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Tierno y dulce amor

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Era jueves, en cinco días más dejaría en parte de estar sola, mis padres, mi hermana y mis sobrinos y por supuesto mi hijo volverían después de sus vacaciones y mi excitante y nueva vida de placer de estos dos meses volvería a la monotonía, a ser madre abnegada y a concentrar mis actividades en mi hijo.

En eso estaban mis pensamientos, cuando a unos cincuenta metros lo vi, venir, hacia unos tres meses que no nos veíamos, no nos conocíamos, pero él me piropeaba y hasta me siguió en alguna oportunidad como para levantarme. Era lindo, pero muy joven para mí, pero igual estaba excitada pensando en que me diría cuando nos cruzáramos. Él en estos meses había cambiado, se lo veía más interesante, era unos cinco centímetros más alto que yo, de piel trigueña, bonito de cara, cabellito oscuro lacio suelto pero bien arreglado, una chomba a rayas, blanca, negra y lila, y unos pantalones de jean, yo por mi parte, llevaba una remera bastante cerrada pero súper ajustada color rosa, que marcaba y realzaban mucho mis pechos, una pollera blanca, recta con una falda que llegaba a unos 5 cm. de mis rodillas, y algo ajustadita, no mucho en mis caderas y unos zapatos abiertos de taco chino.

Yo había cambiado mucho últimamente ahora me gustaba que me piropeasen, que me dijesen cosas sobre mi, tal vez atrevidas pero no soeces, cuando nos cruzamos fue muy dulce con su piropo, me dijo "que estaba cada día más bonita y que volver a verme fue lo mejor que le pasó en la vida", yo cuando me cruzó lo miré muy dulcemente a los ojos, sonreí cuando me piropeo como demostrándole que me había gustado, creo que no esperaba esa reacción mía por lo que se quedó impávido, yo giré mi cabeza para mirarlo, y la moví como invitándolo a seguirme. Él no se hizo rogar, enseguida estuvo al lado mío y con voz dulce me dijo "hola", a lo que yo respondí de la misma manera, entonces se entablo en siguiente diálogo:

C- Como te llamas?

J- Juan Pablo, vos?

C- Claudia

J- Tenés un nombre muy bonito, hace juego con tu belleza

Debo reconocer que me encanto la dulzura de sus palabras, y dije:

C- Gracias, pero no creo que sea una belleza.

Me terminó de matar cuando dijo:

J- No es cierto, sos muy hermosa

C- Guau!!! Gracias

J- No tenés que agradecer, solo estoy diciendo la verdad. Vas a pasear?

C- No voy a la casa de mis papis, el lunes llegan de vacaciones y voy a intentar dejar la casa limpia y ordenada ¿y vos a dónde vas?

J- Hasta donde me dejes acompañarte.

Pasé por el supermercado compré algunas gaseosas, y algo de comida rápida, Juan Pablo me ayudo con las bolsas.

Era un locura pero a medida que me iba acercando a la casa de mis padres más intenciones tenia de invitarlo a pasar, me crucé con algunas chusmas del barrio y a todas lo presente como mi ahijado.

Llegamos a la casa, lo invité a pasar.

Guarde todo en la heladera cuando volví a al living, sobre un mueble había varias fotos así que por medio de ellas empezó a conocer a toda mi familia, inclusive a mi esposo e hijo. Seguimos charlando, conociéndonos en forma acelerada le conté sobre mi situación matrimonial, mi hijo, algo de mi vida, y conocí parte de la suya, estudiaba, tenía dos hermanas menores que él, y sus padres estaban separados.

Estábamos en el patio, por las flores y plantas era un lugar fresco a pesar de la elevada temperatura, yo lo miraba con dulzura y amor, y él me miraba con deseo ya que mi remera marcaba no solo la redondez de mis pechos sino mis pezones que comenzaban a erguirse producto de la excitación que me producía el exhibirme para él, me miraba de una manera especial, se sentía por demás atraído y comenzaban a florecer sus deseos por mi en especial porque mi falda manejada a discreción por mi mostraban mis piernas hasta la mitad de mis muslos o tal vez un poco más, y Juampi no podía sacarme los ojos de encima.

Yo me incorporé y fui adentro de la casa, traje algo fresco para tomar, al hacerlo no volví la vista atrás, sabia positivamente que él me estaba mirando y que yo le estaba regalando la visión de mis caderas y mi cola contoneándose sensuales y provocativas. Volví con dos vasos de gaseosas y le di uno pero al hacerlo hice que con disimulo uno de mis pechos rozasen su brazo, mi cuerpo vibró, mis senos se excitaron violentamente, estaban duros y erguidos por demás tanto como para pensar mi remera se rompería por la presión, eso para él no pasó desapercibido se estaba excitando, el bulto de sus pantalones no podía negarlo, Bebí un trago de gaseosa dejé mi vaso sobre la mesa, me acerque a él retiré de sus manos el suyo, crucé mis brazos por detrás de su cuello, y fui acercando mis labios a los suyos muy lentamente, me sentía excitada y muy caliente por lo que estaba haciendo, jugué con su cabello acerque mis labios a los suyos y los bese con un breve y corto piquito, me senté sobre sus piernas, lo miré a los ojos, y con vos dulce, tierna y sensual dije

C- Tenés unos labios muy dulces.

