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Reencuentro con Silvia mi ex

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Sin dudarlo, entré y note con mucho gusto que el interior seguía intacto, nada le habían cambiado conservando su buen gusto, pues la decoración es entre exótico sensual y a la vez conservador.

El lugar estaba casi vacío, no había más que unos 10 clientes y tres parejas, así que tuve la suerte de sentarme en la mesa que era nuestra preferida ya que desde ahí se podía observar casi todo el local.

En cuanto me llevaron la copa, comencé a recordar aquellas magníficas tardes noches, el buen ambiente y lo bien que me la pasaba con Silvia mi pareja y ahora mi ex.

Debo decirles que Silvia era una hermosa mujer, dueña de una bonita cara y con unos ojos grandes, que decir de su cuerpo, con lo que se pusiera, siempre llamaba la atención y arrancaba suspiros de muchos tipos y miradas de lujuria de mujeres. Pero cuando íbamos al bar, Silvia se esmeraba en su arreglo, sabedora de lo que traía puesto y para complacerme se vestía de forma muy sensual y provocativa. En ocasiones se ponía minifaldas muy sanconas que sólo le tapaban las nalgas y sin ropa interior, blusas semitransparentes sin sostén, así que los pezones alcanzaban a apreciarse le perfectamente.

En ese bar, aparté de su buen y discreto gusto, conocimos a mucha gente, hombres solos y si alguno de estos le gustaba a Silvia, pues les coqueteaba y se las ingeniaba para que la invitaran a sentarse con ellos y luego irse a coger.

También conocimos muchas chicas con las que realizamos intensos tríos y claro, también varias parejas que al igual que nosotros iban en busca de aventura.

Ya el bar estaba semioscuro y decidí pagar y retirarme a casa, pero cuando busque al mesero, vi que a dos mesas de la mía, estaba sentada una hermosa dama y no sé por qué, me llamo poderosamente la atención, aunque no pude apreciar bien su rostro, su cabello suelto y teñido de rojo, el escote de su vestido mostraba generosamente un par de grandes pechos, así que me fui hacia ella y con cortesía le ofrecí un cigarro y mi compañía.

Cuando la dama volteo a verme, ambos nos sorprendimos de vernos, nos dio mucho gusto volver a vernos después de casi un año de nuestra separación.

Silvia se enamoró de un tipo que conoció precisamente en ese bar y decidió irse a vivir con él. Aunque me dolió termine aceptando pues la amaba tanto que sólo deseaba que fuera feliz.

Luego de un tiempo, decidí rehacer mi vida y me case con Rosy mi actual pareja y con quien también tenemos una bella relación muy liberal, con consentimiento mutuo, pero ahora hay una condición diferente, ya que por curiosidad quise sentir lo mismo que sentía Silvia y Rosy cuando regresaban de coger con tipos bien dotados y me contaban lo rico que sentían. Así que un buen día, contrate los servicios de un chico escort bien dotadote y le confesé mi necesidad de sentir lo que ellas me contaban que sentían.

Me cogió tan rico, me gustó tanto estar tomando el rol de mujer que desde entonces llevo una vida bisexual, cosa que no le he confesado a Rosy pues considero que no es el momento.

Como les decía, me senté con Silvia y note cierta amargura y tristeza en su semblante, y ya con el efecto del vino, le pregunté lo que le pasaba y que fuera sincera además si aceptaba yo estaba dispuesto a apoyarla en lo que fuera por el gran amor que le tuve.

Silvia me confeso que le había ido muy mal con Raúl, pues el caballero seductor y magnífico amante y detallista, era sólo una máscara que uso para cogérsela y tenerla siempre disponible, pero que casi al mes de vivir juntos, saco su verdadera personalidad, un patán y vulgar mantenido, con lágrimas rasando sus ojos, me dijo que Raúl era muy asiduo a visitar un congal donde conocía a las pirujas con las que se iba días a coger y que hasta le daban dinero.

Lo peor fue cuando Raúl llego después de tres días de ausencia muy tomado y le recrimino a Silvia su arreglo, que por eso ya no se la cogía y que las putas cogían mejor que ella. La humillo tanto que Silvia le reclamo y término golpeándola.

A partir de esa terrible noche, Raúl no dejaba de humillarla, de menospreciarla y hacerla sentir basura.

Tanto la lastimo, que llego el día ese día, que Silvia se salió de su casa en busca de venganza, pero entro al bar para tranquilizar se y decidir bien lo que iba a hacer,

Le manifesté mi apoyo incondicional, seguimos tomando más copas y luego Silvia me pregunto sobre mi vida.

