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Divirtiéndome con los amigos de mí esposo (Once)

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Para un fin de semana que baje a visitar a mi esposo en el pueblo en donde se encontraba realizando un proyecto con una empresa constructora era sábado y el clima estaba muy caliente. Bajamos con David a la piscina para nadar un poco Ernesto estaba terminando de almorzar y ya cuando habíamos terminado se nos acercó para acompañarnos como andaba en bermudas se quitó la franela que traía, yo ya estaba cansada de nadar y nos sentamos en las sillas de sol pedí una cerveza helada David siguió en la piscina nadando. Saque entonces mi protector solar para aplicarme y poderme recostar en la silla me coloque mis gafas de sol ya que estaba en todo el frente de nosotros y me molestaba. Ernesto se me acerco diciéndome que si quería que me aplicara el protector en la espalda y yo accedí colocándose detrás mío en la silla abriéndome sus piernas a lado y lado quedando yo entre el, voltee a mirar a David haber en donde estaba y lo vi que estaba hablando con una muchacha muy joven y recostándome sobre el pecho de Ernesto le dije.

- Ve Mira, allá está el zorro de mi marido conversando con una joven no si así es estando yo acá como será solo.

-No ¿en dónde están no los veo?

- Míralos haya debajo de esa sombrilla roja.

Estire mi cara asía atrás para que pudiera verlos quedando toda recostada en su pecho mis manos acariciaron sus piernas

- Jajaja A ya no esa es la niña que vende las empanadas en la obra y no es tan joven ya debe de tener unos 40 años y a tu esposo no le gusta mírala bien y veras que no es nada atractiva. Si tiene una cabellera bien bonita pero de cara es más bien feíta.

Yo seguí recostada en su pecho y le pregunte.

- ¿Bueno y tu porque no te has casado ni novia ni nada? ¿No me dirás que eres gay?

- No Dianita como se te ocurre.

Cogí el frasco de protector para echarle más en la mano

- Échame en la barriga quieres.

Me acomode mejor quedando entre sus piernas y encima de su pecho seguimos charlando termino de aplicarme el protector en mis hombros e hiso un ademan de querer oler o besar el hombro a lo que yo reaccione moviendo el hombro y diciéndole.

-¿Qué haces muñeco?

- No disculpa no fue mi intención, que pena.

Mi dedo cerró su boca

- No tranquilo si tu querías era que besar mi hombro u olérmelo no más

- Dianita discúlpame por favor.

En ese momento yo lo miraba de frente volteando mi cara muy cerca de la suya y moviendo mi hombro se lo acerque a su boca.

– A ver muéstrame que ibas a hacer.

– Solo pensé olerte discúlpame.

Y con mi mano derecha agarre su cabeza y la acerque a mi hombro.

– He mentiroso tú lo que querías era darme un beso anda dámelo no te disculpes más.

Me dio el beso, le dije sonriendo acariciándole suavemente las piernas subiendo por su entrepierna a su triangulo, mirándole como su verga crecía como culebra debajo de su apretado vestido de baño. Lo voltee a mirar y le mordí mis labio. Y un suspiro salió de mí.

- Bueno ahora déjame a mí aplicarte el protector que ya estas poniéndote morado.

Agarre el frasco me pare y cambiamos de posición quedando yo sentada contra el espaldar de la silla y el adelante mío le aplique el protector y en esas vino mi esposo a decirnos que en el campamento anoche hubo gente extraña rondando. Que la señora le había contado. Y que iba a ir a ver si algo había pasado. Me dio un beso y se despidió de Néstor entrando al hotel.

– heee vaya a ver si paso algo. Que cosa. ¿No se pudo inventar otra excusa para irse con esa vieja?

- ¿A Dianita sos celosa no?

- No para nada pero es que conozco a mi gente. De seguro después vendrá a decir que no pasó nada.

Seguí aplicándole el protector y acercándole bien a su cuerpo arrodillándome le aplique en su barriga y pecho dejando su hombro derecho sin aplicar. El si se dio cuenta que no lo hice y me dijo. Falto mi hombro. Nos miramos y yo baje mi boca a su altura y con mi lengua sin sacarla demasiado se lo lambí y bese varias veces. El siguió mirándome su respiración se puso en alerta.

