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Pensamientos de un perverso enamorado

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Se acerca el último dia del año, Ken vuelve a casa en tren tras pasar unos días familiares muy tranquilos, de repente la mente le hace pensar en las ganas de ver a su novio, a su Daisuke del alma.

Muy abrigado, con el rostro pegando al cristal del tren viendo como la vida se va sucediendo, en la intimidad de su perversa mente, empieza a imaginar con las emociones del cuerpo de su novio y con un juguetito amado por ambos, un pene vibrador deslizandose a través del estómago de Daisuke hasta invadir su agujero anal.

-Siempre ha sido divertido coquetear contigo, mantenerte a mi voluntad, incluso sin ponerte un dedo encima.

Me encanta visualizarte en mi mente desnudo para mí. Quiero verte desnudarte de nuevo. Lentamente me encanta ver que te deshagas de todo, me gusta como extiendes tus piernas. Te veo brillar en mi mente, tan deliciosamente.

Nerviosamente sonrojado, en el fondo sabes que deberías estar haciendo esto, pero... Son deseos, necesidades y sugerencias. La idea de mirarme a los ojos y ver cómo mi mirada se dibuja entre tus muslos... Me lamo los labios y pienso en probarte. Hay un bulto en mis pantalones que anhela navegar tan profundo dentro de ti como lo estás imaginando en mi mente caótica y perversa.

Mis manos están sobre nuestro juguete favorito. Me burlo con suaves zumbidos sobre tu cuerpo. Sobre tus pezones, sobre tu barriga. Caricias deslumbrantes alrededor de los huesos de la cadera. Soy lento en cosquillas hasta la parte superior de cada muslo.

Girando y burlándome mientras lo muevo entre tus muslos. Queriendo que te derritas por mí. Extiende tus jugos hacia arriba mientras voy tentando la punta. Precoz y persuasivo entre tus piernas.

Estudiando intensamente mientras te inclinas y te rompes por mí. Movimientos de tu figura a tiempo a los pulsos que brillan y tiemblan a través de ti. Los ronroneos se convierten en gemidos y se convierten en una sirena de deseo.

Empujo el juguete entre tus piernas, moviéndolo lentamente dentro de ti, pulgada por pulgada deliciosa. Perdido en tu aliento. El vaivén de la lujuria mientras lo muevo dentro de ti. Nunca lo suficiente como para que mi piel toque el tuyo. Solo lo suficiente para que quieras eso.

Me atrapas lamiendo tus labios mientras te follo con tu juguete. Sabes que estoy pensando en hundir mi lengua entre tus muslos. Quiero recordar lo dulce que eres, me gusta hundir mis labios sobre tu dolor y chuparte, lamer, tocarte... Sacarte de todas partes. Llevarte a ese punto donde es como si te hubiera golpeado un rayo. Escuchar mientras gritas. Mirarte como te mueves salvajemente y te derrites

Follandote más rápido y más duro con nuestro juguete, en mi mente, visualizandote, te comienzo a susurrar palabras de inmundicia. Diciéndote que eres mi " mi pequeña puta traviesa". Estoy lejos de ti, pero cada vez mas cerca, y te imagino esperanome con las piernas abiertas pero para otro chico, perdiéndote en la osadía, la vergüenza, embrujado por puro deseo.

Te visualizo como si mis palabras te tocaran. Un nivel de deseo negado por el juego, pero la sugerencia, el deseo, el significado dentro de las palabras, todo baila dentro de tu mirada, tus movimientos.

Te imagino tus jugos calientes, saliendo como un poderoso volcan en erupción... Silencio. Un susurro en el viento, un comando silencioso que hace eco en tu ser, una demanda que llena la habitación done estamos tu y yo. Tu mirada está sobre mí, hasta el punto en que tus ojos se cierran. Te tengo. Yo tengo tu clímax, anhelo hacer que tu orgasmo sea mío.

Tu grito es puro fuego arrasador, tus caderas empujando contra el juguete, tus manos y las uñas agarrándome con fuerza sobre los brazos de una silla. "Eres un cobarde asqueroso", te digo, volviendo a los tonos normales. "Puta sucia, traviesa", te regaño

A medida que el volumen de mis palabras aumenta, tu intención se vuelve mordaz, tus ojos están vivos. En uno con la situación, consumido por el pecado y la vergüenza,

Gritas más fuerte, corre más duro, te sonrojas violentamente. Es jodidamente glorioso.

Observo mientras tragas, recuperas la compostura, las piernas aún abiertas. Mírame.

Me siento enfrente, jugando con mis jeans. Descomprimo para ti. Dejo que me mires.

Hacer que te corras me ha hecho tan jodidamente excitado, pero no te permito que me toque

Te dejo libre, Levanto el consolador pegajoso y empiezo a acariciarlo con un suave zumbido. Sobre mis bolas. A lo largo de mi eje. Tomo la punta pegajosa y derrito el pre-semen como si fuera cera de vela.

Estoy ansioso por ti y en mi mente lo puedo descubrir, desesperado por correrte por ti. Pero claramente tengo algo mucho más tortuoso en mente.

Tomo la punta del juguete sobre tu trasero otra vez. Dando vueltas y vueltas. Mientras gimes susurras un no ronco

Atrapo tu mirada con una expresión descarada, comienzo a tomar el juguete, todavía pegajoso con tu clímax, lentamente dentro de ti otra vez. Dando vueltas dentro de tí, comenzando los movimientos de empujarlo lentamente hacia adentro y afuera.

Te follo mas rapido, estoy sorprendido por las sensaciones. Nada que haya hecho antes, ideas preconcebidas perdidas en el momento, de si debería estar haciendo esto, colisionando con tantos sentimientos divinos. Me duele la polla, pero estoy perdido en tu mirada. Tengo la sensación de que esto es algo que he querido hacer por mucho tiempo.

Las sensaciones me atrapan, me contorsionan, te miro y tomas la mano para tocarme, para que me detenga, no lo deseo, quiero que esto continue, ahora dime, quien es el maldito sucio?

El tono, la sugerencia, verte tan jodidamente caliente me hace capitular para ti. Viendo como te follo trasero sin utilizar mi propia polla cada vez más rápido, mis latidos aceleran, ola tras ola de semen comienza a latir, saliendo a borbotones de mi pene, desperdiciando semen en el suelo, brillo blanco, el resultado de mi deseo sexual por ti y por lo que me provocas, mas que simple atracción física, esto es siempre entre tu y yo y tu voz aumenta a medida que escalo tu alma con palabras, llamándote "puta sucia y sucia" y tu "coño sucio"

Las palabras, los tonos, el tabú y el momento alejan de mi esta excitación que siento en medio de este tren, trato de calmar mis pensamientos, de apaciguar mi mente, pero mi cuerpo está encendido, lo siento mientras toco la erección que acaba de crecer en mis pantalones mientras sigo mirando el ruído de la ciudad

Solo ansío el momento de volver a verte, mirarte a los ojos, dos personas que no deberían estar jugando entre sí a este juego del amor, encontrando las maneras más sucias de hacer algo, juntos.

(9,00)