Nuevos relatos publicados: 6

Él había guardado su virginidad para mi

  • 2
  • 14.878
  • 9,48 (21 Val.)
  • 0

Estábamos allí viéndonos en citas como cualquier pareja y era obvio que nos deseábamos desde siempre. Él había guardado su virginidad para mí y ese día era su oportunidad para conquistarme. Esa noche decidimos salir de la ciudad a dar una vuelta por otros pueblos y llegamos a uno no muy lejano a 30 minutos de nuestra ciudad, fuimos a un parque en el centro y estuvimos hablando hasta un momento donde el empezó a besarme sin importarle el lugar.

Lamentablemente un conocido llegó y nos interrumpió para saludarme a mí, mientras él solo me observaba. Luego de un rato la conversación se puso más caliente así que preferimos regresar a la ciudad para evitar extras, pero cuando íbamos a 15 minutos de llegar nos detuvimos en el kilómetro 122 para terminar una conversación la que empezó con besos y caricias.

Estacionamos el auto en ese kilómetro y el recostó mi asiento pasándose al mismo lado de mi asiento. Empezó a besarme y a tocar mis pechos, bajó lentamente besando mis senos y pasando su lengua en mis pezones y luego él quito su camisa, su abdomen lucia el sixpack, estaba lleno de músculos y sus brazos lucían perfectos junto su abdomen. La temperatura estaba elevada así que comenzó a sudar y desabrochó mi pantalón para meter su mano mientras besaba mi abdomen para subir hasta mi boca, me tenía húmeda con tanto jugueteo así que desabroché su pantalón y lo bajé un poco para poder tocarlo más, pero él sabía que es lo que yo andaba buscando, así que saco su bien dotado miembro y comencé a masturbarlo mientras él jugaba con mi entrepierna. Tomó mis manos y con su fuerza sostuvo ambas y empezó a jugar con su pene entrando por poquitos hasta que sentí todo su miembro dentro de mi penetrándome una y otra vez, haciéndome gozar de lo delicioso y sabroso de la vida. Pasamos al asiento de atrás y me senté sobre él, moví mis caderas como si bailando estuviera haciendo quiebres que lo hacían gemir y disfrutar de lo que le estaba dando, mis pechos saltaban en su rostro y él jugaba con ellos muy bien.

Cambiamos de posición, él hincado y yo en el asiento para poder hacerlo bien y lo hizo súper rápido hasta tocar fondo y hacerme gritar de placer hasta que se vino y llenó tanto mi interior como mi abdomen y pechos. Me limpié y lo besé, después de 90 minutos tan intensos y deliciosos...

(9,48)