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Tanga rosa

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Los ojos de Daisuke se fijaron de inmediato en la mancha rosa en el medio del césped. Estaba volviendo a casa de un duro día de clases, por primera vez en la vida, solo.

Ken en esta ocasión no lo acompañó, estaba tomando fotos de un rincón del campus con calma, tal vez tratando de capturar la serenidad en la naturaleza de la universidad, Daisuke se topó con él y se quedó mirandole por detrás, observó toda su ropa y se preguntó por qué usaría una tanga rosa, y sobre todo porqué dejaba que se viera, ya que Ken siempre era discreto con todo lo que usaba puesto

No llegó a ninguna conclusión, excepto que estaba haciendo que su polla se moviera en sus pantalones. Incluso sabiendo que probablemente estaba siendo un poco espeluznante, estacionado aquí mirando a un estudiante en su tiempo libre, no podía dejar de pensar en cómo ese tanga lo hacía verse tan sexy, tan femenino.

-Oye, ¿qué estás haciendo? -. Se acercó más a él.

- Tomando fotos -. Daisuke no escuchó la respuesta, estaba demasiado ocupado admirando aquel trozo de tela rosa, era la primera vez que veía algo asi en Ken, esa pizca de chico descuidado le estaba calentando a cada segundo

- Te ves sexy con esa bonita ropa interior -. Estaba mirando al paisaje tratando de evitar el contacto visual. ¿Qué estaba haciendo?

-Gracias, hoy me apetecía hacer algo muy distinto -. Contestó en un tono como de disculpa cuando lo que estaba haciendo lo hacia de forma muy consciente, estaba seduciendole sútilmente

-Has elegido el mejor lugar para descansar despues de un día de clases-. Contestó sentandose junto a él en el cesped, Ken no respondió, tan solo dejó escapar una pequeña risa

-¿De qué estás sacando fotos?

Le entregó la cámara, pudo ver muchas fotos del edificio y el bosque justo en frente de ellos

-Se ven hermosos.

-Gracias-. Dijo de nuevo pero esta vez admirando con amor los ojos de Daisuke, y a su vez, Daisuke estaba admirando los suyos

De repente hubo una necesidad de besarse, se inclinaron mas y lo hicieron, se besaron de pronto, no lo habían planeado, simplemente sucedió, como si sus cuerpos estuvieran siendo empujados por una fuerza externa.

El beso fue por unos buenos minutos. Comenzaron unos pocos besos en un campus extrañamente desierto, en cualquier momento alguien podría aparecer y atraparlos.

-¿Sabes cuál sería un lugar aún más agradable para relajarte?-. Dijo Daisuke rompiendo el beso y con una sonrisa en el rostro, Ken estaba mirándole, esperando que respondiera su propia pregunta.

-La clase

Ken no habló, estaba expectante, ese día quería dejarse llevar

Daisuke tomó su mano para ayudarlo a levantarse y entraron por el edifició cogiendo el ascensor ya que el aula estaba en la cuarta planta.

Todo el tiempo, Ken mantuvo su mano sobre su abultado pantalón sin decir nada, masajeando la polla dura de Daisuke a través de la tela.

-Puedes hablar todo lo que quieras, no te quedes callado

-No se necesitan palabras para lo que vamos a vivir

-Te resulta excitante?

-Tengo la piel de gallina, lo reconozco

-Es por culpa de tu jodido tanga, vas a ver lo que espera por provocar, me siento duro cada vez mas

-Entonces algo estoy haciendo bien -. Ken mantenía la mano en el bulto haciendo su trabajo

Llegaron allí y estaba casi desierto, solo unas pocas personas trabajaban en sus computadoras y no estaban muy conscientes de su entorno, la clase de el lado estaba un poco aislada y podían estar solos

El primer movimiento de Daisuke fue empujarlo contra una pared, le atrapé entre la pared y su cara, los labios de color rosa de Ken estaban a pocos centímetros de los labios sedientos de Daisuke. Empezó a besarlo de nuevo, y las manos de Ken se posaron en su polla, provocándola contra sus pantalones. Las propias manos de Daisuke se dirigieron a su cintura, debajo de su camisa blanca, jalándolo más cerca y sus dedos se clavaron en su pálida piel. Su mano izquierda se levantó para agarrar la parte posterior de su cabello, mientras que su mano derecha comenzó a deslizarse dentro de sus pantalones cortos, su dedo presionando contra su agujero.

Echó la cabeza hacia atrás para abrirse el camino hacia su cuello, y mientras su dedo comenzaba a aparecer en ese agujero ya húmedo, sus labios besaron su cuello haciéndolo gemir a Ken como una zorra. Sus manos estaban en la espalda y comenzaron a cavar en su piel también.

-Follame fuerte, mi amor, no sabes las ganas que tengo de que me cojas tu ahora -. Le escuchó decir por lo bajo. Inmediatamente Daisuke sonrió contra su piel. Sus manos agarraron los costados de su cuerpo y lo voltearon como si fuera de papel, su rostro ahora estaba de cara a la pared y su culo estaba contra su polla dura, todavía en mis pantalones.

