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Mara, su hermana y yo

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Después de que Mara se peleó con Lora, mi hermana, no la había visto en mucho tiempo hasta que me la encontré en la calle, nos saludamos alegremente, y concertamos una cita en la casa de su mamá para ponernos al corriente de las cosas, así al otro día fui y ante sendas tazas de café nos pusimos a platicar ¿Qué ha pasado contigo Mara? Le pregunté ¡Ay amiga, me divorcié! ¿Qué, cómo, por qué? No aguanté más a mi marido, se estaba poniendo violento y pues, ya ves, me regresé con mis dos niños a vivir con mi madre ¿Qué vas a hacer ahora? Pues mi mamá me puso como condición para aceptarnos que me meta a estudiar a la universidad, pedagogía. A cambio puedo estar aquí ella nos mantiene mientras termino mis estudios. O sea que ¿Estas estudiando? ¡Sí! acabo de entrar al primer semestre. No es que me guste mucho pero tengo que resolver mi situación ¿Y tu mamá? Está trabajando. Te conté que es divorciada ¿No? Sí, algo sabía. Aquí solo vivimos mi madre, mi hermana Rosalba y yo ¿Los niños están en la escuela? Sí ¿Y Tu hermana? Es maestra, soltera y muy guapa ¡No creo que más que tú! Bueno, ella es más bajita, pero más clara, es muy linda ¿Tiene novio? Varios pretendientes pero, la tonta anda enculada con un tipo mala onda que está casado ¡No me digas! Pues si ya ves ¿Oye Julieta, podías ayudarme? ¿Cómo? Mira, la escuela es muy exigente y quisiera que cuidaras a mis hijos, los llevaras a la escuela y los recogieras, vamos que trabajaras aquí en la casa. ¿Cómo chacha? Algo así, pero te pagaría bien ¿Qué dices? No sé. Mira mi madre también necesita alguien que atienda esta casa, que haga la comida y la limpie, aparte de lo que yo te pague ella también te pagaría por eso. Bueno ¡Acepto!

Quedamos que entraría a las 7:30, iría a dejar a sus niños al colegio y regresaría a hacer la limpieza y la comida, a la una iría recoger a sus niños y serviría la comida, su madre llegaba a las 5 de la tarde y su hermana a las 2 de la tarde. Recogería los trastos y saldría a las 6 de la tarde. Al otro día comencé mi nuevo trabajo. Los niños me conocían y se portaban bien conmigo, su mamá imponía un poco pero era buena gente. Ese primer día conocía su hermana Rosalba, era muy guapa, blanca, de 1,65 de estatura, cabello lacio negro, de bonitas facciones y vestía siempre muy bien, se veía que se cuidaba mucho, iba al gym y comía cosas nutritivas ¡Hola July! ¿Qué haces para ser tan guapa mujer? Bueno, tomo hormonas. Cuéntame ¿Qué se siente ser hombre y volverte una nenita? Bueno, yo nací para ser mujer, solo que diosito me puso en este cuerpo ¡Pero si eres una mujer! ¿Tienes pene? Sí, aun, pero voy a ahorrar para que me hagan mi bizcochito ¿Tienes novio o macho? No, ahorita no, tengo un bebito ¿No me digas, cómo? Bueno con una chica pero, ahorita ella se fue al norte y se casó con un sujeto, con ellos vive mi hijito ¡No lo puedo creer! Yo ni novio tengo... Bueno hay un idiota que me llama mucho la atención pero es casado, él me jura que va a divorciarse y dejar a la mujer pero, tiene dos hijos, no sé qué hacer ¿Cómo lo ves tú? Pues, no sé ¡Anda tonta dime algo, qué crees que se pueda o no! Bueno ¿Cómo es él? Luego lo vas a conocer, es guapo pero algo mentiroso, me ha llorado mucho para que esté con él. O sea que ¿Aun no le das el tesorito? ¡No, que sufra! Que mala eres Rosalba. Con el trato cada vez más frecuente comenzamos a hacernos amigas, Mara le estaba echando muchas ganas a la universidad, no tenía de otra, pues su madre la apuraba y revisaba todos sus trabajos y calificaciones. Pronto me habitué a esa rutina. Me pagaban bien y me gustaba estar con ellos. Rosalba y su madre tenían una cantidad enorme de ropa, bolsos y zapatos, accesorios y cosas de mujer. Me regalaron mucha ropa y zapatos. Eran buena onda conmigo. Una tarde me puse a platicar con la mamá, se llama Rina, le encantaba la magia, el ocultismo y saber el futuro. Así esa tarde le tomé la mano y le dije (No sé por qué) que le iba a leer la mano.

