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Regalo de cumpleaños

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Hola quiero agradecer sus lecturas a mis relatos anteriores, si bien tal vez no son lo que algunos esperan es parte de mi vida y lo comparto como una terapia para mi esperando les agrade así que comenzaré con lo siguiente.

Después de mi regreso a mi pueblo todo fue tan difícil, ya que estaba muy lastimado físicamente, me costaba mucho caminar sin lastimarme mientras que a mis padres les tuve que inventar que me caí y me lastimé, no sé si me creyeron pero al menos ya no me volvieron a preguntar nada, como podía me curaba las heridas pero tuvo que pasar más de un mes para que cicatrizaran por completo, un mes en el que yo no salía a la calle.

Apenas tenía ánimos para ir al comedor, a veces caminaba por la casa que aunque no era muy grande me distraía recorriéndola, pero al volver a mi habitación empezaba a recordar esa noche con el quemado, pero también recordaba a los otros clientes a algunos no les recordaba ni sus caras pero si lo que hacía para ellos, una noche se me metió en la cabeza ponerme a pensar en el quemado, pensaba en lo mucho que debía sufrir y lo difícil que sería su vida.

Muchas veces me recriminaba a mí mismo por estar pensando así pero no podía dejar de hacerlo, una noche después de ducharme nación en mi algo que no se si llamar obsesión o fijación, pero me puse a observarme desnudo frente a un espejo donde se reflejaba más de la mitad de mi cuerpo, nunca me había puesto a pensar pero al verme me di cuenta que casi no me habían quedado cicatrices pero también vi que mis senos eran más grandes de lo debido.

Se me hacía raro que a pesar de haber bajado mucho de peso aun eran muy abultados, no sabía el porqué pero me gustaba lo que veía, una mañana al sentirme mejor decidí salir a la calle a investigar que necesitaba para poner un negocio que tenía en mente con el dinero que logré ahorrar más lo que me dio el quemado y no tuve que compartir con nadie, quería poner una pequeña tienda pero todo estaba muy caro como para tener ganancias.

Cuando caminaba por la calle escuché que alguien gritaba mi nombre, al mirar a donde escuché la vos vi a un amigo de la infancia que tenía años sin ver ya que se había ido a estudiar lejos, nos saludamos muy efusivamente y estuvimos platicando un largo rato hasta que él se despidió ya que lo esperaban para irse, antes de irse me hizo una invitación a la fiesta de cumpleaños de su tío, le dije que no me gustaban las fiestas pero él no me acepto un no por respuesta.

Mas a fuerza que de ganas le dije que estaba bien que ahí nos veíamos, él se fue mientras yo regresé a mi casa pero en el camino me sentí mal, pensé que era por el calor así que al llegar a casa decidí darme una ducha pero no logré sentirme mejor, por la noche tomé la decisión de viajar al día siguiente a la ciudad más cercana para comprar lo que necesitaba, al día siguiente me levanté muy temprano y me fui sin perder tiempo.

Al llegar a la ciudad mi malestar siguió así que tomé la decisión de ir al médico, fui a un hospital cerca de donde estaba, al llegar tuve que esperar un rato para que me atendieran pero por fin me hicieron pasar, de inmediato me checaron los signos vitales diciéndome que mi presión estaba muy alta, mientras el doctor apuntaba unos datos en una hoja pensé en preguntarle si el tamaño de mi pecho era normal pero me daba vergüenza.

Respiré profundo como cada que tengo que tomar una decisión para luego preguntarle casi sin escucharme, ¿doctor es normal que mi pecho esté abultado? Al no entenderme me hizo repetir la pregunta así que le volví a preguntar, con voz seria me dijo a ver muéstreme, me subí la playera con un poco de vergüenza mientras el miraba y se ponía unos guantes, se acercó para comenzar a tocar mi pecho pero mi playera aun puesta lo dificultaba un poco.

Quítese la playera bien me ordenó más que pedírmelo, así lo hice mientras el sin perder tiempo volvió a revisarme apretando mis senos un poco como si esperara que algo saliera, después de unos minutos se fue a sentar mientras me decía que ya me pusiera la playera, así lo hice y luego me fui a sentar a esperar su respuesta pero al no decirme nada yo solo le pregunté si era normal, me contestó que probablemente era una ginecomastia.

