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El debut de Claudia

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Estábamos en verano, había ido a visitar a mi madre, yo tenía 26 años, estábamos de charla, cuando tocaron el timbre y entró Claudia (no es la misma de relatos anteriores y tampoco de otros, indudablemente estaba mi vida sexual unida a ese nombre), y realmente me vi sorprendido hacia fácilmente unos 4 años que no la veía y en ese tiempo había cambiado muchísimo, carita de niña muy dulce y bonita, remera rosa de hombros descubiertos, que no podían ocultar sus exuberantes senos, algo que seguramente heredo de su mamá, pancita al aire y unos jeans lavados de tiro bajo ajustados.

Mi madre, me pidió si la podía ayudar un poco con matemática que andaba floja, y tenía un examen dentro de 1 semana, terminé aceptando, pasaría al otro día por la casa de mamá para ayudarla.

Ya en casa no podía quitar de mi cabeza a Claudia, la conocía desde que su madre estaba embarazada, le llevaba 8 años, y en parte de su primaria junto a mi madre fui su maestro particular. Mamá fue no solo su madrina sino que además cumplió funciones de madre, o sea que yo era una especie de hermano mayor, la cuidaba y la protegía como tal. Pero desde ese día no la miré de esa manera, no podía sacarle los ojos a ese cuerpito, excelentemente dotado, su cara de niña, no cuajaba con su cuerpazo.

Al día siguiente fui a la casa de mamá y comencé mi tarea como profesor de matemática y como admirador del potencial de sus magníficas tetas, que ahora venían exhibidas por una musculosa ajustada color violeta con un escote muy pronunciado que dejaba ver el 50% de sus senos. Nos hicimos amigos por Facebook, con lo cual nuestras charlas se prolongaron más allá del estudio. Las fotos de su ”Face” no eran exhibicionistas, pero si era imposible disimular el tamaño de sus pechos.

Así fueron pasando los días…hasta que llegó el día del examen y Claudia que necesitaba un 8, aprobó con un 9, cuando entró a casa me abrazó y me dio un beso en la mejilla, sentir en ese abrazo sus pechos clavados en mí, su dureza y firmeza me estremeció. Ese jueves era mi cumpleaños, ella me saludo por “face” y al rato me llamó por TE, ella quería saludarme personalmente y quedamos que vendría el sábado por la tarde.

Ese sábado a eso de las 10 de la mañana tocó timbre, pulsé el portero eléctrico, y al escuchar el ascensor, abrí la puerta, al verla mis ojos se desorbitaron por demás, y no era para menos, Claudia estaba impactante, con su cabello negro, lacio, largo y suelto hasta mitad de su espalda, su cara de niña dulce y bonita que la hacían un poquito mayor (no más de 2 años), ojos negros maquillados y sus labios de un rosa suave y brillante, camisa blanca pegadita al cuerpo, con botones en su frente, de mangas cortas, desabotonada mostrando levemente sus senos. Una pollera de fondo blanco, entre corta y minifalda, con un muy delicado estampado en flores rosa y celestes pastel, marcando su pequeña cintura, pegadita a sus caderas, pero acampanándose levemente, su falda unos 10 cm por sobre las rodillas y por primera vez volví a verla en pollera sus piernas eran estupendas, llevaba zapatos abiertos a tiras color marrón claro y plataforma de corcho con taco muy alto, decir que estaba hermosa era poco, mi visión de ella era la de un hermoso ángel con ribetes de vampira. Me abrazó, me besó dulcemente, me entregó un regalo para mí y dijo:

C- Gracias por ayudarme y hacerme aprobar matemática.

G- Yo no hice nada, te refresque los conocimientos y vos pusiste la sabiduría…

Abrí el regalo era una chomba blanca, con botones negros, de manga corta y con algunas pequeñas rayas al final de las mangas en rojo y negro, y dije:

G- Me encanta, tenés muy buen gusto

C- Si no te gustaba íbamos a cambiarla, el negocio queda aquí cerca

G- Me gusta mucho, pero no hacía falta que me regales nada.

Salimos fuimos a la esquina a comprar helado, la tomé de la mano porque en un momento trastabillo por el desnivel de una baldosa, en esa corta caminata Claudia no paso para nada inadvertida, a pesar de ir conmigo tocaban bocina con los autos y algún que otro piropo partió de sus conductores. Clau tenía la cara sonrojada. Caminar tomando su mano me excitó sobremanera, sentir su mano suave y su piel tersa propia de su adolescencia, más la abertura de su camisa insinuando sus exuberantes senos más su cuerpito tierno, me estaban volviendo loco. Compramos un kilo de helado y fuimos a tomarlo en casa.