Le conté de Rosy, de nuestra sexualidad libre y no sé por qué, también le confesé mi lado bisexual y los motivos que tuve para hacerlo.

Creí que se sorprendería con mi confesión, pero el sorprendido fui yo, con mucha naturalidad lo tomo y hasta justifico.

Me sentí muy a gusto con su comprensión y seguimos bebiendo más vino hasta que Silvia me confeso y pidió mi ayuda para desquitarse de su maldito marido,

Quería demostrar y a la vez humillar a Raúl y que mejor que irse de puta al mismo congal al que iba su marido, estaba dispuesta a demostrar públicamente que ella era mejor puta que todas las que estaban ahí, pero también quería que todo mundo supiera que era la esposa de Raúl y que no la satisfacía. Quería que Raúl supiera por boca de todos que su esposa era la mejor puta.

Y me pidió que la acompañara, que la cuidara y esperara hasta que ella decidiera regresar conmigo y a cambio me prometió una sorpresa,

Termine aceptando y salimos del bar a las 23:00 ya en mi auto, me dio el nombre del congal? Pregunté a un taxista el domicilio y nos fuimos.

Al llegar al congal, entramos y nos dieron una mesa frente a la pista de baile, pedí una botella de tequila y servicio, comenzamos a beber y Silvia llenó su vaso y brindo diciéndome:

-brindo porque esta noche es mi debut como puta, brindo porque esta noche ese cabron de Raúl será un cornudo pendejo y te prometo que haré todo y de todo para llamar la atención y que todos se fijen en mí.

-Aquí me esperarás?

-Sí mi reina, aquí espero hasta que tú quieras.

Se paró y fue a la barra, hablo con el barman y luego llego un tipo que era el encargado del congal, se fueron a un privado donde después de medís hora vi a Silvia salir, pero guauu completamente transformada, traía puesto un babydoll tanga de hilo dental roja, sin brasiere medias rojas con liguero y unas enormes zapatillas doradas, se veía espectacular! Toda una verdadera sexo servidora!!!

Un mesero la llevo a una mesa donde estaban tres clientes, se sentó en las piernas de uno y comenzó a beber, yo veía como los tres tipos le metían mano por todos lados y ella muy dejada y sonriente, luego la sacaban a bailar y también le agarraban todo, regresaba a sentarse y a seguir bebiendo.

Pasó una hora con ellos y se paró para irse a la barra, ahí le dieron una copa. Otro mesero se le acercó y la llevo a otra mesa donde estaba un tipo, la presentaron y se sentó en sus piernas, Silvia lo abrazo y beso, estuvieron bebiendo y cachondeando hasta que los dos se pararon, el tipo pagó la cuenta y algo hablo con el mesero, los llevo por un pasillo y el mesero regreso sólo.

Yo seguí tomando mi tequila muy a gusto y excitado de ver a mi ex como una vulgar prostituta, en verdad me resulto muy excitante verla así, muy decidida muy dejada como si ya fuera una puta profesional. Nadie creería que era su primera vez.

No me quede con la duda y llame a una mesera, con el pretexto de pedirle unos cigarros, le pregunté a donde llevaba el pasillo por donde se fue Silvia y su cliente y me dijo que a los cuartos donde las muchachas las llevaban a coger. Que tenían servicio completo.

Pasó una hora cuando vi que Silvia y su cliente regresaban al salón, el tipo salió del congal mientras Silvia fue a la barra, estuvo tomando unas copas hasta que una mesera la llevo a otra mesa con dos tipos igual se sentó en las piernas de uno y se dejaba agarrar todo, se reían a carcajadas, luego salían a bailar, las piezas sueltas Silvia bailaba de forma muy sensual, se movía mucho, tanto que logró llamar la atención de todos, y comenzaron a chiflarle y a gritarle palabras muy obscenas, mamacita, quiero! Mucha ropa! Enseñamos las nalgas puta! Y Silvia se levantaba el babydoll enseñándoles las nalgas. Cuando ponían música tropical romántica, la abrazaban mucho replegándosela verga y la abrazaban de las nalgas. Mientras ella movía las nalgas de un lado a otro.

No paso ni media hora, cuando volví a ver que Silvia con los dos clientes se iba por el pasillo a los cuartos.

Espere pacientemente otra hora hasta que Silvia regreso. Fue a la barra donde estuvo bebiendo hasta que anunciaron que cerrarían. Ya eran las tres de la mañana.

