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Divirtiéndome con los amigos de mi esposo (Ocho)

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Muy buenas queridos lectores espero estén bien. Por el día de hoy le contare una de las tantas salidas en las que la oportunidad de disfrutar una noche romántica se dio. Era viernes y había tenido una semana muy complicada trabajando hasta tarde en juzgados y muchos otros oficios en los que me enfoque. David mi amado esposo, para esos días les habían aceptado una licitación para la construcción de una vía me llamo para que los acompañara a la celebración con sus compañeros a un bar en el norte de la ciudad eran las 3 de la tarde y yo ya estaba terminando un escrito para un acuerdo entre mi cliente y la contraparte dejándolo listo para su firma al otro día siguiente.

No tenía muchas ganas estaba en verdad un poco cansada, hubiera preferido que alguno de mis amigos me hubiera llamado para relajarme en su cama, pero los muy desgraciados ninguno me llamo y yo tampoco llame a ninguno pues ya me había comprometido con mi amado esposo.

Salí temprano, llegue a la oficina de David y luego decidimos tomarnos unos tragos mientras que los demás se reagrupaban en el norte. Uno de los ingenieros de sistemas que estaba con David quien después nos llegó al barcito en donde estábamos con mi esposo. Alvarito un caballero de 1.70 de estatura igual de alto a mi jejeje pero con tacones. Bastante fornido su cuello era más ancho que su cara, se le notaba que le gusta alzar pesas, de ojos negros saltones y de muy buen humor cosa que me agrado mucho.

El bar estaba lleno, solo dos asientos en la barra disponibles, mucha gente la mayoría oficinistas. Ocupamos los dos butacos dejándome a mí en la mitad de los dos muy pegaditos, teniendo que en varias ocasiones colocar mis manos en las piernas de Álvaro cosa que a él lo tenía muy contento ya que yo estaba de pie. Sus bromas y chistes me tenían relajada y sonriente. Sonó un vallenatico romántico y salimos a bailarlo con mi esposo amacizaditos muy pegaditos lo bailamos.

– Hay papi tengo pereza de ir… toy cansada. Que semana la que me toco si sigo así me voy a enfermar.

- Jejejje mañana vas a tener todo el día para descansar.

– Hay no tengo que ir a donde un cliente a hacer firmar un arreglo y es fuera de la ciudad.

- Como quieras preciosa vamos un ratico y ya nos salimos temprano.

- No vamos y nos quedamos un buen rato.

Termino el disco y volvimos a la barra Alvarito no estaba venia del baño a mí me quedaba incomodo sentarme con la falda que tenía por lo que seguía de pie la música sonaba y saque a bailar a Álvaro un tropicalísimo bastante movido y largo termino de sonar y sonó una salsita rosada la que dejo que nos acercáramos más y así pudimos hablar.

También estaba cansado al igual tubo una semana bastante agitada. Esperaba no ir a quedarse dormido en el sitio del cansancio. Le advertí que no fuera entonces a tomar cerveza o vino que eso te duerme rapidito.

– por mi mejor me iba a descansar a mi casa pero ellos insistieron en que fuera.

– hay yo también estoy rendida no deberíamos de ir más bien te propongo algo.

– ¿Qué será? mi hermosa señora.

- Tú no tienes muchas ganas de ir a la tomata con sus compañeros eso está muy claro yo tampoco porque la verdad no me gusta tanta gente. A mí me gusta más los momentos íntimos escuchar música suave tomarme unos vinos poder hablar de cosas sin la bulla de esos lugares.

– ¿Y qué propones?

- Que nos vallamos para mi casa.

– Me parece una mejor idea nos vamos los tres para tu casa y nos tomamos unos buenos vinos.

– No los tres no mi amor pues David se va a ver con sus amigos y los dos nos vamos para mi casa, ¿te gusta la idea o no?

Se quedó mirándome muy sorprendido.

- Me encanta en verdad ¿pero qué dirá David?

