Nuevos relatos publicados: 0

Fui descubierta con lencería puesta en un bus y me cogieron

  • 14
  • 15.504
  • 9,21 (14 Val.)
  • 0

Yo soy travesti de closet, tengo bien escondido mi secreto, hace un año ya que me he venido a la Ciudad de La Paz – Bolivia, aunque soy de Potosí, desde muy joven me ha gustado usar ropa íntima de mujer, cada noche cuando llego a mi departamento procedo a cambiarme y sentir la dulzura y la excitación que se siente usando lencería femenina, desde hace ya algún tiempo permanentemente voy usando la ropita intima incluso voy a trabajar con ella, y encima sigo con mi ropa normal de varón, me siento un verdadera dama, y realizo mi sexualidad con muchas limitaciones y en la soledad, pero con esas limitaciones me siento feliz, muchas veces he asistido a cines porno, pero soy muy tímida para poder iniciar una relación con algún espectador, de todas maneras tengo muchas limitaciones y sobre todo tengo mucho miedo a lo que podría pasar algo que no sea de mi gusto, por lo que prefiero vivir mi intimidad en la soledad.

Pero les voy a contar como me descubrieron y las consecuencias del mismo. Un día viernes despierto como de costumbre, tomo mi desayuno en mi soledad, luego planifico que ropita intima llevaría ese día, por lo que me puse a escoger y realmente estaba un poco excitada por lo que opte ponerme toda mi ropa de color negro, utilice una medias malla negras, el portaligas negro, el corpiño del mismo color y la tanga de la misma manera, cuando me vi al espejo, que por cierto lo tengo bastante grande para poder apreciar mi figura, realmente estaba buenona, tengo los pechos algo creciditos y nada que envidiar a nadie y mi cintura es algo delgada pero mis caderas son bastante gruesas y realmente mis curvas son bastante pronunciadas por lo que también mis nalgas son bien redondas y sobresalidas, por lo que me abriga a usar ropa bastante holgada, tanto de la parte superior por mis tetitas y de la inferior por mis caderas y mus nalgas o glúteos.

