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Mirna, la madrina de mi novia

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Mi nombre es Gabriel, cuando esto sucedió yo tenía 26 años y me había puesto de novio con Karina que en ese momento tenía 18 años, ella había terminado su escuela secundaria y estaba haciendo el examen de ingreso a la facultad.

A poco de iniciar mi relación sentimental con ella me presento a sus padres, y conocí a Leticia, su mejor amiga, casi podría decirse que eran como hermanas, vivían a pocas casas una de la otra, ellas eran de la misma edad apenas Karina era 15 días mayor. Las madres de ambas compartieron el embarazo en forma total, a tal punto que la madrina de Karina era la madre de Leticia y viceversa.

Fue así que casi al mismo tiempo conocí a su madrina Mirna, que no pasaba inadvertida para ningún mortal, ella estaba separada y como mujer era imponentemente atractiva, era como decimos nosotros una yegua infernal, en días iba a cumplir los 40 años pero aparentaba muchos menos además se vestía de manera muy juvenil resaltando sobremanera sus atributos físicos, que eran muchos.

Las veces que iba a ver a Karina a su casa era inevitable que en algún momento me cruzase con su madrina, yo me sentía atraído por ella, era imposible no clavar la vista en ella. Karina sentía devoción por Mirna.

Un día estando yo en casa, después de una jornada complicada en el trabajo me senté frente a la “compu” a jugar un poco a modo de distracción y luego entre en Facebook y ahí me encontré con tres solicitudes de amistad una de ellas era de Mirna, acepté las otras dos y me quedé pensando que hacer con la de ella. Navegaba en un mar de dilemas, no sabía qué hacer, pero terminé aceptándola.

Entré a visitar su página y su foto de perfil era espectacular, una foto recortada donde solo se veía su busto con una remera salmón, con una abertura muy generosa, donde se veían parte de sus tetas redondas y sus pezones erguidos marcados en su remera, el panorama de esa foto era espectacularmente hermoso y sexy

Al día siguiente fui a ver a Karina, Leticia estaba en la casa de Kari se quedaba con ella, porque Mirna estaba en la casa de su madre que estaba con algún problema de salud. Al final de la tarde volví a casa y entré en el Face, quería ver otras cosas de Mirna.

A poco de entrar recibí un mensaje de ella, que me agradecía el haberla aceptado, me conto que su madre estaba mejor y que iba a evaluar según lo que dijese el médico como seguiría la historia.

Luego de hablar un poco de bueyes perdidos, y luego alabé su foto de perfil y dije:

G- Me encantó tu foto de perfil… es muy sensual

M- Quien dijo que era mía?

G- No hace falta… se nota que sos la dueña de esa foto

M- Te gusta? Me dijeron que era provocativa…

G- Depende a mí me parece… sensual

M- Bueno te dejo, abandono el face por un rato, vino el médico de mi mami, seguimos la charla mañana o más tarde… besos

G- Chau, que se mejore tu mami, besos

Comencé a mirar las fotos que tenía subidas, quedé absorto, había varias fotos de ella, algunas actuales y otras de pendeja, minifaldas, calzas, shorts, bikinis, le gustaba exhibirse y provocar con sus fotos, era muy sensual al mostrar sus atributos. Sus fotos eran por demás espectaculares

Había algunas que levantaban hasta a un muerto; Mirna era hermosa y sexy por naturaleza, así que las fotos que vi me enloquecieron, pero hubo algunas sumamente sensuales por ejemplo, una en un jardín con una súper minifalda lila de unos 20 cm por sobre las rodillas, y otra de espaldas mirando hacia atrás con un top blanco y una muy chiquita bikini, amabas fotos eran de muy pendeja, calculo que no tenía más de 18 años. Las otras fotos eran más actuales calza rosa, metiéndose en su cola mostrando las bondades de esta y una remera blanca, otra con vestido salmón súper apretado y la mejor foto con un vestido gris corto 20 cm sobre las rodillas, y un escote sin corpiño mostrando tetas en un 50%.