- Ha no te preocupes él quiere verse con sus amigos le decimos que los dos nos vamos para la casa a tomarnos unos tragos y ya.

– Ha bueno listo camina entonces nos vamos. Ven y nos despedimos de David.

Nos acercamos al bar y David hablaba con otro caballero.

– hay que calor está haciendo acá. Papi nos vamos con Álvaro para la casa.

- ¿No te vas conmigo?

- No la verdad mejor me voy a disfrutar de una velada romántica con tu amigo en la intimidad de tu cama de seguro me voy a divertir de lo rico.

- Humm eres una diabla mi niña no hay forma de decirte que no, por mi está bien, ve y diviértete con Álvaro.

Me tome el último trago de ron.

– Ha listo mami, yo también salgo ya va a ser hora de encontrarnos con el grupito.

Me puse el bléiser agarre mi cartera y salimos del bar yo me abrace a Álvaro, en la calle caminamos hasta coger un taxi que nos llevara. Nos despedimos de mi esposo.

– Chao papi nos vemos en la casa.

Un beso en la boca.

– Chao mami nos vemos más tarde y pásenla rico. Ingeniero nos vemos para lo del domingo.

– Listo David me llama para vernos entonces.

Arrancamos, rápidamente agarro la Av. 26, mi esposo espero a que pasara otro taxi para irse al norte.

– Te cuento Dianita que me sorprendiste.

- ¿Si y eso porque?

- No el que tú me invitaras a mí sabiendo que tu esposo no va a estar.

- jejeje en verdad… pero no le veo nada de raro a invitarte a cenar a la casa, tomarnos unas copas de vino, escuchar música y conversar de todo un poco. ¿Alvarito tu estas casado?

- No.

- ¿tienes novia o alguien con quien vives?

- No estoy solterito

- ¿En verdad nada de nada?

- pues hace dos meses que rompí con una odontóloga muy celosa y eso me canso.

- ¿No será más bien que tú eres bien mujeriego?

- No para nada ella me encantaba una mujer estupenda muy bonita, pero con ese cuento.

- Llegamos ven bajemos.

Entramos en la sala estaba Ana María haciendo tareas quien se paró a darme mi beso y saludo a Álvaro dándole la mano y con una sonrisa

- Hola ¿cómo estas pequeña? Mucho gusto en conocerte

- Hola, el gusto es mío. Me voltea a mirar mi hija

- ¿y mi papa?

- Se fue con sus amigos a tomar mi vida. Hija ¿ya terminaste de estudiar?

- No mami me falta lo de sistemas. Álvaro le pregunta.

- ¿y qué es lo que te falta de eso? yo te puedo colaborar.

– ¿Hay sí? Es que quiero terminarla rápido porque mañana tengo que madrugar para ir al coliseo y entrenar.

– Ha listo vayan al cuarto levanta todos tus cuadernos de la sala mi amor. ¿Ya comiste hija?

- si mami.

– entonces organízame la sala y se suben mientras que yo preparo la comida.

- Mami Tina les dejo en el refrigerador pescado.

Me fui a la cocina a ver que había dejado preparado, bagre en salsa que rico puse los dos platos en el microondas y me subí a colocarme algo más cómodo. La falda de paño ya me tenía cansada. Entre al estudio y los dos estaban sentados en el computador, seguí para mi cuarto, abrí el closet para ver que me ponía, quería lucir atrevida y mirando en mi ropa interior me acorde de un vestido de minifalda negro trasparente que traía encajes y bordado unas flores de colores sobre los pechos no más, el resto dejaba ver mi cuerpo, me coloque una seda dental y unas zapatillas altas, mi cuerpo temblaba y mi cuquita botaba la baba un calorcito me cubría. Baje a la cocina a servir la mesa prender dos velas apagar la luz y sacar el vino para dejarlo respirar. Colocar música y terminar de organizar la sala. Álvaro bajo.

- ¿Ya terminaron la tarea?

Se me quedo mirando vi como sus pechos se expandían al mirarme con ese vestido

- Si fue rápido tocaba hacer unos cuadros para estadísticas se los hice rápidamente y ella quedo rellenándolos.