– Ves que difícil era solo tenías que hacerlo y ya.

Me recosté en el espaldar de la silla y el coloco su brazo al otro lado de donde estaba sentado quedándome encima mío.

– ¿Te gusta jugar con candela Dianita?

Acariciándome con su otra mano mi hombro

- jeje si la verdad me encanta y más cuando es un tipo así como tú.

Mi mano se posó sobre su pecho.

– ¿Haa y como soy yo?

- Muy atractivo y de los que deben ser buenos en la cama. Y más después de ver crecer ese mostro debajo de tu pantaloneta.

– Eso Dianita creo que estamos a punto de comprobarlo, porque tú también debes de ser una delicia en la cama.

– Si tienes razón estamos a punto de comprobarlo así es que vamos a tu cuarto y vemos que tan bueno eres para complacer una dama.

La conversación se tiño de morbo.

– Tenlo por seguro que te va a encantar chupar este mostro.

– Aja de seguro espero que sí porque lo he estado pensando toda la tarde ya que tengo húmeda mi cuquita por su culpa. Se me acostó encima besándome sintiendo varios corrientasos por mi cuerpo.

- Ven aprovechemos que no está mi marido los dos nos divertimos de lo rico.

Dándole un beso me levante recogí las cosas y abrazándolo nos encaminamos rápidamente, él con la toalla se tapó ya que su erección era muy evidente. yo le dije al entrar y cerrar la puerta volvimos a besarnos, mis manos desabotonaron su pantaloneta dejándolas caer al piso, luego solté mi sostén y me agarro mis tetas con sus dos manos acercando su cara para besamelas y chuparlas, mis manos continuaron soltando las cintas del vestido de baño dejándome toda desnuda me levanto de mis nalgas y llevándome a la cama me boto en ella quitándose el pantaloncillo me quede mirándole su verga la que ya me había imaginado tal y cual es.

– Hay papacito me voy a volver loca mamándote esa verga que rica esta. Esta si es una verga de verdad para disfrutar.

Mis dedos me los introduje en mi boca humedeciéndolos para luego pasármelos por mi vagina.

– Ven chúpame toda muñeco hazme gozar que me tienes caliente.

Se arrodillo en el piso y acercando su boca a mi vagina me la lamio varias veces y luego me metía su nariz oliéndome por dentro.

– Que fragancia tan rica la tuya hueles delicioso mamacita hum me encantas mujer.

Mi cuerpo temblaba, mi respiración aumentaba, en mi estómago un cosquilleo tenaz me trasladaba al éxtasis sublime dejándome a su merced, su lengua comenzó a moverse contra mis labios vaginales fueron varios minutos en los que terminaron en un chorrente de jugos sexuales míos que humedecieron el piso de la alcoba. Néstor se acostó boca arriba y yo me le monte sobre su estómago para comenzar a disfrutar de su verga en mi boca, la que bese suavemente sobre su glande, mi lengua lo saboreaba.

– Rica papacito me encanta tu verga me la imaginaba así de gruesa y larga, humm que delicia espero que no te me pierdas porque pienso comerte cada vez que te vea hummmm.