En mi cabeza me pregunté y eso con que se come pero a él le pregunté si eso era grave, me dijo que tal vez en el futuro podía traerme problemas de salud, que era probable que a eso se debiera mi malestar pero que me tenía que mandar hacer unos análisis para confirmar y luego medicarme, me dijo que me iba hacer unas preguntas pero que tenía que responder con la verdad, en mi cabeza lo primero que se vino fue que me iba a preguntar si lo hacía con hombres.

Pero solo me preguntó si tomaba algún medicamento o consumía drogas a lo que respondí que no pero cuando me preguntó si algo me estresaba me puse a pensar en todo lo que pasé respondiéndole que si, a lo que respondió que eso afectaba para lo que tenía pero como yo tenía dudas de lo que él decía que yo tenía le pregunté que era exactamente eso, me dijo que los niveles de estrógeno altos provocaban esas alteraciones.

Ignorante del tema le cuestioné si los estrógenos no son de las mujeres, a lo que respondió que los hombres también tenemos en cantidades menores y que si esas cantidades aumentan pueden aparecer síntomas como los míos además de testículos pequeños, al oír eso preferí ya no preguntar más pensando en que tal vez me iba a querer revisar también eso pero solo me dio una hoja para luego decirme que me hiciera esos análisis de sangre y orina.

Salí del consultorio para luego ir a desayunar algo rápido de desayunar para luego irme a comprar las cosas para mi negocio, le pregunté a un taxista si sabía dónde podía comprar abarrotes a buen precio y me llevó a un lugar donde había de todo a buen precio así que estuve buscando ahí todo el día hasta que me di cuenta que ya era muy tarde, busqué quien me ayudara a cargar mis cosas hasta un taxi que me llevara a la terminal de autobuses.

Al llegar fui a comprar mi boleto pero el autobús salía más tarde así que me senté a esperar, en eso se sentó junto a mí un señor saludándome de inmediato, le contesté el saludo pero él siguió haciéndome conversación, me preguntó si yo iba a tomar el mismo autobús que el a lo que respondí que si entre otras cosas, él no era mucho más alto que yo, como 53 años, era moreno, delgado, cabello rizado, nada guapo pero si muy amable.

Al acercarse la hora decidí acercarme con mis compras a donde llegaría el autobús pero el señor muy amable se ofreció a ayudarme, le dije que no pero insistió, unos minutos después llegó el autobús y de inmediato sin decir nada tomó una de mis bolsas para luego llevarla hasta el porta equipajes del autobús que ya estaban abriendo, después de guardar las cosas subimos al autobús solo para darnos cuenta que ya venía lleno.

Los únicos lugares vacíos eran al fondo del autobús así que nos fuimos a sentar, casi de inmediato el autobús arrancó mientras ese señor seguía con la conversación, el camino era largo así que la plática iba a ser igual pero después de un rato me quedé dormido, no sé por cuanto pero claramente sentí una mano acariciar mi pierna, de inmediato me desperté sobresaltado, la luz era poca así que no se veía ya muy bien.

Lo miré a los ojos mientras él me sonrió dejándome claro que no le importaba si me había dado cuenta, después de un rato fingí quedarme dormido de nuevo, casi sin esperar un tiempo el volvió a acariciarme pero tuve la loca idea de dejarlo seguir a ver hasta donde llegaba, acariciaba mi pierna cada vez más fuerte como si ya nada le importara. Después de un rato pasó descaradamente a mi pene, fue cuando lo miré otra vez a los ojos.

Mientras él sonreía diciéndome sabía que no estabas durmiendo, mi corazón empezó a latir muy rápido mientras sentía mi cara muy caliente de vergüenza, no sabía qué hacer si apartarlo o dejarlo seguir así que mientras yo dudaba el aprovechó para seguir, con la mano izquierda el desabrochó mi cinturón luego mi pantalón mientras yo solo observaba inmóvil como empezó a meter su mano dentro de mi bóxer sin decir nada.

