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Erico (Retomando la amistad)

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Las tres de la tarde de un martes se lee bastante tranquilo, y más en el pueblo donde viví mi adolescencia. Ese día  tenía práctica de futbol a las 4:30 de la tarde, estaba tan aburrido,  que deseaba que pasaran las horas para estar corriendo tras del balón.

Aunque todavía era temprano decidí empezar alistarme para el entrenamiento,  me olí,  y como siempre caí en la cuenta que  mi cuerpo  adolecente   generaba la suficiente testosterona y feromonas como para apestar igual que un tigre… Necesitaba  un baño.

La casa donde vivía  no estaba muy bien  diseñada, aunque ahí era realmente donde radicaba su encanto, y yo la adoraba.   Era de esas casas antiguas donde pones un pasillo  al centro   y cuartos  a los lados con  patio al fondo.  Y en el  patio, justo al final,  el baño. Mi cuarto era de los últimos…

Lo dicho iba a bañarme: así que entre a mi cuarto y me quite la ropa, al desvestirme  pensaba:   ¡Uff!  “que aburrimiento “,  y así desnudo como estaba me tire sobre la cama de espaldas y con las piernas extendidas  “mi mente seguía divagando” dicen que la pereza  es la madre de todos los males así que empecé a verme  ¡vaya! …  a mis 15 años,  Mi cuerpo sí que estaba en su punto,   esbelto  estilizado y todavía lampiño con apenas unos delgados bellos en el pubis levante un poco la cabeza y observe mi verga flácida cayendo sobre mis huevos, mi pene no está circuncidado su piel es más obscura, mi prepucio tapaba mi glande mis huevos también son más canela  sin embargo   la zona de la trusa se veía  mucho más blanca que el resto de mi piel,  mi pecho y hombros también un poco más claros aunque no tan morenos  como la parte baja de mis piernas sin ser un narciso me  reconocía como alguien que  no estaba nada mal, aparte ya varias chicas me lo habían dicho  y yo solamente me ponía rojo de vergüenza.

En los últimos meses no sabía que es lo que me estaba pasando,  antes mis pensamientos siempre estaban enfocados a mis escasas preocupaciones que siempre tenían que ver con alguna tarea que tenía pendiente o el horario de alguna actividad deportiva.

Pero últimamente mis preocupaciones eran de otro tipo, y no entendía porque pensaba estas nuevas cosas y lo que era peor no tenía idea alguna de cómo solucionar mis dudas.

Y es que por ejemplo ahora pensaba más en “amigos y amigas”, ahora le daba importancia que pensaría los demás de mí, y me preocupaba por todos los pensamientos obscenos que daban vuelta en mi cabeza, eso sin contar que los recuerdos me perseguían, y como siempre decidía que era mejor no pensar en nada.

Después de unos minutos  me envolví una  toalla a la cintura y me fui  a la regadera  (tenía que cruzar el patio para llegar al baño )  esta vez y como la casa  estaba sola me detuve un poco en el patio a tomar algo de sol…   de pie me abrí la toalla y  me puse de frente al sol procurando que le diera a el área de la trusa según yo para que esta parte no se viera tan blanca y dispareja en comparación con  las demás ,estuve parado como un minuto con los ojos cerrados, esta acción hizo que se me parara la verga , cuando me di cuenta voltee a los lados buscando no me hubiera visto nadie y decidí mejor meterme a bañar.

Ya tenía la verga parada  y con las calenturas que se cargan los pubertos   ya adentro del baño apenas empezó a caer el agua me enjabone mis partes y me di  una masturbada de antología. El movimiento de la mano sobre mi verga hacia que mi cuerpo se tensara y empezara a sentir mi glande más caliente de lo normal, mis huevos se empezaron a retraer hacia mi cuerpo… El placer empezó.  El sube y baja de mi mano sobre mi verga era delicioso, con una mano me la jalaba y con la otra me sobaba los huevos, sin pensarlo también baje un poco más mi mano y,  empecé a pasar mis dedos alrededor de mi ano…  ¡síii! Se sentía rico, cuando empecé a sentir que la corrida era eminente  sumí más mi dedo en mi ano haaagg!!   mi leche salió disparaba a mil kilómetros por hora… haaaa!!! Me mordía los labios para no gemir fuerte y alguien me fuera a escuchar. Volvió la calma caí  sentado en cuclillas en el piso y el agua siguió cayendo sobre mi cuerpo. Me quede viendo como el agua bajaba por mi cuello y se hacía una cascada que iba a dar justo entre mis inglés. Sentado así como estaba vi el jabón en el piso, lo tome enjabone mi dedo  medio de la mano y  así en cuclillas empecé a ensartarlo suavemente en mi ano Estuve un buen rato así. .. Pensé que ya era suficiente auto placer así que proseguí con el baño.

