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Lo siento mi amigo, tu madre está muy buena

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Eran las diez de la noche, me encontraba sentado frente a mi Laptop, cuando mi amigo y vecino, aparece conectado en Messenger. Yo sabía que el andaba de viaje con su padre y pensé que se había conectado desde algún cyber café o algo así, así que lo salude con una serie de palabrotas, como solíamos llevarnos.

Me parecía raro que no me contestara inmediatamente y seguí diciendo palabrotas hasta que el comienzo a escribir:

-Eres tu Fernán?

-Claro que soy yo imbécil, quien creías que eras

-Disculpa, pero estas equivocado...

-No soy Marco, soy su madre…

-he prendido el Pc y el Messenger de Marco, se conecta automáticamente.

Me quería morir de vergüenza, y rápidamente le pedí disculpas a su madre

-Sra. Sofía, por favor discúlpeme, pensé que era Marco que se había conectado, por favor discúlpeme

-No te preocupes, me ha dado risa el saludo tan amigable que le has hecho a mi hijo, menos mal que son amigos, ja ja

Hable durante un rato con ella, cosas normales y sin mucha relevancia, si había sabido algo de su hijo, que cuando llegaba, en fin, y al cabo de unos minutos, me despedí.

Pasaron unos 40 minutos cuando nuevamente se abre la ventana de Marco en mi pantalla.

-Fernán, está ahí?

-Si Sra. Sofía

-Te puedo hacer una consulta?

-Dígame

-Estaba navegando y supongo que abrí algún archivo de Marco y se abrieron unas cuantas páginas de pornografía, sabes cómo cerrarlas?

A través del Messenger, comencé a indicarle como usar el google y poder buscar.

Ella me agradeció, pero al paso de un rato volvió a mandarme un mensaje.

-Fernán, tengo un problema

-Dígame Sra. Sofía

-Trate de cerrarlas como me dijiste y se abrieron más. No están nada mal, pero no puedo cerrarlas

Nuevamente le explique cómo hacerlo. Continué chateando con otros amigos, de repente me apareció un link en el chat. Al entrar, me aparece una página porno, donde salían fotos de mujeres maduras, teniendo sexo con hombres jóvenes.

-Sigo sin poder jajaja. Mira lo que me sale, jaja, parece que no me manejo muy bien con esta cosa

-No se preocupe, en todo caso gracias por la página, no la conocía, jajaja

En unos minutos más, volvió aparecer en mi ventana, la dirección de otra página porno y luego otra más al parecer la madre de mi amigo, había dejado de lado su búsqueda y se dedicó a buscar pornografía. Sin embargo algo me llamo mucho la atención, ya que ambas eran del mismo tipo, mujeres maduras, teniendo sexo con jóvenes. Ya mi libido se había despertado, y me imaginaba que la Sra. Sofía también estaría excitada con estas páginas.

Busque una página muy buena, respecto al mismo tema y la pegue en mi ventana. Lo pensé mucho antes de enviarla, al fin y al cabo, era mi vecina, la madre de mi amigo, pero después de mucho pensar la envié, esperando por unos minutos la respuesta de ella.

-mmmm muy interesante tu pagina

-el fuego se combate con fuego, no cree Sra. Sofía

-¿A si? espera

Intercambiamos unas cuantas páginas más, y ya mi excitación estaba al máximo y no sabía cómo dar mi siguiente paso, sin embargo fue ella la que lo dio.

-Sabes algo Fernán

-Que pasa Sra. Sofía

-No. Nada

-Que pasa, dígame

-No es nada

-Dígame, con confianza

-¿Eres curioso?

-Bastante curioso jaja, usted no?

-Mmmmm sí, pero es malo ser tan curioso

-¿Por qué?

-Estaba pensando en las fotos. Y me preguntaba si tu...

Pasaron unos minutos sin escribir nada, por lo que pensé que se había cortado, así que decidí incitarla.

-¿Si yo que?

-Nada

-No sea así, me deja intrigado

-Muy intrigado?

-Muy intrigado

-Me preguntaba si será verdad que las mujeres mayores pueden causar ese efecto en los jóvenes

-Ya lo creo que sí!!!

-Tu encuentras atractivas a las mujeres que salen ahí? porque no son necesariamente modelos, al contrario, son mujeres de edad como yo

-Claro que son atractivas las mujeres mayores, para jóvenes como yo, son… Como decirlo, un desafío, algo muy deseado

-De verdad?

-Por supuesto que sí, además, usted...

-¿Yo que?