Cuando hizo eso yo lo miré a la cara mientras movía mi cabeza diciéndole que no lo hiciera, pero él se apoderó de mi pene para comenzar a masturbarme, yo tenía mucho tiempo sin venirme así que sabía que no podía evitar no sentir nada, sus movimientos eran rápidos hasta que ya no pude más y cerrando muy fuerte mis ojos mientras me mordía los labios para no gritar me vine en su mano mientras mi cuerpo temblaba.

Cuando el sacó su mano yo abrí los ojos sintiendo la mirada perdida lo miré a la cara solo para ver como él se lamia su mano, yo no sabía cómo es mas no podía reaccionar, estaba como ido hasta que el sin decir nada se levantó y se bajó en un pueblo que está antes que el mío, un rato después llegué a mi destino, como pude me llevé mis cosas a mi casa llegué me di una ducha para luego dormirme ya ni cené esa noche.

Al otro día me levanté muy temprano a acondicionar el lugar donde iba a instalar mi tienda, era ahí mismo en mi casa, pero al terminar fue donde tuve tiempo para preguntarme que pasó en ese autobús es decir porque no lo evité pero no encontraba respuestas, los días pasaron mientras mi tienda comenzó a prosperar más rápido de lo que pensaba, fue así que se llegó el día de la fiesta del tío de mi amigo a la cual dudaba en ir.

Pero como ya había dado mi palabra tuve que ir, desde el momento en que fui consciente de mis senos comencé a usar chamarras con playeras holgadas ya que aunque a mí por alguna razón me gustaban no me gustaba que la gente me viera, así que me vestí como si hiciera mucho frio y me fui a la fiesta, cuando llegué ya había mucha gente, así que solo fui a felicitar al cumpleañero, le di un regalo que le compré para luego saludar a mi amigo que me invitó a comer en su mesa junto a sus padres.

Pero después de un rato llegaron unas personas que yo no conocía y mi amigo se fue de inmediato a saludarlos para ya no despegarse de ellos ni un minuto, yo no sabía si irme o quedarme pero empecé a recorrer la casa que era muy grande, hasta que me encontré con el tío de mi amigo que se acercó a mi preguntándome si no me gustaba la fiesta, le dije que sí pero que yo no estaba acostumbrado a las fiestas cosa que era cierta la última fiesta a la que fui fue de sexo.

Me dijo que tenía mucho tiempo sin verme que ya estaba muy grande, que él se acordaba de mi cuando íbamos a la piscina de mi amigo a jugar, le dije que me había ido a trabajar un tiempo y que acababa de regresar, seguimos un rato la plática hasta que se acercó un mesero a ofrecernos bebidas alcohólicas pero yo no bebía hasta que me convenció el de tomarme una a su salud, después una se convirtió en dos luego en tres, hasta que sentía que todo se movía.

Aun no estaba tan mal como para no recordar lo que pasó así que recuerdo esa noche como si hubiera sido ayer, cuando sentía que me iba a caer decidí irme a mi casa pero el festejado me dijo que él me llevaba que lo esperara en la sala, como si me sentía mal no me negué a aceptar su propuesta mientras él le pedía a un mesero que me llevara a la sala, después de un rato se acercó mi amigo para despedirse y se fue muy apurado.

Me costaba un poco no dormirme mientras esperaba pero los únicos que pasaban eran los invitados que empezaban a irse después de un rato apareció el tío de mi amigo junto a los que creo eran los últimos invitados, se despidieron y de inmediato se acercó a mi le pregunte si ya nos íbamos pero me dijo que ya era noche que porque mejor no le avisaba a mi mamá que no iba a llegar que podía pasar la noche en su casa le dije que no.

Pero insistió hasta que me convenció, le di el numero pero él fue el que llamó para luego decirme todo listo, después de todo quien iba a dudar de un hombre de más de 1.75 de estatura con barba y bigote muy abundantes, pelo en pecho como un oso que además no era feo, 45 años máximo, cualquiera pensaría que tenía muchas mujeres aunque no tenía esposa, llamó a uno de los meseros para pedirle que le ayudara a subirme a una recamara.