- A ok ven la mesa está servida ya te iba a llamar.

Nos sentamos y quedo fascinado con el pescado.

– Dianita esto esta delicioso te va tocar que me des la receta.

– Ha ¿te gusta cocinar?

- Si me entretengo con eso, uno de mis pasatiempos favorito.

- Todo un chef ¿entonces?

- Si podría ser.

– Me vas a tener que invitar un día de estos a tu apartamento y prepararme algo de tus delicias.

– Claro que si preciosa y a propósito ese vestido te queda divino te vez espectacular.

Mis manos acariciaron mis tetas.

- ¿Si te gusta?

- Me encanta así me dejas ver tu delicioso cuerpo.

– Hay muchas gracias por lo halagos.

Terminamos de comer, nos paramos agarrando la botella de vino y las copas camine asía la sala él se quedó mirándome me voltee a verlo y me di una vuelta entera alzando las copas y la botella para que me viera mejor. Coloque sobre la mesita de centro el licor y las copas sonaba una salsita romántica y nos pusimos a bailar así muy apretaditos.

– Delicioso estuvo ese pescado, preciosa.

– Anda escucha esa hermosa canción y siéntela en tu cuerpo.

Cerré mis ojos y baile acercándolo más a mi cuerpo. Mis manos acariciaban su cabellera. Término y un suspiro salió de mí separándonos apague las luces dejando la chimenea prendida, sentándome serví las copas brindamos por los dos él estaba muy sonriente pero no era para menos estaba dispuesto a dar el primer paso y eso lo tenía nervioso estábamos muy juntos en el sillón cada uno con su copa en la mano y sin esperarlo tan pronto mientras hablábamos me dio dos besos seguidos en la boca. Yo me quede con los ojos abiertos y con cara de sorprendida.

– ¿HA Y ESO?

- Discúlpame pero no aguante las ganas y tendiéndote tan cerca me atreví a hacerlo.

Me sonreí y sin separarnos mi mano derecha toco su espalda acariciándosela, lo miraba fijamente a sus ojos acerque mi boca y le di un beso, sus manos me acariciaban mi espalda y piernas, volvimos a besarnos tiernamente, mi mano izquierda acariciaban su nuca, seguíamos besándonos, su mano derecha subió por mi pierna hasta tocar mi cuquita la que acaricio frotándome sus dedos, nuestras respiraciones fueron aumentando la pasión. Levanto mis piernas y recostándome me acariciaba mis tetas subiéndome la falda, miraba mi cuquita y me miraba a los ojos.

- Hay no lo puedo creer mamacita hermosa la mujer más deseada de la empresa en mis brazos.

- ¿En verdad Alvarito?

- Huf más de uno chorrea la baba por ti preciosa, tu cuerpo de diosa y tu rostro tan perfecto, tiene a más de uno en sus fantasías.

– Hay que locura no me digas más que me emociona.

Volvimos a besarnos frenéticamente acariciándonos por todos lados, me levanto las piernas y bajando a chuparme la cuquita por 15 minutos me hiso venir en su cara, lo que lo sorprendió al ser escupido por mi cuquita.

- Guauu ¿pero que fue eso?

Se olía a ver si no eran orines.

– Me vine muñeco, solo son mis líquidos ¿nunca te había pasado así?

- No en verdad nunca.

– Bueno ese es un pequeño problemita que tengo yo cuando me vengo suelto tremendo chorro. Jejejeje valla no debe ser genial muñeca jejje ¿pero toca entonces colocar algo para no mojar mucho la cama?

- Siiii hay unas sábanas plásticas que uso.

Volvimos a besarnos abrazados mis manos inquietas tocaban su pantalón sintiendo tremenda erección. Nos sentamos y le desapunte el cinturón le baje la cremallera del pantalón y metí mi mano agarrándole tremenda verga la que admire abriendo mis ojos y mordiéndome los labios.