Mientras servía el helado, no podía dejar de mirarla y de desearla, ya nada servía para no desearla, ni que fuese la ahijada de mi madre, que la haya tenido en brazos cuando bebe, que haya estado en casa más tiempo que en la suya. Claudia ya había dejado de ser una nenita, ella media 1,60 mt y sus medidas eran 95-67-90 y yo moría por ella.

Después de tomar el helado le propuse a Claudia ir a almorzar, ella aceptó, era temprano aun, ella estaba en el balcón, le llevaba un vaso de coca- cola a ella y uno de vermouth para mí, y cuando estaba llegando un fuerte y arremolinado viento le subió la pollera hasta la cintura, todo su cuerpo quedó expuesto y eso fue apoteósico, su cuerpo era un canto a la belleza… a la perfección. Ella casi con desesperación intentaba detener su pollera, pero esto era imposible, el viento me regaló la posibilidad de disfrutar ese su cuerpo torneado

Claudia me miró, su rostro estaba rojo de vergüenza, deje los vasos sobre la mesa, me acerque a ella sonriendo dulcemente y dije:

G- No te pongas así, todo lo que se vio fue muy hermoso, y en definitiva cuando vos eras chica vi mucho más de lo que vi hoy… por si no te acordás vi a mi mamá bañándote. Solo que ahora es mucho más hermoso…

Ella se ruborizó aún más… sonrió nerviosamente.

Más aún cuando levemente llevé mi mano derecha fue a su cintura a su cintura y mi mano izquierda acarició su cabello y su rostro.

La mire a los ojos, el nerviosismo se había apoderado y dije:

G- Sos perfectamente hermosa

Dicho esto mi boca se acercó a la suya y un suave beso de no más de 2 segundos besó sus labios, ella sonrió tímidamente, y una delicada sonrisa se dibujó en su rostro. Ella dejó el balcón, yo la sujeté por el brazo y la giré, y nos sentamos en el sillón, aunque ella insinuaba querer irse.

Volví a acariciar su rostro, y el mío fue en busca del suyo para volver a besarla, su boca dijo un noooo muy suave, así que mi beso fue en la comisura de sus labios, le sonreí y con oz melosa dije:

G- Tu boca dice no pero no dice lo mismo el resto de tu cuerpo.

Ella me miro con ojos tiernos y ahora hubo un dulce y corto beso en la boca buscado por ella, la apreté contra mi cuerpo, ella se acurrucó contra mi pecho y nos dimos infinidad de besos dulces y tiernos. Sentí que debía ser muy dulce y muy prudente, algo me decía que Claudia era aún virgen, mi mano derecha avariciaba sus caderas y su pollerita sin tomar contacto con su pierna.

Poco a poco nuestros besos se hicieron más prolongados, y mi mano tomó contacto con su pierna, el cuerpo de Claudia se estremeció, también mi mano al sentir su piel suave y tersa.

La mire a la cara y dije:

G-¿Te gusta que estemos así?, ¿estás nerviosa?

C- Si

G ¿Si…Te gusta o estas nerviosa?

C-Ambas

G- ¿Por qué estas nerviosa?

C- Porque no tengo experiencia…. no debuté… porque no quiero que te desilusiones… porque tengo miedo

G- Nada de lo que pase hoy me va a desilusionar, solamente suéltate… déjate llevar yo no voy a hacer nada de lo que no quieras, si no te animas a hacerlo hacemelo saber… te quiero mucho y quiero que este momento sea para los dos el más importante de nuestras vidas ¿Querés que sigamos cielo?

C- Si quiero seguir, confío en vos, tengo un poco de miedo pero quiero ser mujer en tus brazos

Ella se soltó ahora los besos eran más profundos y apasionados y la volvían loca mis chuponcitos en el cuello, mi mano seguía acariciando su pierna. Mi mano incursionaba cada vez más bajo su falda hasta que comencé a acariciar su conchita por encima de su bombacha, un profundo gemido partió de su boca, mi lengua incursionó en su boca acallando un tanto esos gemidos.

