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A mi vecina le gustan las travestis

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Hoy quería compartir con todos ustedes una experiencia que tuve esta semana.

Hace más o menos un mes, una nueva familia se mudó al lado de mi casa. Un día, llegando de la universidad, me di cuenta que había dejado las llaves, así que no podía entrar a mi casa, mi madre había salido y mi padrino estaba en la oficina. Mi vecina, una señora de unos 48 años, normal, nada atractiva de hecho, me saludo, me pregunto que qué pasaba, porque estaba afuera y le comente. Ella se presentó, su nombre era Laura. Venia de la tienda, tenía muchos paquetes en la mano con lo que la quise ayudar, con lo que ella, muy formal, me invito a pasar a su casa mientras alguno de mi familia llegaba para poder entrar a mi casa.

Doña Laura me calló súper bien, nos quedamos hablando aquella tarde, me contó que su esposo trabajaba como escolta, ella trabaja como contadora para un supermercado y que tenían una hija de 18 años. Por fotos me la mostro. Me dijo que se llamaba Camila. Una chica de cabello ondulado color castaño, ojos color café, piel trigueña, delgada con una hermosa sonrisa. Me dijo que asistía a último año de colegio, que después de eso iría a la universidad a estudiar Negocios internacionales.

Cuando mire el reloj, iban a ser las 5 Pm, la puerta sonó y escuche una hermosa voz. –Mamá, ya llegue-, su hija entro a la cocina donde estábamos. Era Camila, vestía el uniforme del colegio, una falda escocesa que le llegaba hasta la mitad de las piernas, una blusa blanca con un chaleco encima, y unas medias color blanco que le llegaban igualmente hasta la mitad de las piernas. Tenía una cara preciosa. Por alguna razón le gustaba usar la ropa un poco ancha, así que no podía ver bien su figura, pero no dejaba de estar preciosa. La salude, me presenté, se quedó mirándome a los ojos y yo a ella, hasta que sonó mi teléfono, era mi madre avisándome que ya había llegado. Me despedí de ellas y salí para mi casa.

El fin de semana siguiente que conocí a Doña Laura y a su hija Camila, aproveché que de nuevo salieron de viaje mi madre y mi padrino. Saque mi ropa de chica, una falda color azul escarchada, una blusa negra, mi brasier y una tanga ambos de color blanco y mis tacones azul charol. Me puse todo y me maquille. Me quede todo el día vestida. Hice todo el aseo de casa y me senté a descansar después de terminar. Me quede dormida viendo tv, y cuando desperté, pase por la ventana que daba a la casa de mis vecinos. Por la venta vi a Camila, estaba en toalla, su cuarto daba al mío, y estaba saliendo del baño, tenía el cabello húmedo, rápidamente apague todas las luces y cerré la cortina para espiarla. Vi la hora, ya eran pasadas las 10 Pm, ella abrió la toalla y la dejo caer. Quede con la boca abierta cuando vi su hermoso cuerpo, era delgada pero con una cintura muy definida y las caderas anchas, y unos senos grandísimos para la contextura de su cuerpo, sus senos era firmes y parados. Y su cola era redonda y parada también. Sentí una erección, y me empecé a tocar, con esa hermosa figura en frente no me demore en venirme. Se vistió y volteo a mirar por la ventana, rápido me escondí, pero sé que me alcanzo a ver.

Paso el fin de semana y llegó el lunes. Tenía clase a las 7 Am, salí temprano para la u, y de salida me encontré con mi hermosa vecina. La salude, pero sentía que mi cara estaba roja. Ella me saludo de beso y no hizo ningún comentario. Ella me pidió que la acompañara hasta el colegio y eso hice, falte a la u y me fui con ella. La deje en la puerta del colegio y al despedirse me beso, dio media vuelta y empezó a contonear las caderas, de nuevo la erección. Pasaron los días, yo no volví a tener clase por la mañana, y llegaba tarde de la u, así que me la encontré en el resto de la semana. Llego el sábado y de nuevo mi madre y mi padrino me dejaron sola en casa. En la tarde vi que mis vecinos, solo Doña Laura y su esposo, se fueron, Camila salió a despedirse, entendiendo que se quedaría sola.