– Vaya Alvarito si estás bien de maquinaria.

Un suspiro salió de mí.

– con razón te celaban tanto, un hombre con una cosota así es un peligro para mujer celosa.

Nos volvimos a besar mientras como pudo se quitó los pantalones dejándome ver ya todo su equipo, el que acariciaba masturbándolo suavemente y estrujándole las huevas mi pierna izquierda se levantó sobre las suyas y dándonos besitos seguía masturbándolo muy suavemente.

– ¿Entonces soy la mujer de las fantasías de tus compañeros?

- Huy si dianita cuando vas todos hablamos de ti sobre todo Ángel, cada vez que te ve se hace la paja mentalmente

– hay en verdad Interesante bueno saberlo.

Seguí masturbándolo.

– En verdad dianita eres la mujer de mis sueños, mis fantasías más eróticas.

Me baje del sillón y arrodillándome enfrente de su verga la agarre con ambas manos para acariciarla me la coloque entre mis tetas haciéndole una rusa dándole besitos con cada salida que pegaba sobre mi tetas, luego comencé a lambérsela por su tronco, bajando y subiendo por todos lados, restregándomela contra mi cara, chupándole los huevos mientras lo masturbaba, y finalmente mamándosela hasta donde me entrara, Diez minutos de sexo oral disfrutando de su carnosidad en mi boca, saboreándola, restregándomela por mi cuerpo, teniendo que parar al sentir que se venía y no dejarlo venir dándole un pellizco en la cintura. Me pare y montándome encima de sus piernas me coloque su verga en mi cuquita dejándome rodar por su tronco erecto lleno de sangre, de vida. Un gemido salió de mí.

– ¡haa! que delicia Alvarito, me encanta tienes una verga muy rica papacito divino, te siento todito dentro de mi hooo haaa delicioso en verdad.

– Te gusta la verga mamita ¿cierto que te gusta?

- me encanta muñeco y mas así grandes gruesas como la tuya es una delicia.

Seguí brincando, disfrutando de su verga mi cuerpo temblaba de la emoción mis tetas eran estrujadas entre sus manos, hasta que un chorro de mis líquidos volvieron a escupir mi labios vaginales haciéndome sentir sensaciones divinas, melodiosas, placenteras. Recostándome encima de él acariciándole la cabeza.

- Hay papacito divino que rico fue eso haaaa.

Volví a moverme otra vez gimiendo de placer fallándomelo nuevamente por unos segundos y otro chorro escupí, descansando unos segundos para volver a brincar encima de su verga y seguir escupiendo más líquidos cinco veces más dándome placer infinito. Me pare para tomar más vino refrescándonos. Volvimos cambiando de pose me acosté boca arriba y levantando mis piernas me chupo por un rato la cuquita para luego penetrarme con su gruesa verga mi cuquita y follarme por 20 minutos dándome placer y hacerme venir 3 veces más. Era la locura la pasión desbordada de una cena entre amigos se convertía en una cena llena de pasión y sexo, demasiado romántica y que esperaban al invitar a un hombre a la casa a cenar los dos solos hasta el más ingenuo se imaginara lo que podía pasar. Cambiamos de pose y se acostó de lado y me le coloque delante agarre su verga y me la metí en mi cuquita, hasta que no pudo aguantar más y se vino dentro de mí, sentí su cuerpo convulsionar con fuerza inundándome y apretándome contra su cuerpo. Nos besábamos volteándole mi cara mi mano izquierda acariciaba su cabeza, las suyas mis tetas.

- Delicioso muñeca hermosa, fenomenal guau eres una diosa del sexo mamacita hermosa. Me siento feliz.

– me alegra verte así. A mí también me gusto estuviste delicioso.

Volvimos a besarnos apaciguando nuestro cansancio. Tomamos vino, me prendí un cigarrillo, escuchamos música, mientras hablábamos de todo un poco el vino se acabó por lo que me toco ir a la cocina por mas, volví y serví para dar un sorbo sonó un vallenato romántico y nos pusimos a bailar muy pegaditos con las copas llenas tomando y dándonos besos sintiendo como su verga se ponía firme otra vez, colocándola entre mis piernas seguimos bailando. Termino el disco y yo le acaricie la verga.

