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Una buena madre complementa a la novia de su hijo

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Estaba desayunando con mi hijo, lo veía triste, muy serio, preocupado. Mi marido ya se había ido al trabajo y mi hijo hoy no cursaba en la universidad, era su primer año.

-¿qué pasa Juan?

-No, nada.

-Tu cara no dice lo mismo.

-Bueno, pero no es nada.

-¿Cómo que no pasa nada, te peleaste con Noelia?

-No, no me pelee.

-¿pero por qué estás tan enojado y triste?

-nada, cosas de pareja.

-Vamos hijo, cuentéale a tu mamá, tal vez te puedo ayudar.

-No, no puedo es personal.

-¿personal? ¿Sexo?

-Sí, pero no es nada.

-Pero te puedo ayudar, ya somos grandes, tengo más experiencia.

-Pero no puedo me da vergüenza.

-jajajaja, no tengas vergüenza, no soy la Virgen María

-Pero, no puedo

-Vamos, hijo

-Bueno, te cuento, Noelia no quiere que se la meta por el culo.

-jajajaja, eso era, no es nada grave, no a todas las mujeres les gusta.

-¿A vos te gusta?

-No, no, no, yo soy tu mamá, no vale. ¿Pero qué te dice Noelia?

-Nada, dice que le duele, que no le puede entrar, no quiere

-Perdón que te pregunte, pero tratas de meter los dedos antes para dilatarla de a poco.

-Sí, pero cuando quiero meter la pija, se aleja, dice que le duele.

-¿pero tan grande es?

-No tanto.

-¿Cuánto te mide?

-24 centímetros

-jajaja, me estás mintiendo

-No, es verdad

-No te creo

-Por qué te voy a mentir

-¿la puedo ver?

-No, estás loca

-Es científico lo mío, no puedo creer, que se queje Noelia. Es imposible que no le entre

-Pero es verdad, cuando se la arrimo se aleja.

-Dale, déjame ver. Te puedo enseñar algo que podes hacer.

-Mmmmm, bueno pero no le cuentas nada a papá.

-Está bien hijo, mira si le voy a contar, nos mataría, será un secreto, te quiero ayudar.

Era increíble lo que le estaba pidiendo a mi hijo, pero mi curiosidad era más fuerte que cualquier tabú. Realmente estaba muy caliente y necesitaba ver su pija, estaba ansiosa y esperaba que se baje ese pantalón de una vez por toda, pero debía mantener la postura de una madre preocupada.

Yo estaba sentada y él parado frente a mí, miraba todos sus movimientos con atención. Toma su pantalón de los costados de la cintura y lo desliza hacia abajo, queda en pelotas. No podía creer lo que veía, le colgaba una pija gruesa y larga sobre unos huevos grandes en su arrugado escroto, se me hacía agua la boca, tenía una incontrolable gana de meterlo en mi boca.

-Vamos hijo, así flácido, no puedo ver si es muy grande. Espera, deja que te la ponga dura.

Fue la única excusa que me vino a la cabeza para llevarla a mi boca, fui rápida y actué con naturalidad. Me arrodillo y mi cabeza queda a unos centímetros de su miembro, lo tomo con una mano mientras libero la cabeza de su prepucio, la cabeza rosada y brillosa salta mientras crece frente a mis ojos. El pene comenzaba a ponerse erecto y duro, el glande empezaba a tomar la forma de un hongo morado y brillante, arrimo los labios y con la punta de la lengua le doy una primera chupada. Un leve sabor a orina abre mi apetito y mi boca. Comienzo a comerlo, su tamaño era exagerado, la cabeza llenaba toda mi boca, era algo increíble. Lo chupo lentamente y lo recorro en toda su extensión, estaba durísimo, hasta los huevos chupo con ganas. Mientras tengo la pija en mi boca el ayuda a que entre tomando mi cabeza desde la nuca, casi perdía la respiración. De repente paro, no quería que acabe, lo quería erecto y caliente.

-Es verdad hijo, lo tienes muy grande. Pero no puede ser que a Noelia no le entre por el culo. ¿Quieres probar conmigo?

-Sí por favor, no aguanto más.

Lo dijo casi con furia, estaba por reventar. En un movimiento brusco, me toma del pelo con violencia y me da vueltas, quedo de espaldas y me sube con una mano el camisón que llevaba puesto, me inclina sobre la mesa mientras me arranca con fuerza la tanga, quedo con el culo al aire y entregada. Siento una escupida en mi agujero y enseguida el caliente miembro sobre este. La cabeza inmensa comienza a presionar sobre el ano, empiezo a sentir dolor mientras trata de entrar, me quejo con un pequeño sonido que lo hace entusiasmar en su envestida y empuja con más fuerza. Se me estaba partiendo el culo pero eso era lo que los dos queríamos. Empuja y empuja, hasta que de repente entra la cabeza, siento el calor y el tamaño de mi hijo dentro del culo, comienza bombear con furia y fuerza, bailoteaba dentro del culo, podía sentir como se deslizaba sin sacarlo, hasta que acaba con furia con varios chorros de semen. Terminamos agotados, estaba dolorida, con el culo roto, también había acabado. Lo que no había acabado era esta relación, sólo fue el comienzo, fue el secreto que mantuvimos, mi culo le pertenecía. Desde ese día éramos adictos, él casi todos los días, mientras estamos solos, me da por el culo, yo soy el complemento de su novia y él el de su padre.

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