Me dispuse a salir de casa como cualquier día de trabajo, el mismo que paso sin ninguna novedad y para pasar el tiempo me fui al cine porno, donde pude ver dos películas italianas donde había varios actos o escenas de sexo anal, lo que realmente me excita bastante al salir del cine, comí algo ligero, pensando que en mi departamento me prepararía algo más sustancial, ya que al día siguiente sería sábado y podría quedarme en cama hasta más tarde que de costumbre, ya era como las 10:30 de la noche por lo que opte tomar un autobús que va hacia la ciudad de El Alto, hay que tomar en cuenta que el viaje es bastante largo y lerdo por la reparación en la que se encuentra la autopista. Y tardamos más de una hora en llegar a nuestro destino, el autobús estaba bastante lleno, yo tenía un asiento ocupado; pero avanzando un poco ingresan mucha más gente en eso veo a una señora con un bebe, por lo que le cedo mi asiento y me paro en un espacio que tenía casi al final del autobús, más allá se sigue llenando de gente y yo me quedo con poco espacio y un poco apretados entre todos y todas las pasajeras, el bus inicio su viaje rumbo a nuestro destino y nos acompañaba la oscuridad al interior del mismo, no sé pero a medida que avanzábamos siento en mis nalgas una mano que poco a poco iba rodando la mano con mis nalgas, y cada vez más y más se sentía con mayor insistencia y con mayor seguridad, al ver que yo no ponía ninguna resistencia, en un momento con el intento de calmar y acabar con esta situación un poco incomoda, me doy la vuelta y con la poca luz que ingresaba de la avenida puedo percibir un hombre un poco mayor, con una barba un poco crecida y algo canosa, el mismo que me saluda muy amablemente a lo que yo me limito a responder a dicho saludo tan amable y respetuoso y vuelvo a darme la vuelta, la mirada del caballero me dejo muda ya que el mismo era bastante simpático, buen fornido y más alto que yo, empiezo a pensar y fantasear, qué tal si ese hombre pudiera ser el hombre que rompa con mi virginidad, sea mi amante que tanto sueño en mi soledad, que podría hacer realidad todas mis fantasías, que podría hacerme sentir una mujer de verdad, pensando en estas cosas nuevamente llego a sentir rosar su mano por mis nalgas, pero esta vez, ya no es un rose de pasada sino que la mano se queda justo en la raya de mi culito, y empieza a mover con bastante calma, lo primero que hago es llevar mi mano para hacer contacto con su mano y proceder a retirarla, en eso él me toma de mi mano e la agarra con mucha delicadeza, y comienza a acariciarme la mano, yo toda avergonzada lo que hago es ver a mi alrededor y puedo observar la espalda de una pareja que también viajaba con nosotros y al otro lado veo que hay dos señoras con vista a las ventanas algo dormidas por el cansancio del laburo del día, y se ven bastante cansados todas las y los pasajeros, por lo que a nadie le interesa lo que pueda pasar por los alrededores del bus, el mismo que va con mucha calma y teniendo muchas paradas intempestivas. Haciendo un poco de fuerza logro que el hombre me suelte mi mano, y solamente me limito a colocarme con la vista hacia adelante del bus y el hombre se acomoda justo detrás mío, ahora ya no solamente siento su mano sino que él se va acercando mucho más hacia mi cuerpo y llega a chocar la parte de su miembro con mis nalgas, y empieza a moverse lentamente, como si intentará masturbarse con mi culito, lo que llega a excitarme mucho más, y respondo con levantar mi culo y hacer pequeños movimientos siguiéndole en juego que él ha iniciado, lo que en otras palabras sedo e ingreso al su huego, en eso siento su mano derecha postrarse en mi cadera y en momento me la va apretando lo que me hace sentir una excitación fuerte y hace que mueva todo mi cuerpo, para eso poco a poco va subiendo su mano por dentro de mi sacón hacia mi cintura para luego llegar hasta mis tetitas y grande es su sorpresa al sentir que llevo un sostén un poco durito y que tengo unos bonitos pechos, lo que hace que él se estremezca y acerca su aliento hacia mi oreja y siento su aliento y su jadeo y empieza a besarme el cuello y lamer mi lóbulo de mi oreja, y con la otra mano empieza a bajar hacia mis glúteos lo que me hace vibrar todo mi cuerpo. Así viajamos todo el trayecto para suerte mía solamente el hombre se limita a manosearme con bastante delicadeza, de la misma manera yo sigo con mis movimientos muy disimulados, pero ricos, en eso pienso que una vez que lleguemos a nuestro destino todo va a volver a la normalidad, él por su camino y yo por el mío, pero bastante contenta y feliz por una nueva experiencia muy rica. Cuando llegamos a la ciudad de El Alto, vamos bajando del bus y me dispongo a cancelar el respectivo pasaje él se adelanta y cancela por dos pasajes y se baja juntamente conmigo, en ese momento realmente no sabía qué hacer, si correr, o volver al bus pero ya era demasiado tarde, una vez en la avenida, el me pregunta mi nombre a lo que yo respondo con el nombre de Ely, él sonríe y me dice que se llama Marcos y es de Cochabamba, y que está de paso por la ciudad de La Paz, y que le gustaría tener un momento conmigo, yo simplemente le respondo que no conozco muchos lugares para poder compartir, él me señala que alguna vez había visitado un local donde se reunían gente como nosotros y que estaba dispuesto a invitarme unas copas, a lo que yo acepte, con la condición que me embarcara cuan nos estemos despidiendo, ya que el centro de esta ciudad era un poco peligroso y que no conocía a nadie, el acepto gustoso la condición y nos fuimos caminando hacia el local que me había propuesto.

