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Amor total (6)

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Luego de que mi hermana nos viera con mi madre, comencé a tener más recaudos y pensaba en contarle a mi madre que mi hermana nos vio pero si le contaba tal vez ella ya no quisiera que continuemos teniendo sexo, pero no le dije nada ya que no solo lo hacíamos cuando estábamos muy calientes y sobre todo cuando ella estaba bien necesitada, mi hermana a partir del día que nos vio comenzó a ser mucho más amable conmigo, por ejemplo me preparaba el desayuno o la comida y de vez en cuando me acariciaba la espalda al pasar por detrás mío, nada erótico pero llamaba la atención.

Como decía en la introducción, se había cortado la luz y nos acostamos todos muy temprano, yo en seguida me dormí y en un momento de la noche estando entre dormido siento que me tocaban el miembro, al abrir los ojos veo la silueta de mi madre parada masajeándome el miembro, me acomode un poco y le di lugar para que se sentara al borde de la cama, al sentarse me retiro la sabana y me bajo el slip y tomando mi miembro en sus manos comenzó a chupármelo, lenta y cariñosamente, los relámpagos y refucilos alumbraban de vez en cuando la habitación, me entregue a sus suaves lengüetazos mientras acariciaba su cabeza y jugaba con su largo pelo, luego de un rato me incorpore y acercándome a su oído mientras continuaba chupándomela le dije:

-¡quiero besarte entre las piernas!

Mientras le empezaba a subir su camisón, ella se paró y se lo saco por completa y luego se subió encima mío en posición de 69, su vagina estaba ya muy húmeda y comencé a chupársela, ella movía su cintura acompañando los lengüetazos que le daba y comencé a chupar su vagina metiéndome sus labios en mi boca una y otra vez y fue la primera vez que los chupaba de esta forma ya que generalmente yo pasaba más la lengua o chupaba más el clítoris, los sonidos de cada chupada y sus gemidos eran cada vez más fuertes, con mis manos separaba sus glúteos y su vagina parecía más grande y cada vez que volvía a separar sus glúteos habiendo más su vagina mayores eran sus líquidos que fluían y empapaban mi boca, mi cara ,y mi cuello mi boca paso a su ano y repetí las mismas chupadas en la puerta de su ano, en ese momento sus gemidos se hicieron más fuertes y se sentó sobre mi boca apoyando sus manos en mi pecho y a pesar que no me tocaba la pija sentía que en cualquier momento acabaría yo también, sus líquidos como nunca fluían de su vagina más y más y por momentos mi boca recibía chorros de flujo cada vez más calientes y abundantes, yo con una mano suavemente empuje su espalda señalándole que me la chupara, ella se agacho y comenzó a chupármela cuando en un momento mientras le chupaba el culo, otro refucilo ilumino la habitación y pide ver la silueta de mi hermana espiándonos ya que no teníamos puerta en la habitación sino una cortina de tela ni muy gruesa ni muy fina.

Tome de la cintura a mi madre y moviéndonos en bloque me quede encima de ella que comenzó a chuparme los testículos metiéndose uno a la vez en su boca y estirándolo suavemente lo largaba y me chupaba el otro, en eso me empuja hacia adelante y comienza a chuparme el culo devolviéndome las jugosas chupadas de ano que le había hecho yo minutos atrás, minutos después continuo chupándome la pija para luego empujarme a un costado y colocándose encima mío me metió su vagina en mi boca llenándome la boca con sus líquidos mientras daba un fuerte gemido de placer, luego se colocó a un costado mío sentada al borde de la cama y continuo chupándome el miembro mientras sin pedir permiso me india un dedo en el anos y comenzaba a cogerme con su dedos hasta que mi pija no aguanto más y explote de placer largando mi leche por encima de su cara ya que en ese momento ella me estaba chupando el tronco, las gotas de semen cayeron sobre su cara y mi cuerpo como una leve lluvia de leche, yo me relaje por completo y en ese momento me acorde de mi hermana y manteniendo con una mano la cabeza de mi madre contra mis huevos mire hacia la puerta y allí estaba la fisgona de mi hermana mirándonos, mi madre se acomodó un poco y continuo masajeando mi miembro para dejarlo completamente seco, en eso regresa la luz y mi madre me mira seriamente dijo:

-¡huuu-!

Con cara de preocupada se sienta y tomando una remera mía comienza a limpiarme la cara y luego me dice que fuera a lavarme la cara mientras me pedía disculpas, al mirar la remera veo sangre en ella, yo no entendía por qué y fui a lavarme, mi hermana al encenderse la luz se fue rápido a su habitación, yo fui al baño y al mirarme al espejo aun tenia sangre en las orejas y el cabello así que me tuve que bañar, luego me explico que era su menstruación algo que yo desconocía totalmente ya que en aquella época (tengo 50) los hombres no sabíamos mucho de ese tema.

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