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Trío inesperado

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Me llamo Carlos, soy de cuerpo normal, alto, pelo negro y luzco una barba, mi esposa se llama Brenda, ella es de mi tamaño, piel morena, gran trasero, senos un poco pequeños pero muy ricos y con una vagina que todos se les queda mirando, ojos muy hermosos, tenemos 5 años de casados, nuestra relación es muy estable pero en cuanto al sexo, no mucho. Se ha vuelto un poco monótona hasta que Daniela (amiga de Brenda) nos hizo el favor de darle un poco de picardía.

Todo comenzó una noche que me encontraba trabajando y llega un mensaje a mi móvil (era mi esposa):

-Hola amor, ¿Daniela puede quedarse en nuestro departamento hoy?

Hola amor, Si claro, ¿pero puedo preguntar por qué?

-Es que tiene una entrevista de trabajo cerca de nuestro departamento y quiere evitar el tráfico de la mañana.

¡Claro que sí! (le dije) seria excelente que comparta con nosotros.

Brenda conoce a Daniela desde hace unos años, son muy amigas y llevo una buena relación con ella, es blanca, de estatura mediana, bonitos senos y un trasero que no es muy grande pero si tiene una forma muy perfecta, cualquiera voltea a verlo, ojos claros y pelo negro realmente muy hermosa.

Salí del trabajo y en el camino compre una botella de vino para sentarnos y ponernos al día. Llegue y estaban Brenda y Daniela sentadas en la sala conversando. Daniela llevaba un lindo vestido negro que le favorecía mucho con su tono de piel y mi esposa estaba en ropa un poco cómoda.

-Hola Daniela.-la salude con un beso y un abrazo amistoso

-Hola Carlos ¿Cómo te ha ido? Hace rato que no te veía te ves muy bien

-Gracias, tu estas hermosa

-Pero miren a los niños, ¿les alquilo una habitación? -Dijo Brenda en tono de broma

Fui a la cocina a buscar las copas y camino a la sala noto que Daniela se me queda mirando con una sonrisa muy provocativa que me confundió un poco, destapamos la botella de vino y empezamos a conversar. Hablamos de todo un poco, pasamos una excelente noche, Daniela insistió en abrir la segunda y no nos opusimos.

Al cabo de un rato Daniela pregunto por nuestra relación, como estaban las cosas entre Brenda y yo. Le conteste que estaban bien que realmente el amor sigue siendo igual que antes pero con altibajos, me pregunto qué estaba pasando? Yo mire a Brenda un poco dudoso y ella solo se me quedaba mirando. Luego de unos segundos Daniela se me quedo mirando dulcemente y me dijo:

Carlos, se lo que pasa entre tú y Brenda, recuerda que somos muy buenas amigas y no tienes que sentirte apenado por eso, es algo que suele pasar en muchas parejas es solo que hay que saber cómo echarle un poco de picante a la relación me entiendes?

-Si tienes razón (le dije) mire a Brenda y ella estaba sin habla, me pareció un poco raro

-Enseguida volvemos, iremos a preparar unos bocadillos (dijo Brenda) me levante para ayudarlas pero ellas insistieron en que me quedara sentado y accedí. Lo curioso es que no escuchaba nada en la cocina, así que deduje que solo conversaban. Al cabo de unos minutos Brenda me pide que por favor suba a la habitación para buscar toallas y sabanas para Daniela, mi sorpresa fue cuando al entrar a la habitación vi a mi esposa Brenda con un baby doll blanco y los labios muy rojos, me excito mucho ver a mi esposa así.

-Estas hermosísima.- le dije- te ves muy rica con ese Baby Doll. Tuve una pequeña erección

-Esto no es lo único rico que veras. Cuando dijo eso me sorprendí al ver a Daniela salir del baño con un vestido muy corto color negro que fácilmente hacía notar sus pezones. Estaba muy sorprendido, mi erección se notaba a simple vista simplemente no lo podía creer

-Carlos, Brenda me convenció de echarle un poco de picante a su relación, los amo y quiero que esta noche nos entreguemos por completo y cojamos como nunca lo hicimos en nuestras vidas.

