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Divirtiéndome con el permiso de mi esposo (dos)

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Hola a todos mis lectores, para el día de hoy les quiero contar una historia en la que yo disfrute de exquisitos placeres con el consentimiento de mi amado esposo, que por circunstancias y estando trabajando, tuvo un accidente lastimándose su brazo derecho teniéndole que colocar un yeso y otorgándole una incapacidad de un mes, lo que en un fin de semana aprovechamos para viajar a Pereira una hermosa ciudad a la nunca había ido. Decidimos viajar por carretera tomamos la vía a Manizales para también conocerla cosa que me estreso un poco ya que para esa entonces a la parte en que vas a llegar al alto de letras que es bastante largo y por esa entonces le estaban haciendo reparaciones y para el colmo nos tocó una neblina espesa, yo iba muy asustada me le pegue a una volqueta que me guio hasta sacarme de la niebla y dejarnos ya en carretera abierta llegamos a Manizales y nos quedamos ese día ahí.

Yo no quería seguir manejando, fue muy estresante.

Al otro día seguimos nuestro viaje ya nos quedaba poco camino pues Pereira era la siguiente ciudad. Pero primero hicimos un recorrido por Manizales y sus calles empinada, muy bonita y que vi más mujeres que hombres. Y como a las 11 arrancamos para perrería.

Llegamos al hotel y nos dieron una habitación pequeña pero con balconcito. Delicioso para la noche salir a tomarse unos buenos vinos y fumar cigarrillos y ver el atardecer, nos acomodamos dándonos un baño ya que estaba haciendo bastante calor. Para luego arreglarnos y salir a caminar un rato por los sitios cercanos al hotel, ver las vitrinas y comprar uno que otro recuerdo, comer empanadas y tomarnos lo que ellos llaman un parado, que es aguardiente con cafecito cosa que lo pone a uno a sudar nos metimos a tomar cerveza en una tienda de esquina. Y luego nos devolvimos al hotel a cenar. Al entrar al restaurante estaban dos caballeros hablando con una de las niñas del hotel y cómo íbamos de frente los vi cuando uno de ellos me vio y le hizo señas a su compañero para que me viera entrar. Cosa que no disimularon ni cinco al contrario no me quitaban los ojos de mi cuerpo mirándome de arriba abajo. Mi esposo se dio cuenta pero no le dio importancia y mirando hacia las mesas señalo una en la que debíamos ir y sentarnos a comer.

Al pasar por su lado me quede mirándolos y me sonreí debí de haberme puesto roja porque sentí un calor en todo mi cuerpo. Cenamos y era la primera vez que comía cordero con una salsa exquisita ya que fue sugerencia del mesero y mi esposo aprobó que fuera ese plato a ambos nos gustó. Luego tomamos vino y charlamos de todo un poco. Durante todo el rato que estuvimos en el restaurante aquellos dos caballeros no dejaron de ver asía nuestra mesa.

David estaba un poco mareado pues la operación del brazo lo tenía a punta de antibióticos cosa que por esos días había dejado de tomar para poder tomarse unos traguitos en el viaje. Además que ya estábamos terminando sus días que le habían dado de incapacidad. Nos subimos al cuarto, yo con las ganas de hacer el amor. Abrimos el balcón y pedimos que nos trajeran café para tomar acompañados de un cigarrillo y la brisa de la noche. El cielo estaba despejado las estrellas nos acompañaban dándonos un toque genial la luna a lo lejos del horizonte se divisaba.

Nos besamos suavemente el balcón sirvió de preámbulo de nuestro amor. Me le senté encima de sus piernas, le quite la franela acariciándole su pecho con mis labios y mordiéndole tantico las tetillas, le solté el cinturón, seguimos besándonos ya con más pasión, me soltó los botones de la blusa, sus labios chupaban mis pezones, mis brazos abrazaban su cabeza, me quite la blusa y volvimos a besarnos.

–Vamos mami entremos que acá está muy incómodo.

Nos paramos, entramos al cuarto sin soltarnos de besar dando tumbos hasta llegar a la cama, y caer rebotando en el colchón cosa que le alcanzo a lastimar el brazo a mi esposo. Pero que fue rápidamente apagado con mis besos apasionados. Yo estaba muy arrecha no se de pronto las miradas de aquellos dos caballeros me tenían así. Y el pensar que podría de pronto conocerlos y si así fuere de seguro acostarme con ambos. Continuamos besándonos y desvistiéndonos hasta quedar totalmente desnudos, para luego hacer un 69 y disfrutar ambos de un placentero sexo oral. Que duro casi 15 minutos. Para luego cambiar de pose y sentármele encima. Metiéndome su verga en mi cuquita. David me pregunto al verme tan caliente.