Volvimos a conectarnos cerca de las 23:30 hs., en media hora cumpliría 40 años yo por face, le envié un saludo por su cumpleaños con una imagen de un ramo de flores por Facebook, ella me envió un mensaje que decía:

M- Gracias por los saludos, me encantó tu mensaje, es muy y tierno

G- Es lo que siento, Karina habla mucho de vos, así que yo empecé a quererte antes de conocerte, ahora sé que sos una mujer espectacular tanto físicamente como persona… ¿Cómo está tu mami?

M- Mejor… mañana temprano viene mi hermana a llevarse a mi mami a su casa, así que al mediodía iré para casa para despedir a las chicas… supongo que nos vamos a ver

G- Si

M- Bueno voy a brindar con mi mami

G- Bueno muy feliz cumple… besos

M- Gracias… nos vemos mañana

Al día siguiente fui a la casa de Karina a despedirme de ella, estaríamos tres días sin vernos, llevé a Leticia también hasta el cole, ahí estaba Mirna esperando, la saludé me sentí un tanto excitado no podía sacarla de mi mente, recordaba sus fotos. Encima estaba vestida como siempre de manera espectacular como era su costumbre, resaltando todos y cada uno de sus atributos femeninos, así apareció para despedir a las chicas, cumplía 40 ese día pero no aparentaba más de 30.

Mirna era alta, 1,75 de altura y sus medidas físicas eran 96-68-99, tenía cabello largo por debajo de sus senos, rizado de color castaño oscuro con claritos castaño claro, ojos pequeños delicadamente maquillados, carita con rasgos delicados, labios finos con rouge rosa brillante, una blusita rosa de breteles finos, de escote cuadrado que apenas mostraba las nacientes de sus senos suelta y corta que dejaba al descubierto unos 5 cm de su vientre, una minifalda de jean, color celeste lavado, entallada al cuerpo, que marcaba sus caderas y su terrible, parada y redondeada cola, su falda entre 10 y 15 centímetros por encima de sus rodillas , sus piernas eran perfectas, torneadas , dignas de ser lucidas con minifaldas y unos zapatos de plataforma y taco alto de color beige, así como estaba parecía la hermanita mayor de Leticia y no la madre.

Cuando Karina y Leticia se fueron, Mirna había venido sin el auto, así que me ofrecí llevarla a su casa y la invite a tomar un helado para festejar su cumple, cuando llegamos a su casa eran casi las 21 hs., la zona estaba sin luz, estaban arreglando unos cables que se quemaron, y me dijeron que terminarían alrededor de las 5 de la mañana.

Le ofrecí a Mirna ir a casa, llevábamos varios días de calor, alrededor de 38°C, al principio ella puso miles de excusas, pero terminó aceptando, ella dormiría en mi habitación y yo en el sofá del living, fuimos a cenar a una pizzería antes de entrar a casa, nos sentamos en el sofá y vimos televisión.

Estar con Mirna me excitaba, su pollerita se encargaba de exhibir muchos de sus hermosas piernas, ella hacia esfuerzos por bajar su falda, pero se la notaba un tanto nerviosa.

G- Se te nota nerviosa…

M- Si lo estoy, no debí haber aceptado tu invitación, es mejor que me vaya, sería terrible que Karina se enteré que pasé la noche acá.

G- No tenemos porque decirle, además vas a dormir en mi cama pero no conmigo en ella, para que te pongas así… además sos la madrina de Kari, por más que me gustes te voy a respetar

M- En serio te gusto?

G- Si dijese lo contrario estaría ciego, solo así sería creíble, sos demasiado linda

M- Por eso digo que no debería estar acá

Ella me miraba a los ojos, su voz sonaba dulce con un toque mimoso y siguió diciendo

M- Yo cuando te conocí, me puse muy feliz por Kari, pero con el tiempo eso fue cambiando, pero esa felicidad me empezó a torturar, empecé a sentir otras cosas, empecé a sentir celos, su mano acarició mi cuello y mi cara, deseaba ocupar el lugar de Karina, quería sentir tu boca en mis labios y lucho entre mis sentimientos por Kari y mis deseos por vos…

Me sentí turbado y sin reacción, ella fue acercando su boca a la mía hasta tomar con los suyos mi labio inferior y besarme dulcemente, luego siguieron varios besos cortos.