Una vez que llegamos ingresemos al mismo, era un local bastante elegante donde había gente de todo tipo y por ser viernes el mismo estaba bastante concurrido, ingresemos y nos fuimos al mostrador del bar donde pedimos dos wiskis, y brindamos por nuestro encuentro, el tipo se veía bastante educado y con mucho verba, dialogamos de varias cosas entre ellas de política, de los problemas del país y otras cosas más y llegamos a conversar sobre nuestro encuentro, después de varios vasos de wiskis, yo le conté que era travesti de closet y que nunca había estado con un hombre solamente en mis fantasías solitarias en mi departamento, él me dijo que era casado y que permanentemente realizaba viajes a esta ciudad por cuestiones de trabajo, y que desde el momento que me vio le había gustado, y sospechaba algo de mis inclinaciones por lo que se animó a proceder como lo hizo, teniendo una respuesta positiva mía, me propuso bailar, a lo que yo me ruborice un poco, pero ve pidió que observe a nuestro alrededor y pude constatar que había en el local gente bailando entre hombre, otras hombre y mujer y otras entre mujeres, por lo que accedí a la invitación y nos fuimos a un lugar un poco discreto, sino antes tomar una mesa para colocar nuestra botella de wiski y nuestras copas, la música era romántica y de antaño, lo que realmente me gusta a mí, nos abrazamos él puso sus manos inicialmente en mi cintura y yo coloque mis manos en su pecho y bailamos un poco apechugados, así fue pasando la noche entre baile abrazos y tragos, ya pasada la media noche, volvimos al baile yo ya me encontraba totalmente desinhibida y me movía con más soltura y él también fue tomando mayor confianza, ya que sus manos acariciaban mis caderas y mis nalgas, cada vez con más descaro, de la misma manera yo me abrazaba de su cuello, hasta que llegó el momento que se cruzaron nuestras miradas y como si fuera algo natural o por simple atracción mutua nos dimos un beso inicialmente chocaron nuestros labios, para luego cruzar nuestras lenguas llegando a darnos unos besos bastante lujuriosos, en ese momento pensé que todas mis fantasías se habían hecho realidad y así se lo comente y él, Fabián, como se llamaba, me dijo que la noche recién empieza, y cuánta razón tenía, el local se fue vaciando poco a poco y nosotros seguimos con nuestro idilio sexual, me aflojó el cinturón, cosa que le permitió introducir primero una mano y luego las dos hacia mi trasero, y pudo sentir la ropa femenina que traía y sentir mis redondos glúteos, lo que le gusto de sobre manera, y me dijo al oído que esta era la noche de suerte para él y que por nada del mundo quería que terminase,, dentro de mí pensé lo mismo, y me animé a bajar mi mano derecha por delante para luego acariciar sus partes y me encontré con una verga semi parada pero bastante grande y no como la mía, lo que me asustó un poquito pensar que podía ser penetrada por semejante herramienta, y percibí que mis caricias le gustaban mucho, nos mantuvimos bailando y metiéndonos mano uno a la otra, yo me sentía una verdadera mujer, sentía mi realización femenina inclusive pensé en llevarle a mi departamento para que pasáramos la noche juntos pero él me manifestó que estaba alojado donde unos parientes y debía recogerse, pero no tenía hora, lo cual debía aprovechar al máximo.

