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Mi hija, la fiesta del fútbol (2)

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Que a mi hija le gusta el futbol no es una novedad, y que le gusta el sexo mucho menos.

Por eso es que siempre trato de complacerla y cumplirle sus más íntimas fantasías, aunque el que disfruta tanto como ella viéndola coger a loco con cuanta pija se le cruza en el camino soy yo.

Esta comenzó viendo un partido de nuestro equipo (Tigre), preparamos una picada y cerveza de por medio nos sentamos en el sofá a disfrutarlo, como era su costumbre, se empezó a poner incomoda ya que se calienta mucho viendo a los jugadores.

Nos tapamos con una manta y continuamos viendo el partido cuando sentí que la manta se movía, no es una novedad ver o saber que se pajea cuando vemos futbol, pero esta vez se sentía que estaba muy caliente.

Sin desviar la vista del televisor le dije: -Mi amor, estás a full hoy

Ella sonriendo; -Si papi hoy estoy muy caliente, querés ver?

-Si por supuesto

Se destapó y sacando la mano de entre sus piernas me mostró sus deditos muy mojados, los cuales, acto seguido los introduje en mi boca saboreando sus jugos.

-Seguí, seguí pajeándote hijita que en el entre tiempo quiero saborearte la conchita.

-No sé si aguanto tanto tiempo. Me dijo con mientras se pasaba la lengua por los labios.

Seguimos mirando y mientras tanto mi cabeza no paraba de pensar que podía hacer para satisfacer la fantasía de ella de estar con jugadores de futbol.

Al terminar el primer tiempo me dijo:

-Y papi? venís bajo la mantita?

Sin dudar un segundo me zambullí y empecé a sacarle el pantalón del pijama pudiendo observar su tanguita mojada y corrida hacia un costado por la paja que se había estado haciendo.

Su conchita como siempre completamente depilada estaba rosada por el roce de sus dedos y mucho más mojada de lo normal. Comencé a saborear su conchita y mi lengua entraba y salía de ella y con cada embestida se mojaba más aún, ya con sus piernas en mis hombros me deleité por unos cuantos minutos con el sabroso manjar de sus jugos mientras me turnaba introduciendo mi lengua en su concha y su culo.

Cuando ella acabó comenzó mi turno, ella se arrodilló y se introdujo mi pija en su boca mientras me miraba con sus mejillas sonrojadas por la terrible acabada, succionaba y lamia como la experta que es en el tema, lamía mis huevos y enseguida volvía a metérsela toda dentro de su boquita, no paso mucho hasta que sintió que la leche era inminente y la sacó de su boca.

-Dame toda la leche papi, tenés la obligación de alimentarme bien.

Al escuchar su vocecita diciendo eso comencé a acabar y suculentos chorros de semen entraron en su boquita y salpicaron su cara de nena, luego de tragar todo el espeso semen se levantó y dándome y profundo beso de lengua me pidió que volvamos a ver el partido.

Mientras se desarrollaba el segundo tiempo y ella estaba compenetrada en los cuerpos que corrían tras la pelota, yo fui a buscar mi agenda ya que tenía un amigo que trabajaba en el club del barrio y quizás me podía ayudar a armar algo para ella.

Al día siguiente me encontré con mi amigo en el buffet de club y le comente cuales eran mis intenciones, al principio me miró como si estuviera loco, pero no podía disimular la excitación que tenía con mis palabras, al final dejó caer su falsa moralina y aceptó ayudarme.

Al sábado siguiente me llamó mi amigo y me dijo que estaba todo arreglado, que fuera con ella a la seis de la tarde.

Sin muchas palabras ni explicaciones le pedí a a mi hijita que me acompañe al club ya que había una reunión a la que me habían invitado y no quería ir solo.

Llegamos y en el salón había algunas personas, pero al vernos llegar mi amigo me hizo una seña para que fuéramos directo para la cancha, allí fuimos, y cuando llegamos mi hija me dice:

-Lástima que hoy no hay partido! hubiese sido lindo ver a los chicos jugar.

-No, si hubo partido, pero jugaron más temprano.

-Uh que lástima! no te pongas celoso papi pero hay algunos chicos que están muy fuertes jaajaja.

-No para nada, además me encanta que te calientes con los jugadores... más que nada porque después quedas muy mojada para mí.

-Siii, pero siempre me vas a tener mojada y dispuesta que me cojas vos papi.

Continuábamos caminando mientras hablábamos y llegamos a los vestuarios.

-No te gustaría chuparme la pija en el vestuario de hombres del club?

-Sí, que linda idea, vamos.

Entramos al vestuario mientras ella creía que me chuparía la pija, pero cuando dimos la vuelta hacia las duchas estaban esperándola once hombres con sus pijas erectas y vistiendo la camiseta del club, a ella le brillaron los ojos y mientras que no sacaba la vista de sus penes me dijo.

-Que sorpresa papi!!!

-Toda para vos hijita, disfrutá de esas pijas.

Lore se acercó a los hombres (había de diferentes edades) y enseguida empezó a pajearlos, ellos la empezaron a desnudar y la manoseaban por todos lados, la besaban y succionaban su tetas, todos casi con desesperación.

Mi hijita se agacho y les empezó a chupar las pijas, había algunas realmente grandes las cuales no podía introducir en su boquita pero se las arreglaba para lamerlas haciéndolos delirar.

Por más de media hora estuvo chupando esos penes hasta que los detuvo y les dijo.

-Chicos quiero que me cojan.

La pusieron en cuatro patas sobre uno de los bancos de madera y uno a uno fue pasando por su conchita que a esa altura despedía abundante flujo, mientras cada uno de esos machos iban pasando por su concha siempre hubo uno o dos que se ocupaban de no dejar su boca vacía.

La cogían sin piedad, después de tenerla en cuatro la dieron vuelta y continuaron metiendo sus pijas en su conchita depilada y estrecha, Lore gemía y pedía que la cogieran con fuerza, los tipos le decían de todo y eso calentaba aún más a mi chiquita.

Después de un rato Lore le pidió a uno de los más dotados que se acostara boca arriba que ella se sentaría en su pija, cuando lo hizo quedó su culito en perfecta posición para ser penetrado sin piedad, y así lo hicieron, todos pasaron por su colita mientras ella entre gemidos y puteadas pedía más y más pija.

Uno de los más jóvenes no aguantó más y se descargó en la cabeza de Lore, el semen cayó sobre su pelo y chorreó hasta su cara, al ver esto los demás la hicieron arrodillar y como una puta abrió su boquita para que le dieran la leche, y así sucedió, de a uno o dos a la vez fueron acabando en su boca y cara, éstos tipo tenían mucha leche, largaban abundantes chorros de semen a su boca, Lore trataba de mantenerlo en su boca pero le chorreaba por las comisuras de sus labios y caían por sus cachetes hacia su pecho, pero enseguida venia otro que volvía a llenársela.

Así acabaron los once y aún con la boquita de puta llena de leche, mi hijita se puso en cuatro para que la cogiera yo, y mientras yo la embestía desde atrás intercambiando entre su conchita completamente mojada y su culito dilatado, algunos machos recuperados volvieron a ponerse en su cara y descargaron sus pijas nuevamente, el semen volvió a saltar, esta vez sobre su pelo y cara, instantes seguidos ella se agachó me pidió mi leche, le di una abundante carga la cual saboreo y trago como está acostumbrada hacerlo y tal como me calienta sobremanera.

Con un fuerte olor a semen y el pelo empapado por la leche derramada allí, salimos del club hacia nuestra casa.

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