Así lo hicieron entre los dos me llevaron casi cargando hasta el segundo piso para luego meterme a una recamara que era muy grande arrojándome en la cama boca abajo, para salirse los dos, yo ya estaba dormido cuando el ruido de la puerta cerrándose me despertó al mirar era el tío de mi amigo que me sonreía mientras se desabotonaba la camisa diciendo hoy nos vamos a divertir mucho hace años que imagino este momento.

Yo no estaba ni seguro de lo que oí pero intenté levantarme cosa que no pude porque todo se me seguía moviendo y porque él no me dejó, lo único que pude hacer fue acostarme de lado mientras lo miraba desnudarse, al bajarse el pantalón dejó al descubierto un pene grande como pocos eh visto cubierto de bellos con unos testículos que colgaban.

Él se subió a la cama para desatar mis zapatos quitándolos sin perder tiempo, luego siguió con mi pantalón junto con mi bóxer cosa que yo intenté evitar pero la verdad es que no pude hacer mucho, lo bajó quitándolo de un jalón luego los calcetines, al observarme con detenimiento se sorprendió al darse cuenta que yo estaba totalmente depilado ya que seguía con esa costumbre por ultimo me volvió a poner boca abajo y con gran destreza me quitó la chamarra.

Poniendo mis manos por atrás, me volvió a poner boca arriba para subir mi playera, su cara fue de asombro al ver mis senos diciendo que rico tienes chichotas de putita, yo sentí vergüenza pero a él le gustaba lo que veía era obvio en su mirada, como pudo me quitó la playera para luego lanzarse a mi pecho para lamerlo mordía mis pezones luego los chupaba como si quisiera amamantarse, así estuvo por un buen rato.

Hasta que sin esperarlo se sentó en mi pecho para luego sin previo aviso meter su pene en mi boca, la posición era muy incómoda ya que me impedía respirar con normalidad, su exceso de bello era incomodo ya que se metía en mi boca provocándome un poco de asco, con ambas manos me tomaba de la cabeza para controlar mi ritmo pero al ver que no se sentía cómodo se levantó para luego jalarme por los pies haciéndome casi caer de la cama.

Me tomó de las manos para ponerme de pie pero si intención era arrodillarme frente a él cosa que hice de inmediato, no sé si era el alcohol, o que en el fondo me estaba gustando la situación pero mi actitud de sumisión ante él era tan grande que ni él se la creía, de inmediato metió de nuevo su pene en mi boca haciéndome dar arcadas pero a él no le importaba eso y tomándome de la cabeza controlaba mis movimientos.

Hasta que comenzó a meterlo lo más profundo que podía para luego dejarlo así por unos segundos que cada vez eran más largos, al hacer eso incrementaban mis arcadas al punto de que vomitar era difícil no hacerlo, mis ojos estaban llenos de lágrimas mientras él seguía en lo suyo yo de vez en cuando lo miraba a la cara que se veía totalmente transformada por la excitación, sus gemidos empezaron a oírse cada vez más fuerte

Hasta que sin aviso alguno sacó su pene de mi boca para luego poner sus manos en mis axilas y levantarme como a un niño pequeño para luego lanzarme a la cama, se acercó a un buro para sacar un tubo de lubricante, después se subió a la cama para tomarme de la cadera con la mano izquierda para girarme hasta dejarme boca abajo, separó mis piernas quedando en medio de ellas para luego echarme una gran cantidad de lubricante entre mis nalgas.

Acercó su pene para luego recorrer con él entre ellas, no sé si era por el lubricante pero sentía como entraba en medio de ellas con facilidad, mientras él las recorría yo sentía algo muy caliente recorrer entre ellas puso su mano izquierda al mi costado para con la otra acomodar su pene que comenzó a abrir mi ano, mientras me decía yo sé que eres todo una putita pero ahora si te voy hacer gritar como nadie te lo ha hecho soltando una carcajada.

Sentí un poco de dolor cuando comenzó a meterlo pero nada fuerte, mientras él puso la otra mano en mi costado derecho empujando solo con su cadera, el dolor cada vez era más intenso así que salieron de mi algunos gemidos pero él seguía empujando lento pero firme, hasta que por fin entró por completo haciéndolo dar un gemido, se detuvo un momento dentro de mí para luego comenzar suave a meter y sacar.

