Nuevos relatos publicados: 9

El trabajo de mi novia

  • 8
  • 25.418
  • 9,55 (11 Val.)
  • 0

- Cariño, ya he conseguido trabajo fijo. Es en el centro de acogida de inmigrantes, y voy a ganar un pastón.

Yo sabía que Noelia, mi novia, conseguiría un buen trabajo, lo había luchado y era una gran estudiante, orientadora de gente marginada y que necesitaba ayuda, ese trabajo le encantaría. Ella es muy sociable, siempre con una sonrisa en la cara, y muy guapa, es morena, 1,65, y un buen cuerpo, no es para salir en play boy, pero a mi me gusta.

A mi lo del trabajo me parecía muy buena idea, buen sueldo, cerca de casa; hasta que fui con ella a firmar el contrato. Cuando llegamos al centro de acogida aquello estaba lleno de hombres, negros y marroquíes. Yo no soy para nada racista, pero si se como son estos hombres, con ganas de trabajar y también con ganas de llevarse una buena mujer blanca a la cama, a parte sus vergas que flipaban a las blancas.

Bueno yo confiaba en Noelia, sería imaginaciones mías. Cuando estábamos en el despacho firmando el contrato, la jefa de Noelia, le iba explicando como debía ser la relación con los inmigrantes, dado sus casos especiales de marginalidad y problemas para encontrar trabajo; algunos tenía un fuerte carácter. A mi se me ocurrió hacerle una pregunta:

-ha habido problemas de acoso sexual a las trabajadoras?

- bueno, algunas casos hay, pero bueno hay que saber pararles los pies y amenazándoles que se van a ir a su país, te dejan en paz.

A mi ya con eso me entró un poco de mal pensamiento, no por mi novia, sino por lo que pudieran hacerle. Esto habría que superarlo por que veía a Noelia muy ilusionada con el trabajo y no podía decirle que no.

Transcurrieron un par de meses y la cosa iba con total normalidad, salvo que Noelia iba al trabajo demasiado guapa, a lo mejor era imaginaciones mias, pero vestía muy bien y se pintaba la cara. Bueno, las mujeres son muy coquetas, pero ella debería tener cuidado; aquellos negros estaban seguro sedientos de blancas.

Lo que a mi me dejo ya intranquilo del todo, fue que ella solicitó un turno de noche, quería cobrar un poco más. Yo le dije que se lo pensara pero ella estaba decidida y lo cogió.

Yo no aguantaba más, no podía estar todas la noches sufriendo hasta que ella viniera, un día decidí seguirle para quedarme tranquilo y saber que ella estaba allí segura. Iba a unos pasos de ella, los suficientes para que no me viera, cuando ella entraba, había unos cuantos de hombres fuera fumando y diciéndole cosas, de ahí no pasaron, ella entraba sin echar cuenta.

Cuando entré, vi como se dirigía a su despacho, cogió el teléfono y llamó a alguien para que fuera a su despacho. Allí no había nadie, el resto de oficinas estaban vacías, ese día estaba trabajando allí solo ella y el de seguridad de la entrada. Al fondo, la puerta que daba a las habitaciones de los inmigrantes, se abrió y salió un hombre, negro por supuesto, parecía joven, unos 22 o 23 años, alto, con labios gordos y cabeza rapada. Se dirigía al despacho de Noelia.

Me acojoné, creía que le haría algo a Noelia, pero no fue así, ella parecía estar esperándolo, las cortinas de metal estaban entreabiertas, no veía muy bien, pero la ventana estaba abierta y pude escuchar todo:

- Bueno Archid, he estado buscando algunos trabajos que te pueden interesar, camarero en un restaurante italiano, recolección de fresas en huelva, ayudante de camionero para una empresa de transporte.

-Están bien, donde se gana más dinero?. Dijo ese tal Archid con acento africano

-Archid, eso lo tengo que mirar, mañana te lo digo, ya te puedes ir.

-Perdona señorita Noelia, pero me duele un poco la cabeza, no podría darme un pastilla.

-Espera, vamos a la enfermería, a ver lo que hay.

