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Diario de una noche desesperada

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Despierto a media noche, son las 6:15, despierto entre sudores. He vuelto a soñar contigo, que te perdía. Sueños pálidos, tenebrosos y oscuros que me hunden en la abisal desesperación y me despierto sudando en medio de la noche y la habitación me da vueltas, siento el martilleo de la sangre golpeándome las sienes, en un símbolo inequívoco de fatal desesperación en la que estoy sumido. Desearía no haber nacido, desearía no haberte conocido para así no perderte tan rápido, desearía que todo esto fuera una pesadilla de la que despertar algún día. Pero sé que otra fría mañana se acerca. Ahora intento recordar que es lo que hice mal con pensamientos miserables, no volver a caer en los mismos errores, pero ya te has alejado y mis brazos no te alcanzan, se quedarán huérfanos sin remedio, pero lo intento, me acerco un poco, pero otra vez te escapas entre mis dedos apretados, como la arena fina de la playa.

Y vuelvo a soñar, sueño cosas inútiles, sueño cosas imposibles que sé que no pasarán, sueño que eres un pájaro que vuela alto, una cometa que se eleva por los aires y cruza el cielo, trato de seguirte paro no llego tan alto, sueño, en fin, que podré retenerte a mi lado y no puedo reprimir el dolor y me estalla la cabeza y se me agolpan los sentimientos y el cuarto oscuro es una enorme boca que me devora, devora mi vida y roba mis sueños. Estoy pálido y gris, mis ojos se nublan, un sudor frío me recorre el cuerpo, esto es insoportable. Mi cabeza es una vorágine de recuerdos insaciables, recuerdos que desean salir, recuerdos que me atormentan pensando en lo que perdí. Y vomito y sudo y me tapo con una manta gris y tengo frío. Y duermo.Son las 6:15.

Y sueño, sueño que te encuentro, qué felicidad, ojalá pudiera dormir toda la noche, todo el día, todos los días, qué felicidad insaciable, pero sé que la mañana se acerca, otra fría mañana de desolación. Tengo frío, pero no es invierno.

Despierto de nuevo, son las 7:30. Estoy cansado, pero cansado de qué. Sueño con un mundo inacabable, mi propio mundo, qué feliz sería, pero vuelvo a comprender que la mañana está cerca, y lo intento,intento buscar la manera de sobrellevarlo sin ti, y no puedo. Mis ojos se agitan, se cierran, se abren, intentan huir de la desesperación, no, no puede ser, no se va. Escucho el silencio, qué raro es todo sin el sonido de tu voz, los pájaros producen un sonido insoportable en el oído, en la mente, pero se van, me dejan descansar. Me sorprendo a mí mismo, no sé qué hacer, no sé qué pensar, intento dormir. La mañana, con su canción de desesperación, se acerca inexorablemente, la siento, la noto, noto cómo sus brazos llegan a mí e intenta arrastrarme hacia ella, resisto, me digo que no lo logrará, que lo conseguiré, he de luchar contra ella.

¿Qué hago despierto? no quiero, es de noche, no me muevo, qué cruel es la vida, quiero seguir durmiendo, seguir soñando con el ayer, seguir junto a mi amada, y jugar, jugar con ella, tocar su piel, besar sus labios.

Me tapo la cabeza con la almohada, intento no pensar, sólo intento dormir, no lo consigo, se acerca la mañana y con ella el dolor de la realidad, de los recuerdos; ojalá estuvieses a mi lado, pero lo intento, intento luchar, no desesperar, pero la decisión no está en mis manos, es luchar contra gigantes, pero he de hacerlo, debo luchar,huir de esto, conseguir lo anhelado.

Quiero huir, huir de la mañana, permanecer en la noche, pero el silencio me molesta, siempre he odiado los silencios, y pienso, pienso para no oír el silencio, pero entonces oigo mis pensamientos, y me molestan más todavía. Y te recuerdo, una pálida niña, inocente y virginal a la que saqué de su mundo para llevarla a uno que la destrozó.Y lloro por el ayer. Y me arrepiento, tengo ganas de fumar y lloro. Mis pensamientos se agolpan, se apelotonan todos en uno, respiro rápidamente, la sangre quiere salir a borbotones por mi boca, por mis ojos, en un espeso río; intento dormir, pero no lo consigo, qué ironía, hace poco deseaba que llegara el día, vivir, amar; ahora me refugio en la oscuridad, la busco como aliada, la encuentro, pero se aleja, intento dormir, pero las palabras se agolpan en mis dedos, debo escribir. Y lo siento, siento tanto haberte hecho daño.Y pienso en la gente, la gente me considera inteligente, pero una persona inteligente no hubiera dejado marchar una mujer así, no la habría echado de su lado. Me zumban los oídos, un camión pasa, la maldita mañana se acerca y con ella la desesperación. Sueño de nuevo y te tengo, pero al despertar te habrás ido, desearía dormir un sueño eterno, donde no te vayas al despertar. y cambio de posición y me duele el cuerpo y el alma, no es la cama, soy yo, mi cuerpo no puede mi alma explota y te ve alejarse.

Y sueño, sueño que no te has ido, que sigues a mi lado, pero es un sueño, la cruda mañana me despertará y te habrás ido, huirás para siempre.

La noche, la noche es mi aliada, en ella te tengo, estás a mi lado, qué gratos son los sueños, en ellos todo es posible, en ellos te beso, te abrazo, te amo, te hago reír, pero la cruda realidad se acerca. ¿Qué hacer? Luchar, luchar, no rendirme, no puedo rendirme, no está bien, y vuelvo a sudar, el sudor de la muerte.Y un coche pasa, llega la mañana. Intento dormir. Son las 7:30 y me siento en la cama, y hundo la cara en mis manos, y lloro, lloro por el ayer, lloro por el mañana, lloro. No sé si estoy vivo no sé si estoy muerto. No sé dónde estoy, no sé si estoy, no sé si quiero estar, ni si quiero ser. ¡Maldita sea!, la mañana de nuevo.

No soporto la visión de verte lejos de mí, es como si me clavaran cristales en los ojos. Los grillos, no puedo dormir, los grillos no me dejan, ojalá llegara el crudo invierno y los quitara de en medio.

Invierno, nieve, blanco, todos los pensamientos me llevan a ti ¿Qué hará, estará bien, pensará en mí, soñará conmigo, se acordará de mí, me echará de menos, me querrá, me odiará, me olvidará, me habrá olvidado ya?

(9,00)