Yo estaba semi recostado sobre el sofá, ella me provocaba y me acariciaba pero se alejaba cuando notaba mi calentura, ella estaba arrodillada sobre el sofá, me provocaban sus mimos no concretados, ella me excitaba y me ponía a mil revoluciones, luego acercó su cara , abrió su boca y deslizó su lengua por mis labios, luego se bajó la blusa y sus senos increíbles y grandes quedaron expuestos, sus pezones eran rosados y estaban erguidos, los acercó a mi boca y los comencé a besar, ella gemía en forma suave disfrutando el momento. Mientras tanto su mano por sobre mi pantalón excitaba mi por demás ya endurecido pene.

Ella había quitado mi remera, se arrodillo delante del sillón en el piso desprendió el cinto de mi pantalón, bajo mi cierre, y mi pene erguido se mostró a sus ojos, ya que no llevaba slip, ella lo miró y dijo

M- Guauuu, es increíble, va a ser delicioso disfrutar de él.

Deslizó su lengua por todo mi pene hasta llegar a mi glande, ahí lo introdujo en su boca y comenzó a lamerlo los gemidos de ambos se propagaron por la habitación y yo dije:

G- Así mi amor, sos maravillosa

Luego detuvo su mamada y dijo

M- Ya vas a tener varias mamadas completas, pero ahora quiero que me cojas...

Yo me saque el pantalón, ella se incorporó y bajo se pollera quedando en una muy diminuta tanguita, luego llevó sus manos a su cintura bajando su tanga, yo estaba acostado en el sofá a lo largo, ella lo hizo sobre mi pero al revés, de manera que su increíble culo quedaba sobre mi cara, mi cuerpo estaba entre sus piernas así que fue fácil introducir mi lengua en su vagina deslizando mi lengua en ella, saboreando sus efluvios y ella hecha un concierto de intensos gemidos.

Por supuesto mi lengua no se apoderó solo de su vagina, sino que aproveche y también me apoderé de su ano. Hice estragos en su cola, ella estaba muy excitada y ardiente luego de unos minutos dije:

G- Tenés un cuerpo maravilloso, pero sobre todo admiro tu cola, es perfecta

M- Gracias mi amor, sé que son sinceros tus comentarios, te vi varias veces viéndola admirado, así que vos no tenés ningún impedimento, todo mi cuerpo es tuyo, para vos no hay ningún límite.

Se incorporó se arrodillo sobre el sillón dándome la espalda, me pidió crema y con ella lubricó su ano, en segundos más mi pene penetraría en esa maravilla anal.

Se abrió de piernas, yo me paré delante de ella, tomé mi pene con la mano y lo introduje dentro de su ano, ella gimió profundamente y la fui penetrando, ella gemía y me pedía más, mi pene entraba y salía por su ano, los dos gemíamos apasionadamente, era maravilloso poseerla así, una delicia imposible de describir en palabras. Ella decía:

M- Mi amor seguí así dame más… dámelo todo… estoy gozando como nunca

Luego de unos segundos su boca pidió a gritos que la acabase, y así lo hicimos, su cuerpo estalló en un frenético orgasmo y mi pene lanzo un torrente de incontenible semen, cuando nuestros cuerpos se calmaron y mi pene abandonó su cola dijo.