-¿Qué te pasa mi vida porque estas tan arrecha?

-A mi nada normal, normal.

-No mami ¿algo te pasa que te tiene así de rica? Anda cuéntame ¿has visto a alguien por ahí que te haya gustado? Anda cuéntame que tú sabes que me gusta escucharte.

-Hey y es que tiene que haber algo así para yo portarme como puta arrecha.

-jajajja no necesariamente pero si algo te tiene así me gustaría saber que es.

Yo seguía brincando sobre su verga disfrutando de ese exquisito placer y bueno… también pensando en aquellos dos caballeros y decidí contarle.

-Ha es que en el restaurante había dos tipos que no hicieron si no mirarme y sonreírme todo el rato y como estaban detrás de tuyo aprovecharon para enviarme hasta besos.

-Ha yo sabía que algo te pasaba ¿Y qué te gustaron?

-Sii me encantaron ambos están deliciosos.

-Me hubieras dicho mami habríamos hecho algo para que los conocieras.

-Hay papi tú estás loco no.

-Si loco por ti muñeca y me encanta verte así, deseando estar en brazos de otro hombre.

-bueno en este caso son dos a los que me encantaría conocer.

-Mucho mejor muñeca, mucho mejor.

Seguimos haciendo el amor como bestias salvajes, David bombardeándome con preguntas de lo que me gustaría hacer con los dos caballeros y yo imaginándome en sus brazos, disfrutando de sus caricias hasta cuando el sintió que me venía y apuro sus movimientos derramando su leche en mi acabando al tiempo. Quedando acostada encima de él disfrutando de sus caricias por mi espalda, relajándome.

-Me encantas mami, me encantas en verdad, eres una mujer espectacular.

-¿Si y por eso me quieres compartir con otros hombres?

-Hay mami a ti te gusta el sexo, te encanta hacerlo con otros hombres y a mí me enloquece saber que lo haces, que no pierdes oportunidad de acostarte con quien te gusta y eso me excita, así es mi vida que si quieres hacerlo con los dos caballeros me encantaría que lo hicieras.

Nos quedamos dormidos, al otro día desayunamos fuera del hotel buscamos una plaza de mercado para comer algo de la zona y caminar. Regresamos a las 11 pase por la piscina buscando a aquellos dos caballeros pero no los vi más tarde bajamos a almorzar y al entrar al restaurante los divise ya sentados en una mesa yo baje con ropa de baño un batica roja de flores y un vestido de baño nos sentamos en la terraza y almorzamos. Y como la noche anterior aquellos dos lanzándome miradas y yo toda sonriente también los veía.

-Si te has fijado que hay dos caballeros que están que escurren la baba por ti.

-Si hace rato mi amor son los mismos de anoche y la verdad están como a mi me gustan.

Mi esposo se acerca a mi oído y me pregunta.

-¿y qué piensas hacer, te gustaría conocerlos?

-pues estoy que me voy a conocerlos.

-Ok preciosa cuando quieras, quien quita que de pronto termines haciendo el amor con ambos, ¿no te gustaría?

Lo mire a los ojos y sonriendo tome un sorbo de mi cerveza y le respondí.

Recostándome sobre él y hablándole al oído.

-Me encantaría estar con los dos mamándoles la verga.

Me pare y me fui al bar a pedir una cerveza y aquellos dos se acercaron los voltee a mirar, me saludaron, les respondí el salud sonriéndoles.

-Hola preciosa ¿como esta? con sed por lo que vemos.

-Buenas si un poco hay mucho calor el sol esta radiante.

-¿Y estas de paseo?

-Si vinimos a calentarnos un poco ¿y ustedes?

-No estamos haciendo un trabajo con la alcaldía y nos quedamos en el hotel.

-Ha que bien

-¿y el señor que está contigo es?

-Mi querido esposo.

-Ha carajo que lastima ¿eres casada?

-Era obvio porque semejante mujer soltera no podría ser -dice su compañero.

Me prendí un cigarrillo, me senté en un butaco del bar a seguir conversando mientras mi esposo lo vi meterse a la piscina.

-Bueno ¿y lástima por qué? ¿Las casadas no podemos tener amigos?

-No, si claro que si lo que pasa es que a mí me gustaría ser algo más que amigo.

-Hay muñeco muchas de las casadas podemos tener también más que amigos.

-Hay preciosa parece que nos vamos a entender de maravilla.