Seguía metiéndomela en la boca para sentirla dentro de mí, sus dedos me dedeaban mi cuquita aumentando mi placer. Fueron casi 30 minutos de disfrutarla en mi boca su carnosidad sus venas y sus jugos seminales los que me tragaba, le hice por un breve tiempo una rusa. Me detuve cuando casi se me viene al sentirlo jadear. Me pare a tomar un sorbo de cerveza, casi me la tomo de una. Me volví a la cama acostándome boca arriba levante mis piernas Néstor se me coloco entre ellas colocando su verga en la entrada de mi cuquita dejándola rodar dentro de mí, haciéndome gemir del placer sentía mi cuquita llena de su carnosidad la que comenzó a mover tan rápido como un pistón. Pasaron los minutos y el placer era extremo sus caricias sus besos me enardecían de pasión. Explotamos ambos en un orgasmo múltiple, quedamos emparamados, felices, extasiados. Paramos por un momento y nos bebimos de a dos cervezas cada uno y continuamos llevándomelo otra vez para la cama y mamándole la verga nuevamente volvió su morena verga a ponerse en firme, me dedique a chuparle los huevos por un rato mientras mi mano lo masturbaba, mi lengua recorría su tronco venoso y carnudo, terminando en su glande, para introducírmelo hasta el fondo de mi garganta, sentirla en mi paladar, llena de vida y dispuesta a hacerme gozar con su fuerte erección. 10 minutos de esquisto placer, hasta que me detuve y montándomele encima, me levante colocándome su verga para ser follada por mi trasero el que con suaves movimientos rozo brevemente y dejándome rodar por su tronco me la metí bien adentro, quedándome quieta, sintiéndola dentro de mí, con suaves movimientos circulares fue aumentando hasta que comencé a brincar como potra salvaje que doma su caballo pero esta vez era un semental formidable que me hiso venir en varias ocasiones llenando de placer infinito.

– Que rico papi, que rico me haces sigue así, si, si, si anda rómpeme ese culo con tu verga. Anda hazme gozar vamos muévete cabrón de mierda que para eso la naturaleza te dio esa verga tan rica. Hijueputa me matas de placer si, si así huff me muero.

Y así seguimos por casi 20 minutos dejándolo venir dentro de mí y yo con dos orgasmos exquisitos. Sudamos una barbaridad y el lecho quedo inutilizable guau grandioso momento de lujuria y sexo. Nos metimos a la ducha a asearnos y refrescarnos lo necesitábamos estábamos todos untados y sudados pegajosos pero felices momento que compartimos los dos besándonos y acariciándonos. Cualquiera que nos viera diría que estamos en plena de luna de miel, pero no estamos aprovechando que mi esposo no está para divertirme como a mí me gusta, teniendo relaciones sexuales con otro hombre saliendo de la rutina jarta y poco excitante. De la esposa fiel. Salimos y nos recostamos en la otra cama, prendimos el televisor y nos tomamos varias cervezas. Nos quedamos dormidos. Me desperté como a las 8 de la noche y me fui para el cuarto allá estaba mi esposo esperándome yo solo llevaba una toalla que saque del cuarto de Néstor y me acerque para saludar a David.

.- Como te fue mi muñeco hermoso ¿paso algo en el campamento?

- No mi vida no paso afortunadamente nada si encontramos que intentaron entrar al conteiner pero no pudieron. ¿Y tú que hiciste mi niña traviesa?

– Tú te fuiste y enseguida me lleve a Néstor para su cuarto. Delicioso ese hombre es un semental completo me hiso muy rico. La pase súper, no así voy a venir más seguido mi amor.

– Bueno eso me alegra mami y te tengo una sorpresa él también va a ir mañana a Bogotá y yo le ofrecí la casa para que se quedara. Así es mami que podrás seguir disfrutando de su compañía.

- Hay en verdad, bueno, que bueno papi eso me encanta gracias mi amor divino te amo.

Yo estaba feliz le di un besote y me quite la toalla que traía quedando desnuda me miro y me abrazo volvimos a besarnos y nos tumbamos en la cama lo desvestí e hicimos el amor.

Yo madrugue pues tenía que llegar al medio día a la oficina Néstor viajo en la tarde. Ese día tuve que trabajar hasta tarde salí casi a las 10 de la noche, estaba cansada pero al verlo me relaje, me estaba esperando para cenar los dos yo me fui a bañar antes y al bajar me coloque una batica unos calzones y mis sandalias no más, la bata abierta para que disfrutara la vista de mi cuerpo desnudo dejándolo boquiabierto. Cenamos y nos fuimos para la cama e hicimos el amor por casi dos horas. En la que disfrute de su compañía, sintiéndolo dentro de mí llevándome al éxtasis. Así fue por tres días seguidos. Hasta mi hija le tomo cariño. Al tercer día almorzamos juntos y tuvimos la compañía de un amigo suyo la cual estaba muy coqueto conmigo, al encontrarnos Con Néstor nos saludamos de beso apasionado en la calle me lo presento enseguida dándonos un beso en la mejilla.

