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Soy la puta de mi ahijado (VI)

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Por la mañana cuando se marchó mi marido yo estaba muy nerviosa pensando en lo que se me avecinaba y a eso de las 8,30 de la mañana sonó el teléfono, era Raúl el cual me dice:

“Maribel, recuerda que te dije ayer que me gustaría que hoy follaras con mis amigos. He hablado con ellos, madrina, y están como locos por conocerte personalmente, dado que ya te han visto por los videos que les he enseñado. Bueno algunos de ellos me han ayudado a grabarlos, pues cuando yo estoy contigo , bien Juan o bien Nacho manejan los zoom y los movimientos de las cámaras desde sus ordenadores , por tanto te han visto tanto follar conmigo como desnuda cuando te cambias o te duchas e incluso hacerlo también con tú marido.”

Yo entonces le corto y le digo:

Estás loco Raúl, como has hecho eso, y más sin mi consentimiento, como has dejado que tus amigos me vean desnuda y peor aun haciendo el amor contigo y con mi marido. Por Dios que vergüenza, no sé si voy a ser capaz de presentarme delante de ellos, que vergüenza por favor, no los traigas por favor, no me hagas pasar estos apuros.”

El aumentando el tono de su voz a través del teléfono, me corta mis suplicas diciéndome:

“Cállate! Les he dicho que si tanto les gustas y quieren follarte que no tienen más que decírmelo, y que tú en cuanto yo te lo diga lo harás encantada”

Yo le digo:

“¡Pero Raúl!, ¿te has vuelto loco?, ¡eso es casi como si me prostituyeras!”

Él me dice:

“Exacto, madrina, porque eso es lo que hacen las putas, y tú eres una puta, mi puta, y harás todo lo que yo te diga, pues eso acordamos ayer, por tanto eso es lo que quiero que hagas ¿me entiendes?“

Yo ya con mi voz más baja y con suplica, intento convencerlo por última vez diciéndole:

“¡No lo hagas, por favor, te lo suplico!“

Y él me contesta:

“Ya mi putita es demasiado tarde, pues en cuanto les dije que si querían podrían follarte, todos dijeron que sí y que cuando. Y yo les conteste que pronto. Entonces al decírtelo ayer y acceder a mis deseos (de ser mi puta para todos y de hacerme caso y complacerme en todo), cuando salí de aquí llame a los tres y los he citado en la esquina de tú calle para dentro de una hora y media, así que vete preparando para alrededor de las 10 o 10,30 que estaremos ahí, y te vamos a follar entre los cuatro”.

Yo me auto convencí de que le había dado mi palabra y habíamos sellado el trato, pero no pensé que me ofreciera a otros hombres tan pronto y lo hizo ayer al salir de mi casa. Me ofreció a sus amigos adolescentes para que me follaran y abusaran de mí a su antojo. Entonces al pensar en ello me comenzó a entrar un calor por dentro, era una mezcla de excitación y lujuria. Mi ahijado, mi amante, había decidido convertirme en su puta con todas las consecuencias, y el siguiente paso lógico era ofrecerme a otros hombres, en este caso a sus amigos. La verdad es que me asustaba un poco el estar a la vez con cuatro hombres y ser poseída por ellos, pues nunca había estado con más de un hombre y encima esos hombres habían sido mi marido y mi ahijado. Cuando estaba en estos pensamientos él me sacó de ellos al oírle a través del teléfono que continuaba diciéndome:

“Yo pasaré por tú casa ahora dentro de un rato y te llevaré la ropa que debes de ponerte. Mientras me esperas ves colocándote el tanga que te regalé, pues es para estas ocasiones para las que te hice el regalo. Procura que te salga gran parte de la pelambrera de tu chocho por fuera de él”.

Me colgó el teléfono y yo entonces me dirigí a mi cuarto, me quité la bata de estar en casa y las bragas que tenía puestas, quedándome desnuda, pues no me había puesto por comodidad aún el sujetador. Cogiendo la braga tanga del cajón me la coloqué y procuré sacarme la mayor parte de los pelos de mi chocho por fuera del pequeño triangulo de las mismas. Prácticamente solo se veía como dos dedos de la tela y al ser transparente y quedarme un poco pequeña se me veía y marcaba perfectamente la raja de mi almejita. Al terminar me senté encima de mi cama a esperar que llegara Raúl, el cual a los 25 minutos llegó. Cuando sonó el timbre me coloqué encima de mi cuerpo la bata de estar en casa, me dirigí hacía la puerta y le abrí. Traía en la mano dos bolsas con paquetes, le hice entrar y nos dirigimos directamente a mi cuarto: Nada más entrar, en mi dormitorio, me quité la bata tirándola encima de la cama y me mostré a él, solamente con el tanga, prácticamente desnuda. Gire despacio sobre mis pies para que pudiera verme por completo y entonces él me dijo:

“Toma esta es la ropa que quiero que te pongas, se me ha olvidado el sujetador, pero estoy pensando al verte sin él que a lo mejor les pones a esos cabroncetes más caliente el que vayas sin él. Con esto te vas a vestir como lo que realmente quiero que seas con ellos, es decir un buen putón”.

Saco los paquetes y los voy extendiendo encima de la cama. Es una minifalda muy corta negra, una camisa muy fina semitransparente abierta por delante y que se cierra con botones (solo tiene cinco botones). Cuando he acabado de sacar todo y colocado encima de la cama me dice:

“No te he traído medias porque no quiero que las lleves y en principio para recibirlos te colocas encima de esta ropa el salto de cama semitransparente con el que me recibiste a mí el segundo día que te visité, es sexi y excitante. Y para completar todo ponte unos zapatos negros de tacón alto para que resalten más si caben tus piernas desnudas. Quiero que la camisa solo te abroches el 4º y el 5º botón (para que asomen tus tetas y se vea bien como se mueven) y te la entres por dentro de la minifalda. ¡Date prisa madrina que se nos hace tarde, venga mi putilla linda, verás cómo al final a ti también te gusta y te excita todo esto¡”

Yo comienzo a vestirme y al terminar me miro reflejada en el espejo del armario de mi habitación y la imagen que veo reflejada en el mismo es la de una verdadera puta. Me sentía sucia por dentro, totalmente vejada y humillada por lo que iba a pasar. Pero no podía revelarme, mi ahijado ejercía un control sobre mis sentimientos y sobre mi voluntad tan grande, que no era capaz de hacer otra cosa nada más que lo que él quisiera. Se acercó y empezó a sobarme, se le notaba muy excitado, tanto por mi ropa, como por lo que íbamos a hacer. Entonces él hace que me gire y que ande por la habitación para verme y me dice:

“Maribel, estas perfecta, como me había imaginado, vas a deslumbrar a esos cabrones, se van a subir por la paredes de caliente que se van a poner cuando te vean. Estás buenísima, madrina, mejor que cualquier puta callejera. Ahora dime la verdad, ¿te está costando dar este paso verdad, cariño?”

Yo bajando mi cabeza y mirando hacía el suelo y sintiendo un calor fuera de lo normal en mi cara, demostración evidente de mi sonrojo, le contesto:

“Si Raúl, pero si realmente es lo que quieres que haga y que sea, lo haré. Solo deseo complacerte y que goces y seas feliz con ello, aunque realmente me cuesta mucho y me da mucha vergüenza hacerlo”

Entonces él se saca del bolsillo de su pantalón una caja con unas pastillas (luego me diría la verdad, de que eran unos afrodisiacos) y dirigiéndose a la mesilla de noche coge el vaso y la jarra que tengo en ella con agua y echando un poco de agua en el vaso, me le da y a la vez me da dos pastillas que ha sacado del envase de la caja que se sacó del pantalón y me dice:

“Vas a tomarte estas pastillas, te ayudaran a pasar el mal trago, al menos esta vez que va a ser la primera, aún falta más de tres cuarto de horas para que lleguen mis amigos y en ese tiempo te harán efecto y te sentirás mejor, son un tranquilizante para los nervios, trágalas venga, te sentirás mejor”

Yo como una autómata me las trago haciéndole caso. Él entonces se acerca a mí y comienza a tocarme por encima de mi salto de cama y con sus manos juega metiéndola por la abertura de la camisa a mis pechos comenzando a sobármelos y jugar con ellos, sabe que es una de las zonas de mi cuerpo que al tocármelas me pone más excitada y por eso lo hace. Luego lleva su boca a la mía y sin dejar de sobarme comienza a darme un morreo de campeonato haciéndome subir a la gloria con sus caricias y besos. Así estamos un ratito y luego me dice:

“No vamos a seguir, pues quiero que estés caliente para cuando vengan mis amigos y de esa forma tu excitación te haga querer entregarte a nosotros por ti sola. Se conociéndote que a medida que vayamos hablando y entrando en materia, y pasado los primeros momentos serás tú misma la que quieras y les pidas que te follen, sin importarte que esté yo presente cuando lo hagan”.