-Mendice lo que quieres, puta.

-Por favor -. Su voz era débil, su pierna temblaba.

Daisuke terminó de bajar sus pantalones cortos y revelar su hermoso culito. Era tan suave y rosado... El anillo de su ano parecía no haber sido tocado nunca antes. Ya no podía decir otras palabras, solo estaba gimiendo. Daisuke soltó mi polla de sus pantalones, y la punta de su pene estaba tan húmeda como su agujero.

Lo colocó en la entrada, provocando que frotara la cabeza lubricada contra su agujero expuesto.

-Y dime... ¿Lo quieres? -. Ken asintió con la cabeza mientras se mordía los labios inferiores y soltaba un gemido femenino. Eso era todo lo que Daisuke necesitaba para no contenerse más. Lo empujó adentro, yendo todo el camino con facilidad debido a toda la humedad. Sorprendentemente, Ken no gritó y no sintió dolor como él creía que iba a estar. Solo gimió más fuerte, y Daisuke agradeció que estuviéramos solos, porque este Ken era discreto pero esos gemidos llamarian la atención de cualquiera.

El bombeo comenzó lentamente, quería asegurarse de que Ken estuviera cómodo. Pero a medida que avanzaba, este último seguía pidiendo más y más. Lo estaba bombeando tan fuerte que los jugos estaban goteando por sus muslos. Ken estaba estaba gimiendo tan fuerte, y su agujero era tan abierto, que ahora la polla de Daisuke entraba y salía y ese agujero ni siquiera parpadeaba.

De repente, Daisuke vió un charco de leche húmeda en el suelo, Ken se había cubierto de esperma con la polla de Daisuke dentro de su ano. Levantó la vista y la mano de Ken estaba en la pared, sosteniéndose, y la otra estaba en la parte posterior de la cabeza de Daisuke, haciendole que se acercase más. No se había masturbado a sí mismo, y sin embargo se corrió. Ambos se sentían muy orgullosos, que eso motivó mas a Daisuke para comenzar a a empujar aún más fuerte contra su agujero, y de repente pasó otra vez . Esta vez lo sintió, el ano de Ken se retorció y se apretó en la polla de Daisuke, y otra buena cantidad de humedad salió de su ano. La sensación de esas paredes apretando su polla era tan intensa que no podía Daisuke sostenerse, se corríó dentro de él.

Mucho tiempo habia pasado Ken sin que nadie le diese una buena fregada dentro, fueron gloriosos ocho chorros de esperma caliente y espeso, dentro de su ano. El cuerpo de Daisuke estaba empapado en sudor y se desplomó en una silla.

Ken notó el pene de Daisuke y se sentó encima de él en la misma silla

-Lo siento, es mucho tiempo sin meterme dentro de ti -. Estaba sonriendo, realmente no lo sentía, pero no podía controlarse y terminó correteando dentro de Ken, sin condon, como siempre hacían

Ken le sonrió

-Todo vuelve a ser como antes entre nosotros, te quiero tanto...

Era lindo que a pesar de que por todo lo que tuvo que pasar Ken y al cambio que sufrió su cuerpo, no temiera obtener una buena cantidad de esperma dentro de su trasero. Eso le hizo pensar a Daisuke que podría ir a otra ronda.

Extendió sus piernas y Ken estaba sentado justo en frente de él, este último podía ver su polla medio dura y húmeda, invitándolo a una mamada. Ken sonrió y entendió el mensaje. Se tiró al suelo, arrodillándose frente a su novio, y abrió los labios y envolvió mi pene en su cálida boca. Él gimió contra el pene de Daisuke tan pronto como probó todo el semen en su polla, y luego le miró. La polla de Daisuke se estimulo otra vez muy rápida con ese chico talentoso, era algo familiar que estaba de vuelta.

Pronto Ken había limpiado todo el desastre en la polla de Daisuke y lo había vuelto a lubricar todo.

Ahora Daisuke se levantó y Ken siguió su ejemplo, dándose la vuelta para presentar su ano hinchado y goteante. Ni siquiera Daisuke preguntó si estaba preparado para eso, eso fue algo obvio, mientras la follada se iba procesando, ambos empezaron a gemir a la vez.

-Dai... Cógeme bien -. Imploraba casi Ken, Daisuke empezó a hacer su trabajo

-Follate a esta chica especial como una puta, señor.-. Y esas palabras fueron suficientes para hacer que Daisuke se corriera nuevamente dentro de él. Esta vez fue rápido, los dos ya estaban sensibles, y oírlo llamarse Ken a si mismo una niña y una puta era demasiado para él. Simplemente lo metió por dentro, en el fondo y eyaculó. Ken jadeó y arqueó su cuerpo. Y cuando sintió que toda su esperma lo invadía nuevamente, siguió gritando

-SI... GRACIAS... Mi AMOR

Un significante tanga rosa en el cuerpo indicado puede dar lugar a una buena follada universitaria.

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