentó gritar, él acercó su boca al oído de ella y le dijo –Mira pinche puta fresita o te callas o aquí te mueres, te entierro mi navaja en la panza, mejor déjame mamarte esas tetas y te prometo que saldrás viva, no te apendejes- ella atemorizada solo asintió, en ese mismo instante cedían los seguros, el vio con excitación como esos melones blancos desbordaban el brasier con libertad, ya sin importarle quitárselo levantó la fina pieza y pudo ver las tetas más grandes y hermosas que vería en su vida, solo pudo contemplarlas, blancas, nacaradas, del color de la leche con unos pezones grandes en tonalidad cereza, su boca empezó a salivar, su lengua salió de sus boca y con rapidez mamó esos deliciosos pezones, los chupó a conciencia, pasó su lengua por las redondas tetas, las acariciaba, sopesaba, sin cesar, las besaba y los pezones fueron mordidos al principio con calma, pero cuando vio que mientras más los mordía ella gemía con más fuerza, decidió morderlos con más fuerza, fue entonces que notó que la tonalidad de la piel se sonrojaba, su calor aumentaba, sin lugar a dudas la chica se excitaba con la mamada de tetas.

Decidió dar un siguiente paso, soltó de ese par de tetas tan grandes una mano que deslizó por el vientre de la chica y empezó a tratar de quitar el cinturón de sus pantalón, ella respondió forcejeando, entonces él le dio una cachetada muy fuerte y le dijo –Te dije que te estés quieta o quieres morirte pendeja, además te encanta que te chupe las tetas, no te salvas esta noche, voy a meterte la verga bien metida, esta noche es mi noche y no hay nadie que te ayude- ella dejó de forcejear.

El tipo quitó el cinturón, desabotono el pantalón y abrió el cierre, intentó meterle la mano pero se dio cuenta que el pantalón estaba apretado, por lo que no cabía su mano, solo sintió el encaje de sus ropa interior, y el pubis firme, con mucho esfuerzo logro bajar parte del pantalón lucía el calzón tipo shorcito, por delante un encaje revelaba los bellos púbicos y por detrás las rotundas nalgas quedaron semi visibles, el tipo bajo un poco más el pantalón y ahora si pudo tocar esa vagina sobre su ropa interior, se sentía cálida y húmeda, hizo a un lado el calzón y pasó un dedo por su vagina, lo fue penetrando con suavidad, con lentitud fue probando ese agujero cálido, que empezaba a derramar líquidos, luego con más velocidad, ella empezó a gemir él pensó –Ya se calentó esta pendejita, en un rato más le meto la verga por todos lados- mientras ella gemía el tipo ya metía dos dedos dentro de su vagina, ella se quejó, él se dio cuenta que sus dedos no podían penetrar más profundo, algo lo impedía, enseguida se dio cuenta que esa noche era la mejor de su vida, ¡la chica era virgen!, ese himen aún no había sido desgarrado.

Decidió dar el siguiente paso, le dijo al oído con voz más suave, casi dulce - ¿Eres virgen? ¿Nunca has probado una verga princesita? ¡Responde! - Ella contesto entre aterrada y excitada –No por favor nunca he estado con un hombre, quiero llegar virgen al matrimonio, por favor déjeme- El tipo se sintió el más afortunado del mundo –Me saqué la lotería sin comprar boleto, hoy le rompo el virgo a esta pendeja- pensó, - no te preocupes mi amor, te prometo no ser brusco, la primera vez de una perrita tan bonita como tú debe ser con cuidado, cuando te acostumbres me empezarás a pedir que te dé más duro y más fuerte ya verás- mientras acariciaba su culo con una mano y con la otra seguía dedeando su vagina que ya derramaba más líquidos que una fuente, ella solo pensaba en su cabecita que quizá si se portaba bien y cooperaba el no sería tan brusco y quizá solo la manosearía esa noche, que equivocada estaba.