Se separa de mí y me dice:

“Me voy a ir ya, pues son las 9,40 y he quedado con ellos en la esquina entre las 10,00 y 10,30 y estoy seguro que con las ganas que tienen de estar contigo, esos están todos ahí antes de la hora. Quiero que te encuentres y des la sensación, ante ellos, de desenvuelta y con experiencia, que no noten que es la primera vez que lo vas hacer con otro que no seamos ni tu marido ni yo y menos que vas hacer de puta. Aunque no te lo he dicho, para que te sientas realmente como una puta, los he cobrado a mis amigos 50 Euros a cada uno por estar hasta la hora de comer contigo. Es un precio muy barato para lo que se cobraría en un prostíbulo por una hembra como tú. Pero he considerado que son mis amigos y no quiero abusar. Pues el cobrarlos es solamente para que sientas realmente la sensación de ser puta y cobrar por prestar tu cuerpo al cliente para que haga con él lo que quiera. Como sé que estas nerviosa, en vez de estar sentada en el salón esperándonos , si tienes que hacer algo en la casa, en la cocina, etc. ves haciéndolo, de esa forma te distraerás y no pensarás en esto y se te pasará un poco los nervios. Hasta dentro de un ratito que vuelvo con ellos. Gracias de nuevo, mi amor, por todo lo que vas hacer por mí.”

Yo a medida que pasaba el tiempo, no sé porque iba sintiendo cada vez más ganas de entregarme a estos cuatro adolescentes que estaban a punto de llegar. Notaba la calentura en mi entrepierna y en el interior de mi cuerpo, me lleve la mano a mi sexo por encima de mi tanga y note que estaba completamente mojado por los jugos que salían de mi chochito (en aquel entonces no sabía porque podía ser, pero después al enterarme y decirme Raúl que las pastillas que me había dado eran afrodisiaco, lo comprendí, era porque ya me habían empezado hacer efecto las pastillas. La toma recomendable era una pastilla medía hora antes de comenzar y sus efectos duran de dos a tres horas, y el bruto de mi ahijado me había dado dos pastillas). A las 10,05 llamaron a la puerta, yo toda nerviosa me coloqué como pude la poca ropa que llevaba y me dirigí abrir la puerta. Al llegar quise ver cómo eran y miré por la mirilla y pude ver a Raúl con tres chicos, como había prometido. Todos adolescentes guapos y fuertes, poco más o menos de su edad, por tanto podían ser perfectamente mis hijos por la edad. Uno de ellos le conocía de haber estado alguna vez, (ante de todo esto) con Raúl cuando me había visitado en mi casa alguna vez y eso me hizo sentir aún más avergonzada por lo que iba hacer. Entonces cogí y les hice pasar rápidamente al interior. No quería que cualquier vecino o vecina pudiera ver que entraban en mi casa cuatro chicos a esa hora de la mañana y que si esperaban, un poco, vieran que tardaban más de la cuenta en salir, pues estarían conmigo alrededor de 3 o 4 horas y eso seguro que les haría sospechar.

Ya dentro, cuando me vieron así vestida se quedaron alucinando mirándome, con lujuria en los ojos, y medio babeando por la visión de mis piernas y el espectacular escote que al dejar desabrochados los botones me había dejado, la verdad es que debieron empalmarse en ese mismo instante. Les saludé y les di dos besos a cada uno, acercando mucho mi boca a sus labios, y pegando mis pechos a sus cuerpos, para haciendo caso a lo que me había dicho mi ahijado, darles la sensación de seguridad y desenvoltura. Después le hice pasar al salón una vez allí les invité a sentarse, haciéndolo yo en el medio del sofá y se sentaron dos de ellos uno a cada uno de mis lados y Raúl y el otro chico cada uno en uno de los sillones. Entonces mi ahijado me presentó:

“Madrina, estos son mis amigos, ese es Juan, el que está sentado a tu derecha y el que está junto a ti a la izquierda es Nacho y este otro es Manolo, ella como todos ya todos sabéis es Maribel”

Tras la presentación empezamos hablar en principio de cosas vánales, mientras lo cual ellos no dejaban de desnudarme con sus miradas con todo el descaro del mundo. Yo al verlo me sentía incómoda, con esos adolescentes babeando y deseando follarme, y mi ahijado disfrutando viendo cómo yo sufría.

Entonces Raúl cambió de conversación radicalmente diciéndoles:

“¿Os gusta mi madrina, chicos?, a que está mejor al natural que no en los videos que habéis visto?”

Y Juan que estaba a mi lado, rápidamente contestó:

“Está buenísima. Mira que viéndola mientras grababa los videos me gustaba, pero es que en la realidad me gusta aún el doble”

Según decía esto, el tal Juan, me pasaba uno de sus brazos por mis hombros y haciendo que su mano descansara con disimulo por dentro de la solapa de mi camisa en contacto directo con mi carne.

Raúl entonces continuó diciéndoles:

“Cuando la he llamado para decirla que vendríais a hacerla una visita para conocerla, se ha vestido así para recibiros y que la veáis guapa y porque no decirlo provocativa para vosotros.

Mi ahijado les decía eso, siendo mentiras, pretendía con ello calentar aún más el ambiente, si esto era posible, pues los chicos se les notaban bajo su pantalón un buen paquete a todos y que por momentos iba aumentando de tamaño. Nacho (el chico de mi izquierda llevo una de sus manos a mi muslo izquierdo y comenzó a acariciarlo con cariño y a disfrutar de la suavidad de mi piel. Juan ya había llegado con su mano a mi pecho izquierdo mareándomele y sacándomele de mi camisa me le sobaba a placer. Yo estaba muy excitada y más con la caricia que este chico hacía sobre mi pecho. Mientras tanto Nacho, poco a poco avanzaba hacia el interior de mis muslos y ya tenía su mano bajo mi corta falda y había conseguido llegar hasta mi mojada tanga y me había comenzado a acariciar mi coño por encima de ella, al notarlas empapadas y no pudo reprimirse y dijo:

“Joder machos, la cabrona tiene la tanga totalmente metida por la raja y está toda mojada. Es tan calentorra como la hemos visto portarse en los videos cuando follaba con este maricón de Raúl”

Entonces Manolo desde su sillón dijo:

“Claro os lo dije, cuando nos pajeábamos viéndola en los videos, es una puta, y está cachonda porque sabe que la vamos a follar todos hasta que ya no podamos más ni ella ni nosotros, ¿verdad Maribel, que es por eso?”

Yo haciéndome la valiente y para que ellos no me viera cohibida y avergonzada por lo que decían y me hacían, le conteste:

“Si es por eso, estoy ahora mismo muy caliente pensando que dentro de poco me vais a poseer los cuatro por todos mis agujeros, primero uno a uno y después todos a la vez, estoy deseando teneros dentro de mí “

No podía creer lo que acaba de decir por mi propia boca, me estaba portando como una verdadera golfa y puta animando a estos chicos a que me follaran por todos mis agujeros. Quién me iba a decir a mi hace unos días que iba a ser gozada a la vez por cuatro adolescentes, cuando hasta hace menos de un mes con el único hombre que yo había estado y el único al que me había entregado había sido mi marido.

Mientras Juan había conseguido sacarme también la teta que daba para su lado y me encontraba con mis pechos completamente desnudo fuera de mi camisa y a la vista de los cuatro adolescentes. Ellos (aunque me los habían visto por los videos) nunca imaginaron que en la realidad mis tetas fueran tan grandes y que se mantuvieran aún bastante tiesas y pocos caídas aunque algo si estuvieran debido a su peso. Estaban enormes, parecían dos montañas y mis pezones se encontraban por la excitación hinchadísimos. Entonces Nacho al verlas saltar con su mano libre llevo la teta de su lado (la izquierda) a su boca y comenzó a mamarla con ganas y Juan hizo lo propio con la que le tocaba a su lado. Entonces Manolo se levantó del sillón y se acercó donde yo estaba, se arrodillo en el suelo y me hizo separa mis piernas y separando a un lado la tela del pequeño tanga, arrimo su boca a mi chochito y comenzó a pasar su lengua por él y a comerme mi almeja peluda totalmente rodeada de pelos a su alrededor (cosa que parecía gustarle). Juan y Nacho me devoraban con locura, me mordisqueaban los pezones y estrujaban fuertemente mis tetas. Parecía que quisieran sacarme hasta la última gota, si hubiera tenido leche en ellos. Yo ya comencé a respirar agitadamente, el juego que estos chicos hacían en mis sensibles pezones y el buen trabajo que Manolo seguía haciéndome en mi encharcado coño, el orgasmo era inminente, y no pude por menos que comenzar a decir:

"¡Me corroooo...! ¿Qué me hacéis cabrones, para hacerme sentir estoooo tan placenteroooo?"

 Un mar de líquidos salió de mi interior, parecía que me estuviera meando y moje toda la cara de Manolo, que aun así no separó su boca de mi chocha tragándose todo lo que podía de mis jugos.

