Nuevos relatos publicados: 6

Mi esposa y sus alumnos

  • 9
  • 32.475
  • 9,64 (25 Val.)
  • 1

Hola este es mi primer relato escrito por mí y tiene de protagonista a mi esposa, ella se llama Gabriela es una mujer de 38 años pero que gracias a su genética aparenta muchos menos le han llegado a decir que tiene 22 a lo mucho, ella es maestra en varias escuelas de nuestra ciudad, se las describo mejor, mide solo 1.53, pesa unos 45 kg, muy blanca de tetas medianas y un culito sabroso con esos pantalones ajustados que le gusta usar, solo tiene un poco de pancita pues con dos hijos creo que es lo más normal del mundo, su cara es muy fina y todos la chulean…

Entremos en más detalles, sus tetas son medianitas caben perfectamente en la mano y tiene un par de aureolas claritas y unos pezones largos casi de 2.5 cm cuando está caliente, su vagina es deliciosa a mi me encanta depilada y cuando lo hace por completo se le ve deliciosa, los labios menores le cuelgan un poquito pero deliciosamente.

Entremos en detalles más calientes, a mí me encanta su profesión de maestra, y cada vez que puedo le digo que vaya sin interior a dar clases, ella dice que como se me ocurre pero la verdad es que saber que bajo la ropa que usa no lleva nada más me encanta

- Amor hoy no te pongas tanga

- ¿Cómo se te ocurre y si se dan cuenta?

- Quien lo sabrá

- Pues mis alumnos, son muy fijados y más ahora que entre en la escuela nueva

- No creo anda hazlo

De mala gana lo hace y no se lleva ni la más mínima tanga que podría taparle algo de su vagina, ese día para mi suerte lleva una falda gris de cuadros que se le ve muy bien y a mi me excita.

Camino a la escuela le voy tocando su vaginita en el auto, a ella le da pena pero la verdad es que le gusta, al llegar a la escuela va escurriendo de lo mojada que se puso

- Ves cómo me has puesto, ahora me cumples en la noche papi -me dice

- Claro amor, pero si no te aguantas follate a tus alumnitos -le digo y le aprieto una teta con la que sale disparada para su salón.

Ya ahí entra a clases y recibe los primeros piropos de su clase, pero extrañamente no hay chicas en el salón, déjenme decirles que da la primera hora (dos en realidad) y su salón es el más alejado de los demás.

- Y sus compañeras donde están- pregunta

- No lo sabemos maestra, creo que tenían que hacer un trabajo y aun no llegan- dice Diego el más joven de 18 años pero con un excelente cuerpo- además creo que no llegaran en todo el día- dice riéndose bajito

- Bueno empecemos con la clase y allá ellas, tomen asiento- todos lo hacen muy cerca de mi esposa.

La verdad es que todos los hombres del salón (19 en total) habían ideado quedarse solos con la maestra y poder hacer de las suyas si la oportunidad se hacía presente, para esto les habían comentado a sus compañeras que no iba a ir nadie a le escuela y que si alguna de ellas llegaba a ir le iría muy mal durante todo el semestre.

La clase comenzó como si nada, mi mujer escribía en el pizarrón el tema y los jóvenes estaban inquietos, pues esa falda solo hacía que su imaginación trabajara aún más.

No faltó quien puso su celular en el piso y grabó bajo la falda de mi esposa mientras ella escribía y daba indicaciones, cuando lo levantaron y lo vieron la cara que han de haber puesto al ver que bajo la falda no usaba nada ni pelos en su vagina.

- Bien chicos ya déjense de juegos y concéntrense en la clase- pero ellos estaban más concentrados en verle la vagina.

Mi mujer noto algo raro pero no hizo caso

- Maestra y si hacemos alguna actividad de concentración- dijo Saúl

- Está bien como los veo desconcentrados lo haremos, bien todos cierren los ojos y concéntrense- no era la primera vez que los ponía a hacer ese ejercicio, por lo que sabían que ella también cerraría los ojos y no los abriría hasta el final del ejercicio.

- Respiren profundo, jalen aire y suéltenlo-

Todos iniciaron el ejercicio pero nadie cerro los ojos, veían a su maestra respirar y exhalar eso estaba bien hasta que Diego hizo señas de que todos se quitaran los pantalones con sumo cuidado.

- Sientan como todo se relaja, como si el aire pudiera tocar todo su cuerpo.

Ellos sigilosos se despojaban de sus pantalones y de sus calzoncillos dejando la verga al aire, algunas duras pero la mayoría morcillas aún.

- Imaginen que la brisa recorre su cuerpo y toca cada rincón de él- decía mi esposa, tan concentrada y confiada de que todos tenían los ojos cerrados que no recordaba que había llevado falda ese día, y al sentarse abrió sus piernas para estar más cómoda, dejando ver en todo su esplendor su vagina hermosa.

Varios celulares apuntaron a su vagina y grababan todo.

Entonces Diego al tenerla bien grabada con las piernas abiertas frente a sus alumnos dijo

- Pero maestra como se le ocurre hacer eso- y dejo de grabar con su celular

Mi mujer se sorprendió y abrió los ojos, viendo las caras de sus alumnos, aún no se había dado cuenta que estaban desnudos de la parte de abajo,

- Pero qué, qué pasa- dijo ella cerrando las piernas y viendo por primera vez 19 vergas jóvenes frente a ella.

