Nuevos relatos publicados: 13

El video íntimo

  • 5
  • 20.410
  • 9,76 (33 Val.)
  • 1

Habían transcurrido cerca de 17 días y la relación entre nosotros había tomado un rumbo algo erótico, nuestras charlas por mensajes habían subido un poco de tono y es que no era para menos después de que tenías rato fuera de casa, la distancia y la falta de tener relaciones entre nosotros me hacía delirar con el sexo; por las noches cuando platicábamos intercambiábamos algunos mensajes con fotografía o con video de que era lo que nos hacíamos cuando uno pensaba en el otro.

Yo te enviaba videos e imágenes con mi pene erecto y acariciándolo una y otra vez simulando que era tu mano quien lo hacía; tú me enviabas videos acariciando tu coño y también tu clítoris, frotándolo una y otra vez, imaginando que mi pene se introducía dentro de esa rica vagina que me vuelve loco; en la parte de arriba también grabaste un video recorriendo con tus manos esos lindos pechos que me excitan, tus pezones estaban erectos y los imaginaba así duros como cuando los chupo con mi boca; los frotabas una y otra vez con tus dedos anular é índice simulando un corte de tijera.

Yo únicamente te mostraba videos de cómo me masturbaba al ver aquellos videos que me mostrabas; así pasamos varios días interactuando, desde el día que te fuiste a tu beca nuestra relación iba tornándose un poco más creativa para poder llegar al clímax aunque solamente era de manera virtual; ambos queríamos que se llegara el día final para poder regresar a casa; no aguantábamos las ganas de tenernos cerca y poder hacer el amor de manera desenfrenada.

Antes de regresar a México, me grabaste un video que me sorprendió totalmente; ese día, según tú, llegaste del colegio un tanto excitada, pareciera que el sexo te estaba haciendo una mala jugada; desde que llegaste al colegio comenzaste a ver diferentes escenas donde el sexo era implícito; te toco ver a una pareja teniendo sexo oral de manera accidental en uno de los baños de mujeres, viste el tamaño del pene que tenía ese muchacho y las ganas con la que su pareja le hacia el sexo oral; al salir del baño, también por descuido de un hombre, viste como se iba acomodando su pene porque al parecer llevaba una erección y por vergüenza trato de acomodarlo debajo del pantalón cautivándote el tamaño del paquete que se notaba.

Escenas como esas te desataron el apetito sexual más de lo que ya habías experimentado al intercambiar imágenes conmigo, llegaste a la casa donde vivías y sin pensarlo te metiste a tu cuarto; aún faltaba tiempo para la hora de la cena así que tenías tiempo para dedicártelo a ti misma; llegaste a tu cuarto, encendiste tu tableta y la colocaste en un rincón del ropero para que pudiera percibirse claramente tu diablura que estabas pensando hacer, querías grabarte, no sabías si ese video me lo enviarías o simplemente lo grabarías para poder verlo de nuevo y excitarte.

Lograste colocar la tableta en un lugar perfecto para que se pudiera apreciar todo lo que ahí pensabas hacer, te pusiste de frente al lente, te comenzaste a tocar simulando que las manos de alguien recorrían tu cuerpo, las pasabas de arriba abajo por tus pechos, las metías en la entre pierna y frotabas suavemente esa zona para comenzar a excitar tu clítoris, volvías a acariciar tus pechos, con una mano acariciabas tu tórax, tu cintura, te diste vuelta y acariciabas tus nalgas; estando así de espalda comenzaste a desabrochar tu pantalón y al ritmo de un murmullo bailabas para que se fuera resbalando por tus piernas.

El espectáculo que ahí hacías era como el de un striptease, tu pantalón cayó al suelo, estando así te diste vuelta nuevamente y comenzaste ahora a desabrochar los botones de tu blusa, tus pezones ya estaban erectos de la excitación y lograban marcarse en aquel bello escote; nunca abriste los ojos mientras quitabas tú ropa, supongo que los mantenías cerrados por que estabas imaginando que alguien te hacía eso; quedaste en brasier y en calzón, volviste a cerrar los ojos y te diste vuelta nuevamente dando tu espalda al lente de la tableta, al quedar así, volviste a realizar un baile más sensual todo al ritmo de tu murmullo, te agarrabas tus nalgas con ambas manos y con tus dedos fuiste bajando poco a poco ese calzón diminuto que en ti lucía maravilloso, quedaste sin él y ahí te empinaste sobre la cama dejando ver ese enorme trasero de frente al lente, se veía hermoso ese panorama, comenzaste a moverte como si alguien te estuviera penetrando, te postraste sobre la esquina de la cama para poder frotar tu clítoris, comenzaste a moverte de menor a mayor, tus movimientos comenzaron siendo suaves y les fuiste poniendo más intensidad hasta sentirte cada vez más satisfecha, esa toma duro unos cuantos minutos suficientes para inspirar a alguien a querer masturbarse o llegar a darte una embestida.

Después de estar así, el clímax llegó a esa zona que tanto habías estado excitando, tus piernas se vencieron y se veía claramente cómo te temblaban, tus pechos se pusieron más firmes y tu grito de placer se vio ahogado en una almohada que terminaste mordiendo; la cámara seguía grabando, te pusiste de pie y te recostaste boca arriba, te tocaste nuevamente estando así y con las piernas abiertas, mostrando ese rico coño que tanto me gusta; después de hacer esto, modelaste un poco en la cama, te seguiste acariciando, disfrutabas esos momentos de privacidad que hacía tiempo no habías tenido y menos de esa forma, estabas desinhibida.

Te pusiste de pie, te agarraste tus pechos y con tu lengua tocaste tus pezones, los agarraste con ambas manos y los movías como diciendo “Mira, todo esto es tuyo”; pusiste stop a la grabación, guardaste el video en tu tableta para después compartirlo conmigo.

FIN.

(9,76)