Entonces Manolo con su cara empapada por los efluvios míos dijo:

"¡Mirad como se mea de gusto, la puta guarra, creo que vamos a disfrutar de lo lindo con esta golfa tan caliente, amigos! Vaya cerdita que está usted hecha Sra. Maribel”

Yo entonces entrecortada les digo:

“Por favor, no me llaméis de usted me hacéis sentirme más vieja y además después de lo que acabamos de hacer y lo que nos espera creo que sobra el tratamiento de usted”

Entonces Raúl también se acercó dónde estábamos y acercando su boca a la mía y metiendo su lengua dentro de mi boca. Me dio un beso y un morreo de campeonato, a la vez que recibía mis entrecortadas ráfagas de aliento como consecuencia que el buen hacer de sus amigos me estaba proporcionando con sus manos y bocas. Yo seguía muy sofocada pero sentía involuntariamente, muchas ganas de sentirles dentro de mí, estaba excitadísima, de modo que con palabras entrecortadas, por mi sofoco provocado por el placer que estaba sintiendo, les dije:

“Por faaaavooor vamos a mi cuartoooo quiero ser vuestraaaa, vamooosss”

Entonces me levantaron y casi en volandas me llevaron a mi habitación y ellos empezaron a desnudarse. Cuando vi los cuatro cuerpos jóvenes desnudos ante mí, sus pollas grandes y ya erectas, empecé a excitarme aún más de lo que estaba y aunque no se lo decía, estaba deseando que pasaran los minutos para poder estar disfrutando de ellos. Me había olvidado de mi marido y de que Raúl me estuviera prostituyendo por primera vez en mi vida, con sus propios amigos. Solo deseaba ser poseída por cada uno de ellos. El afrodisiaco que mi ahijado me había suministrado (engañada como pastillas para calmar mis nervios), estaba haciendo muy bien su trabajo, cada vez que alguno de ellos tocaba mis pechos o cualquier parte de mi cuerpo no paraba de gemir de gusto. Mi Ahijado se acercó y me besó con pasión en la boca para que los otros lo vieran bien. Después los demás se fueron acercando poco a poco para seguir sobándome, mientras yo les acariciaba los cuerpos y sus pollas. Entonces Nacho les dijo a todos:

“Ojalá mi madre estuviera tan buena como tú Maribel, si fuera así me las arreglaría para conseguir la forma que ella consintiera en que me la follara a todas horas, como tú Raúl has conseguido hacerlo con tu madrina y con tú madre”

Yo sabía que Raúl se follaba y era también el amante de su madre (pues él mismo me lo había dicho), pero que lo supieran sus amigos, no lo sabía, por eso me sorprendió al oírselo a Nacho. Entonces Juan y Manolo contestaron a Nacho afirmando lo que decía de esta forma:

“Sí, igual que la mía (dijo Manolo)”

“Y que fuera tan puta y que tuviera esas pedazo de tetas que Maribel tiene, pues me vuelven loco (dijo Juan)”

Entonces mi ahijado al oírlos les dijo:

“Bueno, no os preocupéis, mi madrina se ha ofrecido a ser vuestra puta, cuando queráis follar con ella no tenéis más que decírmelo o venir aquí directamente la pagáis (pero ya a su precio real de puta que va a tener) y ella se abrirá de piernas para vosotros, ¿verdad, madrina? “

Yo como una autómata, asentí entre gemidos. Los comentarios de mi ahijado les ponían todavía más cachondos, y ahora ya no se cortaban a la hora de llamarme puta o cosas mucho más fuertes, para humillarme más.

Habían formado un círculo alrededor mío, teniéndome a mí en el centro. No dejaban de sobarme y poco a poco, una pieza de ropa uno, otra otro, ahora el salto de cama, después la camisa, la minifalda y por último mi tanga, me las fueron quitando hasta dejarme completamente desnuda ante su vista. Yo me sorprendía al estar como mi madre me trajo al mundo ante los amigos de mi ahijado y no sentir ya vergüenza ni reparo ninguno, sino todo lo contrario, ganas de exhibirme desnuda ante ellos y que pudieran apreciar bien mi desnudez, ¿Cómo era posible que me comportara así?.

Entonces cogiéndome unos de mis pies y otros por mis axilas, peludas (que al verlas se le abrieron sus ojos y yo al ver su sorpresa les pregunte:

“¿No os gusta que tenga pelos en mis axilas? es que a mi marido si le gusta y por eso los llevo, no quiere que me los quite, igual que en mi coño, por eso los tengo tan abundante y largos en mi sexo.”

Entonces Raúl, Juan y Manolo, contestaron:

“A nosotros también nos gustan que las mujeres lleven pelos en sus axilas y en su coño, y si es tan abundante como tú lo tienes mejor”

Y Nacho me dijo:

“A mi Maribel, me gustan las mujeres de las dos formas, con pelos en su sexo y axilas y sin ello, aunque si lo tienen prefiero que sea más pequeño y que tampoco sea tan abundante como tú lo tienes”

Yo conteste:

“Me alegro que no os disguste que lo tenga y es más que incluso os guste, pues a mí también me gusta tenerlo y aunque no fuera así no podría quitármelo, para que mi marido no sospechara nada”

Entonces levantándome del suelo cogida por donde os he comentado, me llevaron hasta la cama y me echaron en ella colocándose los cuatro a mi alrededor. Ahí estaba yo completamente desnuda y espatarrada, (en medio de estos cuatro adolescentes hambrientos de mí), ofreciéndoles la mejor visión que nunca hubiesen tenido tan cerca de una mujer, la cual tenía edad suficiente para ser su madre.

Entonces Raúl se colocó entre mis piernas y comenzó a apartar con sus manos los pelos de mi coño, yo miraba a los demás que no despegaban su vista de lo que hacía su amigo. Se les caía la baba al contemplar mi cuerpo desnudo y a su amigo tocando mi sexo. Tras esto mi ahijado empieza a meterme primero un dedo y luego dos más por mi coño y comienza a entrarlos y sacarlos dentro de él, yo no puedo por menos que emitir un suspiro de placer:

“Ahhhh… siiiii como me gustaaaa?

Entonces Manolo y Nacho se apoderaron de una teta cada uno, me las comienzan a chupar y apretar, sin cuidado alguno y con fuerza, como si les fuera la vida en ello. Entonces él que quedaba, Juan, acude al lado de Raúl y guiñándole el ojo, le apartó la mano con la que me taladraba mi chocho y comenzó a chuparme con su boca mi coño. Mis pezones estaban duros como el acero, ya que Nacho y Manolo se habían cansado de acariciarlos y habían empezado a mordisqueármelos, produciéndome con ello muchísimo placer. Yo ya comenzaba a respirar de nuevo agitadamente por la excitación y placer que sentía, y no paraba de echar líquidos por mi almeja. No recordaba haber estado antes nunca tan excitada aunque los días que había disfrutado con Raúl había sentido sensaciones que nunca había disfrutado en ese momento estaba también sintiendo algo nuevo en mí, no sé si por los efectos del afrodisiaco o al ser sobada por tantos hombres y manos a la vez, el caso es que estaba excitadísima y disfrutando muchísimo.

Entonces Raúl desapareció durante unos segundos, pero sus amigos no dejaron de hacer lo que estaban haciendo. Al poco apareció mi ahijado con un consolador - vibrador y un bote de vaselina. Al ver su tamaño me asuste, media el doble que la polla de Raúl y era el doble de grueso. Yo solo había probado el pene de mi marido y el de Raúl que ya me entraba justo. Yo pensé que ese monstruo de vibrador no podría entrarme, pero me equivoque. Mi ahijado apartó a su amigo Juan, que dejo de chuparme mi chochita y se puso a un lado. Entonces Raúl comenzó a introducir dos dedos llenos de vaselina en mi coño. Luego también embadurno con la vaselina el consolador-vibrador, lo puso a la entrada de mi cueva y empezó a empujar poco a poco. Nacho y Manolo para ver cómo me lo entraba y comenzando a masturbarse, se colocaron de tal forma que no pudieran perderse detalle. Sin embargo Juan se puso al lado de mi cara y con su polla bien tiesa (tenía un buen tamaño era muy parecida a la de Raúl, aunque yo creo que un poquito más gorda y un centímetro al menos más larga) me la acercó a mi boca y dándome una orden me dijo:

“Chúpamela guarra, mientras tu ahijado te mete el consolador-vibrador, venga que lo estas deseando de esa forma te distraes chupándola y te dolerá menos cuando te entre mi amigo ese pedazo de pollón artificial, putilla”

Yo me quedé sin saber qué hacer y entonces mi ahijado, a la vez que introducía en mi coño, la punta del consolador-vibrador me dijo:

“Ya has oído, sé una buena puta y chúpasela”

Abrí la boca y comencé a chupársela. Ahora tenía una polla en la boca y en mi coño entrándome, lo más grande que en mi vida me había entrado en él, ese monstruoso consolador-vibrador, que ya se había introducido hasta el glande del mismo. Me estaba doliendo a medida que me lo entraba, pensaba que no me entraría pero si lo estaba haciendo. Yo no quería chillar, aparte de que la polla que tenía en mi boca me lo impedía, pero por mis ojos comenzaron a salir lágrimas de dolor. Raúl dio al botón de encendido y el aparato se puso a vibrar y a la vez me le empujaba cada vez más a dentro hasta que consiguió entrar al menos 28 o 30 centímetro de los 50 que medía el aparato. Luego comenzó a moverlo a dentro y a fuera con saña como si me estuviera follando con él. Mientras que con la mano libre se masturbaba él también como hacían sus otros amigos. A mí se me estaba pasando el dolor que sentí al introducirme la polla de látex y ahora comenzaba a sentir bastante placer con ella, (me sentía completamente llena, estaba rozando y pegada a las paredes de mi vagina, las cuales estaba dilatando al máximo) y al tener en mi boca la polla extraordinaria de Juan. En pocos minutos no pude aguantar y comencé a correrme como una loca llegando a enlazar varios orgasmos, y derramando gran cantidad de líquidos por mi coño, tantos que parecía como si me estuviera meando. Nunca me había pasado. No podía gritar porque Juan no permitía que dejara de chuparle su polla, me sujetaba con su mano mi cabeza para impedirme hacerlo. Entonces Raúl dándose cuenta de mi corrida les dijo a sus amigos:

“¡Miren se está corriendo tanto que parece que se estuviera meando! Joder Maribel como estás gozándolo, pedazo de puta”

 Y Juan sin dejarme siquiera descansar un rato en mi mamada, les dice también:

“¡Ya os dije que era una puta!, recordáis cuando la vimos en los videos follando y mamando la polla a este.”

