Nuevos relatos publicados: 13

Descubriendo a Magalí (II)

  • 8
  • 8.782
  • 9,64 (11 Val.)
  • 0

Magalí tardo unos 20 minutos en regresar al salón, mientras yo seguía disfrutando del vino que no llegamos a probar, cuando volvió se sentó a mi lado sonriendo y acariciándome dulcemente la polla me dijo:

- Se ha portado muy bien, vamos a darle un descanso que aún queda mucha noche. Por cierto, formalmente no sé cómo te llamas.

- Tantos años de vecinos, y sin conocernos. Me llamo Luis

Le di un beso y le pedí que caminase un poco que quería verla con su nuevo look, encendió un cigarro, se levantó sensualmente, recorrió el salón con un repertorio completo de posturas la adolescente picarona con minifalda que había conocido una hora antes, se había convertido en una chica elegante con un vestido con flecos, corto de color negro y un escote pico que dejaba ver su torso de nena cuando se agachaba. Mi polla se estaba volviendo empalmar ante sus contoneos, ella se dio cuenta y sonrió picarona, dándose la vuelta y se agacho dejándome ver unas braguitas rojas que se perdían entre sus muslos apretados.

Veo que te gusta, me dijo con una sonrisa picarona mirando fijamente mi polla y volviéndose a sentar a mi lado.

- Si, tienes un armario muy variado por lo que veo.

- Este no es mío, es de una amiga de mi madre. Se lo dejo y cuando lo vi no pude resistir ponérmelo, tendremos que tener cuidado de no manchárselo, aunque no sería la primera vez jajaja.

- ¿Le has manchado algún vestido?

Bueno, un vestido y sobre todo braguitas, me conto que su madre tenía mucha amistad con una vecina, yo ya había visto a ambos matrimonios juntos en algún local del barrio. Al parecer, Magalí había estado muchas veces en su casa, ya que su madre tenía una copia de las llaves. Y siempre que podía iba a disfrutaba con su ropero. Ana, la vecina era una mujer de unos 30 y pico años de melena rubia, muy guapa que le gustaba vestir bien. Magalí cuando se colaba en su casa se probaba su ropa, sobretodo sus conjuntos de ropa interior, me dijo que eran preciosa y muy sexy, que varias veces se puso tan cachonda que acabo manchándolas, lo cual la ponía más guarra pensando que Ana se las pondría cualquier día.

- La próxima vez que la veas con este vestido, te vas a mojar toda recordando cómo te folle con el puesto.

- ¿Ah sí?, te mandare un mensaje con una foto de ella con el puesto, así tú también te pondrás cachondo.

Me gustaba, la imaginación viciosa de Magalí. Me conto que se vestía desde los 19 años, que le encantaba ser chica, tenía alguna ropa suya y cuando podía se vestía en casa. Esta era la primera vez que la follaban. Antes había quedado con un par de chicos, la cosa no estuvo mal, pero solo fueron mamadas y además estaban muy puestos. A uno de ellos, lo conoció en los pasados carnavales. Sus padres estaban de viaje y su hermana en casa de su novio, por lo tenía la casa para ella sola, decidió buscar un disfraz que le permitiese ir de niña sin sentirse disfrazada, escogió el de cabaretera que además de ser sexy, le permitía maquillarse como una chica que sale de fiesta. Salió con una amiga que con la que se suele vestir. Magalí, le había contado que su intención esa noche era hacer su primera mamada, su amiga ya había hecho alguna y la animo a empezar. Salieron después de cenar, aquella noche los sitios estaban llenos de gente, optaron por ponerse en las zonas con menos luz así llamar menos la atención, varios chicos hicieron el amago de empezar una conversación con ellas, otros se ponían cerca para rozar su culo con sus manos disimuladamente o directamente el paquete. En el tercer local se les acercó un chico, ambas lo conocían de la noche pero él no las reconoció, el tío al parecer era un coñazo, pero que tanto roce y metida mano la habían puesto a mil. El tío iba muy salido, y un pequeño pico en los labios y un ligero roce por su paquete produjeron su efecto, a los pocos minutos le propuso ir a su coche. Magalí, le dijo que de acuerdo, pero que solo le iba a hacer una mamada. El chaval empezó a tartamudear, no se esperaba esa respuesta tan directa de una chica que acababa de conocer y balbuceo un vale. Se fueron a su coche, allí la empezó a morrear, intento meterle mano torpemente pero no le dejo, no quería descubrir su condición, pero si hacer su primera mamada. Así que lo separo y le dijo que reclinase el asiento y que solo disfrutase.