Fresco como una lechuga y Vestido  con un short blanco,  playera amarilla y  tachones negros,  estaba listo para lo que viniera,  el aburrimiento había pasado. Salí de mi casa y me senté en el filo de la banqueta a esperar que pasara algún cuate del equipo para irnos juntos al campo de entrenamiento que quedaba a las afueras del pueblo.

Ahora pensaba en lo  rico me la había jalado, de repente sentía que mi verga aun respingaba. Esto no era habitual, supongo que seguía un poco exitado por la picada de culo que me había dado después  y  ahí…  así como  estaba,  me asome hacia abajo pues se me ocurrió que a lo mejor se me veía algo por entre el short y las piernas.  Abrí un poquillo mis piernas lampiñas y me asome. “¿se veía  algo?”,  --no, nada--  solo hasta mi trusa blanca,  de ahí no pasaba,  luego abrí un poco más y vi que a lo mucho solo se veía la parte donde empezaban mis huevos, en eso estaba agachado hacia abajo y moviendo las piernas y viendo mis ingles cuando llego Érico.

-- ¿Qué haces?  Me pregunto--   Mi respuesta fue rápida; -nada-  esperando que pase alguien del equipo para irme a jugar futbol.

--Volteé  hacia arriba y como el sol me daba en la cara medio cerrando un ojo le pregunte: ¿a dónde vas tú?.

--Nada a ninguna parte  pase por aquí voy a donde el topo a recoger mi balón de futbol, ( que descaro pensé por dentro”  topo  así le decían al sobrino de don Beto un señor que días atrás le había quitado a érico un balón que callo en su patio y luego érico intento recuperarlo por la noche y en el intento le rompió varias cosas en la tienda; don Beto escucho ruido y salió tras de érico en una persecución en la que por accidente me vi involucrado  según érico don Beto no alcanzo a verlo así que no  sabía a quienes había perseguido)

--está bien  fue mi respuesta y en seguida se me salió preguntar: “¿y cómo le vas hacer para que El topo te de el balón?”

--No voy hacer nada me llevo bien con el topo aparte ya tiene casi 15 días que paso aquello no creo que se acuerde de nada, pasara como otras veces simplemente me lo regresará.

Mientras érico decía esto yo pensaba: “qué valor tiene este cuate si a mí me hubieran casi pescado  haciéndome una puñeta en el mostrador de una tienda de noche,  no creo que me volviera acercar por ahí.”

Don Beto tenía mucho dinero,  era dueño de ranchos, casas y muchas propiedades, en uno de sus ranchos había  un rio y él había mandado hacer tipo albercas a lo largo del rio, lo convirtió en un balneario y cobraba por dejar nadar a la gente o para que fuera de picnic. El topo su sobrino le ayudaba a con todos los negocios,  el topo era  mayor que nosotros  tenía alrededor de 20 o 25 años.

Por otra parte, de érico  se podía esperar cualquier cosa, aunque no me juntaba con él,  lo conocía porque estuvimos juntos en la primaria y en aquellos años si éramos más cercanos, érico era más desordenado e inquieto que yo muchas veces nos regañaban por él.  Además había  escuchado  que él y su grupo de amigos hacían cosas pesadas.

Paso Kike y me levante de la banqueta para irme con él, a Érico simplemente le dije hasta luego, y empecé  avanzar con mi amigo.

Kike me aconsejo: “ten cuidado con ese ya sabes cómo se las gastan él y sus amigos no te vayas a meter en algún problema.

Seguimos caminando y Kike seguía insistiendo de érico y   me  pregunto:   “él  fue contigo a la fiesta ¿verdad?”. Mi respuesta fue si pero también le dije que no me juntaba con el que simplemente había pasado  y me estaba saludando

En el camino se nos fueron uniendo más amigos del equipo, y nos olvidamos de érico porque empezamos a platicar de otras cosas  hasta llegar al campo de entrenamiento.

Kike en ese momento podría decir que era mi mejor amigo,  físicamente éramos de la misma complexión, él era  moreno claro, pelo negro,  se lo peinaba con  partido por un lado,  su cara era bonita aunque por los lentes que usaba hacia que lo bonito de su rostro no se viera más bien parecía intelectual. Algunas veces íbamos a nadar y es cuando miraba su cuerpo,  estaba muy bien formado, bien definido, abdomen muy marcado sus bellos los tenia finitos. Recuerdo que a veces cuando estaba recostado boca arriba  solo en short sin lentes… Se  miraba completamente diferente era como la trasformación de superman,  pero él, de nerd,  a todo un galán. Kike y yo  pasábamos mucho  de tiempo  juntos, aunque reconozco que no nos  platicábamos cosas intimas o secretos. (¿O será que Kike no los  tenía?) En cambio  yo, en mi interior  ya tenía varias cosas que callar, de hecho procuraba no pensar en eso,  pues de acuerdo a la educación que me estaban dando y la idiosincrasia de mi pueblo todo indicaba  que mis sentires y pensares eran los de un pervertido.