Intento levantarse y gritarles pero Saúl la cayo poniéndole la mano en la boca, mi mujer se asustó mucho, su respiración era rápida y agitada, Diego le dice

- Maestra, si no quiere que estos videos lleguen a los padres de familia, hará lo que le digamos entendió-

Mi mujer no tenía salida, si eso llegaba se acababa su carrera de maestra y es lo que más ama en su vida, asintió con la cabeza, sabía que la tenían a su merced y que no era nada bueno pues tenían sus vergotas erguidas mostrándose con orgullo.

Saúl la soltó y ella habló

- Que quieren, soy su maestra- dijo mi esposa

- Eres una puta- dijeron varios y si no quieres ser corrida harás todo lo que te digamos ok

- Pero muchachos, me tienen que respetar.

- Cállate perra dijo Diego- y se acercó a ella para levantarle la falda y mostrar aún más que no usaba interior ella se asustó y cayo de nalgas en el piso con la falda arriba y las piernas abiertas.

Estaba muy nerviosa y asustada sabía que si corría ellos mostrarían sus videos y se acabaría todo, no lo podía hacer así que se quedó ahí en el piso y comenzó a llorar bajito a ver si así la dejaban ir, pero lo único que logro fue que todos se rieran de ella

- Bien puta ahora desnúdate para nosotros, pero lo harás con música-

- NOOOOO por favor no lo hagan

- Hazlo perra o ya sabes

Entonces mi mujer se puso de pie y comenzó a bailar torpemente, ni a mi me lo había hecho nunca y no sabía que hacer

- Esta perra si que no sabe nada, quítate despacio la blusa

- Pero es que yo

- Hazlo- pero antes de terminar la frase una cachetada se hacía sonar en su rostro

Ella lloro y comenzó a desabotonar su blusa despacio hasta que quedo sin botones, entonces la abrió y mostro que tampoco usaba brassiere ese día, Todos aplaudieron y ya varios movían su verga frenéticamente, seguro que nunca habían visto unas tetas y mucho menos de una maestra.

- Lo demás puta- le gritaban

Así lo hizo y se despojó de su falda, mostrando su vagina depilada y ese culito lindo que tiene.

Ella seguía tapándose y miraba como boba las vergas de sus alumnos que estaban listas para todo.

- Ahora ponte en cuatro patas y darás una vuelta al salón puta- Dijo Saúl

Mi mujer coloco sus rodillas en el piso y con solo las zapatillas de prenda, rodeo todo el salón de clases mostrando su cola, y su vagina y como se movían sus tetas al estar en esa posición.

Ellos se habían puesto todos frente al pizarrón y le ordenaron a mi esposa ver bien las 19 vergas que tenía frente a ella, que las observara por que iban a jugar.

- vamos a vendarte los ojos y te acercaremos 5 vergas, si adivinas de quien son las 5 te puedes ir y olvidamos todo, claro que si nos denuncias sabrán de los videos ok perra-

- pero como quieren que haga eso

- Tú sabrás, así que a ver bien mientras nosotros tomamos un papelito para seleccionar a quien tienes que adivinar.

La tarea no era fácil, había varias muy iguales, pero logro distinguir que la de Daniel era enorme de unos 23 cm como mínimo era la más grande, la de Diego era súper gorda aunque no tan grande, la de Saúl era muy normal pero con una cabeza del tamaño de un durazno grande, la de Joel estaba completamente depilada y los demás eran normalitas.

- Lista perra, ahora todo depende de ti

- Pero no, no me hagan esto chicos

Entonces la obscuridad se apodero del ella, se oía como movían muebles para hacer espacio y entonces la orden

- Bien maestra, puede tocar las vergas solo con la lengua y su boca, no puede usar las manos y si llega a fallar será toda nuestra ok, así que depende de usted

Mi mujer no sabía más que distinguir esas cuatro pero las demás eran iguales, muy normales así que no tenía muchas posibilidades de acertar y eso lo sabían todos.

- Bien ahí está la primera-

Y le acercaron una verga, no quería abrir la boca pero para poder librarse de eso tendría que hacerlo, tímidamente abrió la boca y la cabeza de una verga toco sus labios y sus dientes, obligándola a abrir más.

Abrió grande, no sabía quién era, abrió lo más que pudo pero esa cabeza no entraba, cuando al fin lo hizo se adelgazo rápidamente, entonces supo que era la verga de Saúl, el muy cabrón tenía la verga dentro de la boquita de mi esposa, su maestra… Ella la saco y dijo

- Saúl, es Saúl.

- No se vale weyes soy el único cabezón en todo el salón

- Ni modo pendejo, para que eres así

Todos en el salón reían y decían a la maestra

- Bien hecho puta te fijaste muy bien, ahora vas muy bien uno a cero-

Mi mujer se sintió aliviada había reconocido a Saúl aunque en ese momento no pensaba que le habían metido la verga en la boca

CONTINUARA…

(9,64)