Yo estaba ensimismado oyendo su historia, mientras me contaba seguía acariciando mi polla con destreza, se puede decir que aquella noche no la soltó ni para ir a mear.

El tío, un universitario de unos 25 años, lo conocía de vista de verlo por las noches con sus amigos. Eso la ponía aún más, solo pensar, que mañana les contaría a sus amigos que la chica morena le había hecho una mamada en el coche, le daba mucho morbo. Pero lo más morboso era que no sabrían la morena era una chica muy especial. Magali le bajo los pantalones, acaricio su polla por encima de los calzoncillos que empezó a deslizar suavemente hasta que su polla quedo al descubierto, una polla normal bien como la suya unos 15 cm y suave. Lo masturbo lentamente viendo como su capullo empezaba a mojarse con las primeras gotitas. Aquella iba a ser su primera polla, a medida que iba acercando su boca una duda surgió, sabía que aquel momento podría cambiar su vida totalmente, y eso le genero alguna duda, pero el olor a semen que salía del aquel capullo, le recordó las veces que se había olido sus dedos cuando se ponía braguitas en casa, esos recuerdos hicieron que se metiese la polla en la boca. Noto como iba creciendo en su boca a medida que la mamaba. Se dio cuenta que ella también se estaba empalmando, cosa que la preocupaba ya que si intentaba meterle mano iba a ser más difícil ocultar su secreto. Se colocó de modo que no pudiera alcanzar sus piernas mientras le decía que no se moviera que solo disfrutase.

Era su primera vez y se sentía de maravilla en su papel, descubrió que le encantaba chupar, sentirse deseada vestida de nena, mojaba la polla con saliva para que se deslizase mejor, las horas de videos de mamadas vistas tenían ahora su recompensa. De vez en cuando la sacaba y jugaba con su lengua por el capullo, eso lo volvía loco y no dejaba de decir lo buena que estaba. En algún momento pensó en sugerir algo más, pero aún no se sentía segura para dar otro paso más aquella noche, por lo que siguió disfrutando de la mamada.

Llevaba 5 minutos mamando, cuando noto como su boca se llenaba de la leche del chico, se sorprendió de lo poco que aguanto. Si por ella fuese, hubiese seguido mamando un buen rato más. Me conto, que lo mejor fue que cuando decidió hacer la mamada, no se había parado a pensar en la corrida, así que su primera mamada acabo en su boca sin esperarlo, pero que le había gustado. Sentir el calor del semen en su boca y sus labios, verse en un coche con un desconocido que aún se estaba retorciendo de gusto, la excito de tal manera que el morbo del momento la llevo a tragárselo. Viendo que la polla aún tenía restos paso la lengua por ella y la limpio, en ese momento se sentía como las protagonistas de esos videos que había visto en internet. Después se miró en el retrovisor, se retoco, le dio un beso al chico y se fue del coche dejándolo con cara de tonto.

Apuro el paso ya que no quería que la siguiese. Iba excitadísima y quería regresar a casa para no llegar más lejos esa noche. Se tapó con el abrigo no solo por el frío sino porque estaba empalmada, notaba sobre su polla la presión de sus braguitas, le preocupaba que alguien se fijase y viese el bulto debajo de la minifalda.

- Buf me has vuelto a poner muy cachondo

- Espera que un no he acabado, te gustará el final

- Soy todo, oídos

- Cuando volvía en taxi, me quede pensando en lo que había sucedido. Me había gustado pero buscaba otra cosa, algo no me había convencido. Así mientras pensaba en el asiento trasero del taxi me quede mirando para el retrovisor, me fije en conductor, un hombre de unos 48 años, nada del otro mundo pero me ponía, esa pinta de hombre maduro me ponía. Ahí me di cuenta que lo que me gustaban eran los hombres mayores y más expertos. Los jóvenes, no es que no estén bien, pero su forma de practicar sexo es menos morbosa, es más física, y yo buscaba el morbo. El trayecto llego a su final, le pague pero cuando baje del taxi, vi que había alguien acercándose al portal del edificio. Me pare, no quería que nadie me viese así, aunque fuese carnaval yo iba demasiado de niña. Disimule con el móvil, y deje que el llegase al portal, no me vio pero yo a él sí, y eras tú.

Me quede sorprendido, si recordaba haber salido los pasado carnavales no recordaba haber visto a nadie cerca del portal.

Cuando te vi, me recordaste al tipo de mi fantasía del taxi. Y mírate aquí estás

- Tienes un morbo impresionante Magalí, ven que te voy a follar

Espero que os guste, se agradecen comentarios.

(9,64)