El entrenamiento  estaba trascurriendo  como siempre, empezamos con  el calentamiento, luego algunos ejercicios en pareja  (esta parte de la práctica la disfrutaba mucho pues  mi pareja de ejercicios siempre era Kike  y en mi morbo puberto siempre  me divertía el intentar ver lo más que podría por entre el short de Kike.  Había un ejercicio en el que nos ponían sentados en el césped,  luego abríamos las piernas lo más que podíamos pero además las  plantas de nuestros pies debían topar con las plantas del compañero luego nos agarrábamos de las manos y uno estiraba al otro hacia el piso lo más que se  pudiera, Kike siempre llevaba trusas ajustadas así que de ahí no pasaba pero si veía el bulto que se le hacía en la trusa, y sus ingles blancas y lampiñas. Había muchos más  ejercicios que nos ponía  el couch,  luego las vueltas al campo.  Sol, tierra  correr tras el balón, regaños del entrenador,  risas y bromas de todos los cuates…

Y por ese día termino una práctica  más.

Al final también  casi siempre me regresaba con Kike pues él vivía justo a espaldas de mi casa,  (mi entrada estaba por una calle y la puerta de su casa estaba por la otra… La calle de atrás. Los terrenos de nuestras casas colindaban, a veces el o yo saltábamos la barda de atrás en lugar de dar toda la vuelta a la cuadra para ir uno a la casa del otro.)

De lejos vi que  en la salida estaba érico, pasamos junto a él y se nos unió. Un poco extrañados  Kike y yo seguimos caminando, érico empezó a platicarnos cosas de su equipo de basquetbol y nos preguntó  si nos gustaría  ir a verlos jugar alguna vez   (en mi pueblo los juegos de basquetbol eran  siempre  de  8: pm a 10: pm) Kike volteo a verme y yo a él,   ambos dijimos: si porque no algún día vamos. Llegamos a mi casa  y Kike  se despidió de nosotros (Kike tenía cara sorpresa).

En la puerta le dije a érico bueno pues ya llegue nos vemos luego.  Abrí la puerta de mi casa y érico me dijo: “espera  necesito decirte algo”.  Moví un poco los hombros como diciendo de que se trata me quede serio y érico agrego: “estamos en problemas”.

--¿En problemas?, ¿estamos? Pensé en voz alta y,  además también se lo estaba preguntando a érico intrigado.

--Pero no te preocupes,  me dijo érico en un tono tranquilo,  intentando minimizar el asunto: “don Beto le dijo al topo, que eran dos las ratas que encontró,  aquella noche en su tienda  y ahora el topo quiere que también vaya el otro.

--¡ESTAS LOCO!… grite antes de que terminara,  ¿RATAS?... Le hubieras aclarado al topo lo que intentabas hacer en la tienda que no estabas robando y también que andabas solo… A mí me tumbaste en tu huida…. ¿Recuerdas? Le dije molesto.

--No te preocupes de más, me dijo érico: “seguramente lo que quiere el topo es que hagamos algo, nos pondrá hacer algún trabajo y listo, otras veces ya lo ha hecho conmigo y con mis cuates.

-- fastidiado y molesto le dije,  pues entonces llévate a uno de tus cuates y deja de molestar,  no pienso a ir con el topo hacer nada.  Intente meterme a mi casa pero él me detuvo y,  en un tono bajito casi un susurro me dijo: “es que ya le dije que eras tu.”

--¿QUEE? Más que pregunta fue un grito. Volví a gritar YO... NO… ESTABA EN LA TIENDA… Y no voy a ir contigo a ninguna parte, ni voy hacer nada que me diga el topo…¡NADA!.

--De nuevo intente a entrar a mi casa, él estaba parado frente a la puerta impidiéndome el paso, forcejeamos un poco y el solo decía espera déjame explicarte: “le dije al topo que eras tú,  porque tienes fama de chavo tranquilo y use tu nombre para que me creyera que no estábamos robando,  que lo que quiera era recuperar el balón, por favor!...  por favor!...  suplicaba no va a pasar nada solo te va a preguntar si es verdad lo que yo digo”.

Volví hacerlo a un lado y,  le volví a repetir que ni loco iría con el topo y menos a decir que hice algo que no hice. Y le espete en la cara…  ¿Te imaginas en el problemón que me metería  con mi mama?.