Y Nacho apostilla, diciendo:

“Si Raúl, como tú bien dices, se está corriendo de gusto la muy zorra, pero que caliente que es tu madrina”.

Y Manolo, que es el que faltaba les dice a todos:

“Joder machos, que bien y cuanto vamos a disfrutar con esta vieja puta, es calentísima, habéis visto la cantidad de líquidos que está echando al correrse. Es demasiado, nunca había visto a ninguna tía que echara tanto al correrse, que barbaridad y para ser tanta cantidad es bastante espeso. Ahora Juan sí que te hubiera gustado estar ahí abajo comiéndola el coño, pues eso que está echando debe de estar riquísimo”

Diciendo esto llevo una de sus manos a mi coño y llenándosela con mis jugos se la llevo a su boca y chupándose la mano se tragó todos los jugos míos que había podido coger con ella de mi coño.

Ellos seguían masturbándose y a mí no me sacaban el consolador-vibrador de mi chocho, aunque estaban viendo que me corría sin parar. Al ver la escena y a mí como disfrutaba y me corría ellos también llegaron pronto al orgasmo y comenzaron a correrse. Manolo fue el primero en hacerlo, lanzo tres chorros, uno directo a uno de mis ojos, otro a los labios y el último se quedó en mis tetas. Después siguieron los otros dos, cada cual escogió a su gusto Raúl lo hizo en mi cara y Nacho opto por correrse en mis tetas. El que aguantó un poco más fue Juan, pero a los pocos segundos comenzó a correrse dentro de mi boca, no me dejo que me la sacara y empujo su polla todo lo que pudo obligándome a tragarme toda su corrida, a la vez que me decía:

“Me corroooo siiiiii aaaahhh ¿te gusta mi leche pedazo de putaaa?, tragatelaaaa siiiiii todaaaa tragtelaaa perraaaa asquerosaaa que ereeees una verdadera putaaaa”.

La imagen que debía de dar a esos chicos debía de ser digna de la mejor película porno que hubiera. Yo por aquel entonces la única película porno que había visto fue la mía propia cuando me grabó Raúl dormida, abusando de mí y por la que me atrapó en sus redes. Ellos se tumbaron al lado mío, pero no me habían sacado el consolador ni parado la vibración del mismo, por lo que a mi seguía produciéndome muchísimo placer y gran cantidad de orgasmos. Estaba sobre la cama toda llena de su semen y todas las sabanas empapadas y mojadas por mis jugos. Yo no pudiendo más le dije a mi ahijado:

“Raúl por favor, parame este aparato y sácamelo o me voy a desmayar y no podréis seguir disfrutando de mi cuerpo, me está agotando tantos orgasmos. Es mejor que lo saques, y que descanse un poco, pues con lo grueso que es este aparato ha debido de dar de sí mi coño. Y si no dejáis que descanse un rato y mi almejita vuelva en ese descanso a su estado natural, aun con lo gordas y grandes que tenéis vuestros miembros, cuando los entréis no vais a notar nada de lo ancho que va a estar mi sexo.”

Raúl, parando el aparato y dirigiéndose a los demás, a la vez que comenzaba a sacármelo despacio les dijo:

“Tiene razón mi madrina, el consolador es gordísimo y grande y si no se lo sacamos la dilatación de su coño seguirá tan grande como se lo haya dejado y cuando se la entremos, entrarán nuestras pollas como si la entramos en un cubo de lo ancho que lo va a tener y no disfrutaremos ninguno de ella. Juan trae ese espejo que tiene Maribel encima de la cómoda, quiero que ella vea como se la ha dilatado su almeja, igual es bueno que este un tiempo con otro consolador que al menos sea tan grueso como la polla tuya, juan, en su culo para que se le dé de sí y cuando sus clientes quieran darla por el culo le tenga ya abierto lo suficiente para que ella no sufra y el cliente goce, me lo pensaré y ya veré lo que hago”.

Raúl definitivamente había decidido en convertirme en prostituta y ni siquiera (por sus palabras) podría opinar sobre el asunto ni si me parecía bien que me hiciera lo que acababa de decir con un consolador en mi culito.

Juan trae el espejo y me le coloca entre mis piernas para que yo pueda apreciar lo dilatado que tengo mi coño. Ha llegado a duplicarse el tamaño de la raja de mi sexo, yo me preocupo, pues es la primera vez que me pasa y pregunto:

“Raúl, ¿Qué vamos hacer ahora? ¿Se me va a volver a quedar como lo tenía de estrecho? Yo no quiero tenerlo así, que va a decir mi marido esta noche cuando quiera hacerlo conmigo“

Mi ahijado se echa a reír y me dice:

“Tranquila Maribel, ahora vamos a descansar un rato y dentro de una media hora poco más o menos ya verás como todo ha vuelto a su estado natural. Y cuando así esté comenzaremos de nuevo y esta vez no habrá nada de consoladores las pollas que te entren en tu coño serán de carne y hueso y serán las nuestras. ¿Tienes cervezas en la nevera?”

Yo le digo:

“Sí hay por lo menos 10, la cargo todos los días”.

Entonces Raúl le dice a Manolo:

“Ven conmigo vamos a por unas cerveza, para bebérnoslas mientras descansamos, es temprano. Y si para la hora de comer aún no hemos acabado podemos estar un poco más pues el cornudo de mi padrino no llega hasta las 17,45 o las 18,00 horas”.

Mientras yo y los otros dos chicos nos quedamos tumbados en la cama. Yo sin poderlo remediar gemía mientras me recuperaba, el semen que me habían echado con su corrida me goteaba a lo largo de todo mi cuerpo junto con los líquidos y eflujos míos que aún no habían dejado de salir de mi coño. Mi sexo estaba totalmente dilatado y muy rojo, por la presión ejercida sobre las paredes del mismo y su entrada por el consolador gigante que me acababan de sacar de él. Mi cuerpo a parte del semen que tenía por encima, por la zona de mis tetas y coño estaba también reluciente de la saliva que habían dejado los chavales al chuparme mis pechos. Cuando volvieron Raúl y Manolo con las cervezas de la cocina, al verme como estaba y con esta pinta Manolo me dijo, sonriendo:

“Joder, Maribel, qué puta eres”

Yo le sonreí y para dar la sensación de confianza les dije:

“¿Os gusta cómo lo estáis pasando?”

Ellos al unisonó me contestaron:

“Sí nos está gustando, pero esperamos que a partir de ahora todavía sea mejor y más excitante”

Los dos que estaban tendidos a mi lado me habían comenzado a sobar todo mi cuerpo extendiendo por todo él los restos de su saliva y el semen que unos momentos antes al correrse sobre mí, habían depositado en las diferentes partes de mi cuerpo que ya he mencionado. Raúl, trajo su ordenador al cuarto y colocándolo encima de la cómoda, le encendió y andando en él me dijo:

“Maribel con este programa que me he conectado ahora es con el que yo y mis amigos cuando yo no estoy controlamos las cámaras que tengo instalado aquí en tu casa. Desde cualquier ordenador que tenga este programa y metiendo la contraseña que solo sabemos mis amigos Juan, Nacho y yo podemos controlar todo el circuito de cámaras, actuando sobre el zoom, el movimiento de cada cámara y intercambiando la imagen que más nos convenga de las que este recogiendo en ese momento cada una de las cámaras. Cuando he salido antes algunas veces de aquí del cuarto he ido a mover la cámara para que se te viera bien en todas las escenas y saliera lo que hasta ahora hemos hecho con todo lujo de detalles. Dentro de un rato cuando de nuevo comencemos para que todo salga mejor y se pueda hacer un buen video de todo nos iremos turnando en el control de las cámaras, tanto Juan, Nacho como yo. El primero en manejarlo seré yo para después según el momento nos vayamos cambiando y a Manolo también le enseñare ahora mientras descansamos esperando que tu coño vuelva a su estado normal”

Yo le digo:

“¿Pero has gravado todo lo que hemos hecho? ¿para que lo quieres? ¿no lo irás a utilizar, verdad?”