Sin darse cuenta ella, el chacal subió un poco más la playera de ella, elevando aún más sus tetas que brillaban por toda la saliva que el derramó sobre sus pechos, la playera subió a la altura de sus labios, dejándolos libres, fue ahí cuando ella sintió los labios de él sobre los suyos, sintió su lengua explorando su boca, sentía el aliento alcohólico del tipo, tenía un olor similar a cuando su papá bebía algunas cervezas y luego platicaba con ella, sin darse cuenta ella empezó a mover su lengua contra la suya, el empezó a besarla con más fuerza, casi con brusquedad y mordía su labio inferior haciendo que ella gimiera de dolor, pero también de excitación, beso su cuello, una descarga eléctrica cruzó su espalda, perdió las fuerzas, doblo su espalda haciendo que su trasero se levantara de manera impúdica, sus pechos quedaron sobre él y ahí fue cuando el toco esas rotundas nalgas, grandes y firmes, las acarició como si se le fuera la vida en ello, no había vuelta atrás su destino estaba decidido, se la iba a coger de perrito mientras masajeaba sus tetas.

La tomó de sus caderas y la hizo dar vuelta, ella no podía ver nada, solo algunos reflejos de la débil luz de un patio trasero que iluminaba apenas el oscuro rincón, la hizo apoyarse contra un árbol, hizo que sacara más el trasero, solo tuvo que besar su cuello un poco más y ella coopero fácilmente, el bajó más su pantalón, esas nalgas grandes, blancas, suaves y firmes a la vez estaban impúdicamente entreabiertas la tela del calzón tapaba su vagina, el decidido bajó el calzón, ella solo tembló, quedó al descubierto una vagina sin vellos a los costados, muy arregladita como nunca había visto ese naco en su vida, y arriba de su vagina un ano con escasos vellitos, decidió moverse un poco para dejar pasar un poco de luz, un ano sonrosado, humedecido por sus líquidos vaginales, que ganas de hacerle tantas cosas a ese ojete pensó, las nalgas tenían que ser entreabiertas por sus manos para contemplar ese tesoro –Que buen culo tienes mi amor, este anito rosadito merece una buena verga, te voy a coger y dejaré mi marca para siempre, para empezar voy a romperte ese ano, y después tu vagina, para que en tan solo una noche dejes de ser virgencita de todos tus huecos, si tengo suerte también tu boquita se va a tomar mi lechita- Ella tembló y se resignó a perder sus virginidades para no perder la vida, ahí se dio cuenta que no había salida, solo atinó a decir –No seas brusco es mi primera vez- y sollozó.

El violador sacó su miembro, según lo que me contó su mejor amiga tenía una verga grande y gruesa, claro para ser su primera vez, hay muy poco puntos de comparación. Más adelante les diré como me enteré de toda esta historia y de donde salen los detalles.

De nuevo regresamos al terreno baldío, Irina está en cuatros patas, sus increíbles tetas cuelgan descomunales, mientras una mano las masajea, ella gime, él toma su miembro en la mano, lo roza sobre esas portentosas nalgas, escalofríos de placer cruzan la espalda de ella y hacen que su vagina se humedezca aún más, el suertudo hombre escupe sobre su miembro, no quiere perder más tiempo y dejar pasar esa oportunidad, no está bien decidido, pasa la cabeza de su pene entre al ano y la vagina, ya está húmeda con la saliva y parte de los líquidos vaginales, la vagina se contrae, esta jugosa y caliente, no puede evitarlo, intenta meter la cabeza entre la vagina, esta es pequeña, ella gime, le duele, ni siquiera a conseguido meter la cabeza y ella siente un escozor, la cabeza empieza a entrar a su vagina, ya se tragó el cabezón, ella llora, pero no solo de miedo y dolor, un placer envuelve su cuerpo, siente que arde, a la vez siente una sensación más rica que cuando se toca asolas mientras de baña, suspira, respira por la boca y de sus labios escapa –Por favor no me quites mi virginidad, por favor toma otra cosa- ya es demasiado tarde para arrepentirse.

Él sonríe excitado, sigue metiéndole su verga, le duele a él también, -Que apretada estás putita, después quedarás más abiertita y lo gozarás mejor después de que te meta mi vergon- nunca ha estado con una virgen desea romperla, ya casi media tranca está dentro de su vagina, él se la mete y la saca con suavidad y a la vez acaricia sus tetas, que parecen haber crecido aún más, ella casi aúlla de excitación y dolor, el siente que topa con algo que no lo deja meter todo su miembro, es su himen intacto, siente que no cede, sigue con ese ritmo frena contra la tela y retrocede, entonces cuando ella ya perdió toda esperanza de no que rompan su virginidad él retira su miembro.

