Ser mujer te da herramientas que logran lo increíble, verte hermosa, atractiva, con la ropa adecuada y el maquillaje y accesorios bien logrados consigues una imagen muy femenina, con cola y tetas a tu gusto. Voy a tratar de describirles cómo es tomar un pene y acariciarlo para posteriormente llevártelo a la boca y succionarlo con delicadeza hasta que su dueño se derrame de placer.
El pene de un macho ya caliente tiene un olorcillo característico que te permite erotizarte más, es duro y suave a la vez, la parte más sensible está entre el glande y el prepucio, pero eso no importa tanto como la dedicación femenina que le dedicas at hombre, para ello debes verte muy nena, muy mujer, con los ojos bien delineado, maquillados los párpados y enrimeladas las pestañas, las cejas bonitas y depiladitas, una base y maquillaje acorde a tu tipo de cara y de piel y los labios bien pintaditos, unos aretes o pendientes hacen el resto junto con tu pelo suave y limpio. Así tu macho te acaricia la cabeza, frota tu cabellera y se excita más.
Las tetas es lo segundo en que se fijan los hombres, no importa tanto el tamaño sino su estética y suavidad, las hormonas logran en una levantarlas y agrandar el pezón dándoles sensibilidad y te excitas cuando te las acarician y te chupan suavemente los pezones, es un área muy femenina. La piel suave y bien depilada de las piernas y las nalgas y la entrepierna te hacen ver mejor, bonita y nenaza. Cuando tu macho ya no se aguanta más debes ponerte en posición, ya sea encima de él de frente, de espaldas o en cuatro para recibir su masculinidad, ese pene que lo único que desea es llenarte de semen.
Una buena lubricación del culo y nalgas es indispensable para que te metan ese rico trozo de carne, tu sientes que vas a recibir el sometimiento y dominio del macho, te preparas separas las nalgas y tu culo punza de deseo, sabe lo que le espera y está ansioso por ser empalado por completo. Luego conforme entra la cabeza o glande del pene la sensación es deliciosa, un poquito dolorosa para las primerizas y a veces aun para una ya muy puta en esto perolos penes grandes eso tienen que tu culo tarda en acostumbrarse a la deliciosa verga.
Cuando desaparece el dolorcillo y tu hombre te bombea suavemente empieza el placer de una, te sientes puta, mujer en toda regla y solo anhelas que te derrame el semen en ti, que el sacié su virilidad y te apriete las nalgas, que las goce, que sepa que aunque biológicamente no eres una mujer, si lo eres porque su cuerpo lo siente, sabe que eres una puta... su puta. Las sensaciones varían desde una rica estimulación que te hace gemir de placer hasta la conspiración y complicidad de con tu macho, bien cogida, enculada y... hermosa, eso es lo que sientes que eres. Una puta hermosa que nació para hacer feliz a los machos.