– Esta polla ya está lista para darme más placer.

– Toda tuya mamita ándale chúpamela por un rato mamita. Anda dame ese placer.

Lo empuje contra el sillón quedando sentado me le arrodille para agarrarle la verga y acercándomele se la lambí desde la raíz hasta el glande.

– Deliciosa muñeco.

Me la metí a la boca como en cámara lenta sintiendo todo su grosor.

– Me encanta su sabor, su textura, deliciosa papi.

- ha rico mamacita esa boca tuya es una delicia.

Así entre halagos y mamadas disfrute por 15 minutos de su verga en mi boca, me cambie de posición acostándome boca arriba, levantando mis piernas me lambio mi cuquita, para luego montarse encima y meterme su verga en mi cuquita follándome como loco apasionado lo que rápidamente me trajo un exquisito orgasmo. Seguíamos en la sala los dos follando disfrutando de nuestros cuerpos, en el reloj sonaban las doce de la noche.

Paramos para cambiar de pose acostándolo boca arriba me le monte encima disfrutando por veinte minutos más de exquisito placer. Cambiamos de pose mamándosela un rato luego me acostó boca abajo y levantando mi trasero me volvió a penetrar mi cuquita encima de mí hasta que se vino en mi espalda. Descansamos Y seguimos tomando, el vino me tenía además de mareada ya un poco adormilada con sueño. La botella se acabó y fui por más a la cocina alcanzamos a tomarnos media botella más y medio borrachos lo subí al cuarto para acostarlo en mi cama yo quería echarme otro polvo pero aquel mientras entre al baño se quedó dormido dejándome con ganas, ni modos toco acostarse y a dormir.

Al otro día me levanto y veo que Álvaro sigue durmiendo la rasca. Me levanto colocándome una bata salgo del cuarto y al pasar por el de huéspedes lo veo abierto y en la cama a David durmiendo también la rasca. Baje a preparar café bien cargado para darle a Álvaro, se vista y se valla. Yo tenía que ir a hacer una diligencia en la mañana. Le traje el café, lo desperté se asustó al verse en mi cama y desnudo preguntando.

- ¿Qué hora es?

- Apenas las 10

- ¿Y David no llego anoche?

- Si anoche llego y se quedó en el cuarto de huéspedes. Como tú estabas conmigo no nos despertó.

- Hay no jodas en verdad.

– Si en serio. Si quieres te puedes bañar y te alistas que tengo que irme a hacer una diligencia judicial.

- Huy si me haría bien una ducha fría. Tienes algo para el dolor de cabeza.

Saque dos pastas y se las di.

– ¿Y David no se pondría bravo al encontrarme en tu cama?

- No para nada no te preocupes que no pasó nada.

– La verdad si me preocupa que tal y la coja en contra mía.

–NO, no para nada él sabe en qué andábamos los dos anoche.

– ¿Hay como así y que te deja hacerlo sin ponerte problema?

- Haja si así es, no eres el primero que traigo para acostarme con él ni serás el ultimo muñeco y ahora cuéntame cual es el muchacho que se muere cada vez que voy porque me gustaría que viniera y cumplirle se fantasía.

– Como dianita tu quieres que Ángel venga?

- Si me encantaría conocerlo es más el martes David viaja a la obra y regresa hasta el jueves, tráelo y se quedan los dos conmigo.

– Mamacita tus deseos son ordenes acá estaré con Ángel, cuando le cuente se va a morir.

- Jejejje ven nos bañamos muñeco.

Entramos a la ducha, dejamos salir el agua fría para desentuzarnos un poco nos vestimos y quedamos de vernos el martes para un delicioso trio en donde dos hombres me iban a hacer gozar como puta aprovechando que mi esposo no va a estar.

DIANA LUCIA SAAVEDRA [email protected].

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