- Mi amor Néstor se quedó corto al describirte, estas bellísimas. ¿Y cómo hiso este tipo para conquistarte?

- No tuvo que hacer mucho en verdad. Solo lucirme un vestido de baño que le quedaba apretado.

Los tres nos reímos. Él se dio cuenta que era casada mi argolla me delato. Ya que me agarro con sus dos manos mi mano. Pero no dijo nada él.

– Si mi amor estoy casada mi esposo es compañero de trabajo de Néstor.

Buscamos un restaurante de camino había un puesto aguacates y le pedí a Néstor que comprara uno, mientras seguimos caminando con Horacio a quien cruce mi brazo izquierdo por su cintura al igual que el que paso su mano por mi trasero

- humm eres un niño inquieto.

- ¿Noooo? Yo soy muy juicioso preciosa.

Entramos al restaurante pedimos y conversamos, desafortunadamente Néstor tenía que viajar esa misma tarde y yo unos compromisos legales en los juzgados. Si no estaríamos en casa haciendo el amor.

La charla siguió terminamos el almuerzo. Néstor se quedó pues estábamos cerca de la empresa y Adolfo siguió conmigo en un taxi que nos llevó al centro él trabaja de camino. Lo que este aprovecho para seguir con sus galanterías abrumándome lo que me calentó me dio su tarjeta para que lo llamara. Llegamos cerca de su oficina y se bajó. Yo seguí hacia los juzgados estuve toda la tarde esperando un fallo y recogiendo unos papeles. Me desocupe a las 5 pero me tocaba llevarlos a la oficina y radicarlos leerlos que todo quedara tal cual fue el arreglo para su firma. Estaba agotada y buscando un cigarrillo entre mi saco encontré su tarjeta, prendí el cigarrillo y lo llame.

- Halo Adolfo Suarez a la orden.

– Hola muñeco.

Él enseguida reconoció mi voz.

- Señora Diana como me le va no sabe cuánto me alegra el corazón esta llamada.

Me reí

– Ha picaron no la esperabas.

– pues a esta hora no. Yo ya te hallaba en casa.

– No mi amor todavía estoy en la oficina y me encontré tu tarjeta entonces te llamo para decirte que me encantaría también verte en una pantaloneta bien apretada.

– Mi vida tus deseos son órdenes para mí y yo encantado. Jejeje bueno anota la dirección y nos vemos en media hora te parece.

– ¿pero hoy?

- Si muñeco me encantaría verte

- A ver dámela.

Anoto la dirección pensando que viviría cerca y no a lo que me dijo que se iba a demorar un poco más ya que vivía por el norte y yo cerca del aeropuerto.

- Bueno solo no te demores tanto y tráete tu pantaloneta

– Allá te llego preciosa.

Llame a tina y le pedí el favor que me alistar el yacusi. Llegue, comí algo, subí al cuarto para desvestirme, tina me subió una botella de vino y dos copas, me mentí al yacusi a esperarlo sonó el timbre y le dije a tina que fuera a abrirle y que le dijera que se colocara la pantaloneta antes de entrar al cuarto, lo vi entrar al cuarto efectivamente traía su pantaloneta que quien sabe de quién era pero de él, ¡no! Solté la risa al verlo su verga se le notaba ya en erección, me levante para saludarlo acercándose a mí, le miraba la pantaloneta y el me escaneaba de arriba abajo mi cuerpo desnudo, mis manos agarraron las suyas y dándole un beso en la boca

–Hola precioso te ves muy sexy papacito rico.

– Hola aquí estoy tal cual me pediste mamacita.

Y no dejaba de ver mi desnudes.