Cada vez aumentaba la velocidad con tanta fuerza que la cama se movía junto con él, cuando sus movimientos eran más frenéticos se detuvo sin previo aviso haciéndome quedar en suspenso, poco a poco lo fue sacando hasta que salió por completo, me volvió a tomar de la cintura solo para girarme boca arriba, nos miramos fijamente a los ojos por un instante hasta que él se lanzó contra mi pecho volviendo a besarlos y morderlos sin compasión.

Era algo que muy pocos habían hecho, pero él era único en eso me hizo sentir cosas nueva que nadie había hecho antes, aun no podía entenderlo pero era muy rico todo lo que estaba sintiendo solo con el roce de su lengua y sus pequeñas mordidas, hasta que se volvió a detener para luego tomarme de las piernas levantándolas haciendo que mis rodillas casi tocaran mi pecho quedando él en medio de ellas para acomodar su pene de nuevo.

Volviéndolo a meter esta vez con más rapidez y fuerza, mientras que empezaba a lamer mi cara, esa sensación era muy rara ya que nunca me gustó ni que me besaran en la boca ni en la cara, pero él me forzaba con ambas manos a no mirar para otro lado, cuando intentó besarme apreté los labios con fuerza pero él no desistía e intentaba meter su lengua, poco a poco fui apretando cada vez menos ya que me estaba lastimando.

Hasta que por fin logró su cometido metiendo su lengua haciéndola chocar con la mía, lo cual me provocaba que casi vomitara, con su lengua en mi boca y su pene en mi ano todo era un mar de sentimiento con sensaciones que nunca había sentido por lo cual no podía comprender, sin darme cuenta estaba sudando mientras esa especie de descarga eléctrica comenzaba a sentirse dentro de mi justo donde su pene ya se había apoderado de mi interior.

Mi pene empezó a crecer de manera muy rápida, mientras la sensación de descarga eléctrica me recorrió por todo el cuerpo llegando desde mi cabeza hasta los dedos de mis pies, lo que anunciaba que ya era hora de venirme, y así fue sentí que salían chorros de semen de él, mientras que su pene seguía sus embestidas contra mi ser, lo que él me prometió se había cumplido, yo estaba dando gritos de placer que se ahogaban en su boca.

El parecía no tener fin penetrando mi interior, sus movimientos eran tan rápidos que yo pensaba que no duraría tanto en terminar, pero no fue así antes me esperaba otro orgasmo que aunque no fue tan intenso aun así fue muy placentero, yo no podía controlarme mis gemidos eran fuertes mientras que cerraba con fuerza mis manos y sentía como los músculos de mis piernas se contraían haciéndome sentir calambres.

Fue en ese momento que por fin el terminó, viniéndose dentro de mi sentía cada uno de sus disparos de esa rica leche del placer, poco a poco lo fue sacando hasta salir por completo dejándose caer a mi lado, yo ya no sabía si seguía borracho o ido por tanto placer, el volvió a besarme el pecho con gran delicadeza hasta que por fin se quedó dormido yo hice lo mismo hasta que amaneció, al abrir los ojos me di cuenta que estaba acostado en su pecho.

Me levanté mientras el al darse cuenta se despertó los dos nos miramos a los ojos como no comprendiendo lo sucedido, me vestí y antes de salir me dijo no le cuentes a nadie a lo que yo le pedí lo mismo para salir corriendo a mi casa, me costaba un poco caminar al sentir un poco de dolor entre mis nalgas pero sabía que pronto pasaría, al llegar a mi casa recibí los regaños de mi madre por no llegar a casa pero más por haber bebido.

Pero pronto se le pasó, me fui a dar una ducha para luego irme a dormir pero no podía dejar de pensar en esa noche, solo había estado más de una vez con tres hombres pero quería que el fuera el cuarto sin duda y así fue pero esa es otra historia, perdón si mis relatos son largos pero quiero contar lo más detallado que pueda.

Gracias por leerme y hasta muy pronto.

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