Y él muy enfadado me dice:

“¿Quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer, puta?, nuestro acuerdo es que serias mi puta para todo y que siempre harías lo que yo quisiera y te dijera, por tanto no debes de volver a decirme nada parecido a lo que acabas de hacer. Ten presente que eres mi puta para todo lo que yo desee y quiera. Todos los videos que hemos grabado tuyo en esta casa, tu sola, conmigo o con tu marido, se seleccionaran las escenas que crea yo oportunas y las comercializaré como videos porno de amateur, lo mismo que hago con los que saco a mi madre. Por eso te dije que formarías partes de mi negocio como mi madre lo hace, pues el negocio no es otro que prostituirse y vender estas películas que recogen cuando folláis, os cambiáis de ropa, o cualquier cosa que crea conveniente. Y yo soy vuestro chulo y patrón y como trabajadoras tendréis vuestro sueldo mensual, no quiero que penséis o piense la gente que abuso de vosotras, el resto de las ganancias serán para mí. Este es mi nuevo negocio, por el que he estado últimamente tan ocupado y poco a poco iréis trabajando en él más mujeres, de las cuales a más de dos y tres conoces y te sorprenderás cuando veas quienes son.”

Yo baje mi cabeza hacía mis pechos y no pude reprimir echarme a llorar, pero no fui capaz de decirle ni censurarle nada su comportamiento y con mi silencio acate desde ese momento pertenecer y ser parte activa de su negocio.

Entonces Manolo se acercó y cogiéndome de la mejilla me dijo:

“No llores, que una mujer tan guapa y estupenda como tú, no debe hacerlo. Con lo caliente y puta que estamos comprobando que eres, no tardaras mucho en acomodarte a tu nuevo oficio y verás que a gusto te encuentras en él practicándolo. Sé que todo esto te suena raro y más sabiendo que hace menos de un mes solamente habías follado con tu marido y no sabías nada de la puta y ardiente mujer que llevabas dentro de ti.”

Entonces Raúl, cogiendo sus pantalones y sacando la caja con las pastillas para “los nervios” saco otras dos y cogiendo de nuevo agua me dio el vaso y las pastillas y me dijo:

“Parece que las pastillas que te di antes no te han tranquilizado lo suficiente, dado que los nervios te están haciendo llorar y no es bueno que estés triste, pues la fiesta debe continuar y tú eres el protagonista más importante de ella. Tomate otras dos más y verás cómo dentro de nada ya estás más tranquila”

Yo ya no me atreví a decirle que no, aunque me parecía demasiado tomar otras dos pastillas para los nervios. Cogí el vaso y las pastillas y me las tome (en ese momento no sabía que las pastillas eran afrodisiaco, pues creía de verdad que eran calmantes para no estar nerviosa y me los tome. Raúl quería que estuviera muy excitada y me comportara como una verdadera puta ninfómana, dándome a tomar para ello los afrodisiacos. Con estas que me acababa de tomar, ya eran cuatro, cuando lo recomendable era una y sus efectos duraban alrededor de entre 2,5 a 3 horas, de modo que podéis imaginaros como iba yo a estar cuando comenzáramos de nuevo. Pero mi chulo, mí ahijado solo quería que me portara como la mayor puta de la tierra con sus amigos, sin importarle las consecuencias que me pudiera acarrear a mí el tomar tal número de pastillas).

Ellos cogieron cada uno una cerveza y a mí me dieron otra. Entonces fue Manolo el que acercándose de nuevo a mí me dijo:

“Maribel, eres la mujer más hermosa y que más deseo en estos momentos y me gusta que Raúl te haya convertido en prostituta. Estate segura que al menos yo voy a venir muchas veces por aquí o donde ejerzas, tu nueva profesión, para follarte, hija de puta”

Diciendo esto comenzó a derramar su cerveza sobre mi cuerpo y luego sentándose sobre mis pechos, me quitó mi cerveza de mi mano y comenzó a echársela en su polla y tras esto me la acerco a mi boca para que se la chupara, diciéndome:

“Quieres cerveza, pues muy bien, abre la boquita, la vas a probar de una forma como nunca la has bebido y que nosotros llamamos cerveza polla. Verás cómo te gusta y más cuando me corra dentro de tú boca de puta mamadora que tienes y se mezcle mi leche con la cerveza, chupa de una vez, a qué esperas golfa”.

Yo abrí la boca, él empujó un poco para que me entrara más, y comencé a mamársela y me gustaba el sabor que tenía. Pensé lo que he cambiado en pocos días, antes consideraba esto una guarrería y me costó hacérselo a Raúl la primera vez y ahora se lo estoy haciendo a este chico y antes se lo hice a Juan y probablemente cuando acabara Manolo me tocará mamársela y comérsela también a Nacho. El chico al notar mi boca en su polla no pudo reprimirse y dijo:

“¡Ahhhh… siiii… que gusto me das Maribel con esa boquitaaa. Chupaaa chupa con ganas quiero correrme en tu bocaaaa aaaahhhh…”

Los otros dos al ver a Manolo no se estuvieron quieto, al no poderme tocar mis pechos, por estar su amigo sentado encima de ellos, optaron Juan por ir besándome y lamiendo todo mi cuerpo y Nacho colocándose entre mis piernas acerca directamente su boca a mi dilatado coño y comienza a chupármele y tragarse todo los eflujos míos que puede. Así estuvimos cerca de tres cuarto de horas hasta que mi coño se fue cerrando y volvió a su estado normal, en este tiempo los tres chicos se fueron turnando de lugar y en mis agujeros, pasando los tres por cada puesto (es decir por mi boca para que les hiciera una mamada, por mi coño para comérsele y besando y lamiendo todo mi cuerpo) y sin dejar de sobarme y tocarme.

Cuando pasó este tiempo, Raúl que había estado manejando las cámaras desde el ordenador y viendo que mi coño ya estaba prácticamente en su estado normal. Pues en esos momentos, solamente se encontraban ya más hinchado mis labios vaginales por la excitación y calentura que los afrodisiacos me estaban dando. Llamó a Manolo y le enseño cómo funcionaba el programa del ordenador. Cuando acabó de enseñarle Raúl continuó en el ordenador y entonces les dijo a sus amigos:

“Amigos, a mi puta ya se la ha bajado la dilatación de su coño y ya lo tiene normal, y vero que vosotros igual que yo también estamos ya bien armados y nuestras pollas duras y listas para la guerra, que os parece si comenzamos de nuevo”.

Diciendo esto Nacho llevo una de sus manos a mi encharcadísimo coño y metiendo primero un dedo y luego dos más, comenzó a moverlos en círculo para después meterlos y sacarlos con mucho cuidado y delicadeza. Así estuvo un rato hasta que yo comencé a jadear por el placer que me producía:

“Oooohhh siiiiiii, sigueeee, sigueeee cariño no pareees que placeeer me estas dandooo siiiii asiiiii follameee con tus dedooos oooohhhh que gustooo me estas dandoooo sigueee, sigueee…”

Pero cuando notó que yo estaba a punto de correrme paró de golpe, cortándome el orgasmo que estaba a punto de llegarme. Yo apenas con un hilo de voz saliendo de mi boca casi imperceptible, casi rogándole, le digo:

“Por favor no pares, no quiero que pares, sigue por favor no me dejes así por favor…”

Él haciendo como que no me había oído y para humillarme y que los demás me oyeran suplicarle me dijo:

“¿Qué dices, que no te oigo? ¿Qué quieres que siga… es eso lo que dices?

Yo entonces no le contesté, no quería admitir que estaba disfrutando y muy caliente y que todo lo que me estaban haciendo me gustaba. No quería ser yo la que dijera que necesitaba que me follaran y que lo estuviera deseando. Entonces al no recibir respuesta por mi parte me dijo:

“Está bien si no quieres que siga lo dejaré”.

Entonces yo ya no pude aguantar más por lo necesitada y caliente que estaba y esta vez con una voz ya normal, más bien alta, le dije:

“¡Por favor no pares! ¡No me dejes así!”

Nacho al final había conseguido llevarme donde pretendía, yo estaba salidísima y cachondísima perdida, solo deseaba que me follarán. Pero Nacho quería más, quería humillarme ante sus amigos un poco más y me dice:

“Quieres que te follemos puta? pues para eso es para lo que te hemos pagado, dímelo ¿quieres que te follemos?

Yo entonces ya gritando le digo:

“Sí folladme, ya de una puta vez, no puedo más y necesito que me folléis todos, por favor, no me torturéis ya más, folladme de una vez, por favor”.

Entonces Nacho dice en voz alta:

“¿Habéis oído amigos? La muy guarra, que ante toda la sociedad y hasta ahora va de señora decente, y ahora quiere que nos la follemos”

No conforme con los comentarios humillantes que estaba haciendo a sus compañeros de mí, continuó para que yo de nuevo le volviera a suplicar diciéndome otra vez:

“Grita que eres una puta, que eres una golfa y una cerda y que quieres tener nuestros rabos dentro de todos los agujeros de ese cuerpo de puta que tienes, dilo si quieres que te follemos”.