Silvia entro al privado y salió vestida como llego. Vino a mi mesa y me dijo, gracias mi amor, si quieres ya vámonos, pero me dijeron que afuera también se juntan tipos que quieren servicio. Te puedes estar a mi lado a ver si consigo cliente?

Otro? Caramba! Sí que estás muy necesitada, jajajaja Ok ya te dije que te cuidaría.

Salimos y Silvia se paró muy provocativa, de inmediato se le acercó un joven moreno alto y escuche perfectamente que le pregunto cuanto le cobraba por un rato, que andaba tan urgido que hasta un joto se cogería.

Entonces Silvia le dijo: de verdad estás tan urgido?

Si mamacita, tócame la verga y verás!

Silvia sin pena por estar frente a mucha gente, le agarró la verga y le dijo:

- ay papito! Que rica vergota tienes!

Cuánto pues?

Mira, te voy a cobrar barato, y además te regalare un premio por partida doble, dame 200 pesos y me voy contigo pagas el hotel pero el viene con nosotros sale?

El tipo de verdad que estaba muy caliente, no dudo y le dio los 200 pesos, caminamos unos metros y entramos a un hotel de paso, en cuanto entramos al cuarto, el tipo se abalanzo sobre Silvia y se la empezó a fajar, le quitó el vestidito, las tangas y la acostó en medio de la cama, luego él se encueró rápidamente y se quiso montar sobre ella, pero Silvia lo detuvo y le exigió que se pusiera un condón, luego me dijo a mí que me quitara la ropa y me acostara junto a ella.

En lo que el tipo se puso el condón, yo me desnude y me acomode junto a Silvia.

Silvia me pidió que la besara y acariciara, le estaba lamiendo los pezones cuando el tipo se volvió a montar y ella alzó y abrió las piernas, se acomodó la cabezota de la vergota y el tipo se la metió de un dolo empujón, escuche que Silvia lanzo un fuerte gemido diciéndole al tipo: espérate cabron! La tienes de burro! Pero le valió madres y siguió metiéndosela más profundo, entonces Silvia me dijo: papito, no seas malo, ponle saliva a mi panocha, para que resbale sin dolor, así que escupí saliva en mis dedos y comencé a untarle en la panocha, pero por los fuertes empujones que le daban. Toqué esa hermosa vergota, en un momento creí que el chico se molestaría, pero su reacción fue de placer. Que rico! Sigue tocándomela así bien rico! Para ese momento yo ya yo ya estaba súper excitado viendo como la panocha de Silvia estaba demasiado abierta tragándote esa enorme y gruesa vergota, escuchándola bufando de placer así mismo se me estaba presentando la oportunidad de disfrutar yo también de ese juguetito de carne! Así que ya en confianza me acomode detrás del chico y comencé a acariciarle los huevones, el chico gimió dé placerías sentir mis caricias.

Silvia ya tenía planeado eso, pues era la sorpresa que me había prometido. Luego de tener un fuerte orgasmo, le dijo al chico que se la sacara pues ya le andaba de orinar, se paró y fue al baño, y el chico me jalo hacia su verga y me pidió que se la mamara, cosa que hice con mucho gusto, pase mi lengua alrededor de su cabezota y luego abrí la boca para comerme lo más posible su caramelote. El chico no paraba de gemir de placer y me dijo que me pusiera a cuatro patas, me puse en la orilla de la cama y comencé a sentir que la punta de su pitote tocaba mi culito, sus manotas me abrieron las nalgas y Dio un fuerte empujón, ayyyy mi culito!!! Se me abrió mucho y sentí esa cosota hasta las entrañas, y comenzó el mete saca hasta que mi culito se adaptó y comencé a sentir un rico placer, esa vergota me tenía dominado por completo, me lleno todo el culo de verga, tallo y tallo hasta que comenzó a bufar de placer y se vino abundantemente.

En eso Silvia salió del baño y le dijo al chico que su tiempo se había terminado.

El chico y yo entramos a ducharnos y yo muy cariñoso lo enjabone todo poniendo atención especial en su pitote. Se le volvió a parar y me volteó para cogerme de nuevo, en esa pose, sentí que su vergota me entro más profundo hasta que terminó dentro de mi culito echándome todos sus líquidos calientitos.

Salimos del baño, se vistió y se fue.

Silvia y yo nos quedamos en el cuarto hasta las 12

Continuare en otro relato

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