Estaba un poco aburrido la otra noche así que me fui al cine Balmes que me queda cerca a ver la película de Leonardo di Caprio "El Renacido".
A mi derecha y dejando una butaca libre se sentó una chica de unos 20 años, pelirroja con pecas y muy buenas tetas, la observe pues me encantan las coloradas.
La película era bastante pesada y aburrida por cierto no me gustaba demasiado así que me puse a observar a la pelirroja hasta que ella se dio cuenta que la estaba mirando todo el tiempo.
En un momento ella estiro una pierna y me rozo la mía y no de casualidad sino con intención de hacerme notar que se di cuenta como la miraba, no reaccione pero ella volvió a hacerlo y ya no había dudas que no había sido casualidad.
Tome agallas y me moví a la butaca libre que había entre nosotros y nos sonreímos sin hablar.
Sin decir palabra le tome la mano y ella no opuso la menor resistencia así que luego de un par de minutos de tener nuestras manos juntos conduje su mano hasta mi entrepierna haciéndole notar mi polla ya dura.
Ella no solo no opuso la menor resistencia sino que luego de 3-4 minutos de tocarme por arriba de mis pantalones, me bajo el cierre y metió su mano bajo mi bóxer y comenzó a masturbarme y manosearme la polla que se endureció aún más en forma instantánea.
Para no ser menos le pase una mano sobre el hombro y comencé a tocarle una teta que estaba redura sobre su remera.
Lentamente metí mi mano bajo su remera y desprendí su bra dejando libres sus tetas para poder tocarlas y jugar con ellas libremente.
Mientras la colorada jugaba con mi verga yo lo hacía con su pezón duro y suave, apartándolo cada tanto.
Luego deje descansar a su teta derecha y saque mi mano de su remera y baje mi mano explorando bajo su falda, separe sus piernas calientes y avancé hasta sus bragas corriéndolas para llegar a su coño mojado.
Así estuvimos un buen rato, ni me pregunten qué pasaba en la película pues ni idea, había perdido todo interés en Leonardo de Caprio y estaba totalmente concentrada con esa pelirroja caliente que no dejaba de masturbarme y yo con mis dedos en su coño que estaba húmedo y caliente.
No podía aguantarme más al cabo de un rato explote con una gran cantidad de semen en sus manos, ella siguió manoseándome la polla y los huevos unos par de minutes.
Luego se lamio los dedos comiéndose todo el semen que derrame en sus manos…
Yo seguía con mis dedos en su coño y para no ser menos también me lamí mis dedos con sus jugos que eran realmente muy sabrosos.
No miramos con una sonrisa y sin decir palabra se levantó y con un movimiento de cabeza me indico que la siguiera y se fue dejándome con la polla fuera de mis pantalones.
Me llevo unos minutos hasta que logre acomodar mi verga dentro de mi bóxer y en mis pantalones y salir de la sala, y ahí estaba la pelirroja en la puerta del toilette de hombres mirando el techo como distraída.
Entre al toilette y ella detrás mío, nos metimos en una cabina, cerré la puerta tras nosotros y sin decir ni una palabra me bajo los pantalones dejando mi polla al descubierto otra vez, se sentó en el retrete y comenzó a darme una mamada de lujo.
Cuando estuvo dura cambiamos y yo me senté y ella sobre mí, se levantó la falda y se clavó mi verga en su coño, comenzó a moverse arriba abajo a un ritmo desenfrenado y no me llevo más de unos minutes acabar en ese coño hirviente un chorro de semen caliente.
La pellirroja se paró, tomo una hoja de papel, se limpió un poco el coño y salió rápidamente del toilette.
Me arregle la ropa y salí a buscarla pero la pellirroja ya no estaba allí y no la encontré, no se su nombre, no intercambiamos una sola palabra en todo el tiempo, pero fue uno de los polvos más hermosos de los últimos tiempos.
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