M- Sos maravilloso bebé te amo

Y nos dimos un dulce y suave beso en la boca

Después me senté en el sillón, ella abrió las piernas y dijo:

M- Voy a darte un leve descanso, ahora me subo yo, pero ahora voy a cabalgar yo con tu pene en mi cola…

M-ese pene me volvió loca y quiero más…

Se puso frente a mí y me montó, con su ano lubricado la penetración ahora fue más fácil, me besó en la boca y dijo:

M- Sos mi mejor regalo de cumpleaños, y te voy a disfrutar al máximo y nos besamos en la boca

Ella empezó a moverse haciendo que mi pene entrase y saliese por su cola cada vez más vigorosamente, yo la tomaba por los cachetes de su cola y sus movimientos se aceleraban constantemente, nuestras bocas gemían y esos gemidos se acallaban por momentos cuando nuestras bocas se unían en un profundo y pasional beso. Minutos después mi pene tuvo otra eyaculación en su ano y ella estalló en un nuevo e interminable orgasmo, era increíble esa cola tan deseada por mí ya había tenido dos incursiones. Mientras nuestros cuerpos no aplacaban ese momento sublime nuestras bocas estaban unidas en un infernal e interminable beso.

Después de un rato fuimos a ducharnos, nos acariciamos, nos besamos haciendo que esa pasión enloquecedora se mantuviese intacta… la tomé en mis brazos y la lleve a mi habitación, la deposite con suavidad en la cama y comenzamos a besarnos dulce y apasionadamente, y mientras tanto mi mano acariciaba su concha depilada, luego bese muy dulcemente sus senos, su carita demostraba el gozo que esto le provocaba, baje en dirección a su concha besando su tórax y acariciando suavemente su cuerpo, sus piernas abiertas me ofrecían esa frutilla rosada que era su conchita.

Bese su concha y un profundo y dulce gemido de placer nació de su boca, con mis labios tomé sus labios vaginales, para luego introducir mi legua en su concha y saborear los efluvios de ella. Luego de unos minutos, subí en busca de su boca y nos dimos un dulce beso, para luego tomar sui seno y lamer y chuponear sus pezones.

Luego ella se ubicó sobre mí, me miró con dulzura acomodó un poco sus cabellos y dijo:

M- Ahora me toca a mí

G- Soy todo tuyo

Se puso entre mis piernas, tomó mi pene con sus manos lo llevó a su boca y besó mi glande, lo lamió y lo absorbió algunos segundos, para luego subir sobre mi cuerpo para ubicar su concha sobre mi pene, lo tomó con la mano y lo llevo a las puertas de su vagina, haciendo que la penetre, sus manos estaban tomando el respaldo de mi cama yo la sujete por sus caderas y cintura, para luego tomarla por la cola.

Incorporé un poco mi cuerpo besé sus senos acariciaba su delicado cuerpo y ella e movía lentamente haciendo que mi pene entrase y saliese de su húmeda vagina, luego dejo de aferrar con sus manos mi cama y su boca besó la mía con un dulce beso y dijo:

M- Te deseo mucho Gaby, ahora sí puedo afirmar que sos lo mejor que me pasó en la vida

Y hundió su boca en la mía, mi pene recorría su vagina disfrutando ambos ese momento, ella movía su cuerpo, estaba arrodillada y yo sosteniéndola por la cintura, ese movimiento de penetración por momentos se desaceleraba cuando nos besábamos.

Fueron largos minutos de penetración, era como que queríamos seguir disfrutando al máximo ese momento, porque nos tomábamos un impase cuando estábamos cercanos al final. Cambiamos de posición ahora ella estaba debajo mío, y comencé con un acelerado movimiento de penetración, ella gemía constantemente, me excitaba ver su cara de gozo y su boca gimiendo constantemente.

El movimiento de mi pene en su vagina se aceleraba más y más, ella se revolcaba sobre la cama, el final se acercaba su boca daba pequeños alaridos de placer, y al unisonó nuestros cuerpos estallaron juntos, su cuerpo se agitaba con violencia producto de un infernal orgasmo, mi pene estalló y le entregó a su vagina torrentes de mi cálido semen.

Cuando todo llegó a su calma, nos duchamos y fuimos a cenar, para luego volver a nuestro nidito de amor donde volvimos a tener sexo dos veces más, ella pasó conmigo el sábado y parte del domingo.

Nos seguimos viendo durante algún tiempo más luego de que Karina y yo terminamos nuestro noviazgo, para luego lentamente ir distanciando nuestros encuentros hasta que se produjo la separación sin un adiós definido.

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