Volvimos a nuestra mesa, y nos besábamos como verdaderos pocholos, como vivía esos momentos, él me metía mano por debajo de mi pantalón disfrutando mis partes íntimas pero lo que más le gustaba era masajear mis nalgas y sobar mis pechos y besarme, llegó un momento que dijimos que sería la última vuelta de baile por lo avanzado de la hora, una vez en un rincón el me tomo de una mano y me hizo dar la vuelta, y me tomo por atrás, se colocó detrás de mí y sentí su hermosa verga en mi culito que pedía a gritos que me desvirgara, en eso como si estuviera leyendo mi mente me abraza por detrás y aprieta mi cuerpo al suyo, yo llevo mi cabeza hacia atrás y llegamos a besarnos en esa posición y nos vamos caminando hacia una pared oscura, a una esquina del local y se apoya a la pared y yo me deslizó a su cuerpo, en eso él va bajando mi pantalón y me veo con mi calzoncillo en mis piernas, a los que respondo con desabrocharle el cinturón y bajo su pantalón y su calzón y sale una hermosa verga bien parada, yo me agacho y me pongo de rodillas y empiezo a oler ese sabor a hombre y líquido pre seminal, paso su verga con mi lengua desde los testículos hasta la punta y realmente siento que estoy en el paraíso, mi excitación ha llegado a lo máximo, sigo jugando con mi lengua hasta que me animo introducirla a mi boca, lo que le vuelve loco de deseo, y empiezo a mamársela, y por primera vez siento una verga dentro de mí, ahora sé lo que es tener sexo oral, y que ambos disfrutamos a full, el al sentir la mamada que le vengo dando y yo por sentirme penetrada por la boca es una sensación única, luego de unos minutos chupando su verga, él me levanta con las dos manos y me empieza a besar en la boca, nuestras lenguas se entrecruzan y sigue metiéndome mano y baja una mano hasta mi hoyito, la moja con su saliva y empieza a introducirme, un dedo, me duele un poquito pero es más el deseo de sentirme mujer que aguanto lo que sea, luego vuelve a salivar mi culito y empieza a intentar introducirme dos dedos, creo por lo arrecha que estaba se abrió mi hoyito dando alojamiento a ambos dedos, en eso él me dice que desea penetrarme, yo simplemente le digo que era toda suya y que haga lo que quiera conmigo, me doy la vuelta con el único fin de entregar mi culito a este hombre que conocí en el bus, el moja su verga y moja mi hoyito e intenta penetrarme, con un poco de esfuerzo logra ingresar la punta de su verga por mi esfínter y siento un placer nunca antes sentido pero al mismo tiempo siento un dolor en mi ano, pero es parte de la satisfacción que provoca la penetración aun siendo la primera vez, poco a poco todavía sin movimiento alguno el empuja su verga logrando introducirme gran parte de ella, lo que me hace sentir un placer excepcional, me siento en el reino de la lujuria, del placer, y mucho más al realizarlo en un local público donde hay varias personas en el local, esto es lo máximo, pero él sabio por su experiencia espera un poco a que mi hoyito se acostumbre a su verga y luego poco a poco se fue moviendo con el saca y mete lo que me enloquecía y sus manos manoseaban mis tetas y mi parte delantera como si fuera una vagina ya que mi pene estaba algo parado y empecé a eyacular y moje toda su mano con mi semen lo que llevo su mano a mi boca y lamí mi propio semen, realmente que rico, no veía nada prohibido en lo que hacía, sino que consideraba que era parte de un acto sexual con todas las de la ley, él en cambio seguía culeándome por mi culito, el mismo que estaba disfrutando de ese momento a lo máximo, siento que sus movimientos son cada vez más rápidos y luego me aprieta con mucha fuerza y siento que se viene dentro de mis entrañas, llegando a recibir por primera vez leche de un verdadero macho, poco a poco se va calmando hasta que se sale su verga de mi culito y procedemos a limpiarnos y siento que por mis piernas chorrea el semen que sale de mi hoyo, lo que me excita más, nos vestimos, nos damos un beso y nos vamos a nuestra mesa, seguimos besándonos y metiéndonos mano y nos damos cuenta que ya son las 5:00 de la mañana y nos disponemos a irnos, tomamos un taxi y me lleva hasta mi departamento, ya que él quería conocer y yo no me hice problema sino por el contrario que me gustaría que me visite cada vez que llegará a la ciudad de La Paz.

Con cariño Elizabeth

Mi email es: [email protected].

(9,21)