Llegada la noche, me asome a la ventana para ver si se repetía lo mismo del mismo fin de semana pasado, pero me encontré con todo apagado. -Creo que se fue- me dije, empecé a sacar todas mis cosas de chica, las deje en el baño, maquillaje, ropa, tacones, todo. De repente sonó el timbre de la puerta, me alarme pensando que era alguien de mi familia. –Si fueran ellos, habrían abierto, tienen llaves. No pueden ser ellos-, me dije tranquilizándome, deje las cosas allí y fui a la puerta para ver quién era. Al abrir la puerta me encontré con mi vecina. Estaba muy linda, tenía un vestido rosado ceñido hasta la cintura, se le adhería muy bien a la piel con lo que revelaba muy bien su hermosa figura con un escote no muy profundo, pero le hacía resaltar las tetas. La falda le llegaba un poco más arriba de la mitad de las piernas, era plisada pero alcanzaba a revelar la forma de sus preciosas nalgas paraditas y redondas. Llevaba un torero color morado que resaltaba su color de piel, con un maquillaje acorde a su piel, una fina y larga línea negra en sus ojos que terminaba en punta, con unas sombras oscuras que le hacía ver lo ojos más grandes y una mirada penetrante. Sus labios tenían un labial del mismo tono que el de su torero morado y unos tacones de unos 15 cm del mismo color.

-Hola vecino, que bueno encontrarlo, ¿esta solo?-, le respondí, -si así es, y por lo visto también está sola-, la invite a seguir, su falda se movía con el contoneo de sus caderas, -que pena molestarlo, mis padres salieron y se demoran, y yo mañana tengo una comida con mis padres, y quería saber su opinión de si este vestido está bien para ir, ¿me veo linda?-. Recorrí todo su cuerpo con mis ojos, lentamente ella dio vuelta para que la viera, hasta que quedo de espalda, se inclinó y puso sus manos sobre el sofá, la falda se le levanto hasta que le llego a la altura de su cola. Me volteo a mirar, y vio el bulto que se empezó a formar en mi pantalón. –Voy a ir al baño, ¿en dónde queda?-, le indique donde quedaba, puse música y me senté en el sofá. Después de un rato, caí en cuenta de que toda mi ropa de chica estaba en el baño, -Mierda-, sonó la puerta abriéndose y voltee a mirar.

-¿Hay alguien contigo?, hay ropa de chica en tu baño-, salió el baño con una tanga en la mano, le dije que no que estaba sola. –El otro día me pareció ver a una chica muy linda durmiendo en tu cuarta, sé que es el tuyo porque te he visto dormir en él. He visto a tu madre, y no era el cuerpo de ella-, de nuevo sentí que mi cara estaba roja, no pude decir nada. – ¿Es tuya? -, me quede paralizada, me había descubierto, ante mi silencio, ella ato cabos y se dio cuenta que era ropa mía. -¿te gusta vestir de chica?, en verdad jamás lo creí-, sentía mucha vergüenza, me senté en el sofá, cubriendo mi rostro con las manos, escuche los tacones de ella acercándose, me tomo de la mano, -ven, quiero que modeles para mí-, me llevo al baño mientras yo me repetía en la mente, “¿está hablando en serio?”. Me llevo a mi cuarto, llevo todas las cosas y me maquillo, -listo quedaste hermosa, ahora ponte tu roa y sal, quiero verte-. Salió del cuarto, no podía creer lo que estaba pasando. Me vestí a toda prisa mirándome al espejo de lo hermosa que me había maquillado.

Cuando salí a la sala, estaba sentada, con las piernas cruzadas, la falda del lado de la cola la tenía recogida, se le veían más las piernas morenas. Sobre mi falda se veía la erección que tenía, se me fue quitando la vergüenza y empecé caminar en frente de ella, la música suave me guiaba, mis tacones resonaban por la casa, empecé a modelar y bailar delante de ella. La tome de la mano y le pedí que se levantara, comenzamos a bailar y besarnos, la tome por la espalda y empecé a tocar su abdomen, seguí por su cadera, subí mis manos tocando sus pechos. Los pezones se le empezaban a notar por encima de la ropa. Le quite el torero viendo que el vestido le dejaba descubierta la espalda, deslice mis manos por entre el vestido y cogí sus tetas, era grandísimas, apenas podían cubrirlas mis manos. Sus pezones eran duros y grandes, los retorcía entre mis dedos provocándole gemidos. Hizo a un lado su cabeza dejando su cuello descubierto, le besaba y lamia muy despacio mientras retiraba una mano y la llevaba despacio por sus caderas hasta sus piernas, levante la falda y me percate que no llevaba ropa interior. Introduje mis dedos en su húmeda vagina, su cola se pegó a mí y comenzó a mover sus caderas al ritmo de mis caricias. Ella retiro mis dedos de su sexo y me dirigió hacia el sofá. Mientras caminaba veía como se movía su sexy cola, le di una nalgada y le agarré con fuerza de sus algas, la conduje para que apoyara sus manos sobre el sofá y se inclinara, se le veía las nalgas grandes por el vestido, se lo levante y vi que tenía un plug en el ano. Me arrodille y le pase la lengua por las nalgas, después desde su vagina hasta donde estaba su ano penetrado por el plug. Sus gemidos me excitaban más y más. Le saque el plug y se lo volví a meter, lo hacía cada vez más rápido mientras lamia su clítoris.