La puerta de mi casa se abrió, era  Kike,  estaba adentro.

¿Pasa algo? me dijo Kike,  ya tengo rato esperándote. Al verlo érico  se quitó de enfrente y me dijo piénsalo, te veo mañana, volteo a donde estaba Kike y solo le hizo señal de despedida con la cabeza.

Entre molesto a la casa, pensado en el lio en que me había metido érico, rayos!! ¿Cómo pudo pasar?... ¡en que rayos estaba pensando? Me preguntaba.

Kike al ver mi estado dijo creo que no es buen momento solo venia por lo de la tarea pero si quieres vuelvo más al rato, mi respuesta fue: “si Kike creo que es lo mejor ahora me voy a meter a bañar.

Ya me había quitado la ropa solo estaba en calzoncillos  cuando escuche  que tocaban la puerta supuse que era mi mama me envolví en una toalla y  fui abrir.

Entre abrí la puerta y era érico  le dije que me tenía que meter a bañar que después lo veía, el abrió la puerta y se metió.

--Espero a que te bañes:   “me dijo érico” y agrego en ¡serio!  Isael,  necesito que me ayudes a recuperar ese balón mi papa me lo acaba de comprar y es profesional, costo mucho dinero. Mientras decía todo esto yo me fui caminando hacia el baño y el tras de mí.  Al llegar entre al baño y cerré la puerta, el quedo afuera, con voz alta le dije: Ya te dije que no voy hacer nada yo no tengo nada que ver con eso.

Me acorde de la noche que me tumbo Salí del baño y asome la cabeza por la puerta y le dije: “yo no perdí tu balón aparte después de aquella noche ni siquiera he podido ir a la tienda por tu culpa me da miedo que don Beto piense que yo también estuve en su tienda”.  (Y es que  una semana antes érico había intentado hacerle una broma pesada  al tendero en la huida  choco conmigo y  el tendero se fue siguiéndonos a los dos).

Érico estaba sentado en el piso con la espalda recargada en la pared se levantó e intento decir algo pero cerré  la puerta.

Yo seguí con lo mío, enjabonándome,  lavándome el pelo, tallándome la espalda.  Tenía los ojos  cerrados, cuando los abrí me di cuenta que érico se había subido en algo y ahora tenía su cara  por la ventana,  cuando lo vi  le pregunte:  ¿ que haces?.  Como lo tenía casi de frente Me tape el  bulto con las manos pues siempre que me bañaba se me ponía medio parada la verga.

--Nada: “fue su respuesta”,  como no me escuchabas me subí aquí para que me oyeras mejor. Termine de bañarme me puse la toalla Salí del baño me fui al cuarto y el siguiéndome se fue tras de mí.

En esos momentos me sentía nervioso y no sabía cómo actuar pues lo que no he dicho es que aquella noche érico y yo hicimos un 69. (yo suponía que lo que paso aquella noche simplemente se quedaría ahí, seria asunto olvidado).

--vas a ir conmigo al juego de basquetbol, insistió érico. Mi respuesta fue un rotundo NO… El insistía y me preguntaba porque no. Le dije muchas cosas: Porque tenía tarea, porque no me gustaba  no basquetbol, porque no tenía ganas de salir, y al final simplemente porque no quería ir.

Yo estaba sentado en la cama terminándome de secar y érico se vino sobre mi  yo quede boca arriba y el montando a la altura de mi cintura agarrándome los brazos, hizo saliva y puso su boca sobre mi cara y empezó mostrar un  hilo de saliva luego dijo: “di que sí”, si no la dejó caer sobre tu boca.  Me resistí un poco pero luego me gano la risa y a él también la avente a un lado y quedamos ambos tumbados sobre la cama, yo desnudo completamente y el vestido solo con un short y una playera.

Érico estiro la mano para agarrarme la verga y la sobo un poco, reaccione, me levante y me puse la trusa y el pantalón lo más rápido que pude. Me quede serio.  Le dije que se fuera que no tenía ganas de ir al auditorio. Después de un silencio me dijo está bien. Se levantó de la cama y se fue.

Los sentimientos eran encontrados, por un lado estaba casi seguro que si me hubiera gustado coger con érico y por otro me daba coraje conmigo mismo que deseara coger con érico, en pocas palabras pareciera que érico me decía:  “yo sé que eres un maricon come vergas”, además también me decía: “que te pasa como se te curre estar encuerado delante de alguien que ni siquiera es tu amigo, y me preguntaba cómo pudo haber pasado eso, me sentía  miserable pues  mi pensamiento también me decía cada vez te atreves a mas, me sentía una basura, patético.

Afortunadamente pasado un rato llego Kike  me saco de mis pensamiento y nos pusimos hacer cosas de la escuela.

 

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