Fueron muy pocos minutos los que pude conversar con los dos pues tenían que irse a trabajar. Pero quedamos de vernos en la noche cuando volvieran.

Me devolví otra vez para donde mi amado esposo a quien se le extraño el verme.

-Yo pensé que te ibas con aquellos.

-No, tenían que ir a trabajar pero quedamos de vernos en la noche en el bar.

-Ha bueno ya tienes programa para esta noche espero y te diviertas en grande.

-No lo dudes papi a esos dos me los llevo a la cama porque me los llevo.

Salimos a caminar por el centro de la ciudad me compre un vestido largo que me encanto con un descote pronunciado en las piernas y se llegó la noche y primero fuimos al restaurante del hotel a comer y luego volvimos al cuarto con David, al entrar escuche voces que venían subiendo por la escalera, y creí reconocerlas, efectivamente eran los caballero del medio día que llegaban a su cuarto que quedaba a seis del nuestro. David no bajaba pues le estaba doliendo el brazo y no podía tomar tragos por los remedios que estaba tomando. Entonces me aliste colocándome el vestido Y unas sandalias planas. Me despedí de mi amado esposo.

-Chao papi no me esperes esta noche nos vemos mañana.

-Chao preciosa y espero te diviertas en grande, pásala rico mamacita hermosa.

Baje al bar a la hora mi cuerpo temblaba de la ansiedad imaginándome desnuda disfrutando de las caricias de aquellos dos caballeros. Al llegar no estaban todavía, me senté en la barra y pedí un ron, me prendí un cigarrillo, mientras me lo fumaba aquellos dos entraron, mi corazón se me quería salir del pecho una sensación deliciosa me absorbió en mi estómago. Sus miradas buscaron por las mesas y uno de ellos me vio en la barra. Yo ya los había visto entrar por el espejo del bar.

-Buenas, buenas preciosa como vas.

Me voltee y a ambos los salude de beso en la mejilla quedando abrazada de uno de ellos.

-Hola caballeros ¿cómo me les va?

-Bien, muy bien preciosa con unas ganas tremendas de verte corazón ¿y tu esposo no está?

-No muñeco se quedó en el cuarto y como no puede tomar trago me dio permiso de que bajara y me divirtiera un rato.

-Preciosa por mí, ojala fuera toda la noche.

Tomándome un roncito le conteste.

-Esa es la idea muñecos, hoy pienso divertirme a lo bien.

-Preciosa estas en el lugar indicado me comprometo a complacerte en todo.

-Y yo también Dianita acá entre mi colega y yo estamos a tu disposición pa las que sea.

-Ha muchachos si la cosa es así entonces les propongo algo que sé que no me van a rechazar.

-Decid lo que quieras preciosa estamos para servirte.

-Si mi amor tus deseos son ordenes que quieres hacer

-Pues no sé qué opinen ustedes dos pero me gustaría que los tres vamos para su cuarto y allá de seguro me complacerán en todo.

Me baje del butaco y a ambos les di un beso en la boca y me encamine a la puerta. Ambos se miraron y sonriendo me alcanzaron, Salimos del bar y tomamos el ascensor, en donde me besaron mis hombros, sus cuerpos se juntaron con el mío quedando en el medio, mi boca busco sus bocas intercambiándolos, sus manos acariciaron mi cuerpo.

Salimos del ascensor y nos dirigimos entre toque y toques les acaricie la verga por encima de su pantalón, entramos al cuarto en donde todos nos desnudamos rápidamente, los dos estaban que me comían toda. Con Leonardo nos abrazamos besándonos apasionadamente su lengua penetraba mi boca sus manos acariciaban mi trasero desnudo arrimándolo hacia él, Joaquín se acercó por detrás mío, arrimándome su verga en mi trasero y dándome besos en mis hombros como un depravado sin control.