Y no esperé ningún tipo de respuesta mis labios volvieron a buscar los suyos, lo besé con tres o cuatro breves picos cuando sentí su mano delicadamente tomar mi cintura, y al mismo tiempo mi cola empezó a sentir como su pene se endurecía cada vez más, y entonces dije:

C- Te gustaron?

Él tímidamente dijo si, y yo dije:

C- me gustas mucho, basta de picos ahora quiero que me beses como nunca lo hiciste con ninguna chica.

Nos besamos, su beso fue muy delicado casi con timidez, dulce, pero demostrando en él su poca experiencia, eso me excitó más aún.

Y plasmé mi excitación con besos cada vez más apasionados, luego besé su cuello dándole pequeños chupones, para luego besar su boca introduciendo mi lengua en ella, luego de varios minutos así tome una de sus manos que estaban apenas apoyadas en mi cintura y la baje por mi pollera hasta depositarla sobre mis piernas de forma que sintiese mi piel, yo entonces gemí y besé sus labios entregándole un beso pasional y prolongado, sus manos delicada y tímidamente empezaron a acariciarlas pero sin incursionar bajo mi pollera, pero sentía en mi cola como su pene iba creciendo más y más, su boca comenzaba a hacer mas deseosos sus besos, luego de un par de minutos así separé mis labios lo miré a los ojos y dije: "te quiero", él dijo "yo también" y fue él el que busco ahora mi boca para besarme y eso me enloqueció más estaba empezando a perder esa timidez

Sentía su pene erguido bajo mi cola y empecé a desearlo, me enloquecía la idea de tenerlo en mi boca, de saborearlo, entonces me incorporé, lo hice levantar de su silla bajé sus pantalones, su slip, lo besé en su boca muy dulce y tiernamente y luego volví a hacerlo sentar yo me arrodille delante de sus piernas, mire su pene erguido frente a mi con su glande rojo excitado lo acaricié con mis manos su suavidad me estremeció, entonces mi lengua se deslizó por su tronco desde la base de sus genitales hasta llegar a la cima juguetee un poco en ella mientras su boca comenzaba a gemir luego en forma lenta lo fui introduciendo en mi boca hasta devorarlo por completo. Él estaba muy excitado sabía que pronto acabaría por lo que lo succionaba muy lentamente para intentar demorar ese final; sentí que ya prontamente iba a eyacular entonces mi boca lo succionó apasionadamente deslicé mi lengua por su enrojecido glande su pene se sacudió y su semen dulce y caliente inundó mi boca comencé a deglutir cada gota que su pene me estaba entregando saboreándolo y no lo retiré de mi boca hasta deglutir su semen por completo

Una vez finalizada esa delicia de tener su pene en mi boca fui hasta el baño a lavarme los dientes. Cuando volví él tenía la ropa puesta, me acerqué muy sensual y provocativamente hasta él y dije:

C- Espero que a vos te haya encantado tanto como a mí.

J- fue maravilloso

C- Mi cielo…

Dicho esto tomé sus manos y lo guie hasta mi cola, yo pasé mis manos por su cuello y comencé a besarlo diciendo lo mucho que me gustaba estar así con él y cuanto lo deseaba, nuestros besos eran suaves.

Alcé su remera hasta quitarla de su cuerpo y comencé a besar su pecho lampiño, se mostraba complacido entonces y como no se anima a hacerlo me aleje un tanto y tomé mi remera hasta quitármela, vio mi pechos desnudos y sentí que le agradaban entonces lo estreche contra mi cuerpo haciendo que el sintiese mis tetas sobre su pecho al tiempo que mis pezones se endurecían cada vez más si esto aún era posible, volvimos a besarnos y dije:

C- vamos a mi pieza, me muero de deseos por vos.

Lo llevé a mi pieza de soltera, nunca había tenido sexo en ella y quería hacerlo ahora por primera vez, y eso me excitó aún más si esto era posible

Allí me quité los zapatos y me acosté en la cama él lo hizo a mi lado, y tomando mis pechos le pregunté si le gustaban, el respondió afirmativamente y entonces le pedí que me los acaricie y los bese, empezó a hacerlo suavemente sus manos se deslizaban como teniendo miedo , yo gemía, le decía lo mucho que me gustaba y le pedía más los besaba dulcemente y poco a poco se fue animando a más hasta que su boca se adueñó de mis pezones, un alarido de placer nació de mi boca eso me hizo excitar sobre manera ya que esa suavidad con la que lo hacía me enloquecía, los seguía besando, acariciando los lamía y luego de varios minutos así le dije "que era hora de quitarnos la ropa".