Después me levanto y me pidió que cambiáramos. Obedecí y apoye mis manos en el sofá. Me incline abriendo bien mi cola, ella subió mi falda he hizo a un lado mi tanga con encaje, lamia mi ano depilado, empezando a dilatarlo. Voltee a mirarla y vi que se sacaba el plug del ano. Lo lamio lo chupo y me lo puso en mi boca para que hiciera lo mismo. Me comí el plug mientras ella empezaba a meter un dedo por mi ano. AL meter un dedo completo un gemido escapo de mi boca. Ella retiro el plug de mi boca y lo puso a la entrada de mi ano. Hizo fuerza y lo deslizo completamente por mi ano, lo empezó a meter y sacar más y más rápido, con la otra mano cogía mi verga y me masturbaba. No quería venirme, le pedí que parara, me saque el plug y me senté en el sofá. Ella se sentó a ahorcadas encima de mí, le subí la falda, ella tomo mi verga y se la metió completa, sentía su cuerpo caliente y húmedo. Sus caderas se movían con más y más fuerza gimiendo, le puse el plug que me había acabado de sacar del ano y se lo pude en la boca para que se lo comiera mientras que, con la mano que quedaba libre, se la puse en la cola y con mis dedos la empezaba a penetrar, su ano estaba dilatado gracias a que llevaba el plug metido a saber hace cuánto. Le quite el plug de la boca y de un solo tiro se la metí toda en el culo. Un gemido que parecía más y grito salió de sus labios carnosos. Mi pene sentía la textura del plug en su ano. Aumento el ritmo de sus caderas y con la mano que ahora me quedo libre, se la metí por el vestido para pellizcar sus pezones con mis dedos. Sentía cada vez más y más mojado, hasta que su cuerpo se tensó y un gemido largo salió de su boca agarrando mi pelo fuertemente. La levante y la puse en el sofá en cuatro, le quite el vestido dejándola totalmente desnuda, sus tetas eran increíbles, deliciosas la tome de la cadera, saque el plug y cogí mi verga metiéndosela toda. Su culo era más estrecho de lo que pensé, presionando mí pene de tal forma que sabía que no duraría mucho. Aumente el ritmo, cada vez más rápidas mis envestidas, sentía que la penetraba hasta lo más profundo. Ella me volteaba a mirar con los ojos llorosos, tomaba sus senos para tener un mejor punto de apoyo y la penetraba más duro. En cuestión de minutos, la excitación que tenía me llevo a un tremendo orgasmo, empuje mi pene lo más profundo que pude y vacié toda mi leche en su ano mientras ella gritaba esperando a que se la sacara. Me quede un momento allí y con un movimiento ella hizo que mi pene se saliera de su ano. Jadeante, me pidió que le lamiera el ano, lo hice y me comí mi propia leche que empezaba a derramarse de su ano. La mantuve a mi boca, le di la vuelta a Camila y la vacié toda en su boca, ella se la comió toda, después bajando hasta mi pene dejándolo bien limpio.

Nos sentamos a descansar en el sofá, ella reacomodo mi tanga y mi falda, y yo le acomode el vestido, nos quedamos allí por unos 10 o 15 minutos hablando de nosotros, más que todo de mí, de mis gustos y de cuando decidí vestirme de chica. Después su celular comenzó a timbrar, con lo que ella se levantó diciendo que eran sus padres que estaban a punto de llegar. La ayude a ponerse el torero y ella se apresuró a salir. Le dije que por favor esperara, tome el plug y lo lamí, ella me regalo una hermosa sonrisa dándose la vuelta e inclinándose para que lo dejara en donde lo había encontrado, el plug entro fácilmente ya que aún tenía leche mía en su ano. Me dio un beso y salió corriendo.

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