- Lo prometido es deuda princesa primero lo primero voy a romperte ese ojete, te lo voy a meter hasta que me corra en tu culo y luego romperé tu conchita- entonces el tipejo retira su pene, ella suspira loca de excitación al sentir la gran cabeza salir de su vagina, eso hace que su cuerpo se arquee más, levantando más las nalgas y sacando más su trasero, el tipo lame sus dedos, los remoja y luego mete un dedo en el ano, ella grita levemente, el tapa su boca, luego mete y saca el dedo de su ano con suavidad, pero aumentando la velocidad, escupe sobre el ano y el dedo, lo lubrica –Te cuidaré princesita, te va a gustar, quizá te duela al principio pero luego lo vas a gozar lo prometo- mete un dedo más ella llora de dolor, él la tranquiliza acariciando sus pezones, y le mete un dedo en la boca, ella como autómata solo atina a chupar el dedo, golosamente los chupa, lame, pasa su lengua por el dedo, no sabe por qué responde de esa manera, pero no puede evitarlo, está fuera de la realidad.

La nena está lista ¡Irina está vencida!, respira con dificultad, llora de placer y dolor, pero el gozo es mayor, nunca había sentido unos dedos invadir su culo y en pocos segundos estará una verga dentro de su culo, el afortunado tipo viendo que tres dedos ya entran y salen con facilidad gracias a la saliva decide meterle su miembro, escupe de nuevo sobre su mano, esta vez una mano la tiene tomada de la cadera, mientras la otra desliza saliva sobre su miembro –Ahora si princesa es hora de que pruebes verga por tu culo por primera vez, vas a ver que nunca vas a olvidar esta cojidota- con calma la mano que toma la cadera de Irina la oprime hacia abajo, hace que bajen sus caderas y levante más el trasero, acomoda su verga sobre las nalgas las frota unos segundo para que ella anticipe el tamaño de pene que va a penetrar entre sus nalgas por su ano, escupe sobre el ano, dos tres escupitazos, con la cabeza del glande recoge la saliva y empieza a rozar su ano, que ya late, se contrae, desesperado porque lo llenen.

Con tranquilidad empieza a empujar la cabeza, la verdad es que él quisiera meterle el pene de golpe, romperle el culo, lastimarla, pero sabe que ella gritaría y se termina la fiesta, así que decide ir con calma, por fin la punta de la cabeza entra, ella lanza otro grito de dolor, él se saca la playera y la mete en parte en su boca, allí aprovecha y le mete el cabezón, el ano se abre, busca contraerse, pero un trozo grande de verga no lo permite, el dolor va en aumento, le arde, le escose, pero se da cuenta que dentro de sus ano, empieza a lubricar, un entumecimiento en su ano le quita una parte del dolor, ya la cabeza y un trozo del tronco van entrando, el escupe de nuevo, ella lo agradece con un gemido más suave, el vuelve a la carga, le mete la verga hasta la mitad, ella llora, sus lágrimas humedecen la camisa que tapa su rostro y siente como esa enorme verga va abriendo su ano, siente el interior de sus intestinos contraerse tratando de expulsar al invasor, pero también siente un cosquilleo, algo que se empieza a sentir placentero, cesan los gemidos de dolor, empieza a suspirar y poco a poco empieza a gozar de la enculada, sin darse cuenta sus caderas, empiezan a moverse, él ya ha logrado meter su verga hasta el tope, el suda a mares, siente tanto placer que teme correrse en cualquier segundo, respira por la boca, trata de contenerse, baja a la velocidad de sus embestidas, más lento pero con firmeza, sin ceder espacio, siente que ese culo quiere expulsarlo, él no va a permitirlo, la toma de las caderas con firmeza y empieza a meter y sacar con más velocidad, ella ya está gozando, solo gime y respira como poseída, el trata de no correrse.