Me arrodille dentro del yacusi y le acaricie su verga sobre la pantaloneta mi boca se le acerco sacando mi lengua se la lambí por todo su tronco se lo levante ya que estaba acostado y al hacerlo quedo buena parte de él fuera de su pantaloneta la que lambí estirando sus líquidos con mi lengua, comencé a besársela y suavemente se la mordía, le baje la pantaloneta dejándolo desnudo, invitándolo a entrar al yacusi, se sentó, besándonos le agarraba su verga masturbándolo, para luego agacharme y metérmela a la boca.

– hummm me tenías con ganas papacito rico.

– Hay Dianita me encantas mujer estas riquísima. Seguía mamándosela.

– Y a mí me encanta tu verga, espero pasar un buen rato mamándotela hum que delicia.

Y mi lengua recorría todo su tronco muy suavemente hasta llegar a su glande y metérmela en la boca, volver a salir y lamérsela nuevamente hasta sus huevos.

– ¿Te gusta que te la chupen? Porque a mí me encanta mamarlas, sentirlas dentro de mi boca hasta hacerlas venir y tomarme toda tu leche.

Le hablaba mientras seguía mamándosela.

– Hooo Dianita me encanta tu boca que rico la chupas sigue así preciosa, sigue así.

– Tus deseos son ordenes papacito rico.

Y yo seguía mamándosela y gimiendo de placer. No era para menos ya estaba en total erección y vaya que me estaba gustando gruesa aunque no muy larga, teniendo que abrir bien mi boca para metérmela, disfrutando su carnosidad me estaba calentando demasiado mis estomago salpicaba de emoción cosquillitas placenteras. Se sentó en el borde y seguir mamándosela por un buen rato, luego se metió entre el agua y yo me le coloqué adelante dejando que me agarrara mis tetas y me besara la nuca comencé a rodar por su cuerpo dándonos besitos, coloque su verga entre mis piernas y la restregaba contra mi cuquita hasta hacerla entrar en mi haciéndome gemir de placer, llevándome al paraíso al éxtasis temprano dejándome escupir mis líquidos orgásmicos a los 5 minutos y de ahí en adelante varios más, aquel caballero estaba totalmente emocionado su respiración era muy fuerte, mis movimientos acrecentaban su excitación tuve que parar porque lo vi mal dejarlo descansar sudaba a mares se puso colorado entonces lo saque del yacusi coloque la colchoneta inflable en el piso y lo acosté boca abajo haciéndole un masaje en los pies para nivelarlo lo que le ayudo a relajarse por su físico se podría pensar que poco o nada de ejercicios sedentario como muchos que no se cuidan y efectivamente así era. Me coloque encima de su verga y dejándome deslizar por su tronco comencé a saltar de gusto sintiendo su verga romperme el trasero mis paredes anales sentía entrar y salir su carnosidad enloqueciéndome del placer que mi cuerpo sentía hasta que me vine descansando uno segundo y cambiando de pose colocándome de perrita se arrodillo detrás de mí y volvió a romperme el trasero clavándome de una y follándome como lobo salvaje.

– A que puta tan rica eres mujer me encantan las mujeres como tu abiertas y golosas.

Siguió follándome dándome duro por ese culo hasta cuando lo sentí que se venía acelero sus movimientos haciéndome también venir terminando un corto pero delicioso polvo. Sentía su corazón agitado con la respiración y saque un estetoscopio que tengo para revisarle los latidos me dijo que en el pantalón tenía un frasquito con unas pastas y se lo alcance con un vaso de agua. Ya una vez tuve una experiencia con un amigo a quien me le dio un paro cardiaco mientras estábamos teniendo relaciones y eso me sirvió de experiencia además que con el curso de masajes que realice tengo algo de conocimiento. Adolfo se recostó en la cama esperando que la pasta hiciera efecto y yo le volví a masajear los pies para ayudarlo. Al rato se vistió y se fue para su casa y le pedí el favor de que me llamara cuando llegara y eso hiso dejándome ya más tranquila y hasta acá este delicioso relato espero les haya gustado y sus cometarios del mismo serían muy agradable leerlos y saber que son de su agrado.

DIANA LUCIA SAAVERDA [email protected].

(8,89)