Yo (al no saber aún que estaba así por los efectos de las pastillas de afrodisiaco que mi ahijado me había suministrado, haciéndome creer que eran para los nervios) no entendía como estaba o como esos jóvenes habían conseguido ponerme así de excitada. Yo en mi interior luchaba por mantenerme firme y entregarme a ellos sin demostrar excitación y ganas de que me hicieran suya. Pues me tenía que dejar follar y prostituirme, porque mi amante así lo quería que lo hicieran, pero no quería darles el gusto de participar y gozar al hacerlo y sin embargo era lo que quería y necesitaba, ¿Qué me estaba pasando? Yo hasta esa mañana era una mujer decente que solo había pertenecido a mi marido y había tenido el desliz que me había llevado a todo esto con mi ahijado. Estando en estos pensamientos, no sé cómo salieron de mí las siguientes palabras:

“¡Soy una cerda y quiero vuestros rabos, vuestras pollas, las quiero dentro de mi SIIIII Y YAAAAA…””

Yo al oírme a mí misma me quedé sorprendida de lo que acababa de decir, al final la excitación y las ganas de mi cuerpo habían podido más que mis sentimientos y mi conciencia.

Entonces todos al oír mis palabras suplicándoles que me poseyeran se rieron a carcajadas y Nacho me dijo:

“Ahora te voy a follar, te lo has ganado. Pero primero espera que coja y me ponga un condón, hay que hacer las cosas con seguridad, aunque me gustaría más hacértelo a pelo, pero sé que no te gusta y no querrás que así lo haga ¿No?”.

Entonces cuando le iba a contestar, se adelantó Raúl y dijo:

“No, no hace falta que os coloquéis condón ni protección alguna, os la vais a follar a pelo, sin protección. Ella está sana, pues solo, lo ha hecho con el cornudo de su marido y conmigo y vosotros que yo sepa también estáis sanos y no la pegareis nada. Y el riesgo de que se quede preñada, no le tenemos, pues como sabéis por los videos que habéis visto de ella y porque ella misma me lo confirmó ayer, está preñada y he sido yo el que la ha preñado. Por tanto todos a disfrutar del placer que nos proporcionara el calor y el contacto de nuestra polla desnuda con el interior de esa vagina de puta que tienes Maribel”.

Yo con la calentura que tenía no dije nada, solo deseaba tener cuanto antes una de esas hermosas pollas adolescente dentro de mí. Nacho se tumbó encima de mí, apoyando sus manos en mis rodillas me hizo flexionarlas hasta que mis muslos tocaron mi pecho y luego se fue introduciendo poco a poco, sin ninguna dificultad, dentro de mi almeja. El muy cabrón quería disfrutar el momento pues cuando llego a la mitad paró y se quedó quieto esperando a que fuera yo la que hiciera el trabajo, pues para eso me pagaba. Yo desesperada eché mi cuerpo y mi pelvi hacía el encuentro de su polla, buscando que el resto del miembro del adolescente me entrara por completo. Al notarla ya toda dentro de mí comencé a moverme hacía delante y hacía atrás, luego en círculo para sentir toda su polla pegar y rozar en las paredes de mi vagina. Yo procuraba con mis movimientos meterme la polla de Nacho lo más hondo posible. Yo estaba como poseída, ya me había olvidado de todos mis prejuicios y convicciones morales y estaba comenzando a disfrutar con aquella polla en mi interior, comencé a gemir del gusto que me estaba dando:

“Ahhhh… ahhhh… siiiiii… siiiiii… pero muevetee tú también no seas cabrón no quieras que lo hagaaa yo todooo… siiiiiii haaa que placeeer estoy sintiendo con tu pollaaa dentrooo, mueveteee mueveteee tu también…”

Él dejo su actitud pasiva y comenzó a moverse a los compas del ritmo que yo había marcado, se notaba que también comenzaba a sentirse muy excitado. Cuando estábamos en esto sonó el teléfono que tenemos encima de la mesilla de noche. Miré y en la pantalla del mismo pude ver el número del teléfono de la oficina de mi marido, yo no le hacía caso, solo quería seguir con mi follada y que mi casual amante me acompañara en la follada al ritmo que ya habíamos cogido. Entonces Nacho con voz entrecortada me dijo:

“¿Quiééén… es, ahoraaa tan inoportunooo?”

Yo no respondí y él me metió un dedo de golpe en mi culo haciéndome un poco de daño, volviéndome a preguntar:

¿Qué quieeen coño eees, putaaaa?

Yo entonces enfadada le digo:

“Es mi marido, no hagas caso y sigue follándome cabrón, es mi marido”.

 Entonces él sonriéndome, agarró el teléfono y me lo dejo encima de mis pechos, al mismo tiempo que seguía e incluso aumentaba el ritmo de su follada. El muy cabrón quería que hablara con mi marido mientras él me follaba. A mí me entró un poco de miedo sin saber qué hacer y con miedo a que mi esposo se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

El teléfono estuvo unos segundos sobre mis tetas, yo entonces solté una de mis manos de sus caderas y agarre el auricular llevándomelo a mi oído y pude oír a mi marido decirme:

“¿Maribel?... ¿Estás ahí?... ¿qué haces no me oyes?”

Yo con mi voz entrecortada por la excitación, placer y la fatiga del ejercicio que estaba haciendo, a dura penas le puedo decir:

“Si, cariño, aquí estoy, ¿Cómo que llamas a estas horas?”

Me costaba hablar con claridad, no solo por lo violento de la situación sino porque el cabrón de Nacho, sabía lo que hacía y aunque yo trataba de negar lo que estaba pasando, mi cuerpo no podía. Yo lo único que sentía era que una polla joven y experta se movía entrando y saliendo dentro de mi coño y me estaba volviendo loca. Y que los compañeros del chico que me follaba al saber que era mi marido y ver en la situación en que me encontraba se reían, aguantando la carcajada para que mi marido no los oyera. Mi marido continúa diciéndome:

“Joder, que coño pasa, ¿no me oías?”

“Si cariño, es que estaba limpiando y se me había caído el teléfono al responder”

“Llamaba para decirte que no podré ir a casa hasta esta noche y tarde, pues tengo que cenar con unos clientes y ya sabes tras cenar, que si unas copas, etc., que acabaremos tarde. Te llamaba para que no me esperes, si se te hace tarde y no he llegado acuéstate, no te quedes esperándome. Lo siento cariño esta noche no voy a poder complacerte en la cama como últimamente estamos haciendo, mi amor, te quiero.”

Yo deseando de acabar le contesto:

“Muy bien cariño, no te preocupes, mañana lo haremos por partida doble y te compensaré por lo que hoy no pueda darte, yo también te quiero mi amor.”

Yo trataba de no jadear ante las embestida de Nacho y el muy cabrón lo sabía. A veces levantaba la mirada para verme hablar con mi marido, yo podía escuchar el sonido que hacía el entrar y salir de su polla en mi coño.

Mi marido siguió diciéndome:

“No te enfades, cariño, así es el trabajo, yo también te compensaré mañana cuando estemos juntos en nuestra cama“

“No, no te preocupesss cariñooo no me enfadooo”

Él al oírme hablar entrecortado me dice:

“¿Qué te pasa Maribel, te encuentras mal? ¿Por qué hablas así entrecortado? ¿Estás sola, estoy oyendo un murmullo de fondo”.

Yo le digo:

“Si, si cariñooo estoyyy sola es que estoy limpiando y al agacharmeee por eso me tiembla y me sale la voz entrecortada. El murmullo que oyes de fondo debe de ser la radio que la tengo puesta”.

Nacho seguía con mis piernas sobre mis hombros, y ahora su cabeza enterrada entre mi pelo y la almohada y había llevado su mano hasta mis pezones los cuales pellizcaba en ocasiones con fuerza para obligarme a gritar mientras hablaba con mi marido, yo me mordía el labio para impedir que mi esposo se diera cuenta de nada. Y entonces para acabar no le dejé a mi marido que siguiera hablando y me despedí de él diciéndole:

“Muy bien cariño, voy a colgaaar pues me estoy entreteniendooo y tengooo muchooo que haceeer, un beso mi vidaaa”

Al acabar, colgué y volví a llevar mi mano a la cadera de mi joven amante para apretarle y atraerle más hacía mí, quería que siguiera bombeándome con fuerza y yo comencé a mover más fuerte mi pelvi. Él entonces me dijo:

“Qué situación he puta. Tu follando mientras hablas con el cornudo y él encima sin enterarse de lo que estás haciendo, que pedazo de puta y golfa que eres. Al oírte hablar con tu marido mientras te follaba me has calentado a tope y estoy a punto de venirme zorra, muévete que quiero correrme ya, muévete, mueveteee”