Si pudieran ver esa visión, yo me la imagino cada noche desde que su mejor amiga me contó todo lo que le pasó, mi prima no sabe que su amiga quien por cierto es una hipócrita que la odia se lo ha estado contando a varias personas desde que se lo reveló para hacerla quedar mal, regresando al relato imagínense a esa jovencita de 20 años empinada y siendo penetrada por el culo por un chaca de barrio, mientras gime y goza moviendo el culo en círculos para gozar más de esa penetración, también ella copera impulsando su culo de vuelta cada vez que él retira la verga del fondo de su culo, sus tetas se bambolean, ella sin poder ver a quien le está proporcionando tanto placer, se entrega a la sensación de que enculen su culo con pasión.

Después de veinte minutos el siente que ya no podrá aguantar más, siente la leche en sus pelotas burbujeando, ardiendo por salir expulsado como geiser dentro de ese delicioso ano, la penetra con más brusquedad, a pesar de tener la ropa en la boca sus quejidos son más fuertes, siente sensaciones nunca sentidas por su cuerpo, ondas eléctricas cruzan su culo, su espalda, sus pechos con cada embestida, entonces el mete un dedo por debajo de su vagina, ella grita de placer, grito que es ahogado por la camisa, esta sensación de doble penetración hacen que ella se corra al sentir tres dedos recorriendo su vagina mientras una tela delgada de carne le hace sentir también al pene dentro de su culo, ella gime, llora, grita, tiembla su cuerpo como en una convulsión de placer, hasta hacerla casi desmayar.

No se da cuenta que la casa enfrente del terreno baldío enciende la luz de la calle, se ilumina una parte del baldío, a pesar de que no se alcanza a ver el fondo, alguien enciende la luz de su sala, acecha por la ventana, en ese momento el violador se corre dentro del culo de mi prima, se corro como nunca lo ha hecho, grandes borbotones de leche son expulsados dentro del culo, saca su verga y termina de correrse sobre las nalgas de Irina, se siente desfallecer, pero ya vio la luz que ilumina enfrente, como puede se sube el pantalón mientras sus piernas tambalean por la excitación y la eyaculación que acaba de echar dentro y sobre ese hermoso culo –Tienes el culo más delicioso mi amor, cuando quieras pasa a esta hora por aquí que estaré esperándote para ahora romper esa vagina, hoy me tengo que ir, no sea que me atrapen, mi verga nunca olvidará tu culo niña fresa y por supuesto tu nunca olvidarás mi verga rompiéndote este rico culo que tienes- el tipo como puede se sube y abrocha el pantalón, toma la bolsa de Irina y saca su celular, y así empinada y llena de leche le toma fotos a su culo y vagina, la voltea y le toma fotos a esas tetazas que ahora lucen rojas de la excitación y los pezones colorados de tanto chuparlos. Se sube en su bicicleta y siguiendo un sendero en el fondo del patio huye dejando a Irina tirada en el suelo, violada, asaltada, adolorida, confundida y muy excitada por el orgasmo que acaba de sacarle su violador anal.

Ya muy pasada la media noche llega a casa, se da cuenta que el tipo no revisó su pantalón, aún conserva las llaves de su casa, logra entrar sin despertar a nadie, pasa directo al baño de su cuarto, le duele el culo, sentarse es un dolor terrible, pero a cada onda de dolor le precede una ola de placer, siente la leche aún caliente de su violador escurrir de su recto, esto la excita y la hace temer por su futuro, abre la llave de la regadera mientras el agua recorre su cuerpo mira sus tetas, tienen moretones, los pezones están ultrasensibles de tanto que se los mamaron y mordieron, pero siente una deliciosa sensación mientras el agua cae contra ellos, no puede evitarlo, los acaricia y toca su vagina, recuerda el gusto que sintió en su vagina con esa verga entrando hasta tocar su himen, hasta casi ser desvirgada, se masturba mientras el semen de su violador escurres por sus piernas junto al agua de la regadera, su ano se abre y se cierra se contrae con cada poco de semen que baja de sus intestinos.

Espero que les haya gustado el relato, si les gusta iré subiendo más contratiempos de mi prima Irina y les iré descubriendo como es que conozco tan a detalle cada situación placentera que ella ha ido descubriendo en su mente y su hermoso cuerpo.

(9,70)