Me escondí para que no me vieran, la enfermería estaba enfrente del despacho de Noelia, también tenía las ventanas abiertas aunque la cortina semicerrada pero veía todo lo que pasaba, aunque ya bastante tranquilo iba a marcharme, pero escuché un portazo y un cerrojo echándose, había sido en la enfermería, estaba seguro, así que volví a ver lo que pasaba.

Vi por la ventana a mi novia un poco asustada y Archid de frente:

-Señorita Noelia, de hoy no pasa, usted no saldrá de aquí si antes no hace lo que yo quiero, así que no se ponga nerviosa por que puede ser peor, soy más fuerte.

Quise entrar a ayudar a mi novia estaba en peligro, pero algo me impidió abrir la puerta, sabía que mi novia no corría peligro de vida, pero si sabía que iba a ser acosada, y eso me dio un subidón y una gran excitación, no se por que me paso eso, pero me quede viendo y escuchando.

Archid se fue de frente a por Noelia y le clavó sus enromes labios en su boca, se podía apreciar que Noelia no quería, estaba sufriendo. El negro, le abría la boca y le metía la lengua, le besaba el cuello, le agarraba las tetas.

-Archid por favor, déjame ir,no sigas.

- ni lo sueñes, llevo dos meses sin probar una mujer.

El negro seguía sobándole todo el cuerpo, sobre todo el culo y las tetas, mientas su boca hacía estragos por el cuerpo de Noelia. Ella. Ya no se le veía con cara de sufrimiento, más bien como si estuviera dejando pasar el tiempo, e intentar que no le hiciera daño. Archid obligó a Noelia a arrodillarse y a que le quitara los pantalones, el tío no llevaba calzoncillo........y joder, vaya tranca que tenía, esa polla no bajaba de los 28 cm, y nos estaba empalmada.

Con una mirada, Noelia ya supo lo que tenía que hacer, cogió con la mano lo que le cabía de polla y empezó a pajearle; ella no dejaba de mirarla, parecía encantada, sus ojos desorbitadas y la mano cada vez más rápido.

-llegó la hora, chupamela zorra. Dicho y hecho, Noelia no puso oposición y empezó a comérsela, joder, solo le cabía el glande en la boca, pero ella se la sacaba y la metía, y le lamía todo el trozo de carne. Llegado este momento, yo estaba muy excitado y no culpaba a Noelia de la cara de excitación que tenía, estaba disfrutando, ya no se asustaba, una mujer no es de piedra.

Archid, con maneras despectivas, le quitó la falda a Noelia y la tumbó sobre la camilla, la imagen era espectacular, ese negro abriendo de patas a mi novia y apuntando su polla negra hacia el coño de ella. Comenzó a penetrarla, sin prisa pero sin pausa, aquello era muy grande. Noelia, cada milímetro de pollon que entraba gemía, y gemía, gritaba de placer, hasta que entró toda con un último empujón y tuvo un orgasmo que no había tenido en mi vida conmigo.

Archid comenzó a convertirse en una taladradora, el bombeo de su polla en mi novia era incesante.

-ahora muñeca date la vuelta, verás que sorpresón. Noelia estaba en una nube de placer, no sabía ni lo que hacía. Cuando estaba en posición de perrito, vi como el negro escupía al culo de ella, y empezaba a estender su saliva por el ano de Noelia,....le iba a dar por el culo, cosa que a mi me lo había negado siempre.

-No, archid, se bueno porfavor, sigue por el coño, por el culo no, me va a doler, aaaaaaaahhhhh. Eso fue todo, el negro no accedió a sus súplicas y la metió, poco a poco pero la metío entera hasta el fondo.

-Noelia, fue poco a poco recobrando el sentido, y percibí que los gritos ya no eran de dolor:

- Jodeeeer, que bueno, jamás me lo imagine así, vaya polla tengo clavada en el culo, sigue así Archid, siiiiiiiiiiii

jamás había visto a Noelia así. El negro seguí en su mundo hasta que no pudo más y soltó un gran alarido de placer, se estaba corriendo dentro del culo, que cabronazo.

Los dos parecían cansados, estaban uno junto al otro, sonriendo:

-a qué no eres capaz de follarme otra vez, archid?.

-Que zorra eres, chúpamela un rato y verás que sorpresas te esperan.

Y otra vez la puta de mi novia empezó a mamarsela, al negro, yo no aguanté más y me fui, a consolarme yo solito.

(9,55)