Yo empujaba y me movía con ganas, gemía de placer, ya no era capaz de ocultar el placer que sentía. Juan al oírme comenzó a meneársela y Manolo al verle comenzó a hacer lo mismo, querían estar preparados para cuando Nacho acabara coger el relevo. Yo también estaba a punto de llegar a mi orgasmo y esto me tenía fuera de mí, yo trataba de acelerar más mis movimiento pero ya me era imposible ir más rápido, hasta que sentí que llega el orgasmo corriéndome de nuevo comencé a gritar:

“Ahhh… Ahhh… siiiiiiiii… Ummm… Dame más deprisa…más fuerteee… me corrroooo ya está aquiiiii sigueee cabróoonn no pareees besame en mi cuello, muerdemeee no pareees ahoraaa sigueeee por favoorrrr apriétame mis pechooos eso me calienta mucho cabróoonnn hazlooo me estoy corriendo como la guarra que soyyy…”

Nacho seguía bombeando con fuerza y mordiéndome en mi cuello como yo le decía y apretándome mis pechos, mis pezones a la vez que me decía:

“¡Eso puta córrete otra vez! Hoy entre todos te vamos a dejar seca pedazo de puta. Muévete, muévete tú también que estoy a punto de venirme, muévete golfa. Seguro que el maricón de tu marido no te folla así, ¿verdad, hija de puta? Dilo hija de puta…”

Y yo fuera de mí le contesto:

“No… Ayyyy… No me folla así…”

Entonces él acelerando sus embestidas me decía:

“Puta… Toma… Te voy a reventar el coño, hija de puta…”

Cuando por fin le llegó el orgasmo me soltó un azote en el culo y pegó un fuerte acelerón hasta frenar, curvándose hacia atrás y, resoplando sobre mi cara. Y yo con mi boca abierta jadeando por mi estado de excitado y reciente orgasmo, recibía en mi boca su aliento tragándome lo a la ver que percibía los abundantes chorros de leche dentro de mi coño. Chorros intermitentes que me llenaban, a la vez que gritando y dándome golpes en mis nalgas me decía:

“UNNNmmm… me corrrooo oooohhhh hija de putaaaa, que buenaaaa estaaas, joder… que coñoooo tieneees es una maravillaaa que buenooo… siiiiii toma toda mi lecheeee perraaaa… qué polvo más buenooo aaaahhh siiiiiii… que gustooooo…”

Él se dejó caer sobre mi cuerpo, permaneciendo un rato aún dentro de mí, hasta que Juan dándole en la espalda le indica que se salga de mí, para él ocupa su puesto. Sin dejarme descansar ni un momento ocupa su lugar. Entonces Nacho se puso al dado de mi cara y colocando su polla, tocando mis labios, recién sacada de mi sexo me dijo:

“Límpiamela puta, así saborearas mi leche y a la vez tus propios eflujos, seguro que te gusta guarra…”

Manolo entonces cogiendo mi mano derecha la llevo a su polla y me hizo que le masturbara. Juan a los quince minutos poco más o menos se corrió dentro de mi sexo gritando:

“Siiiii… putaaaa… como folllaaasss…  cabronaaaa... oooohhhh… Maaaribeeel… esto es divinoooo…. que placeer me estás dando golfaaaa… que bien follaaaa… para ser la primeraaa vez que te prostituyeeesss… que golfaaa te has vueltooo… vas a ser la mejor puta de toda la tierraaa… aaahhhh… me vengooo… siiii… yaaa… yaaa… la tengo aquiii… me corrooo… siiii… perraaaa… ten toda mi lecheee tomaaa… me corooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… toda miiiiiii… lecheee… es tuya… oooohhh “

Yo en mientras no dejaba de tener orgasmos tras orgasmos, estaba cansada pero quería más y también gritaba:

“Uuuummm… siiii… siiii… asiiii… asiiiii… con fuerzaaa… que placeeer estoy sientiendooo… OOOOhhhh Señor… perdonameee… pero esto es… deliciosooo… aaahhh… no pareeesss… no pareeesss cabrooon échamelo todo dentrooo… ahoraaa… oooohhh… me muerooo… Dioooss… mioooo… cuantoooo… placeeerrrr…”

Él acaba se sale y mientras Manolo le reemplaza y mi coño está vacío, creo que no va nadie a continuar y les grito muy excitada:

“Por favor que otro me folle no me dejéis aiiii por favor que alguien Siiii… siiiiguaa… ollandomeeee… como queráis…. pero por favooorrr… folladmeee de nuevooo de una veezzzz… por favooor…”

Manolo ocupa el lugar dejado por Juan y este lleva su polla también a mi boca para que se la limpie. El adolescente que me estaba follando al haber visto como me follaban sus dos compañeros estaba muy excitado y duró muy poco y se corrió enseguida dentro de mí gritando:

“Ahhhh me vieneee… me coroooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… me estás haciendo sentir algo maravilosoo Maaribeelll toma toda mi lecheeee”

Yo le animo diciéndole:

“Siiiii siguee… sigue cariñooo estoy disfrutandooo muchooo noto como me entraaa toda tu lecheee oooohhhh esto es deliciosooo noto tu polla lenandomee todaaa aaahhh que gustooo me estáis dandooo todoooossss…”

Apenas me dejan descansa unos segundos cuando enseguida llego Juan y me dijo que me levantara y él se tumbó boca arriba en el lugar de la cama donde yo estaba e hizo que yo me montara encima mirando hacia él metiéndome su polla por mi coño y Nacho se colocó detrás de mí y sin prepararme si quiera me introdujo de golpe su hermosa polla por mi culo, haciéndome bastante daño y obligándome a gritar de dolor. Ahora me follaban el coño y el culo al mismo tiempo, y dándose cuenta de ello mi ahijado le dijo a Manolo súbete por encima de su cabeza y métela la polla en su boca, y fóllatela por ella, de esa forma tendrá sus tres agujeros ocupados. Manolo le hizo caso y me entró su polla aún dura hasta mi campanilla y comenzó hacer los mismos movimientos que antes había estado haciendo en mi coño. Entonces Raúl sin dejar de manejar el ordenador al ver la escena comenzó a masturbarse. Nunca antes, me había visto en una situación así, follada por todos mis agujeros, y juro que lo estaba disfrutando. Y ellos también, por supuesto, y disfrutaban insultándome y haciendo comentarios sobre mi marido, que deberíamos dejar que viera cómo me estaban follando para que aprendiera, y cosas así, aparte de no dejar de insultarme y llamarme puta, zorra y mil lindezas parecidas.

Estuvimos así mucho rato. Cuando uno se corría descansaba y su lugar era ocupado por otro; siempre rotaban, de manera que en ningún momento dejaron de follarme, pero a mí empezaba a dolerme todo el cuerpo. Esto rueda de folladas duró bastante tiempo hasta que cada uno al menos se corrió dentro de mí cuerpo tres o cuatro veces y yo había perdido la cuenta de las veces que también me había corrido. Estábamos todos exhaustos, sudados y jadeando y tenía todo mi cuerpo, tanto por dentro como por fuera, lleno de semen y me dolía todo él, pero aun así seguía pidiendo (por el efecto de las pastillas) que quería que siguieran follándome. Ellos querían seguir pero necesitaban descansar Raúl le dijo a Juan:

“Juan ponte al ordenador, ahora me toca a mí disfrutar un poco con mi puta. Mi trato con ella es follarla al menos una vez al día y aún no lo he hecho y según parece necesita tener ahora dentro una polla, y por eso se la voy a dar y contentar. Mientras vosotros descansad un rato para continuar, pues podemos estar un rato más al menos hasta las 2,30, ya que el marido no vendrá y que la dé tiempo después de descansar y recoger todo para cuando llegue el cornudo no se dé cuenta de lo que ha pasado aquí”.

Se levantaron y fueron a por más cerveza, mientras mi ahijado me follaba de una forma muy especial como nunca antes me lo había hecho. Era verdad que se excitaba viendo como otros hombres me poseían e incluso aún más haciendo yo de prostituta. Eran tantas las ganas y fuerzas que puso que no llego a los diez minutos y ya se había venido. Pero no me la saco consiguiendo correrse de nuevo sin haberla sacado de mi cuerpo a los cinco minutos. Yo en todo el tiempo no paré de tener orgasmos tras orgasmos. Entonces él se dejó caer sobre mí y estuvo descansando sobre mis pechos, aprovechando para meterse uno de mis pezones en su boca y comenzar a chupármelo como si estuviera mamando de él. Pasado unos minutos se acercó Manolo con dos cerveza y nos dio una a cada uno. Yo me tuve que beber la mía aunque no me apetecía, solo deseaba que se recuperaran pronto para poder seguir disfrutando de esos cuerpos y esas pollas tan hermosas de estos cuatro adolescentes (tenían todos 18 años, siendo el más mayor mi ahijado que estaba a punto de cumplir los 19 y quizás por eso era el cabecilla del grupo). Raúl se levantó de encima de mí y tendiéndose a mí lado en la cama nos recostamos sobre el cabecero y comenzamos a beber la cerveza. El no dejaba de tocar mi cuerpo y sobre todo mis grandes pechos y yo con mi mano le acariciaba su miembro y de vez en cuando nos dábamos besos traspasándonos de una boca a otra la cerveza que teníamos en ella. Me entraron ganas de orinar, quizás por la cerveza y les dije:

“Perdonad, tengo que ir al baño”

Me baje de la cama y cuando estaba saliendo de la habitación para entrar ya en el baño que tenemos en ella, Manolo me agarró diciéndome:

“¿Vas a mear?”