Así entre caricias y besos me arrodille para ponerlos enfrente y mamarle la verga a cada uno, lambiéndoles y chupándoles las huevas por cerca de 20 minutos los que me detuve al ver que Leonardo casi si viene. Me llevaron a una de las camas, Leonardo se acostó boca arriba y me le monte encima sentándome en sus piernas le acariciaba su verga y Joaquín se paró enfrente dejándome su verga a la altura de mi boca, con mi lengua comencé a recorrer su tronco dándole besos en su glande. Agarre la verga de Leonardo y rozándome la cuquita me la metía solo la puntica por unos segundos hasta que me agarro la cintura y me la metió hasta el fondo, haciéndome gemir de placer. Medio levantada deje que él me follara pudiendo mamarle la verga a Joaquín, gozando y disfrutando en carne propia de dos hombres que me penetraban con sus miembros erectos, llenos de vigor y deseo desenfrenado. Que se iban a imaginar que todo iba a salir así de rápido pero yo estaba que me los comía gracias a que mi esposo me lo recordaba toda la tarde. Diciéndome de lo rico que yo la iba a pasar con mis dos amigos. Solté mi primer derrame después de 15 minutos, cambiamos de pose acostándome boca arriba, Joaquín se me monto penetrándome con su verga de una en mi cuquita la que dejo quieta por un momento me abrió bien las piernas las que con ellas lo abrace. Leonardo se sentó al lado colocándome su verga en mi cara la que comencé a mamar mientras Joaquín me follaba moviéndose a toda mierda, hasta hacerme venir gimiendo de placer, cambiamos de pose y me coloque de lado, detrás mío Leonardo se acomodó y me penetro mi cuquita mientras Joaquín se acostó al lado dejándome mamarle la verga. Así estuvimos por 15 minutos y le pedí a Leo que me la metiera por el trasero y muy suavemente lo hiso dejándome sentir su verga entrar en mi trasero, momento de lujuria desenfrenada comencé a mamarle la verga a Joaquín como loca arrecha, escupiéndosela y restregándomela por la cara sintiendo su carnosidad, sus venas entre mis labios, volví a venirme y leo no paraba de romperme el culo continuando por otros rato más hasta que volví a venirme nuevamente dedeándome para hacer más intensa la venida. Dejándome extenuada descansamos y leo se para a limpiarse la verga, mientras Joaquín me coloco boca arriba y levantando mis piernas asía los lados me penetro la cuquita, su verga taladro mi cuerpo llevándome nuevamente a otro orgasmo yo estaba muy sensible mi cuerpo disfrutaba cada penetrada de estos dos caballeros. Estaba totalmente en las nubes, feliz, dichosa, me sentía la mujer más afortunada del mundo al poder estar teniendo relaciones con dos hombres con la complacencia de mi adorado esposo quien debe de estar masturbándose pensando en lo rico que yo la estoy pasando. De pronto Joaquín aumento sus folladas y viniéndose dentro de mi llenando mi cuquita con su semen en espasmos brutales golpeándome con sus piernas mis piernas. Mientras leo nos miraba al levantarnos me fui al baño me limpie, al regresar me cogió leo y colocándome parada contra la cama me inclino colocándose detrás mío me penetro mi cuquita por cosa de 15 minutos luego nos acostamos yo boca arriba y el encima cerrándome mis piernas me follo por otros 15 minutos, hasta cuando nos venimos en exquisitos espasmos sexuales besándonos apasionadamente. Descanse cosa de 10 minutos hasta cuando me le acerque a mamarle la verga a Joaquín por casi 20 minutos que disfrute de su tronco venoso y baboso, para luego montármele encima y meterme su verga en mi cuquita. Al ver a Leo parado al lado acariciándose la verga le dije que me volviera a meter por el trasero y levantándose encima de nosotros, paramos para que pudiera penetrarme provocando en mi orgasmos múltiples al sentir a los dos dentro, follándome como una moto de dos pistones llenos de sangre vital y caliente.

Fueron 10 minutos de inmenso placer en que Leo se cansó retirándose por unos momentos y volviendo a montarse para continuar ambos follándome, me encantan los tríos y por lo regular cuando voy de rumba procuro hacerlos. Seguimos follando los tres dándome con todo lo que tenían hasta que primero se vino Leo en mi espalda y luego Joaquín en mi cara. Terminando todos extasiados, cansado y felices de semejante polvo. Me quede esa noche a dormir hay, al otro día ellos estaba invitados a una finca de una amigo y me invitaron, yo acepte y me fui para el cuarto David estaba en la ducha entonces le conté los pormenores de lo rico que la había pasado empezamos a besarnos me metí a la ducha, pero no podía demorarme pues aquellos salían temprano y entonces le dije que me iba con ellos a una finca tocando echar un polvito rápido para irme con leo y Joaquín regresamos al otro día en la tarde pasándolo súper rico ya que volvimos a acostarnos la noche anterior. Nos quedamos un día más en Pereira y viajamos de regreso a Bogotá ,con la satisfacción de haber disfrutado de dos buenos amantes cosa que ambos disfrutamos y que fue el inicio de muchas salidas más en los que yo iba a disfrutar con otros hombres y la complacencia de mi esposo. Espero sus comentarios

DIANA LUCIA SAAVEDRA [email protected]

(9,15)