-No se ofenda, pero es bastante atractiva

-Gracias. Me elevas mi ego jajaja, a ver si tengo la suerte algún día de atraer un muchacho como esos jajaja

-Apuesto lo que quiera a que sí, cualquier joven estaría encantado con una mujer como usted

-¿Cualquier muchacho?

-Seguro que si

-¿Incluyéndote?

-Es difícil de responder, es la madre de mi amigo

-Pero imagina un segundo que no fuera la madre de tu amigo, si una mujer como yo, te invitara a pasar un buen rato ¿aceptarías?

-No lo se

-Solo contesta sí o no

-...

-¿Fernán?

-Si

-Mmm sabes, creo adivinar, que en estos momento te gustaría estar con una mujer así. ¿O me equivoco?

-La verdad, no se equivoca

-Sabes, a mí también me gustaría estar con alguien como tú en estos momentos

Ambos quedamos sin escribir nada, por un par de minutos, ambos sabíamos muy bien a donde queríamos llegar, pero no nos atrevíamos a decirlo. Nuevamente ella comienza a escribir:

-¿Te atreves?

-¿A qué?

-Sabes bien a lo que me refiero

-Sí, me atrevo, sin embargo es la madre de mi amigo y está casada

-Ni Marco, ni mi esposo se enteraran

-Entonces sí...

-Entonces cruza, te espero

-De verdad?

-Si. Trata de que no te vean, te dejo la puerta abierta, para que entres rápido

-Ok. Voy para allá

Rápidamente apague mi Lap, me puse algo de perfume y salí sin hacer bulla de mi casa. Afuera no había nadie, y al frente, la casa de Marco.

Podía ver perfectamente como ella me miraba escondida tras las cortinas y el sonido del portero eléctrico, era la señal que me esperaba, ansiosamente. Como un ladrón oculto por las sombras de los árboles, ya estaba en el jardín de la Sra. Sofía, sabía muy bien que ella estaba en el segundo piso, y que encontraría la puerta de calle abierta. Sin pensarlo entre a su casa, y subo lentamente las escaleras. Entro a la pieza y ahí esta ella, esperándome en silencio. La misma mujer que durante años había sido mi vecina, la misma que más de alguna vez la topé en la iglesia, hoy ahí de pie, un poco ruborizada, pero decidida a todo.

Me acerque a ella y sin decir nada, ambos sonriendo nos abrazamos. Nuestros labios se juntaron inmediatamente y nuestras lenguas se fundieron en un apasionado beso. Su olor a hembra y la pasión de sus besos me tenía como loco y sin dejar de besarla le saque su blusa, dejándola con una brasier de color negro y encajes. Toque sus pechos por sobre la tela y mis manos en segundos habían desabrochado su pantalón, que por gravedad, cayó al piso. Mis dedos buscaron entre sus piernas su sexo y se encontraron con una prenda completamente mojada, la que rápidamente también fue sacada.

Fue ella la que ahora comenzó a desnudarme, primero mi camiseta y luego mis pantalones, cuando ambos quedamos en interiores, ella se arrodillo y bajando mi bóxer saco mi verga ya dura como piedra, lentamente la sobaba, la besaba, le pasaba la lengua y después la engullía entera, provocándole hacer arcadas.

La detuve, se levantó y recostándola en su cama, baje hasta su calzón empapado, la despoje de él y la compense por tan buen trabajo con mi verga, se volvía loca cada que mordía delicadamente su clítoris, apretaba sus piernas, me atraía con sus manos hasta quedarme sin aire, en cuanto su segundo orgasmo llego, me levante y puse la cabeza de mi verga en la entrada de su chorreante vagina y se la metí, ella me detuvo y me dijo:

-Hace tiempo que mi marido no me toca, así que con cuidado

Y así lo hice, fue metiendo mi verga despacio, y una vez adentro, la sacaba y metía, aumentando cada vez más las embestidas, una vez que su vagina se acoplo, entonces la metía y sacaba con brutalidad, sus gemidos ensordecedores, se escuchaban a kilómetros, se aferraba a la cabecera de su cama, y con sus piernas me atraía aún más, un cosquilleo electrifico de mis testículos a la base de mi pene, lo que me indico que la corrida se acercaba, y clavándola como bestia hasta el fondo me corrí en enorme cantidad, cuando saque mi verga esta seguía hinchada y embarrada de flujos y semen, ella reponiéndose de sus orgasmos, se sentó en el borde y limpio mi verga con su lengua, luego se levantó me beso y se retiró al baño, cuando regreso, yo me estaba vistiendo:

-¿Tan pronto te vas?

-Es tarde

-Quédate esta noche aquí, te vas muy temprano

Se me acerco y volvió a desabrochar mi pantalón y repitiendo la jugada quedamos dormidos bajo la luz de la luna.

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