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El club de las infieles

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Cuando Johan me lo propuso, realmente lo tomé como una broma, cosas de solamente hacer plática y nada más. Por los últimos 10 meses hemos venido cogiendo con esta chica rusa que aproximadamente tiene 37 años y quien es una de mis vecinas y quien tiene de cómplice a una de sus amigas, también rusa de nombre Marina, y a quien me presentó hace unos tres meses para que literalmente me la cogiera. Nunca hemos hecho un trío, porque en realidad no es lo mío, pero creo que eventualmente lo podríamos hacer con estas dos chicas.

Johan vive en la casa del lado y es casada al igual que Marina, aunque esta última vive al otro lado de la ciudad. Ambas son mujeres guapas y muy lindas, y a ambas les gusta esa adrenalina de lo prohibido. Por la cercanía con Johan, ella de alguna manera me puede espiar desde la terraza de alguna de las habitaciones y es como se da cuenta o descubre que viene por lo menos otra chica a quien también me cojo de vez en cuando y creo que cuando me lo mencionó se trataba de Laura, una chica mexicoamericana, quien al igual que Johan es “petit” pero muy bellas de rostro y cuerpo.

Laura es con la chica que más tiempo llevo cogiendo en estos encuentros clandestinos, pues prácticamente se remonta a por lo menos ya 9 años. Ella es la esposa del dueño de la compañía que hace la limpieza y jardinera en mi casa y un día que fui a su casa a dejarle un cheque, su perro me mordió la nalga, y es como me entretengo con ella, y de una cosa pasamos a la otra y terminé bajándole sus pequeños calzones. En aquel entonces tenía 29 años y ahora ronda los 38. Y junto a Laura, ella me presenta a su prima Sheri, quien de todo el grupo que estoy mencionando, es la más alta, la que tiene más nalgas y unos sabrosos melones de por lo menos una copa 48D. Creo que de la de todas, es la más explosiva en la cama y es multi orgásmica, al igual que Johan. Prácticamente Sheri le dijo a su prima Laura, que me quería coger y es como terminé cogiendo con las dos primas y ya con Sheri llevo alrededor de unos 3 años cogiendo.

Sheri, me presenta a su amiga Jennifer, una rubia norteamericana y quien es confidente de ambas primas y se une a este secreto de serle infiel a su esposo y con ella ya tengo unos ocho meses cogiendo. La verdad que estas cinco mujeres son cómplices de sus infidelidades conmigo y quizá la única que no tiene amiga en común como cómplice, es la bella y exuberante Diana, una chica colombiana, con la que llevo unos cinco años cogiendo y de la que escribí un relato con el título: Un Calzón para mi Colección. Creo que es la que está más dispuesta a mis necesidades al igual que Johan, pues viven cerca de donde yo vivo.

El relato de hoy se basa en esto, en lo que hoy he titulado El Club de las Infieles, no porque sea un título original mío, más bien, esa idea se le ocurrió a Johan, y yo solo copié el nombre de un cuestionario que Johan había producido. Johan quería conocer a las otras chicas con las que me acuesto; no sé si por morbo, curiosidad, que se yo. Cuando se lo propuse a Laura, a ella le pareció una idea fascinante, así que nos pusimos de acuerdo y sabía que contaba con Diana, pues yo sé que ella es muy abierta y cuando la invite al club de las infieles, solo me dio una sonrisa y prometió a atender a la reunión a una club cerca de donde todos vivimos.

Debo mencionar, que hay otras infieles que debería haber atendido, pero son mujeres más reservadas o simplemente viven muy lejos como el caso de mi prima Roxana, que es con quien tengo la relación más larga entre todas, pues a ella me la vengo cogiendo desde que tenía 18 y ahora tiene 51 y que casualmente es mi prima. A Isabel, su hermana, también me la cogía, pero con ella dejamos de tener relaciones sexuales hace mucho tiempo atrás, desde que tuvo su primer hijo con su esposo. Así que hace una semana nos fuimos a un bar a tomarlos unas bebidas y bocadillos y que estas mujeres por curiosidad se conocieran entre sí.