Se entusiasmó y comencé a decirle cosas que sabía ya de ella por Mara, sabía, por ejemplo, que andaba con un señor de su trabajo, que éste era casado y tenía un hijo, que vivía en otra ciudad. La licenciada madre de Mara quedó satisfecha con mis "conocimientos" y me recompensó con dinero. Un día que estábamos solos Rosalba y yo porque los niños se habían ido con el padre, nos sentamos a desayunar, era día festivo y Rosy no tuvo que trabajar. Se sentó a la mesa de la cocina solo con pantaloncillo ajustadísimo y una blusita sin brasier, se acababa de levantar de la cama ¡Hola niña! ¿Qué hay de desayunar? Jugo de naranja, corn flakes, huevos al gusto y tocino frito. No, quiero tocino, solo hazme un par de huevos tibios (pasados por H2O) y juguito. Andas de huevona eh Rosalbita. Sí, estoy depre, no sé qué hacer con el idiota de Nelson. ¿Te pone verdad? Sí, un chingo. Ayer en su camioneta me bajo las pantys y me tocó la vagina, me vine nada más de sentir sus dedos ahí abajito ¡Uy amiga, ya caíste en sus garras! ¿Te gustó? ¡Obvio tonta! Una pregunta ¿Lo habías hecho antes supongo? No, la verdad es que me he aguantado con otros chicos porque quiero a uno que de verdad me guste y Nelson si me gusta mucho ¿Qué haré para que deje a su mujer? Va a venir al ratito y te lo presento, así después me das tu opinión. Se levantó moviendo ese culito que intentaba comerse el calzón.

Me voy a bañar. Sale (es como el vale de los españoles) Cuando estaba bañándose me grito que le pasara un jabón de la alacena, entré al vapor del baño y le dije. Aquí está, abrió la puerta corrediza de la regadera y pude ver entre el vapor su cuerpo precioso, una rajita bien depilada ¡Vaya que estaba buena Rosalba! Luego me pidió consejo para vestirse en su recámara, sacó un montón de ropa y por fin se decidió por un hermosísimo vestido azul, cortito, muy femenino con un lacito en la cintura atado por delante, se veía hermosa. Mara se había ido con su madre a la ciudad capital del estado de compras y estábamos solos. Me regaló una falda y me pidió ahí mismo que me la pusiera, noté su curiosidad por ver cómo escondía yo mi pene. Me miraba de soslayo y me puse enfrente de ella para que viera bien. Mira, estas pantaletas superajustadas me aprietan mi cosita mientras lo meto atrás, me las bajé y le enseñé mi pene semi erecto. Ella dijo ¡Qué lindo, acércate! Me puse frente a ella y con su manita derecha lo tomó. Nunca había sujetado uno Por...? Porque soy tonta o qué se yo. Sientes. Sí. si siento. Me imagino que con este embarazaste a la mujer de tu hijo a... Isis ¿Verdad? Sí, ella me amaba entonces y yo mucho a ella pero, cambió ¿O sea que te gustan las mujeres? y yo aquí desnuda frente a ti. Si me gustan pero también los penes en mi culo. Además no hago nunca daño a nadie. Soltó mi pene que ya estaba bien tieso y salí de su habitación apenada. Ven, regresa, me grito. Volví ¿Qué pasa? Nada, es que quiero estar con Nelson y necesito que me enseñes cómo excitarlo ¿Cómo? Dije tontamente, ven sácate tu cosita y enséñame cómo le gusta a los hombres que los acaricien... Ni lenta ni perezosa, me bajé las pantaletas que apresaban mí ya húmedo pene y me puse enfrente de ella que seguía sentada en la cama en pantaletas, sin brasier.

Tomé su mano y la puse en mi verga, que aunque pequeña para los estándares normales bien servía para calmar a una mujer caliente. Lo pelas así y le hice acariciarme, pronto salió liquido lubricante y ella lo embarró en la cabeza de mi pene que por la calentura estaba morado. Ahora llévalo a tu boca ¿Qué dices? Que lo metas en tu boca ¡Anda si quieres aprender! Se lo metió y me dio una mamada riquísima, lo saqué antes de acabar y sujeté sus senos firmes, suaves y blancos y entre los dos lo puse y le chorreé toda mi leche, gozando como una perra. Antes de que dijera nada puse mis manos en sus muslos y le separé las piernas hasta abrir su almejita aun virgen. Pídele que te mame aquí y le besé el clítoris. (Continuará)

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