Nuevos relatos publicados: 16

Mi amiga. Mi fantasía

  • 3
  • 11.834
  • 9,18 (11 Val.)
  • 0

Este relato comienza con una gran amistad entre mi mejor amiga Julieta y yo, tenía mucho tiempo conociéndola desde la secundaria para ser exacto, actualmente tenemos 29 y 30 años, ambos en un estado civil completamente opuesto, ella casada con 2 bonitos hijos y un marido, por el contrario yo soltero, parrandero y sin ningún tipo de compromiso. A pesar de nuestros estilos de vida tan diferentes nunca dejamos de frecuentarnos poniéndonos al tanto de nuestras vidas hasta lograr tener una gran confianza el uno al otro.

Ella a pesar de su matrimonio y 2 embarazos conservaba la belleza de su juventud con su carita redonda adornada con unos coquetos ojos semi rasgados, su cuerpo con una silueta que no pasaba desapercibida, unas piernas gruesas bien torneadas que cuando lucían en minifalda robaba la mirada de todos era imposible no verlas, unos pechos perfectos que con el paso del tiempo fueron aumentando su tamaño se habían convertido en su principal atributo, 3 lunares por encima de ellos completaban ese hermoso paisaje, en resumen una mujer muy sensual por donde se le viera.

Al ser mi amiga de tanto tiempo nunca intente nada con ella no quería sobrepasarme y perder una gran amistad aunque debo confesar que en ocasiones al ver sus fotos en redes sociales no podía evitar los pensamientos pecaminosos, en especial en las de sus vacaciones en la playa donde suele lucir trajes de baño de 2 piezas los cuales aprisionan sus pechos que parece buscan la manera de escapar y dejando al descubierto gran parte de su piel clara, soy de una imaginación muy risueña así que rápido conecto mi mente con el cuerpo, en caso muy específico me sucedió con una foto de mi gran amiga donde vestía un short corto de mezclilla con unos tacones altos que hacían lucir sus piernas bien marcadas como dos pilares esperando a ser cruzados, una blusa con un escote que asomaban sus dos hermosos pechos perfectamente redondos, desesperaba no poder que había mas allá, esa noche no pude contener mis instintos y di rienda suelta a mi imaginación con es imagen guardando ese instante como mi gran secreto.

En fin nuestra amistad en resumen era muy buena y con los limites debidos pero todo cambio un fin de semana de verano, un sábado raro en el que no salí a buscar mujeres y parrandear con los amigos, ella por su parte sola en su casa con su marido fuera de la ciudad, todo iniciaba como en estos tiempo suele suceder con mensajes por una red social, con todo el sábado por la noche libre había tiempo para tocar varios temas entre broma y broma se fue llevando la plática a lo sexual, primer tema que le plantee fue la pornografía que si gustaba de verla a lo que respondió sin vacilar que si le gustaba y más para ambientar sus encuentros íntimos, no pude evitar sentir una ligera excitación que hiso que me pusiera más atento a la conversación.

Seguí subiendo el nivel de las confesiones íntimas hasta llegar a poner en la charla la masturbación a lo que sin tapujos me contesto que si la había practicado de adolescente por curiosidad solo que no le causaba mucho placer al menos que alguien la estuviera observando para encender a la persona, esa respuesta me puso la imaginación a volar cerraba los ojos y tenía la visión de Julieta tocándose con sus hermosas piernas abiertas de par en par y su cara con gestos de placer, ya para ese momento mi corazón latía muy rápido sintiendo una extraña adrenalina al leer las intimidades de mi amiga y creo que ella lo sabía comenzó a preguntarme de mis encuentros íntimos con mujeres acerca de los lugares, las posiciones que más nos gustaban, fue una plática muy candente que ya me tenía con mi miembro como roca.

Tenía la duda si ella sabía el efecto que estaba causando en mí, lo cual me confirmo a la hora de despedirnos ya entrada la madrugada diciéndome ¨buenas noches espero y no te humedezcas tanto¨ con esa frase fue como el permiso para dar rienda suelta a mis pensamientos, desde ese día no he podido quitarme las imágenes de la cabeza de mi amiga, esperando algún día poder tenerla entre mis brazos y gozar de todo lo que me platico, sin duda se ha convertido en mi gran fantasía la cual espero cumplir y poder relatar algún día...

FIN

(9,18)