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Andrés y yo

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Hola, me llamo Jessica, tengo 20 años y trabajo como la secretaria del señor Andrés, pero no siempre fue así, pues comencé como parte del área de producción.

Soy una chica de piel morena, cuerpo buen cuidado, nalgas grandes, pechos normales (soy la chica de las fotos).

Entre a trabajar gracias a Diana mi vecina, pues ella habló con Andrés para que me dieran en trabajo, ella es una chica gorda, descuidada y poco agraciada, Andrés por su parte no es muy diferente a ella, gordo, muy aseado eso sí y de buen humor (por cierto, Andrés y Diana son pareja).

Cuando entré me entrevistó Andrés y ya desde ahí comencé a coquetear un poco con él, él por su parte me seguía el juego y también coqueteaba conmigo, diciendo que tenía bonito cuerpo, que era muy bonita y que le encantaría que trabajara con él.

Al siguiente día fui vestida de manera un poco sexy pues así me gusta vestir, leggings, una blusa pegadita y un par de tenis, Andrés no despegaba su mirada de mí y así durante varios días.

Todos los días Andrés llegaba junto con Diana, pero todos los días ella se iba una hora antes ya que tienen un hijo (pero no viven juntos) así que en cuanto ella se iba yo entraba a la oficina de Andrés para charlar.

Me agradaba mucho su manera de ser, la manera en que me miraba, y como me hablaba, a decir verdad tenía ganas de estar un día a solas con él, un día entre charla y charla terminamos hablando de nuestras relaciones amorosas y de cómo nos iba en la cama.

Yo le dije que hacía más o menos un año que no tenía nada con nadie, a lo que su respuesta fue:

-cuando necesites ayuda aquí está tu buen amigo Andrés.

Y que yo respondí:

-Jajaja cabrón, esperas a que tu mujer se vaya para decirme esas cosas.

Entre risas el tiempo voló, no nos dimos ni cuenta cuando ya eran las 9 p.m. así que se ofreció a llevarme a casa aunque yo me negué, pues si su mujer nos veía nos iría feo.

Llegamos al paradero del autobús, le di un beso en la mejilla, un abrazo y bajé de su automóvil cuando antes de bajar sentí una nalgada seguida de un “piénsalo Jessy”, solo atiné a contestar “claro señor luego lo hablamos”.

Esta es mi oportunidad! Dije entre mí, así que esperé a que llegará el viernes para decirle que sí, que quería estar con él un rato al menos, lo pensé todo, lo que diría en casa, lo que llevaría, todo!

Llego el día, Diana se fue y yo como siempre, entre a su oficina.

-hola señor, ya lo pensé y la verdad si me gustaría.

-En verdad Jessy?

-Claro señor Andrés, hace tiempo que no estoy con nadie, y no quiero desaprovechar la oportunidad.

-Está bien Jessy solo dime que día y yo con gusto!

-Hoy mismo señor Andrés, hoy mismo lo quiero.

-Hoy Jessy?

-Si señor hoy lo quiero solo para mí!

-No se diga más mi Jessy! Hoy mismo entonces.

Estaba preparada para esa noche, vestido corto, tacones altos, pantimedias y una tanga nueva, compre un paquete de condones, el un six pack de cerveza y al hotel más cercano nos fuimos a meter.

Apenas cerró la puerta y comenzó a besarme, sentía su lengua jugar con la mía y sus manos masajeando mis nalgas.

-Estas bien buena Jessy, hace tanto que quería hacértelo.

-Apenas se le hizo realidad su sueño señor Andrés! Así que disfrutemos porque yo también hace un tiempo que quería todo con usted!

Nos tiramos en la cama, me quito el vestido, las pantimedias y me dijo:

-Ponte de nuevo tus tacones, te ves mejor con ellos.

-claro que sí señor, como usted quiera, yo no tengo problema alguno.

Se acostó, baje su pantalón, saque su pene ya erecto y lo lleve a mi boca.

-oooh! Chupalo así mi reina, me encanta como te lo comes todo, así mi Jessy, así mi amor, lo chupas como una profesional.

-aaaaaah, gracias señor Andrés, su pene esta delicioso, eh probado pocos, pero el suyo le gana a los demás!

Seguí chupando, hasta que sentí su primer descarga llenar mi boca.

-oooh si Jessy, te gusta tener mi semen en tu boca, es tuyo, solo tuyo, saboréalo y trágalo todo.

-aaah Andrés! Nunca antes nadie se había venido así en mi boca, me dio asco al inicio pero solo porque eres tú me lo trague!

-muy bien Jessy, llego la hora de lo mejor, ven móntate y ya sabes que hacer.

-cabrón! No tienes porque decírmelo, conozco mis obligaciones como tu nueva mujer!

Agarré su pene, no quise ni ponerle el condón, lo metí en mi vagina y comencé a bajar lentamente.

-Andrés, está muy grande! Oooh Andrés, Metelo despacio, quiero saborear cada centímetro, quiero sentir como entras todo!

-Jessy, aun estas apretadita mi reina. Estas como me gustan.

-gracias Andrés, tú lo tienes muy grueso, así como me gustan papacito!

-pero se hoy en adelante serás solo mía, serás mi chica, serás mi putita Jessy!

-con todo gusto señor Andrés, no me opondré a ello, pero no hablemos de eso, venimos aquí a tener sexo no a platicar.

-así me gusta que seas Jessy, así se habla mi reina.

El entraba y salía, y yo solo gemía, sentía su rico pene rozar las paredes de mi vagina, yo cabalgaba como una chica buena, pues ahora yo era su mujer-siiii Andrés, así mi amor, lléname toda, te quiero adentro, sigue mi amor, sigue mi rey, me encanta como me haces tuya!- así toda la noche, no hubo descanso, una y otra y otra posición, perdí la cuenta de cuantas fueron, pero el seguía y seguía, no paro ni un minuto, cada corrida dentro era como un premio más para mí, solo sentía su semen salir y llenarme toda, escurriendo entre mis piernas, cubriendo mis pechos.

Esa noche fue inolvidable, me convertí en la puta de mi jefe y eso me encanto más que nada!

Si te gusto mi relato dame una buena calificación y espera por más relatos.

Con amor Jessy.

(9,00)