Luego me arrodille en el piso, y besé varias y profundamente su concha por sobre su bombacha ella no para de dar alaridos mezclados con gemidos, y entonces baje su tanga, tenía una conchita hermosa… virginal sin vello púbico, la acaricié suave y dulcemente, ella no paraba de gemir, masajee suavemente con mis dedos sus labios vaginales.

Luego besé sus piernas, la tome por las caderas y besé su concha, su gemido inundo el living del departamento, la bese varias veces durante varios segundos para luego incursionar con mi legua en su vagina, ella gemía y acariciaba mi cabello, sentí que sus miedos estaban desapareciendo, y su vagina se lubricó poco a poco con sus efluvios. Me detuve antes de que tuviese un orgasmo, subí su bombachita, la tomé de las manos y se paró delante de mí.

G- Claudia sos lo más dulce y hermoso que me paso en la vida, querés que siga…

C- Si confío ciegamente en vos

La tome por la cintura, nos besamos durante varios minutos.

Luego la alce tomándola de la cola y ella cruzó sus piernas en mi cintura y en medio de enloquecedores besos la llevé a mi habitación, en el medio de ella desabotoné su camisa y baje su pollera llevaba un conjunto de corpiño y bombacha color blanco con tenues tonalidades de celeste y rosa que hacían juego con su pollera, sus senos asomaban imponentes por la taza de su corpiño, su cuerpo era precioso, la tome por una de sus manos y la hice girar disfrutando ese cuerpito que pronto seria mío. Se quitó los zapatos y se acostó en la cama. Yo me saqué la ropa y solo quedé con un slip negro y me acosté a su lado.

La tome entre mis brazos y nos besamos dulcemente durante largos minutos, se la notaba a Claudia tensionada, entonces dije:

G- Seguís nerviosa?

C- Un poco menos

G- Querés parar acá… querés seguirla otro día

C- Me gusta estar en tus brazos, me gustan tus besos, tus mimos, creo que cuanto más lo demore peor va a ser… besame

Nos dimos un beso largo y apasionado, luego me acomodé con mi cabeza entre sus piernas, acaricié su conchita con mi mano, vi en su rostro dibujado el gozo y el placer, hundí mi rostro sobre ella y la besé a través de la tanguita, luego la bajé hasta retirarla por completo de su cuerpo y mi boca , se sumergió en su concha, la bese, la lamí y la excitación invadió su cuerpo, sus manos jugaban con mi cabellera, su boca gemía y su cuerpo se retorcía en la cama.

Luego mi lengua, mi boca y mis manos recorrieron todo su vientre y su tórax hasta llegar a sus adorables y enloquecedores senos, entre con mis manos bajo su corpiño, sentí la firmeza, la dureza, la tersura de estos y su perfecta redondez, los besé, sentí dentro de mi boca sus pezones erguidos, luego de unos minutos así, Claudia comenzó a perder sus miedos, introdujo su mano bajo mi slip y empezó a acariciar mi por demás erecto pene, yo estaba muy excitado me estaba conteniendo en tener un orgasmo, y esa especie de masturbación iba a hacerme acabar. Mi boca gemía sentía que no iba a soportar más y se lo hice saber y su respuesta fue

C- Bueno hacelo

Eso fue como una orden mi pene tuvo un descomunal orgasmo y su cuerpo se llenó de leche, luego nos íbamos a levantar para ducharnos, mi dedo retiro de su cuello algo de semen, ella tomó mi dedo y lo introdujo en su boca chupando el semen que había en él, se lo tragó a pesar de una pequeña arcada cuando sintió el gusto

G- No te gustó?

C- Tiene un gusto extraño, pero en algunos videos a chicas haciéndolo así que con el tiempo supongo que me voy a acostumbrar

Su rostro se ruborizo por la respuesta y dije

G- No te pongas así, entre nosotros el tiempo del rubor pasó

La alcé en mis brazos y fuimos a ducharnos, estuvimos una media hora en la ducha, acariciándonos, besándonos, disfrutando el momento de placer que estábamos viviendo, a tal punto que ella beso varias veces mi pene.

Luego volvimos a la habitación llevándola a ella en brazos y volvimos a acariciarnos a besarnos a excitarnos para por fin llegar al momento culminante de hacer a mi “casi hermana” la mujer completa que tanto se merecía.