Johan y Sheri fueron como las animadoras de todo, pues juntas eran las que le ponían más morbo a todo, pero fue Johan quien salió con idea del cuestionario con preguntas como: ¿Por qué decidiste coger con Tony? ¿Cuántas veces has cogido con Tony? ¿Qué posición te gusta que te ponga Tony? ¿Qué es lo que más le gusta a Tony que le hagan en la cama? ¿De qué medida es la verga de Tony? ¿Cuántas veces te ha hecho acabar Tony en un día? ¿Harías una orgia o trío con alguna de nosotras cogiéndonos a Tony?

La mayoría decían que se habían involucrado conmigo por curiosidad, la mayoría respondió que les gustaba que les diera de perrito. Solo las más recientes tenían una cuenta de cuantas veces habían cogido conmigo, Laura y su prima, habían perdido la cuenta e incluso Sheri y Johan, también habían perdido la cuenta de los orgasmos que habían tenido conmigo en una sesión sexual. Todas acordaban que el sexo anal era el mejor que habían disfrutado con un hombre, que las volvía loca con el placer oral que les daba, pero a pesar de todo eso… ninguna opinó que se quería casar conmigo. (Eso si me dolió)

Me sentí algo raro o incomodo al principio, pues ahí estaban 6 mujeres con las que constantemente cojo cuando hay oportunidad o alguna lo demanda por sus necesidades sexuales. Quizá el hielo se rompió cuando un chico de quizá unos 28 años le comenzó a coquetear a Johan, la rusa “petit”, pues creo que entre todas era la que más sugestiva iba vestida: Un vestido corto color blanco 20 centímetros sobre su rodilla que dejaba ver esos muslos preciosos y bien trabajados de la rusa, con un escote pronunciado que dejaba ver la elevación simétrica y preciosa de sus dos lindos y medianos bustos, pero por sobre todo, ese bikini cuyo relieve se miraba a placer entre sus ropas, realmente era una delicia. Johan tomó el coqueteo y expuso al muchacho quien le obsequiaba un trago a todos con una circunstancial broma:

- Mira. –le dijo. – “Si adivinas que tenemos todas nosotras en común, te prometo que me voy contigo esta noche. No digas, lo guapa que somos, lo obvio no cuenta. – y todas se ponía a reír. El muchacho en un tono serio le responde:

- ¡Que todas son amigas!

- Fallaste, todas somos rivales y hoy nos hemos conocido. Piensa, te voy a dar otra oportunidad, la última.

- ¡Que todas ustedes son solteras!

- No… de hecho todas nosotras somos casadas y lo que tenemos en común todas, es que somos mujeres infieles y que ese hombre que está ahí, (y me señala), ese hombre nos coge a todas. –Se oyen gritos de euforia entre todas.

- ¿Y cómo me hago miembro del club?

- ¿Qué edad tienes? –le preguntó Lorena.

- ¿Qué edad debo tener?

- Fallaste… esa no es una respuesta. –le dijo.

Al final de la noche, termine cogiéndome a Johan, pues es la que vive cerca de mi casa y comenzamos a calentarnos pues ella quería ver los videos que ella sabe le tomo a todas estas mujeres con las que cojo y pues ella ha sido también protagonista de estas películas. Me dio una rica mamada, para luego abrirle su rico culo, pues a Johan le encanta el sexo anal, pues es como ella logra los más fuertes y múltiples orgasmos. Su jadeo es sugestivo y sus expresiones muy sensuales y creo que es a quien le duran más los orgasmos que prácticamente pasan minutos en un gemir de placer cuando se corre. Esta noche cuando se aseaba y llegar como toda una bella mujer de hogar, se despido con un beso en los labios diciéndome:

- Tony, lo tuyo no es solo verga, tienes una barita mágica.

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