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Amor total

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Mi infancia fue tormentosa y la vida de mi madre también, mi padrastro la maltrataba.

Mi madre y mi padrastro se separaron en mi adolescencia. Ella no conoció a otro hombre. Una tarde regreso temprano del trabajo y al pasar por su habitación la veo acostada boca arriba con su mano entre las piernas, entre de golpe a su habitación en el momento en que su flujo saltaba de su entrepiernas ella rápidamente se tapó con una sábana y yo salí de la habitación.

Fui a mi cama y no podía sacar de mi mente lo que había visto. Sus pechos blancos con pezones negros y su vagina cubierta de vellos rondaban en mi cabeza excitándome cada vez más. Rato después escucho sus pasos en el comedor y luego me llama para tomar un café, trate de relajarle ya que mi pene seguía erecto, luego de un rato fui al comedor ella ya tenía preparada la merienda. Nos sentamos y sin mirarme a la cara nos pusimos a ver televisión, tenía puesta una camisa algo traslucida que me dejaba ver sus negros pezones y un pantalón cortito color negro, de repente apaga el televisor y me dice...

- ¡tenemos que hablar!

- ¡bueno mama! Le respondí

-¡lo que vistes hoy es porque yo no estoy con ningún hombre y a veces tengo necesidades!

-¡está bien no pasa nada yo entiendo ya somos grandes mama! Le respondí

Y me fui a mi habitación. Minutos después ella entra a mi habitación yo estaba acostado y se sentó al borde de mi cama y luego de unos minutos sin decir nada me dijo...

-¡te suelo espiar y te veo cuando te masturbas eso no está bien hijo tenés que conseguirte una novia!

Mientras colocaba su mano arriba de mi rodilla y le deslizaba hacia mi entrepierna, tome su mano y le dije...

-¡yo eso no lo hago más porque tengo novia!

Saque su mano y ella rápidamente se paró avergonzada y se fue a su habitación, yo había mentido para no reconocer que aún seguía masturbándose, pero minutos después la escucho llorar algo que no quería en mi vida es verla sufrir así que fui a su habitación a consolarla, al entrar estaba sentada en su cama, me acerque y le dije que no llorara mientras acariciaba su cabeza, ella acerco su cabeza a mi abdomen y nos quedamos así por un instante mientras reconocí mi mentira, ella levanto su rostro y me dijo...

-¡quiero que seas un hombre con todas las letras!

Beso mi abdomen y al instante mi pene se paró, cerré mis ojos para controlar mis impulsos pero sus suaves besos en mi abdomen más me excitaban, lentamente se paró y mirándome a los ojos me dijo...

-¿aceptas que yo te ayude?

La abrace tiernamente y al sentir sus pezones erectos tocando mi cuerpo cerré mis ojos y me deje llevar y le dije...

-¡si acepto!

Coloco sus manos por debajo de mi remera y me la sacó lentamente, luego desabrocho mi pantalón y lo dejo caer hasta el suelo sin dejar de mirarnos me bajo el slip y luego desabrocho su camisa tomo mis manos y las llevo directo a sus pechos firmes y turgentes, ni bien mis manos tocaron sus pechos la excitación me gano y un chorro de semen salto de mi pene, ella miro hacia abajo y nuevamente me miro a los ojos con una sonrisa libidinosa.

Tomo mi cabeza y la llevo a sus pechos mientras me decía.

-¡bésamelos, pásale la lengua por todas partes!

Ella movía mi cabeza haciéndole recoger con mi lengua sus pechos y felicitándome como lo hacía.

Luego de unos minutos me dijo que cerrara mis ojos y que por nada del mundo los abriera, segundos después mi pene sintió el calor y la suavidad de sus labios envolviéndolo y tragándoselo suavemente una y otra vez sin detenerse mientras sus manos acariciaban mis glúteos y recordándole que no abriera los ojos.

Solo sentía el sonido de su garganta tragándose todo y por momentos hacia pequeñas arcadas una de sus manos jugaba con mis testículos y por momentos uno de sus dedos rozaba mi ano aumentándome la erección hasta que de repente sentí un impulso tan fuerte que apreté su cabeza contra mi cuerpo mandándole todo el pene hasta el fondo de su garganta y dando un grito de placer largue todo mi néctar dentro de su boca. Estaba muy tensionado y de repente me afloje y saque mis manos de su cabeza y se desprendió de mi pene, por unos segundos me abrazo de la cintura y luego se paró y me dijo...

-¡voy a preparar la cena acostate un rato descansa y más tarde seguimos! (CONTINUARA)

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