Luego fui en busca nuevamente de mi debilidad, sus tetas, ellas me volvían loco, las bese, las acaricie, su dureza y tersura me volvían loco, apenas tome contacto con ellas sus pezones endurecieron, los tuve en mi boca los lamí, los pellizque con mis labios y con mis dientes, ella se revolcaba en la cama, su boca gritaba dulce y deseosa, los succioné, bese y lamí cada centímetro de sus senos, luego baje por su tórax bajé por el con besos y caricias en dirección a su vagina, la bese ella estaba extasiada con cada caricia, volví a besarla y su cuerpo se agitó, volví a abrir sus labios vaginales, y mi lengua volvió a introducirse en su vagina, que a esta altura estaba muy húmeda, la lamí varios minutos, su vagina estaba muy lubricada como para ponerle un poco de vaselina y dije:

G- Mi amor, el momento llego estas lista para ser mujer, es hora que seas mía, si te duele si te molesta, cualquier cosa que sientas hacemelo saber, este día tiene que ser par ambos el mejor día de nuestras vidas, pero yo quiero que sea tu día, porque quiero que este instante sea para vos el más hermoso. Te amo chiquita, sos muy hermosa y te agradezco que me permitas ser el primer hombre de tu vida

Ella me abrazó y me dio el más profundo de los besos

La acomodé en la cama hice que se abriera de piernas lo más posible y antes de penetrarla jugué en la puerta de su vagina con mi pene totalmente endurecido, con mis dedos separe aún más sus labios vaginales e introduje la puntita, ella gritó placenteramente, le pregunte si le dolía y ella dijo:

C- Es lo más hermoso que sentí en mi vida

Sus manos tomaron mi cintura y mi pene poco a poco suavemente fue introduciendo mi pene dentro de ella era hermoso sentir mi pene avanzando en su cuerpito virginal. Durante un par de minutos fui adueñándome de su vagina hasta dárselo todo, la miré y dije:

G- Te duele amor?

C- No nada

G- Te amo, ahora vas a disfrutar del sexo, ya no sos más virgen

La bese en la boca y comencé a bombear mi pene en su cuerpo avanzaba raudo ella gemía y gritaba con desesperación. El recorrido de mi pene dentro de su vagina era cada vez más acelerado, una pequeña contracción en su vagina me dio el indicio que pronto acabaría, segundos después un profundo gemido se apoderó de su boca, las convulsiones de su cuerpo comenzaron a sucederse continuamente y mi pene hizo lo propio lanzando en sus entrañas la calidez de mi amor por ella. Nuestros cuerpos se abrazaron nuestras bocas se besaban con desesperación disfrutando este sublime momento de sentirme dueño de su cuerpo igual que ella del mío y sabiendo que entre los dos había más que una simple atracción sexual.

Estuvimos largo tiempo abrazados ella se acurrucó en mi cuerpo, la rodeé en mis brazos y nos besamos y acariciamos antes de volver a tener un nuevo encuentro.

Todo ese tiempo vivimos excitándonos uno al otro ya era tiempo de volver a hacerlo. No quise usar otra posición ya habría tiempo para ello. Y Claudia, empezó a usar sus conocimientos adquiridos ese día.

Nos colocamos en posición, ella tomo mi pene con su mano y lo colocó en las puertas de su vagina entreabrió sus piernas levemente y deseoso y erguido mi pene comenzó a ingresar en ella, podía sentir su vagina muy lubricada, su boca gritaba y gemía mientras avanzaba dentro de ella, su cuerpo se revolcaba en la cama, mi pene dentro de ella recorría su vagina a un ritmo cada vez más acelerado, me encanta ver su cara de gozo, sus ojos entrecerrados por el placer disfrutando ese momento. Pasaron varios minutos, su vagina se contrajo en el mismo instante que mi pene explotaba, tomé sus manos extendidas con las mías y nuestras bocas se unieron en un beso prolongado lleno de pasión, mientras nuestros cuerpos se agitaban en un sinfín de convulsiones y continuamos así durante mucho tiempo, acariciándonos, besándonos mucho más allá que nuestros cuerpos hallaron la calma...

Eran las 15 horas cuando decidimos ir a almorzar, llevábamos casi 4 hs a puro sexo fuimos a almorzar unas hamburguesas, era hermoso caminar con ella tomados de la cintura besándonos, y ese fue el comienzo de unos meses a pura enseñanza, después cada un tomó un camino diferente, pero nos vemos de vez en cuando y sabemos que lo nuestro será inolvidable.

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