Solo pude acceder con la cabeza porque estaba sin habla, tenía dos hermosas mujeres a mi merced, mi pene erecto iba a romper mi pantalón. Brenda y Daniela me pidieron que me sentara, no sin antes desnudarme, solo me quede en bóxer. Ellas empezaron a tocarse y bailar un poco para mí, se acariciaban, se tocaban sus traseros, y yo no podía quitar los ojos de Daniela, sus pezones rosados se notaban a simple vista y yo solo quería chupárselos. Daniela agarro a Brenda y la beso, Brenda estaba un poco tímida pero luego los nervios se fueron cuando note como su lengua se enredaba con la Daniela, estaba muy excitado ya quería lanzarme encima de ellas, al parecer Brenda me leyó el pensamiento porque al terminar el beso me llamo con el dedo mientras se mordía un labio, me acerque y lo primero que hice fue besar a Daniela.

Que labios tan ricos tienes Daniela.- le dije- y eso que no has visto lo que puedo con ellos. Eso me puso a mil, agarre a mi esposa y nos besamos los tres al mismo tiempo, empecé a apretar los senos de Daniela, sus erectos pezones me estaban matando. Los chupe como nunca chupe un seno, los mordía, les pasaba la lengua ella solo gemía. Brenda me quito el bóxer y empezó a chuparme la verga, besaba el cuello de Daniela, probé su lengua, mordía sus hombros, era una oportunidad única y tenía que probar cada centímetro de su cuerpo. Luego Daniela se agacho junto con Brenda.

-Amiga déjame mostrarle a Carlos como la chupo yo. Lo agarro con las dos manos y empezó a chuparlo y a masturbarme al mismo tiempo, una mamada deliciosa. Brenda espero su turno y me la mamo ella y luego entre las dos.

-Voy a correrme!!

-Ellas solo sacaron las lenguas y me vine como nunca! Le di más leche a Daniela que a Brenda pero basto para las dos, nos acostamos los tres y empezamos a reír, ellas se lavaron y al volver se desnudaron completamente, pude apreciar ese gran trasero de Daniela, su vagina rosada me estaba volviendo loco.

-Amiga quiero ver que tan rico chupa mi vagina Carlos. Brenda solo la tomo de la mano y la subió encima de mi cara mientras que Brenda empezó a chupar mi verga. Me estaba ahogando del flujo de Daniela, que rico sabor, yo solo le agarraba su trasero y lo apretaba, ella gemía y decía que no dejara de chuparla. Brenda al escuchar eso quiso complacerla, se levantó y se metió mi verga en su vagina y yo seguía chupando la vagina de Daniela.

Daniela se volteo y se puso frente a Brenda y empezaron a besarse y yo sentía que vivía en un sueño, Brenda se levantó agarro mi verga le dio un beso y le dijo a Daniela que viniera a probar la verga de su esposo, eso me puso muy excitado, Daniela se subió encima de mí y al sentir ese calor y esa humedad no sé cómo no me vine a la primera, tenía tiempo sin sentir la humedad de otra vagina y que bueno que fue la de la amiga de mi esposa. Brenda se puso de pie para que le chupara su vagina pero luego reacciono y dijo:

-¿Sabes que amiga? Mejor ponte de perrito porque quiero ver la cara de mi esposo como te coge y al mismo tiempo me comes la vagina. Daniela se excito aún más, Brenda se acostó en la cama, Daniela de perrito y yo pidiendo no venirme tan rápido, Daniela abrió la vagina de Brenda y empezó a chupar su pepita que por cierto estaba muy dura y empezaron a gemir, me pidió que le diera más duro, era un concierto de gemidos, que rica sensación sentía, Brenda empezó a temblar y gemir más fuerte.

-Me estoy corriendo! Daniela no pares por favor no pares.- Daniela se excito aún más y los gemidos aumentaron aún más, ya sentía que me iba a correr y no pude aguantarme y me vine en la vagina de Daniela, que rica se veía con toda mi leche goteando. Me tire en la cama con ellas y solo mirábamos el techo mientras recuperábamos el aliento, a Brenda le temblaban las piernas y Daniela estaba más que exhausta. Nos bañamos juntos pero solo nos enjabonamos el cuerpo. Luego Daniela se fue a dormir y le agradecí por una noche tan rica e inolvidable.

-Carlos, para mí fue un placer, no sabía que la iba a pasar tan bien con ustedes dos, los amos son los mejores amigos que puedo tener.

Luego de ese día Brenda y yo hemos estado más activos sexualmente, hemos experimentado otras cosas que en otro relato les contare.

Cuéntenme que les pareció mi relato. Saludos

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