Nos levantamos de la cama él se quitó rápidamente su pantalón y el slip y yo baje mi pollera y la dejé caer al piso, llevaba una pequeña bombacha con dos triangulitos ocultando mi cuerpo y entonces él dijo "sos hermosa", eso me sedujo más aun; me acerqué nos volvimos a besar y sus manos me tomaron de la cola, eso me excitó totalmente sentir su piel suave acariciándome me sedujo al punto de enloquecer, por mi cuerpo corría una indescriptible sensación, mezcla de pasión y deseo pero además me sentía muy especial al pensar que iba a ser mío por primera vez en su vida a esta altura eso era evidente, entonces con palabras ahogadas por sus besos le pedí que me saque la bombacha, al hacerlo caímos sobre la cama, nos revolcamos sobre ella besándonos, acariciándonos y entonces el me miró a los ojos y dijo "te quiero Claudia sos lo más hermoso del mundo" y yo dije " mi amor", a partir de ese momento perdió totalmente cualquier atisbo de timidez, me besaba y acariciaba haciéndome delirar de placer, luego de varios minutos dije. "haceme tuya", él me miro y dijo "enséñame a hacerlo"; "si mi amor, te voy a enseñar todo, pero para que aprendas a hacerlo acostate, yo me voy a subir arriba tuyo" estaba más excitada aun al saberme su primera mujer.

Se acostó, me subí sobre él, lo besé, lo acaricie, hacía que su pene tomase contacto no solo con mi concha sino con mi ano, el gemía, gozaba y disfrutaba el momento tanto como yo, cuando sentí que ya estaba listo para penetrarme me acomodé mejor sobre su cuerpo, tome su pene erguido lo deslice sobre la raya de mi súper lubricada vagina, abrí mis piernas y comencé a deslizarme y moverme de manera tal que su pene comenzó a entrar en mi vagina, mi cuerpo vibraba de placer por sentirlo penetrándome, era maravilloso sentir como su pene entraba en mi vagina y como comenzaba a sentirme una mujer deseada y penetrada por su virginidad, sentirlo dentro mío era indescriptible, todo el entró en mi, entonces comencé a moverme haciendo que su pene se deslizase por mi vagina, entraba y salía de ella haciéndome enloquecer de pasión sentir ese pene entrando y saliendo de mi vagina era algo maravilloso luego de un par de minutos así y ya deseosa por sentir su semen dentro mío comencé a acelerar los movimientos poco a poco imprimí mas velocidad a los movimientos y sucedió lo que no me animé a pedirle, los dos acabamos juntos, sentí que no me podía controlar más, iba a tener un orgasmo violento, tal vez nunca había llegado a un clímax igual a este, entonces cuando mi vagina explotaba sentí su pene contraerse y sacudirse inundándome de un cálido semen, mientras mi cuerpo se agitaba en miles de convulsiones, entonces me abalancé sobre él y nos besamos por largos minutos mientras mi cuerpo no se detenía agitado por las convulsiones, luego de un tiempo nuestros cuerpos se calmaron, entonces me incorporé un tanto lo miré a los ojos y dije:

C- Como estas? Te gustó?

J- Bien, fue maravilloso

C- Tenía miedo que no te gustase.

J- Fue hermoso, a vos te gusto?

C- Jamás voy a olvidar este día, me encanto ser la primera mujer en tu vida.

Estábamos acostados en la cama el giró un poco sobre mi cuerpo, deslizó su mano por mi cintura y mi vientre muy suavemente, su boca buscó la mía y nos unimos en un beso dulce y profundo, los dos estábamos enloquecidos por el momento vivido durante más de una hora permanecimos así, con besos, caricias, mimos, me sentía muy excitada, distinta a otras veces, ese amor dulce tierno y sincero me enloquecía

Estábamos besándonos, acareándonos cuando noté que su pene estaba erguido y deseoso por incursionar nuevamente en mis entrañas, entonces lo miré y dije:

C- Querés que lo hagamos de nuevo?

J- Si

C- Mi amor… bueno pero ahora cambiamos, vos vas a estar arriba mío.

Volvimos a hacerlo, fue más hermoso que la primera vez, Juampi asimilaba su enseñanza y la ponía rápidamente en práctica.

Ese día hicimos el amor dos veces más, así los 4 días subsiguientes, pero ni hubo separación cuando volvió mi hijo, no podía separarme de ese chico me sentí amada y deseada en sus brazos, pero luego de dos meses sentí que no podía continuar esto, no quería ver a Juampi sufrir, estaba enamorando de mi y eso no podía ser; yo también sentía algo por él no era amor pero deseaba estar con él, lo extrañaba cuando no estaba conmigo, por eso fue inolvidable para los dos, yo me llevé de él su amor, su dulzura y algo muy especial como fue su tierna virginidad, a él le enseñe todo, y le entregué por completo mi cuerpo y mi alma. Aun hoy sigo pensando en él, me gustaría volver a verlo.

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