Yo le contesto:

“Sí, tengo bastante ganas y ya no me aguanto más.”

El sonriéndome me contesta:

“¿Por qué ir hasta el baño? Hazlo aquí.”

De repente todos se animaron y empezaron a jalearme para que orinara allí mismo en el suelo delante de ellos, pues decían que era muy excitante ver a una mujer orinando. No sé porque lo hice, quizás por el estado de excitación en que me encontraba o no sé porque, el caso es que me agaché, me puse de cuclillas, y empecé a soltar mi chorro. Ellos me miraban fascinados y lujuriosos, incluso mi ahijado, mientras yo soltaba mi chorro de pis sobre el suelo, salpicándome los pies y las piernas. Entonces Manolo se acercó donde yo estaba en cuclillas meando. Se agarró su polla con la mano, apuntando hacía mi cuerpo y comenzó a mearse encima de mí a la vez que me decía:

“Al verte orinar y por las cervezas que he bebido, a mí también me han entrado ganas de mear”.

Yo entonces soltando un grito le dije:

“¡Oh que haces! no seas guarro vamos aponer todo perdido y me da asco, nunca nadie se ha meado encima de mí, no seas guarro”

Los demás al verle, vinieron corriendo donde estábamos y se pusieron también a mearme y gritándome:

“Abre la boca puta guarra, meona de mierda, abre la boca y siéntate en el suelo sobre tu propio meado”.

Yo hice lo que me decían (que remedio, si no quería contrariar a mí querido y amado Raúl), abrí la boca y recibí sus meados en mi boca y por todo mi cuerpo, cuando empecé a dejarlo caer y no tragármelo, fue mi ahijado el que me dijo.

“Maribel no está bien que no te tragues este líquido tan bueno que te estamos ofreciendo, por favor trágatelo todo, no quiero que dejes escapar ni una gota, entendido mi puta”

Haciéndole caso abrí más mi boca y comencé a tragar los orines de todos ellos, al hacerlo me daban arcadas, pero aguante hasta que el último dejó de echar su orín sobre mi cuerpo. Cuando terminaron me dejaron allí bañada y chorreando sobre un charco de meados y cuando me iba para el cuarto de baño a duchar me dijo Raúl:

“No mi querida madrina, eso lo harás cuando hayamos acabado y tus clientes se marchen, mientras tanto debes de seguir atendiéndolo y entregándote a todo lo que ellos te pidan y quieran, para eso te pagan”.

Yo me iba a dirigí a la cama y me tumbe de nuevo sobre ella, mojando por completo todas las sabanas e incluso el colchón. Luego me pusieron a cuatro patas y de nuevo dos veces todos volvieron a pasar por todos mis agujeros incluido en esta ocasión mi querido ahijado.

Yo cuando acabaron, eran las tres y media de la tarde. Me quede tumbada boca abajo en la cama, no quería moverme, aunque seguía muy caliente y mi coño me ardía aparte de dolerme, pero quería que ellos ya se fueran y quedarme solo con Raúl, quería a hora aprovechar que mi marido no volvería en toda la tarde y llegaría muy tarde por la noche para amarnos los dos solos y entregarme por completo a él y ser solo suya. Ellos me tiraron sobre mi cuerpo cada uno los cincuenta euros que mi ahijado les había dicho que costaba la sesión de sexo conmigo (uno de ellos, no sé quién, me tiró los cincuenta euros en diez billetes de cinco, los demás lo hicieron en un billete solo), mojándose todos por la gran cantidad de orín, eflujos míos y semen que había sobre la cama y mi cuerpo. Ellos entraron en el cuarto de baño, unos se lavaron y otros se ducharon, se vistieron poco a poco y cuando estuvieron listos los tres antes de irse dándome un beso unos en mi espalda otros en mi culo y Juan en mis pechos me dijeron:

“Maribel, ha sido un placer ser tus primeros clientes y que te estrenes con nosotros como prostituta. De verdad ha sido un gran placer y nos has proporcionado mucho gusto el follar con una puta tan buena como tú y ten en cuenta que a partir de ahora te vamos a visitar bastantes veces, donde ejerzas tu nueva profesión. Y a ti Raúl, gracias por pensar en nosotros para que tu madrina se estrene como prostituta, espero que en este negocio que has comenzado con tu madre y ahora con tu madrina te vaya bien y que dentro de poco tengas bastante más puta y que todas sean si es posible como esta, pero creo que eso será imposible, pues estamos seguro que la mejor puta que tendrás en tu corral será Maribel, tu madrina”.

Se despidieron de mi ahijado se marcharon. Entonces Raúl se acercó a mí y acariciando mi cuerpo con mucho cariño y delicadeza me dijo:

“Gracias Maribel, lo has hecho muy bien, madrina. ¿Te ha gustado?”

Yo entonces le dije:

“¿Y a ti te ha gustado como me he portado y como ha salido todo?”

Él me contesta:

“Sí me ha encantado, sabía que dentro de ti había una gran puta. Y aunque ahora te cuesta, reconocer en tu interior que has disfrutado y que ya eres una prostituta o como se suele decir una mujer de la vida, sabes que esto te gusta y que estas hecha y nacida para ser la mayor puta que haya tenido este mundo”.

Yo entonces le contesto:

“Si a ti te ha gustado y has disfrutado con ello. Entonces a mí también me ha gustado y he disfrutado con ello. No disfrutó más mi amor que viéndote a ti feliz y disfrutar con lo que me pides y quieres que haga. Te vuelvo a repetir que soy completamente tuya, soy tu puta para todo lo que tú quieras por duro y fuerte que sea lo que me pidas, mi amor.”

La verdad es que lo había disfrutado muchísimo, pero eso no quise decírselo. En ese momento solo deseaba seguir follando y amándole a él, por eso me tire a su cuello y le dije:

“Mi amor, ahora que estamos solos, fóllame tu mi amor, quiero ser solo tuya, por favor”.

Él entonces separándome de él me dijo:

“Ves a lavarte, mientras lo haces yo ordenaré un poco la habitación y después saldremos a comer a algún restaurante cercano para volver rápido y seguir con nuestra tarde noche de amor, tenemos que aprovechar que hoy no está tu marido.”

Yo entonces le digo:

“De acuerdo, me voy a duchar y arreglar un poco, pero no recojas la habitación, pues sería una tontuna dado que después vamos a seguir y la volveríamos aponer igual. Luego antes de marcharte me ayudas a arreglarla, fregarla y poner todo en orden. Cuando salga de ducharme, nos vestimos y vamos aunque sea al McDonald que está aquí al lado nos comemos una hamburguesa y volvemos. ¿Te parece bien, mi amor? Quiero estar el mayor tiempo posible gozando de ti mi vida”.

Él me contesta:

“De acuerdo, tienes razón ya la hora que es seguramente sea el único sitio donde nos den algo de comer”.

Cuando yo acabe, fuimos a McDonald y comimos rápidamente cada uno una hamburguesa y volvimos a mi casa donde estuvimos toda la tarde noche amándonos de todas las formas posibles. Me follo divinamente por mi coño y me dio dos veces por mi culo corriéndose otras dos en mi boca al hacerle ambas mamadas. Al acabar pensé que había hecho un buen negocio si todos los día iba a tenerle y me iba amar y hacer el amor como esa tarde noche me la había hecho.

A eso de las 9,30, yo ya más tranquila y habiéndoseme pasado los efectos de los afrodisiacos (me conto lo de las pastillas al decirle yo, que no sabía cómo era posible que durante todo el día hubiera estado tan excitada y con tantas ganas de follar que eso a mí no me había pasado nunca. Al decirle esto fue cuando me confesó el engaño de las pastillas y que en realidad en vez de para los nervios eran afrodisiacos y que me había suministrado más de lo que era normal para excitarme y mantenerme excitada tanto tiempo) recogimos todo, metí las sabanas, la colcha y la funda del colchón en la lavadora y cambiamos la cama. Abrimos la habitación para que se fuera el fuerte olor que había en ella a sudor y semen y sexo, para cuando volviera mi marido no oliera y tras esto preparé una cena rápida cenamos y se fue quedando hasta el día siguiente a la hora de costumbre.

Cuando volvió mi marido, a las 2,30 de la madrugada, yo estaba dormida. Tenía todo mi cuerpo dolorido y estaba agotada, ni me enteré de cuando llego, me dijo él la hora al día siguiente, cuando a las 18,00 de la tarde volvió de trabajar. Por la mañana cuando se fue yo seguía dormida, estaba agotada y estuve durmiendo hasta las 10 de la mañana en que José enrique llamó a la puerta, me puse la bata de estar en casa encima de mi camisón y fui abrirle.

Voy a dejarlo aquí pues me he alargado demasiado. Quien quiera escribirme para hacer algún comentario o para lo que desee puede hacerlo a mi correo: [email protected]

(9,20)